Disfruta consentida del harem del pecado 💜

Susana debía tomar un vuelo esa moche, pero para su mala suerte despertó tarde de la siesta que se prometió serían 20 minutos, así que no pudo viajar con su compañero de proyecto.

Esta es encargada de planeación de lanzamiento en un nuevo producto tecnológico, su compañero, Park Jimin le había avisado que él se iría a encargando de todo mientras ella lograba llegar.

Así que a toda prisa se vistió y dirigió al aeropuerto, ya marcaban las 2 de la madrugada, debía esperar media hora para comenzar a abordar así que recargó su cabeza en la silla y cerró los ojos.

-¿Cansada?- dijo una muy varonil y agradable voz.

-Lo que le sigue luego de eso- se limitó a responder, más no abrió los ojos porque creía había sido un comentario vago, continuó quieta en su lugar.

-Descuide, pronto abordaremos- continuó el hombre.

-Con la suerte que tengo el piloto es capaz de no llegar o de ser un viejo de crepitó que nos estrelle a todos- dijo esta. Quien la conocía sabía que esta poseía uno de los humores más negros habidos y por haber, era algo que o te acostumbrabas o te largabas, cosa que tuvo que hacer su ex esposo hace una año.

Escuchó la risa del hombre así que entendió que este lo había tomado como lo que era, humor.

Luego abrió los ojos porque estaba aburrida y el hombre a su lado parecía desear hablar, su boca casi cae al suelo en ese instante.

No solo por el imponente hombre que estaba a su lado, o por sus deseables labios o por lo marcado de sus facciones, era porque este portaba uniforme de piloto, y a esa hora en ese aeropuerto específicamente solo debían estar quienes abordarían el próximo vuelo con destino a Japón.

Se puso roja y este sonrió a lo grande cuando la vio enrojecer. Se disculpó pero este le restó importancia alegando que no había dicho nada malo, pero esta si lo creía.

-¿Eres Susana no es así?- esta no lo conocía, no creía haberlo visto nunca.

-¿Nos conocemos?- tenía claro interés.

-Fuimos a la misma facultad de diseño los primeros 3 meses. Hace 4 años me cambié de carrera- aclaró pues ahora era piloto. -Jeon Jungkook- dijo su nombre creyendo que así lo sabría. Nada. -Era amigo de Patrick- entonces recordó.

-Patrick es un idiota- dijo la mujer -Ahora te recuerdo, siempre estabas dibujándote el brazo izquierdo.- vino a su memoria puesto que más de una vez vio al chico que solía ir con gorras y ropa enorme ser regañado por los profesores. -Disculpa no recordarte, pero es que siempre cubrías tu rostro- se excusó

-Descuida, es cierto. Y si, Patrick es un idiota- ambos rieron por lo dicho. -¿Que a sido de ti?- quería saber.

-Me gradué, me casé, conseguí trabajo y me divorcié- resumió.

-Vaya- se sorprendió -No sabía que tenías pareja en ese entonces- asintió, la tenía solo que no solían verse por su universidad.

-¿Que tal tu?

-Me cambié de carrera al inicio, y de universidad. Conseguí trabajo y aquí estoy. También dejé de hacerme los dibujos en el brazo, los sustituí por tatuajes- esta abrió mucho la boca escuchando eso.

-Pero eras muy tímido- este mordió su labio para reprimir una sonrisa, no lo era, solo se ponía tímido cuando ella estaba cerca.

-¿Viaje de placer o de negocios?

-Negocios. ¿Tienes tatuajes?- dijo no pudiendo sacar tal información de su cabeza. Lo hizo reír a carcajadas.

-Los tengo, te los mostraría, pero estoy algo cubierto justo ahora.

-Es que me parece imposible. Seguro te quedan genial- dijo are luego guardar silencio imaginadolo.

El más joven pensó que ya que no tuvo su oportunidad con ella en la facultad quizás ahora podría tener un acercamiento, así que respiró profundo y dijo la cosa más absurda que pudo haber dicho.

-¿Quieres verlos? Los tatuajes

-¿Podría?- este creyó que se negaría pero muy por el contrario contestó con una afirmativa.

Este le indicó que podían ir a los baños para descubrir un poco su uniforme y luego de aclararle que no había problema ya que a esa hora pocas eran las personas que habían en el aeropuerto accedió.

