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Pago Mis Deudas 🤭

Tercera parte de Lección 🔥
(Si desean pueden ir a leer las dos primeras partes antes, para refrescarse digo)
😋

La castaña parecía debatirse entre decirle o no a su pareja. Pero aquello era un golpe bajo para su ego, Kim JoHoom y ella tenían una relación formal de ya dos meses.

El era policía, uno muy bueno y respetable. Resulta que en una de las tantas conversaciones después del sexo este le preguntó que fue lo más loco que ha hecho en el sexo. Ella evitó responder, pues...

Su novio pensando que para ella era difícil hablarlo decidió responder el la pregunta, diciendo que había sido follar con una chica que acababa de arrestar en medio de la nada sobre el baúl de la patrulla. Era claro que era ella. Así se conocieron.

Ese día la castaña había salido del estudio de tatuajes con intención de ir a descansar, pero Hoseok tenía otros planes, se la llevó a un fiesta y esta no conocía a nadie en ella, cuando el castaño se perdió por más de veinte minutos se molestó y se disponía a irse. Más la policía llegó y esta por pura locura suya echó a correr.

JiHoon quien llegaba como refuerzo la notó correr hasta los árboles del bosque cercano y la siguió, sería peligroso pues la pequeña falda a cuadros que llevaba con esos finos tacones no harían más que perjudicarla.

Apenas logró alcanzarla esta le explicó que había corrido por puro susto y que ni siquiera ella lo sabía. Entonces por protocolo el oficial la llevó a la patrulla para hacerle el alcoholímetro, apenas había bebido una cerveza y no estaba mal. Ni siquiera conducía, este propuso llevarla a casa.

Pero el tosco y brusco policía había detonado sus instintos, las tangas estaban empapadas y sus pezones erectos, mentiría si dijera que uno de sus fetiches no era hacerlo con un uniformado. Más si este estuviera en servicio. Así que lo provocó a hacerlo y acabaron ambos sobre su auto follando, ella totalmente desnuda esposada por petición propia y él vestido con solo una pequeña parte suelta que permitiera a su pene entrar en ella con ganas.

Sin duda eso había sido arriesgado, pero no estaba ni cerca de ser lo más arriesgado que había hecho. Quizás la vez que se dejó usar por los 4 amigos de sus ex compañeros sexuales y luego grabada dejándose follar por los 7. Sin duda eso lo fue. Pero no le diría a su novio aquello. Era demasiado incluso para ella, y aún se pregunta como fue capaz de dejarse persuadir. Pues desde ese momento todo fue en picada en la relación de los tres amigos con que compartía cama de vez en cuando.

Pues los celos de uno con otro no hizo más que hacerla terminar con lo que sea que tenían, amenazandolos de que si continuaban insistiendo renunciaría al centro de tatuajes.

Así que solo eran amigos y compañeros, por ello salió con Hoseok aquella noche y entonces conoció a su ahora novio, a solo una semana de haber acabado con aquel acuerdo sexual.

Por lo que el trío de tatuadores no hizo más que molestarse al creer que en realidad paró aquello por el oficial, más no fue así.

-Quizás deberías obligarme a decirte- dijo con fingida inocencia tomando las esposas del oficial, le encantaba que la aten.

El oficial no perdió tiempo para aquello y ató sus manos tras su espalda dejándola inmóvil, sujetó sus piernas a cada lado para entonces colarse en medio dejando ver que ya se había puesto duro de nuevo.

Le dió vuelta y volvió a frotarse contra ella antes de ponerse el condón y entonces entró en su interior tirando de la unión en sus manos amenazando con dejar marcas por aquel hecho.

Sostuvo sus muslos para darse mejor entrada y deleitarse cuando su dureza entrara en ella, sus pechos rebotaban con ganas y esta gemía sin poder evitarlo, aquello le encantaba sin duda.

