- entonces, ¿qué tal tu primer día de clases?— pregunta mi mamá saboreando su sopa de elote y ni siquiera volteándome a ver— me imagino que hiciste mil amigas y amigos, si allá donde vivíamos eras demasiado popular.

- quizá eso cambió mamá... Ahora um... Hice dos amigos— ella dejo de ver su platillo y me miro al fin. Con ella siempre todo era demasiado complicado— si, sus nombres son Peter y Ned.

- ¿y Liz? ¿La viste?— pregunta ella demasiado preocupada de que no tuviera amigos.

- claro que la vi mamá y me presento a sus amigas, son agradables. En especial una llamada Betty— probé la sopa— mm muy rica.

- bueno sean quien sean tus amigos está bien, me alegro que hayas hecho— dice mi padre tomando mi mano, le sonreí.

- pues sí pero en tu otra escuela era la niña más popular y bonita y tu novio era el más popular y...— me enoje y la interrumpí.

- bueno mamá, ese novio que creías que era un perfecto me dejo y ahorita ya está con alguien más después de tan solo una semana. Mis supuestas amigas que tú dices que eran mil no me escriben y estoy harta de eso mamá. Hay cosas más importantes.

- yo lo sé, como tu futuro— dice tratando de mejorar sus comentarios pero ella ya me había molestado y no había vuelta atrás— ¿te has metido a una clase?

- si, bueno mañana iré a ver qué onda con el grupo de periodismo— sonreí.

- ¡muy bien Alice! Me parece perfecto que quieras escribir o investigar un poco— me dice mi padre pero obvio a mi madre no le hacía feliz... Esto se ponía peor.

- ¿y las porristas? Sabes que eso te da un lugar en la preparatoria, y además becas para la universidad.

- ¡no quiero ser porrista! ¿Saben algo? Debo irme, tengo que hacer un proyecto para la clase de historia y... Voy tarde para la biblioteca.

- ¿te vas?— me dice mi padre algo triste pues no lo había visto en todo el día— ¿bien pero lleva dinero si? Por si ocupas.

- y de preferencia vístete mejor que eso— dice mi madre y puse los ojos en blanco.

- los veo al rato— fue lo último que dije antes de irme de esa incómoda escena.

Estaba tan harta de lo que mi madre quería que fuera, que estrés. Tuve que mentir de un tal proyecto que no existe y ahora no sé a dónde ir. Quizá puedo ir a caminar un poco por la ciudad para conocerla. Quisiera hablarle a Ned o a Peter pero no tengo el número de ni uno de los dos ni redes sociales. Liz estaba con sus preparativos del baile y no tenía a nadie. Pero estar sola no es malo porque así tengo tiempo de visitar nuevos lugares como... El museo de cine y arte. Eso haré... Si.

Cuando llegue y estacione mi carro, vi que había un robo, un ladrón tomaba los bolsos de todas las chicas y salía corriendo, al ver eso no quise bajarme del carro y puse seguro. Qué miedo, que mala suerte me cargaba que cuando decido hacer algo divertido y nuevo hay un ladrón con una pistola en la mano y...oh no. Venía hacia mi carro. Cerré los ojos para no hacerme la idea de que hoy moriría. Se escucha cuando esté toca la ventana izquierda con su pistola donde me encontraba yo.

- ¡el carro mocosa!— escucho y cuando decido abrir los ojos estaba un señor demasiado molesto con la pistola apuntada a mi pero gracias a Dios la ventana estaba arriba.— ¡ahora!

- yo...— me abre la puerta aún cuando tenía seguro. Grité.

Me tomo del antebrazo y me jaló fuera del carro él se subió y me aventó al piso. Eso dolió, pero no tanto como pensar el que pude haber muerto.

- lindo carro— dice apuntó de arrancarlo pero por alguna razón decidió bajarse del carro y tomarme de nuevo.— pero mira que tú también eres linda.

- ¡auxilio!— grité pero todos los que estaban cerca decidieron huir. Le di una patada en sus partes bajas y corrí lejos de él, o al menos intente pero tomo mi pie y tropecé.

- oh no, tú no te me escapas— me dice al fin ya poniéndome de pie y tomándome de él cabello.

- yo creo que si, deja a la chica en paz— me volteé junto con el ladron y vemos a... ¿Un chico con traje azul y rojo? Curioso no conocía a este "superhéroe" si así se le puede decir.— oh bueno no me harás caso...— le lanza una... ¿Telaraña? ¿Acaso estoy drogada? Al lanzar eso el ladro sale pegado en la pared atrapado al fin.

- gracias...— dije en voz baja— gracias...

- oye no hay de qué— me tomo de la cintura— soy tu amigable vecino, el hombre araña.

Y volamos... Eso creo. Su telaraña salió a un edificio y literal estábamos volando o quiero decir colgándonos. Esto era una sensación excelente, ame esto. No tengo idea de quién sea el hombre araña pero sé que le debo la vida.

- oye, hombre araña— dije mientras seguíamos de edificio a edificio— el carro que el ladro iba a robar... Es mío. Será mejor que me dejes ahí.

- oh claro, no sé porque creí que querías que te dejara más cerca de tu casa, no lo sé— hablaba nervioso. Me reí.— creo que este es tu carro.— dice ya dejándome en el.

- gracias de nuevo— le sonreí y bueno claro que no podía ver sus expresiones bajo la máscara— espero verte pronto.

- oh no tienes idea de lo pronto que nos veremos.

- ¿disculpa?— no entendí su comentario.

- quiero decir, si algún rufián de nuevo se mete contigo, yo llegare a salvarte.— me reí tímidamente.

- bueno... Adiós Hombre Araña— subí a mi carro y él se colgó de sus telarañas para irse lejos.

...

Llegue a la casa y como sea al final ya no hice nada en Queens para conocer al ciudad pero conocí al hombre araña. Lo primero que hice al entrar a mi habitación y al meterme a la cama fue investigar más sobre este justiciero y ver videos en YouTube y demás. Por lo que veo es demasiado famoso aquí en Nueva York. Quisiera verlo de nuevo, me parece ser genial. Fue mi héroe después de todo.