•| Unica parte |•
"Attention"
- ¡Disparale!
Gritaste desde la sala de tu casa, estabas jugando un videojuego con baji y chifuyu, un poco de estrés se les había acumulado por las tres partidas pérdidas, pero en la de ahora se estaban esforzando por ganar.
- ¡Pero apuntale, baji!
En conjunto gritaron tu y chifuyu, presionando a baji al ser el único del equipo que quedaba vivo, pero aquello no duro mucho.
Atacaron a baji por la espalda, dándole un golpe criticó, haciendo que muriera perdiendo la partida, obviamente lo molestarias por el resto de su vida.
- ¿¡Como querían que ganara si todo el equipo contrario vino a por mi!?
Grito frustrado, ya que te estabas burlando de el al ser asesinado en el videojuego así de fácil.
- Fuyu antes mató a un equipo el solo, yo mate dos y eso que ambos tenemos menos experiencia que tu.
Dijiste mientras aún te burlabas de baji, por ser el que más experiencia tenía y no poder ser capaz de matar a un equipo el solo en la partida, la cual fue un fracaso nuevamente.
Mikey había llegado posandose detras de ti, frustrado al no haber recibido atención de tu parte en todo el día al estar jugando con los chicos, nunca invitaban a mikey por que no sabía nisiquiera disparar ni moverse con los controles, por esas razones siempre perdían o bajaban de nivel.
- ¿Ya me darás atención?
Pregunto aún detrás de ti con un puchero y los brazos cruzados, mientras esperaba tu respuesta, apartaste la mirada de la pantalla de tu móvil para mirar a mikey.
- Solo unas partidas más, ¿si?.
Dijiste dandole una sonrisa para luego volver a la pantalla de tu móvil a seguir jugando, eso molesto a mikey, aumentando su puchero.
Iniciaron la partida y te concentraste en esta, estabas decidido a ganar, esta vez no se separaron, por que en todas las demás lo hacían y el resultado era que siempre terminaban perdiendo.
Tu y baji estaban peleando por que todo el loot que encontrabas en los caminos el se lo terminaba robando, ahora recordando el por que siempre se separaban en cada partida.
Al contrario de chifuyu, ambos hacían un gran dúo, mutuamente se ayudaban, compartiendo armas o experiencia, en resumen se cuidaban las espaldas entre si.
Esta vez la partida iba excelente, salvo por que tu y baji peleaban por ambos no darle a un enemigo, todo iba bien.
En cambio mikey solo observaba como le dedicabas más atención a la partida que a el, decidiendo así que si o si tendría tu total atención.
Aprovechando el que estuvieras acostado de espalda en el sofá y que tenias las piernas estiradas medio abiertas con tus pies en el reposa brazos, se le haría mucho más fácil.
Se acercó a tu entrepierna, acariciando esta con una de sus manos por sobre tu buso, inevitablemente soltaste un jadeo, por total suerte baji y chifuyu no habían escuchado nada, gracias a que baji hacia tanto ruido al insultar y matar a los enemigos que tu jadeo no se había escuchado.
Por precaución silenciaste el micrófono del juego para que los chicos no escucharan ningún sonido.
Perfectamente tenías una idea de lo que planeaba mikey, aún así lo ignoraste ya que querías ganar la partida.
El pequeño rubio al ver que seguias sin prestarle atención, dejó las caricias en tu entrepierna para optar a hacer algo más.
Desató el cordón que sujetaba tu buso para luego bajarlo, dejando a la vista tus boxers junto con un leve bulto en el cual estaba ubicado tu miembro, estabas tan concentrado en el juego que no sentiste los movimientos del rubio, estabas seguro de que nada te impediria ganar la partida o al menos eso creías tu.
Mikey acercó su rostro a tus boxers, bajando con una de sus manos la tela que impedía ver aquel bulto, saliendo este en un pequeño rebote estando levemente erecto, relamio sus labios frente al gran pedazo de carne, tomándolo directamente para luego introducir tu glande a su boca, dando un leve movimiento circular con su lengua.
- Mnghf...~
Soltaste un gemido entre cerrando los ojos un poco, sin perder tu vista de la pantalla de tu móvil, aún cuando casi haces un mal movimiento con los controles, por aquel contacto.
El rubio ante aquel sonido de antes, una pequeña sonrisa se formó en sus labios, un poco más y dejarías aquella partida, recibiendo finalmente la atención que quería.
Volvio a introducir tu glande a su boca, esta vez dando movimientos más duraderos con su lengua, degustando el sabor de tus fluidos, pero esta vez rodeando tu tronco completo con su mano, subiendola y bajando, masturbandote.