Acabó en su interior con fuerza mientras los espasmos de placer de la mujer lo acogían -Vamos a lavarnos y a dormir.

...

Habían pasado 20 días desde la última vez que vio a su novio, resulta que su ex al parecer se dio a la tarea de hacerle saber a este que la castaña se acostaba con el trío de tatuadores.

Aquello detonó una fuerte pelea entre ambos y no dieron las explicaciones hacia el, acabó saliendo del departamento molesto, luego de eso sugirió el hecho de que a menos que esta no renuncie al centro el no ve futuro para aquella relación. Así que básicamente esta se encuentra entre la espada y la pared.

Por un lado está ese hombre maravilloso y atento que la ama y le da buen sexo y por el otro está su trabajo de en sueño con sus amigos. Porque le encanta trabajar con el trío de amigos, la cuidan y respetan su trabajo, para ella es un total dilema.

Por ello tiene días que va al trabajo de manera monótona, no duerme como debe y agradece que su novio se encuentra en una asignación encubierto fuera de la ciudad, estos habían acordado que una vez llegara hablarían para arreglar las cosas o terminarlas de una vez por todas.

-Preciosa- llamó el de sonrisa de corazón -Te estoy hablando, no respondes. ¿Está todo bien?- ambos estaban solos en el centro de tatuajes, venía siendo hora de cerrar por lo que su amigo proponía llevarla a casa. -Te digo si quieres que te lleve.

-¿Puedo dormir aquí? Estoy algo cansada.

-Claro, sabes que cuando quieras. Voy a... te dejaré mi cuarto ¿si?- asintió

Minutos después Hoseok se encontraba cerrando el local mientras la castaña se daba un baño, le había cedido una de sus camisetas para dormir y la encontró secando su cabello. -Nena, algo te preocupa. ¿Quieres hablarlo?

-Ahora no- pronunció por lo bajo. -¿Ya vas a dormir?- lo vio rascar su nuca.

-¿Quieres terminar la película del otro día?- asintió y caminó hasta la cama, cada uno se situó en uno de los bordes. -No tienes que hacerte tanto para allá. ¿Desde cuando guardamos tantas distancias?

-Tengo un novio Hobi

-Si, estoy más que enterado- contuvo el comentario que deseaba soltar -Pero se supone que soy tu amigo. ¿Acaso eso cambió? ¿Yo hice algo fuera de lugar?

-No, lo siento- pronunció con arrepentimiento

-Pues acércate, te mueres de frío- era cierto, temblaba.

Acabó por acurrucarse en su cuerpo y comenzaron a ver la pantalla. -Es raro que los chicos aún no regresen.

-Yoongi me dijo que se quedaría hasta mañana y Namjoon no avisó, posiblemente llegue de madrugada.

-Antes no salían tanto

-Antes no tenían que buscar con quien dormir. Ahora si

-Gracias- dijo con sarcasmo

-¿Estás molesta? Tu paraste esto.

-No hablemos de esto

-Claro, cada vez que te perdimos una explicación solo dices que no quieres hablarlo. ¿A dónde vas?

-A mi departamento, no voy a..

-No vas a irte sola y molesta. Así que ven a la cama.- esta no se movió, por lo que el castaño tatuado fue por ella y acabó haciéndola recostarse. -No se que mierda te pasa pero tu no eres así. Menos conmigo, tu me cuentas las cosas- negó ante ello -¿Qué cambió?- no respondió -Bien, si es lo que quieres.- acabó por alejarse de su cuerpo para ir por el teléfono

-¿Qué vas a hacer?

-A llamarlos, supongo que estás celosa ¿no es así? Tu puedes seguir con tu vida pero nosotros no, así piensas.

-Si les hablas renuncio- dijo con enojo -Me largo de la puta ciudad y no vuelven a verme más.- aquello fue el detonante para que la furia del castaño se desatara y acabara.

