Peligroso (KTH)
¿Recuerdan al Kim Taehyung que su hermana y abogada Brenda Sans lo ayudó escapar?, (Oneshot Oficial KNJ) pues ese mismo les dice Hola. Disfruta hermosa 💜
Valeria jugaba con las flores que adornaban su mostrador mientras pensaba en nada y en todo a la vez. Resulta que estaba saliendo con un chico, uno normal y corriente para ella. Pero que luego vio y se enteró de que este era jefe de una mafia, bueno. No cualquier mafia, la mafia más poderosa de todo Korea.
¿Quien iba a pensar que era la misma persona?
Pero cuando vio una foto suya anunciando que en efecto había escapado de la justicia los nervios se apoderaron de sí.
Hacía dos semanas solamente de eso, y apenas había dormido. Tenía miedo, porque nunca en su vida creyó que algo así le pasaría, pero también extrañaba sus citas, a esas que este solía invitarla cuando llegaba de sorpresa a su café.
¿Como era posible que ese hombre dulce que veía casi cada noche era aquel a quien acusaban?
Miró la hora en el reloj y decidió cerrar, eran pasadas las 12 de la madrugada y no había una sola alma en la calle. Tampoco tenía ánimos de seguir trabajando, además de que el empleado que se suponía la ayudará esa noche nunca llegó, luego de media hora de haber comenzado su turno avisó que estaba resfriado.
Dejó su delantal en su lugar, tomó sus cosas y cerró el lugar. Luego de eso tomó el camino que siempre suele tomar.
Le gusta usar vestidos para el trabajo porque los pantalones le provocaban una sensación agobio y encierro.
Varios minutos de camino después notó que alguien la seguía así que aceleró su paso. Luego lo hizo un poco más y más hasta que se vio corriendo de algo que ni siquiera había visto.
Cuando su cuerpo fue sujetado desde adelante su desesperación aumentó, trató de forzagear pero esos brazos se sentían familiares. -Ya estás bien- dijo con la voz gruesa y potente que lo caracteriza.
Esta sintió su olor, tabaco y fresas, también el perfume que solía usar, era él y olía a el.
Cuando supo lo que este era, se creyó a sí misma huyendo de él si la buscaba nuevamente, pero ahora que lo tenía hizo todo lo contrario.
No se creyó haberlo tomado y besado en medio de la oscura calle en la que estaban, ni anclarse a su cuello para entonces impulsarse sobre sus caderas y continuar comiéndole la boca con intensidad.
Este solo reaccionó a sostenerla del trasero ya que la sorpresa fue enorme, la creyó escapar o gritar, pero jamás pensó que cuando se presentara a ella luego de su rostro barrer la ciudad como prófugo lo recibiera de tal manera.
Esta comenzó a frotarse necesitada de él, era como si deseara asegurarse que él estaba ahí, con ella.
Este tomó aún más el rincón para no ser vistos mientras suponía esta se sintiera satisfecha con el beso.
Lo devolvió esperando que cuando él picor en sus dedos por él acabara y entonces reaccionaría del a forma que en verdad su cabeza le dictaba.
No esperó que cuando esta se bajara de su regazo lo hiciera para deshacerse de su ropa interior y volver a su boca mientras quitaba su cinturón. -Valeria- llamó este.
Porque en efecto solo había ido a protegerla de las bandas contrarias, quienes se enteraron que este frecuentaba ese café por la chica y ahora era blanco de persecución, solo había ido para advertirle y ofrecerle protección o mudanza. Pero muy por el contrario esta estaba deseosa de él.
-¡Valeria!- era una advertencia.
Esta no escuchó y se vio anclándose al cuello de este, de un solo salto se colocó nuevamente sobre su cadera y con su mano restante guió la polla del mayor, cuál a pesar de la sorpresa estaba bastante lista para ella.
Gimió contra su boca cuando todo el grosor y longitud la llenó, este entonces la sostuvo, no había vuelta atrás, comenzó a guiar sus movimientos evitando recargarla contra la sucia pared, así que se vio empleando toda la fuerza que tenía para sostenerla y moverla contra el.
-Señor- escuchó a solo unos pasos a uno de sus hombre, -Ya pueden salir- continuó, avisando así que quienes la perseguían se habían ido.
-Un. Unos minutos- dijo este con la respiración entrecortada por tan demandante ejercicio, estos se encontraban en la parte oscura del callejón mientras que su hombre quien al escucharlo entendió que debía irse se encontraba un poco más en la parte clara. -Debes venir conmigo- dijo mordiendo su cuello con tal morbo que está gimió alto y claro.
-No puedo- el entendía que no podía, pero no era una opción, la dañarían para dañarlo a él ahora que estaba con pocos hombres y prófugo, ella le gustaba enserio.
He ahí el porque de no haberla tocado hasta ese momento, este la trataba diferente porque con ella quería algo más, quería que se enamorara del hombre que es y si sabía de sus muy cuestionables labores no lo haría, así que lo ocultó.
Cuando se le arrestó entendió que esta lo sabría pero estaba en la necesidad de cuidarla puesto que él mismo la había puesto en peligro al pasar tanto tiempo en el café de su propiedad.
Las estocadas eran cada vez mas frenéticas y necesitadas, era como si cada parte de sus cuerpos se hubiera sincronizado para emitir solo movimientos satisfactorios hacia el otro.
-Necesito protegerte- dijo este en respuesta. Esta lo comprendió, asintió no pensándolo mucho, puesto que solo deseaba que el fuego que se coló por entre sus piernas cuando sintió su cuerpo envolverla y su característico olor tocarla fuese liberado.
Ambos llegaron al tan necesitando orgasmo que tanto buscaron, esta enterrando las uñas en el cuello del más alto y este los dedos en su cadera.
Sintió cada gota del espeso líquido de su compañero llenarla hasta que formó parte de la unión que aún tenían. -Necesito que nos vayamos ahora- besó sus labios. -No puedes ir por tus cosas. No temas- dijo al ver la mirada que le regaló.
Cuando cerró la cafetería esa noche no pensó que acabaría tomando a un prófugo de la justicia en un callejón. Ni que al día siguiente se subiría a un avión privado con destino desconocido.
Sería peligroso
Pero ella misma había quitado el corcho que cubría la botella, el solo quería guardarla para que no se rompiese.
Taehyung, la niñas quieren 🥛
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