Dejaron sus maletas al cuidado del copiloto quien se encontraba a unos 6 asientos parloteando con las azafatas y fueron a paso lento a los baños. -¿Estas seguro que no pasa nada?- afirmó, y continuó caminando divertido por los prontos nervios de la mayor.

Este se deshizo del su saco y lo colocó delicadamente sobre el lavabo. -¿Y si alguien entra? Podría malinterpretar- dijo con los nervios de punta, de pronto parecía una colegiala cualquiera a pesar de esta no ser ninguna santa.

El dos años menor se dirigió a la puerta y colocó el seguro para luego regresar con ella con la camisa restándole sólo un botón bien puesto. Se despojó de está dejándola sobre su saco y se acercó a la mujer -¿Ahora me crees noona?- asintió -Puedes tocar- su voz era más coqueta y ronronearte, la seducía.

Esta comenzó a tocar su brazo con la punta de sus dedos viendo lo suave que era su piel. -¿Que te parecen?- dijo el alto.

-Firme y tersa- dijo esta y abrió tanto los ojos luego de decirlo pues no hablaban de su piel o cuerpo en si, sino del arte que lo cubría.

-¿Te gusta lo firme noona?- este se acercó aún más y esta pensó que en que momento había cambiado el panorama tanto o si solo no notó que ella misma había caminado a su matadero.-Tengo algo más que mostrarte, también es firme ¿quieres ver?- asintió.

Si de todos modos iría al infierno lo haría en grande, entraría por la puerta ancha. Y siendo azotada por haberse tirado a su menor en los baños del aeropuerto.

Este tomó su mano y la llevó hasta su escroto.
La mayor mordió sus labios deseosa del piloto, y sonrió con malicia. -¿Te gusta llamarme noona?- lo vio asentir con descaro, si algo se sabía de Jeon Jungkook es que le encantan las mujeres mayores. -Supongo que también te encantará gemirlo- dijo para luego tomar su boca con agresividad mientras sus manos comenzaban a desatar su pantalón.

Se arrodilló frente a él y su polla saltó sobre su cara, remojó sus labios con deseo -El vuelo- advirtió este, pues si tenían tiempo de un polvo, pero no de una manada que sabía desearía devolver y luego de realizar tal acción quedaría duro de nuevo así que acabaría hundiéndose en ella.

-No se irán sin el piloto- dijo lo obvio y adentró toda su longitud en su boca, como lo creyó, este tenía un sutil sabor salado, no le desagradaba más bien le gustaba y encendía. Con sus manos jugueteó con sus bolas mientras tenía su miembro en la boca.

Luego tomó el miembro con la mano y adentró una de sus bolas a su boca, -Noo..noona- lo escuchó y también sintió la sacudida que dio su miembro.

La segunda bola fue a su boca y este volvió a gemir por ella. Continuó tocandolo hasta que lo sintió acabar y volvió su boca a él haciendo que se vierta en esta. Alguna que otra gota escurrió

-Esto será rápido- dijo el menor cuando consiguió a nivelar sus respiraciones. Esta limpiaba su rostro mientras que las gotas esparcidas las llevó a sus labios con sus dedos.

La mayor lo ayudó a bajar su pantalón hasta sus rodillas, lo suficiente para entrar desde atrás pero este se arrodilló tras ella y dejó un largo lengüetazo en toda la hendidura haciéndola jadear, luego una y otra vez y luego otra, sus dedos continuaron con el trabajo de entrar y salir en combinación con su lengua y cuando esta hubo tomado y retenido todo el aire que pudo se dejó ir contra la boca del piloto.

Apenas había abierto los ojos por el fuerte orgasmo cuando escuchó ceder la bolsa del condon para luego sentirlo adentrarse en ella.

Su cuerpo se movía de adelante hacia atrás por el impacto del alto mientras ambas miradas estaban contra el espejo viendo el desastre que tenían con el otro.

Ninguno tenía claro si luego de eso intercambiarían número o si se verían otra vez por coincidencia, lo que si sabían es que ambos habían disfrutado al máximo ese en encuentro.

A beber agüita malcriadas 💦
Que la Susana no anda desperdiciando

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