-¡¿Renunciar?!¿QUE MIERDA SE TE PASA POR LA CABEZA?- juntó ambas frentes posándose sobre ella en la cama -¿No entiendes que si te vas de aquí acabaré por encontrarte y traerte devuelta maldición? Que estoy loco por ti y que no me quedó más que ser tu amigo cuando paraste lo nuestro. Porque te necesito malditamente cerca.- para ese punto sus respiraciones estaban tan juntas que con solo dejar salir su lengua podía probarla, y maldición que lo hizo.

Por todo ese tiempo que no se lo permitió el castaño tatuado le comió la boca tan malditamente bien que le supo a gloria. -No te alejes ahora- pidió en un hilo de voz cuando esta se alejó pero no lo hizo porque deseara parar, no. Lo hizo para deshacerse de esa ropa cual ahora estorbaba entre ambos.

-No volverá... a pas...sar- dijo entre besos desesperados -No puedes decir- pues si los restantes los descubrían aquello la rivalidad entre los amigos sería mayor. Así lo creía ella.

Ambos quedaron desnudos antes de lo pensado y el pene el hombre se introdujo por completo en ella, se sentía tan jodidamente bien que ambos suspiraron con gusto. -¿Cómo nena? ¿Cómo lo quieres?

-Duro y...- empujó duro en su interior -Y lento.

-Duro y lento- repitió comprendiendo.

Las manos de la castaña fueron a su fina cintura y se hicieron con ella, el castaño tatuado por su parte llevó las suyas hasta su cuello, lo sostuvo y con ellos consiguió su boca. Robando su aliento con su diestra lengua. Haciendo temblar su cuerpo con tan certeros movimientos y haciéndola llegar tantas veces en esa fría madrugada como les fue posible.

...

Habían pasado solo dos días luego de que la castaña se permitió caer ante los brazos del castaño tatuado, ambos actuaban con normalidad, pero aquello era demasiado para la inquieta cabeza de la fémina.

Aunque cierta molestia yacía en el interior de la chica, incluso sus manos temblorosas habían fallado en una simple perforación, por lo que las perforaciones en los miembros masculinos que tenía pautadas las hizo Namjoon.

Este ya no hacía esa labor, por lo que se molestó cuando el pálido le dio la orden de hacerlas. Tuvo que pasarle sus tatuajes del día tanto al de pelo plata como al castaño y hacer el trabajo de ella, y cuando entró a su apartado la encontró viendo una serie, aquello lo enfureció más.

Una risa sarcástica salió de sus labios antes de azotar la puerta -¿Cansada la princesa?

-No quiero pelear Namjoon, sal de aquí.- el pelinegro apretó la mandíbula y le regaló una clara mirada de advertencia.

-Claro, ahora debemos aguantar tus estupidos cambios de humor cuando peleas con el noviecito con el que nos pusiste el cuerno.

-¡Que no te puse el cuerno Maldición! No teníamos nada, solo sexo Namjoon.

-¿Ninguno de los tres te importaba lo suficiente entonces?

-No cambies lo que digo. Me importan. Los tres- frenó lo que diría y decidió caminar hasta la puerta y abrirla para él -Vete de aquí o juro que voy a golpearte.

-Inténtalo- retó y la castaña se le fue encima. Aquello fue solo un segundo en el que este la alejó y estampó contra la puerta viendo ojos fieros mirarlo. -¿Tan mal cogida estás que tus hormonas no paran de hacer desastre?

-¡MALD...- la giró y pegó contra la pared apretándola con fuerza, el calor contrario era tal que esta se sintió arder.

-Ni siquiera me dejaste despedir- reprochó, pues un día solo les pidió hablar y luego de eso ya no tenía nada con ninguno. -Besarte una última vez. Joderte como tanto nos gusta.- gruñó contra su oído. -Por favor- pedía como un lobo a punto de cazar -Una última vez- aquello no era extraño en el, había rogado durante meses estar con ella de manera íntima nuevamente pero esta siempre se negaba teniendo fuerza de voluntad, pero ese día era débil. Estaba muy débil y ese cuerpo fuerte y duro tras ella no le ayudaba.