Aquel húmedo y cálido músculo se sentía tan bien que inevitablemente empezaste a perder poco a poco tu concentración en la partida, gimiendo cada vez más por la atención que estabas recibiendo.
Querias volver a concentrarte en la partida, pero con mikey así se estaba haciendo totalmente imposible para ti.
Por los audífonos que tenías puestos podias escuchar como chifuyu estaba gritando que estaba siendo atacado por un grupo, pidiendo ayuda, mientras que baji se reía a carcajadas burlándose de el.
Sentiste como mikey posaba su mano libre en tu tronco, aumentando los movimientos junto a los de tu glande, estabas resistiendo increíblemente pero ahora en la partida solo tu y baji seguían con vida.
Estabas a casi nada de venirte, no dando previó aviso por que justamente en ese mismo momento, dos enemigos te estaban atacando en el video juego.
Provocando que finalmente te corrieras, sorprendiendo a mikey el cual término con parte de tus fluidos blanquecinos en su cara y cabello, para luego tragar gustosamente el resto.
Siendo justo en ese momento en el que te mataron en la partida, ahora si podias darle la atención que tanto quería.
Extendiste uno de tus brazos, dejando tu móvil en la mesa de vidrio que se encontraba frente al sofá, para luego empezar a atender debidamente a mikey.
Tomaste el mentón del rubio con una de tus grandes manos, llevando su rostro a tu altura, observaste los pequeños rastros de tu fluido en su cara, sinceramente aquella vista del rubio era excitante, volviéndose aún más cuando un poco de la blanquecina sustancia recorrió hasta la comisura de sus labios y este la lamio frente a tí.
Lo atrajiste inmediatamente hacia ti, haciendo que quedará arriba de tu cuerpo, besando sus labios sin importarte degustarte a ti mismo, descendiendo por su cuello dejando una que otra marca en el, sabias perfectamente que le encantaba aquello, ya que era su debilidad.
Mientras hacias aquello, tus manos fueron bajando desde su espalda hasta su trasero, dándole un apretón, escuchandose un gemido ahogado, acompañado de leves movimientos pelvicos de algo duro y pequeño frotarse contra ti.
Mikey adoraba tu tacto en su cuerpo, se estremecia cada vez que tus grandes manos le recorrían por completo, simplemente le fascinaba.
Dejaste su cuello para volver a plantarle otro beso en su boca, el cual no tardo en ser correspondido nuevamente, ambas lenguas se movían entre si, aumentando la intensidad del beso, convirtiendolo en uno fogoso.
Los movimientos pelvicos de mikey, poco a poco se iban volviendo más rápidos, mientras que aquel fogoso beso fue cortado por la falta de aire.
El rubio ahora montado sobre ti, seguía sin parar sus movimientos, ambos soltaban gemidos ahogados acompañados de fuertes jadeos, la fricción entre su trasero y tu miembro era sumamente exquisita.
No soportabas más, rapidamente lo empujaste contra el sofá colocándote encima de su pequeño cuerpo, bajando aquel pantalón que llevaba, acomodandote entre sus piernas, acercando una de tus manos en su parte trasera, insertando uno de tus dedos en su agujero.
Mikey había arqueado su espalda soltando un fuerte gemido ante la intromisión de aquel largo dedo tuyo.
Vaya sorpresa te llevaste al sentir que estaba bastante suelto allí.
- ¿Estabas jugando contigo mismo?, mimi.
Preguntaste, observando su cara llena de pequeñas lágrimas con un intenso rojo en sus pálidas mejillas, notando los pequeños temblores en su cuerpo.
En un bajo gemido conseguiste la respuesta que esperabas.
- N-no..~
Le quedaste mirando fijamente, sabias que mentía, así que decidiste meter un segundo dedo y empezar a moverlo en forma de tijeras, expandiendo mucho más que antes su rosado agujero.
- ¡A-ah!, n-no muevas.....¡mnhg!
Seguiste con tus movimientos de dedos ante los reclamos, observando atentamente como mikey se retorcia, soltando gemidos los cuales trataba de cubrir con una de sus manos inútilmente.
Mikey se estaba volviendo loco, tus dedos en su interior frotaban deliciosamente sus paredes, haciéndole temblar sus piernas y aumentar sus espasmos, por el largo de los mismos sentía que en cualquier momento se correria.
Te acercaste a el, colocándote a un costado de su cabeza, susurrandole directamente en uno de sus oídos sin parar de mover aún tus dedos.
