No era la primera vez que Timothée se encontraba en una situación como esa en la que se echaba la culpa de las travesuras de sus amigos. Ellos tenían un par de manchas en su expediente, a diferencia suya que estaba ensuciado a más no poder, sin embargo, no le importaba. Le gustaba ser el chivo expiatorio a veces, pero había algo que odiaba más que nada en el mundo.

Que Rose Granger-Weasley siempre estuviera ahí. Como si buscara meterse en problemas cuando Timothée lo hacía también. Era una chica ejemplar, como su madre, pero poco a poco iba dejando esa imagen que Hermione había construido con tal de encontrarse siempre con Nott.

── Qué coinci...

── No es ninguna coincidencia, Granger ── escupió Tim, interrumpiéndola ── ¿Por qué estás aquí?

── Me castigaron ── claro, eso era bastante evidente ── ¿Y tú? ¿Qué fue lo que hicieron tus amigos?

── A ti eso no te importa, cállate y déjame en paz.

No la soportaba. Pero no era como si la odiara, ese sentimiento era muy fuerte como para decir que lo sentía. Ni siquiera por ella podría llegar a experimentarlo. No valía la pena ensuciar su corazón y alma por Rose Granger, incluso cuando se lo merecía por su odio injustificado a Scorpius y Kaila durante los primeros años en Hogwarts.

── Sigo sin entender por qué eres tan cruel conmigo ── susurró ella, pero igual la escuchó.

── Eres tan molesta y no te soporto ni un poco, así que lo siento si piensas que estoy siendo cruel por no tolerar tu presencia. Creo que es mejor demostrar mi desagrado a fingir que me caes bien para no herirte.

── Vaya, parece que te odias muchísimo a ti mismo como para desquitarte con los demás. Ahora entiendo. Podré ser molesta, incluso parecer ridícula, pero no necesito lastimar a las personas que me quieren o me tienen algo de aprecio solo para liberar ese odio que tienes dentro o para quedar bien con los demás.

No estaba hablando solo de ella, sino que también de Deter Zabini.

Él sabía que nunca podrían borrar esos acontecimientos de la memoria de las personas que fueron testigos o defensores de la chica. Jamás dejarían de ser vistos como los malos de la película, porque lo eran, al menos en su gran mayoría. Fueron cómplices al quedarse callados, al no detener a Scorpius diciéndole que estaba haciendo las cosas mal.

Solo fueron espectadores y aunque no participaron directamente, estaban pagando las consecuencias.

── ¿Lo dices por Deter?

── Lo digo por todos. No eres solo así conmigo, si pudieras, creo que serías hasta desagradable con tus padres ── aseguró ella ──. Bueno, tienes a quién salir así.

── Y supongo que lo cargante e intensita viene de parte de alguien de tus padres también, ¿no crees?

Los dos estaban hablando de sus madres y eso solo los llevaría a algo más grande, porque a veces olvidaban que eran personas cercanas a los Potter los dos. Que una era su prima y el otro era su amigo.

── Quizás yo sea intensa, pero no soy una amargada que no deja a nadie acercársele porque le da miedo socializar.

── Oh, vete a la mierda ── escupió Timothée ──. A esto me refiero cuando digo que eres molesta. Alguien no quiere hablar contigo y aun así insistes e insistes hasta que te hacen sentir mal porque no te aguantan, pero tú sigues echándole leña al fuego y te odian más.

── ¿Me odias?

── Estoy comenzando a creer que sí.