La mano del tatuado tocó sus muslos internos sabiendo lo débil que es en esa parte y esta hizo su cuerpo hacia atrás para recibir más calor. -Hazlo. Hazlo duro, duro y rápido.- pidió entre gemidos suaves.

Las manos del moreno fueron a su falda y la hicieron hacia arriba con rapidez dejando una ruda nalgada en el proceso. Aquello la hizo chillar y agradeció que los estudios se encuentren insonorizados.

Su interior recibió tan malditamente bien que ambos gimieron por el contacto. Tomó su cintura y la alzó aún de espaldas para hacerla sobre el sillón aún sin salir de ella, esta quedó de rodillas sobre este y el alto dio con más fuerza en su interior, cada vez iba más rápido y apretaba su carne de manera más brusca haciéndola apretar los dientes conteniendo el dolor pues no quería que parara o que perdiera intensidad.

Lo deseaba así de duro, así de fuerte, así de doloroso. Deseaba venirse tan dolorosamente duro que su cuerpo quede sin fuerza por días y lo hizo. Su orgasmo la aturdió y la dejó levitando en un mar de temblores que de no ser por el cuerpo fuerte del alto habría caído desparramada.

Se dejó ir en su interior cual lo apretaba tan jodidamente bien que su pene dolió como si fuese su primera vez.

La hizo girar y la tomó en brazos, luego se recostó sobre el sillón con ella sobre el y suspiró con incomodidad, aquella había sido su despedida y el moreno parecía querer regresar el tiempo para hacérselo de nuevo. Para disfrutarla otra vez pero sabía que su interior estaba tan sensible que si lo hacía podía lastimarla.

-Nadie puede...

-Lo se, no lo diré- afirmó con el corazón hecho pedazos.

...

Había pasado una semana dura. Su novio había ido por la respuesta y la había obtenido. Ahora en sus ratos libres buscaba departamento. Se mudaría, dejaría su trabajo también pero nada de eso les había dicho al trío de amigos.

La notaban decaída pero estos le dieron el espacio para que sea ella quien les cuente, ese día se encontraban reunidos en el estudio del peli plata, este había hecho un diseño de un tatuaje de hermandad para sus amigos y él, Namjoon y Hoseok ya se habían realizado el suyo y había quedado de maravilla.

Hoseok era quién hacía el suyo mientras que Namjoon jugaba con las llaves de su moto y miraba de manera disimulada a la mujer, esta se encontraba con pantalones flojos y camiseta holgada, todo gris y para una mujer que viste de básicamente rosa, amarillo y verde aquello era muy extraño.

Tenía la carta de renuncia en su abrigo y planeaba dejarla sobre la mesa del pálido cuando todos terminaran, pues este era quien más tarde se levantaba y le daría tiempo a que el camión de mudanza se llevara sus cosas. Era muy cobarde irse así pero no podía despedirse, no cuando sabía que eran capaz de encerrarla.

Hoseok había notado su semblante serio por lo que cuando terminó el tatuaje del de pelo plata la miró -¿Me dejas inaugurarte?- dijo tratando de hacerla reír, pues aquello era un chiste interno entre los cuatro.

-Si- se puso de pie y se deshizo de su camiseta y sostén dejando su torso libre, el trío de amigos se lo había hecho sobre el pectoral pero el suyo quedaría más estético en el centro de sus pechos.

-¿Enserio vas a tatuarte?- dijeron al unísono

-No hagan que me arrepienta- bromeó para hacerlos desviar

-En ese caso lo haremos entre los tres.

Así fue como Hoseok comenzó preparando la piel y dando las primeras líneas, Namjoon engrosándolas y dándoles un aire más rudo y cuando el momento de darles color llegó, Yoongi los hizo salir del lugar.