- Esta demasiado suave aquí para que no hayas jugado, dime mimi, ¿jugaste o no contigo?, si no me respondes no podré darte la atención que quieres y volveré al juego.
Amenazaste, acercando ahora un tercer dedo el cual acariciaba sus bordes rosas de su estirado agujero.
Su respuesta llegó en dificultosos y sonoros gemidos por la agitación que tenía.
- ¡N-no!, no q-quiero que juegues..mnhg, s-si jugue conmigo, a-ah..~
Adentraste totalmente tus dos dedos hasta la parte del nudillo, dándole directamente a su próstata, provocando que el rubio se arqueara hacia atrás soltando un fuerte gemido, el cual casí pasa a ser un grito haciendo que se corriese, salpicando todo su torso y parte de su camiseta aún puesta.
- ¿Vez?, no fue tan difícil decir la verdad, mimi.
Dijiste en un tono de burla, ante el desastre que habías echo con el utilizando solo tus dedos, te alejaste, aún entre sus piernas, lanzando el pantalón del rubio a quien sabe dónde en la sala de paso quitandote la camiseta negra que traias puesta, dejando a la vista tu torso marcado con visibles cicatrices en partes de el.
Ante la vista frente a mikey, solo pudo soltar un gemido sintiendo como su interior se contraía al verte así, ansioso de que empezaras de una vez a darle la atención que tanto espero por horas.
- Se un poco más paciente ¿si?, antes de todo quiero hacer una pequeña cosa.
Dijiste para luego inclinarte devuelta hacia la mesa de vidrio, agarrando tu móvil el cual milagrosamente seguia encendido, escuchando por el único audífono que tenias puesto, como baji milagrosamente iba ganando y el como chifuyu le motivaba, después de todo lo que habías echo con mikey en ese pequeño tiempo.
Encendiste el micrófono, acercandote nuevamente a un costado de su cabeza, escuchando claramente en tu oído libre su agitada respiración.
- Tendrás que callar aquellos lindos gemidos, si no quieres que te reconozcan y digan como te follan el culo en toda toman.
Y dicho eso, te volviste a alejar pero colocaste tu móvil encima de su estómago, mostrándose en la pantalla el como estaban apuntó de ganar.
Para mikey el mantenerse callado iba a ser imposible.
Tomaste sus dos lechosas piernas abriendolas un poco, frotando varias veces la punta de tu miembro en su húmedo agujero, en cambio el rubio se callaba el mismo con una de sus manos mientras que con la otra apretaba uno de los cojines del sofá.
Lágrimas estaban empezando a salir de los ojos ónix de mikey, al no poder gemir libremente por temor a que le escuchen y se ponga en juego su autoridad en toman.
Por medio de los audífonos, podias escuchar el como los chicos celebraban el haber ganado aquella partida, tambien como el otro equipo prendia sus micrófonos, insultando a baji y chifuyu mientras que el de colmillos se les burlaba devolviendoles los insultos.
Por molestar a mikey decidiste darle una nalgada un poco fuerte, quedando una marca rojiza de tu gran mano en uno de sus glúteos, acompañado de un chillido por lo inesperado de esta.
Los chicos detuvieron su celebración al escuchar aquello, quedándose en silencio por unos cuantos segundos para luego preguntarle al otro si escucho lo mismo, hasta que el de colmillos soltó.
- Oi, (nombre), ¿que fue ese ruido?, además has estado callado toda la partida, ¿te moriste o que?.
Pregunto por el micrófono hacia ti, permaneciendo callado esperando tu respuesta al igual que chifuyu.
Llevaste una de tus manos a tu rostro haciendo una seña a mikey de que guardara silencio, mientras frotabas más rápido tu miembro en su rosado agujero, insertando levemente la punta en el y sacandola, teniendo tu otra mano en su pequeño miembro masturbandolo.
- Solo me golpee la pierna y no, aún no he muerto así que nunca te libraras de mi ni de mis burlas, bajito.
Respondiste burlesco, recibiendo un insulto del otro lado del micrófono, pero en eso chifuyu preguntó si empezaban otra partida a lo que respondiste.
- Paso de esta, pero me mantendré conectado por micrófono.
Dijiste, viendo como ahora mikey estaba mordiendo su mano que mantenía cubierta su boca por tus movimientos, frunciste un poco el ceño al ver como corría un hilo de sangre de su mano, acercandote para apartarla y darle un beso.
- Okey, hablamos si quieres participar en la que sigue.
Soltaste un sonido de confirmación, aún estando en el beso con el rubio.
Estaba siendo una total tortura para mikey, quería soltarlo todo y gemir sin pudor antes tus movimientos, gritar fuertemente tu nombre y lo bien que lo estabas haciendo sentir.