Sabía que algo pasaba con su chica como la llamaba él y los demás sabiendo que este podía ser de ayuda los dejaron solos.

Se tomó su tiempo dejando todo perfecto, después de todo era su primer tatuaje. -Ese papel, ¿es tu renuncia?- el pálido era más perspicaz de lo que parecía, este se dejaba asomar por las prendas.

-Si

-¿Te hicieron los chicos sentir incómoda con algo?- negó y dejó todo de lado, ya había terminado y el tatuaje estaba cubierto por una capa de plástico protectora. -¿Lo hice yo?- volvió a negar.

-Solo quiero otras cosas- dijo con un hilo de voz.

-¿Respondes algo para mí?

-Si- se lo debía después de todo lo que ha hecho por ella.

-¿Porqué paraste lo nuestro? ¿Te enamoraste de uno en especial? Si así fue podías solo decirlo, lo entenderíamos- tomó asiento entre negativas.

-No lo harían. Los escuchaba discutir. Se habían alejado el uno del otro. Era como un campo de batalla por ver quién me tenía más días o más horas. Si estábamos juntos los cuatro era una competencia para ver quiene hacía venir más veces- negó para si misma. -No podía destruirlos así.

-Aún así te vas. Cuando nos dejaste al menos seguiste con el trabajo, podíamos salir a comer o compartir y por eso no fue tan duro. Pero...- suspiró y se acercó hasta quedar de pie junto a ella frente a su boca, entre sus piernas. -¿Qué pretendes que haga cuando Hoseok se consuma por perder a su amiga? ¿Cuando Namjoon se auto destruya por no tener la razón de su deseo? ¿Qué podría hacer yo cuando voy a estar igual o peor que ellos?- alcanzó a dejar unas suaves caricias sobre sus mejillas. -Duerme conmigo esta noche. Necesito hacerte el amor y hacerte comprender que te necesito tanto como el aire- besó sus labios de manera lenta -Si deseas rechazar mis sentimientos, los de los chicos o si continúas ocultando los tuyos hacia nosotros. Hazlo mañana, decídelo mañana. Hoy... dedícate a ser mía. Di que sí.- asintió abrumada por el placer que le generaban aquellas palabras.

La alzó sobre su cintura y subió las escaleras mientras la besaba, ambos estaban tan deseosos del otro que se desnudaron en apenas segundos.

Sus intimidades se tocaron y aquellos les supo a gloria. Cuando el miembro del pálido entró en ella y el frío del piercing se sintió en lo más profundo de su ser está gimió gustosa. -Lo haré lento, lento y suave para ti Mi Reina.- susurró contra su boca.

Aquello era un delirio, las manos de ambos en el cuerpo ajeno los hacían temblar deseosos de más pero lo querían tan prolongado como les era posible.

Querían que les durara toda una vida.

Iba tan profundo y preciso pues este conocía sus puntos que no le fue difícil hacerla acabar con solo movimientos sutiles.

Luego fueron ambos a la ducha y en ese lugar probaron el placer nuevamente no queriendo separarse. Quedaron dormidos sobre la cama o al menos la mujer.

Pues apenas la sintió dormir este salió de la cama, sus amigos estaban en uno de los sillones del recibidor. -Vamos

-¿A donde?- dijo el más joven, sabían que estos habían intimado, no eran tontos.

-Estuvimos juntos. No no está más con el- se refería a su novio -Y no, no se si quiere estar conmigo o solo lo hizo como despedida, no se si los ama a ustedes o a los tres, pero algo tengo seguro. A él no. No lo ama a él y no permitiré que se aleje.

-¿Porqué debería alejarse?- inquirió el castaño

-Planea renunciar- dijo sin preámbulos -Y si quiere hacerlo lo hará, pero vivirá aquí. Iremos por sus cosas.

-Yoongi

-No quiero excusas Hoseok, si no vas a ayudar ve a dormir.

-Vamos- el menor no lo dudó.

El trío de amigos tomó la camioneta y llegaron lo más rápido posible al departamento. Este aún conservaba su llave por lo que subieron sin problemas, encontrando al oficial tocando la puerta.

-Después de todo siempre fueron ustedes- dijo con una leve sonrisa cual no llegó a sus ojos. -¿Por cuál se decidió?

-No la haremos elegir, nunca lo haríamos. Al contrario de ti nosotros la amamos, no pretendemos cambiarla.- dijo el pálido pues antes de salir había visto los mensajes en el teléfono de la chica. Este le había pedido renunciar a su vida y formar una con el lejos de ellos y al inicio pensó que esta lo había aceptado pero cuando leyó los últimos dos mensajes notó que no, ella no lo había aceptado, al contrario lo había terminado. Solo que tampoco se quedaría con ellos. No por que no quisiera, sino por miedo. Miedo a hacerlos separar y de eso estaba más que claro, ahora lo estaba.

-Ustedes solo la usan- dijo con desdén antes de alejarse.

Lo cierto es que el pálido los había puesto en contexto en el camino, les había dicho el porqué de la castaña haber acabado lo suyo y estos decidieron no darse por vencidos.

La querían con ellos.

Cuando las horas de sueño para la castaña fueron suficientes esta despertó, estaba aún desnuda sobre la cama del pálido cuando lo hizo. Se colocó una camiseta suya y siguió el aroma del desayuno, habían cajas en todo el pasillo, cajas que ella misma había empacado para su mudanza.

-Nena- la voz de Hoseok la hizo mirarlo, este era quien cocinaba. -Vendrán a limpiar el cuarto del tercer piso en unas horas, luego van a adecuarlo así que estos días vas a quedarte en mi cuarto.- dijo pues esto habían acordado.

-Yo...

-Preciosa- saludó el pálido, estaba sin camiseta y sudado, había subido la última caja. -Traje las cosas, y ya entregué el departamento.

-¿Pero...

-¿No sabías Hermosa? Te mudas en nuestra casa.

-Yo no dije que lo haría. Renuncié.

-Oh, ese papel, la dueña no puede renunciar. Después de todo es tuyo todo esto.

-Pero de que...

-Tiene tres dueños y a los tres los tienes bajo tu mando- dijo con obviedad -Así que...

-Nos tomamos el atrevimiento de cancelar el alquiler de tu exnuevo departamento.

-Desayunemos, luego vamos a comprar algunas cosas para tu cuarto. Todo rosa como te gusta.- dijo el pálido señalando su miembro con la cabeza.

-Yo no volveré a las peleas.

-No, de hecho lo hablamos. Seremos hombres desde ahora. Dejaremos de medirnos la polla, después de todo, quien la tiene más grande soy yo.- dijo el moreno tatuado. La castaña bufó -¡Era broma!

-Nena- dijo Hoseok con voz cantarina -Andas desnuda bajo eso y estamos algo eufóricos. Deja de mirarnos así o...

-¿O qué?- lo retó de manera juguetona.

-O la cocina será un lugar para follar desde hoy.- el pálido se coló tras ella.

-¿Serán exclusos para mí?- preguntó tratando de convencerse de que era buena idea.

-Siempre lo fuimos preciosa. No dormimos con nadie más, solo contigo.- los tres tomaron asiento y el moreno la dejó sobre su regazo.

-Hay que comprar otra silla- solo habían tres, estos negaron

-Tu asiento somos nosotros.- puso los ojos en blanco ante aquello pero le había encantado escucharlos tan seguros. -La cama, esa será enorme para cuando la Reina quiera jugar con los tres.

-¿Y si no quiero con los tres a la vez?- dijo que era obvio que si quería

-Será como y cuando digas. La Reina es la que manda.

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