Te separaste del beso para bajar nuevamente a su cuello, recoriendolo con tu lengua mientras dejabas notorias marcas rojas sobre las que habías echo antes, escuchando los bajos gemidos y jadeos que soltaba el rubio en tu oido, aferrándose a tu ancha espalda.
Con tu mano libre alineaste finalmente tu duro miembro con su trasero, ingresando lentamente la punta, siendo recibida por la calidez y humedad de su interior.
Mikey en cambio solo envolvió sus piernas alrededor de tu cintura, apretandolas, atrayendote más hacia su cuerpo para que ingresaras de una vez.
Dando un bajo gruñido en el cuello contrario embestiste al rubio, metiendo toda tu longitud en el de una vez, recibiendo una mordida en tu hombro para ahogar el fuerte gemido que solo escuchaste tu como un bajo chillido, recibiendo tambien arañazos en tu espalda que te hicieron apretar los dientes ante el ardor.
Su húmedo agujero se apretaba a tu alrededor gustoso de recibirte dentro, volviendo a separarte del pequeño cuerpo pero esta vez viste como el torso de mikey subía y bajaba rápidamente, teniendo esta vez gruesas lágrimas bajando por sus mejillas junto a su mirada ónix pérdida en alguna parte.
Mientras que tu móvil en su estómago estaba manchado por algunas tiras de la blanquecina corrida del rubio, siendo levemente levantado por un bulto bajo el objetó por cada respiración contraria.
Sonreiste enternecido para luego hablar por el micrófono, sin antes controlar tu respiración.
- Chicos, dejare el juego para otra ocasión estoy algo ocupado ahora.
Dijiste para nisiquiera escuchar el como se despedían para quitarte los audífonos, cerrando el juego y volver a dejar tu móvil en la mesa de vidrio frente al sofá en donde estaban ahora ambos.
- Aguantaste bien mimi, te mereces tu recompensa.
Embestiste por segunda vez su interior, ahora escuchando los sonoros gemidos de mikey, deleitandote por los mismos, embistiendo cada vez más para escucharlos, haciendo más notorio con cada una el bulto en el estómago del más pequeño.
- ¡Anhg!, m-más...ra..rápido, g-gusta, ¡ah!
Pidió en balbuceos por la intensidad de las embestidas que estaba recibiendo, sintiendo cada vez como su próstata era maltratada por tu gran pedazo de carne.
- ¡(n-nombre)!, ¡a-ah!...¡AH!.
Mikey estaba alegre por haber conseguido la atención que espero durante todo el día, no podía quejarse por que fue el quien te provocó, pero si el conseguir tu atención terminaba resultando así, tal vez podría acostumbrarse.
Eso pensó mientras te dejaba marcas en tus hombros y marcas rojizas en tu cuello.
Después de un rato mikey se acerco a tu oido avisando que se correria por tercera vez, aumentando tus embestidas para que llegará al clímax, sintiendo como sus brazos rodeaban tu torso y con sus piernas apretaba tu cintura mientras que su agujero apretaba tu virilidad en sus húmedas paredes.
Solo unas cuantas más bastaron para hacerlo correrse en todo su abdomen nuevamente, haciendo que sus agarres se aflojaran en tu cuerpo, mientras tu te liberaste llenando su estómago de tu blanquecino líquido.
Te quedaste dentro del rubio, acercandote otra vez para darle un beso en sus labios y limpiar las pocas lágrimas que tenía en sus mejillas.
Diste un suspiro pesado para dejarte caer sobre el cuerpo del rubio, posando tu cabeza en su pecho, sintiendo su tranquila respiración, mientras abrazabas su cintura, para despues dirigir tus orbes (color) a su rostro y ver sus ojos cerrados.
Frunciste el ceño al darte cuenta que se había quedado dormido bajo tu cuerpo.
Siempre sucedía, así que solamente te fuiste retirando con cuidado, viendo como su trasero empezaba a chorrear por tu esperma manchando el sofá.
- Tonto.
Pronunciaste mientras estabas sentado a su lado, te colocaste tus bóxers y lo cargaste en brazos para ir directo al baño para ducharse ambos.
Una ilustración de lo que hizo mikey en la primera parte.
Créditos a quien corresponda la imagen
Palabras : 2868
Escrito y publicado: 21 de noviembre y 23 de noviembre.
Una disculpa por estar publisubir esto.
Pero es un one-shot cortito
¿Les gusto?
¿Tengo faltas de ORTO-grafia?
¡Muchas gracias por leer!
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