Mucho Más (KSJ)
Victoria 💜 Gracias por pedir preciosa, un beso.
El día de la boda ambos parecían unos ángeles, vestidos pulcramente y ambas familias deleitándose de lo hermosos que se veían juntos.
Era una especie de boda por conveniencia, lo bueno era que ambos se amaban, también era una ternura verlos juntos, parecían un par de adolescentes enamorados.
Ana llevaba un vestido entallado al cuerpo, era lago y con una abertura en la pierna derecha, cabello recogido para dejar ver el escote de la espalda.
SeokJin llevaba un traje rosa claro, camisa blanca y zapatos negros, cabello castaño peinado hacia atrás, sus labios gruesos y sus maravillosos hombros resaltaban con este, su cintura era un hecho de envidiar por las mujeres, incluso por Ana.
Cuando cortaron el pastel se vieron a los ojos, era algo que ambos llevaban toda la noche deseando, pero no se logró.
Estos deseaban acercarse uno al otro de manera más íntima pero toda su familia estaba ahí, debían guardar las apariencias, se supone que habían llegado virgenes al matrimonio y que hoy, en su noche de bodas ambos estaban nerviosos por consumar.
Si se enteraran sus conservadores padres que estos consumaron el primer mes de novios, la primera ves que se vieron, ya que a estos primero se les anunció que se casarían y luego se les presentó.
Cuando vieron al otro no pudieron resistirse, se vieron buscando un momento entre la multitud para "hablar a solas", y acabaron uno dentro del otro en el jardín de la amplia y lujosa casa de los abuelos paternos del chico.
Ahora cada vez que ve el lugar lo recuerda, recuerda cada roce, cada toque, cada sensación.
"No estés nerviosa amor, las cosas se darán naturalmente"
Le había dicho si madre mientras se preparaba esa tarde, no estaba nerviosa, estaba deseosa pues coincidía con su ciclo de ovulación y estaba bastante deseosa, por tanto ajetreo no había podido intimar con el hombre, tuvo que conformarse con una foto que este le envió y masturbarse en el baño de donde la maquillaban.
Ahora estaba aún peor, dejó el agarre que tenían en las manos mientras estaban sentados en la mesa frente a todos, y apretó con fuerza su entrepierna. Luego se puso de pie y caminó por el pasillo hasta los baños huyendo de su madre quien pedía ayudarla.
Este la siguió, apenas se acercó al baño fue halado por esta para adentrarse al apartado.
El desespero fue tal que la abertura del vestido de la cica llegó hasta la cintura, lo habían roto mientras intentaban buscar su orgasmo, luego escucharon la puerta ser tocada.
Su madre preguntaba si se encontraba bien, si lloraba. Esta estaba en una muy comprometedora posición, estaba literalmente anclada a la cintura de su ahora espeso, con el pene de este palpitando de deseo, ahora debía bajarse de él y esperar a que esa ereccion que tanto deseaba que la llenara se calmara.
Se acomodaron lo mejor que podían pero sabían que la mujer estaba tras la puerta, y ambos debían salir, buenos mentirosos si eran.
Esta salió prácticamente llorando, "su vestido se había roto y su esposo trataba de ayudarla, era inútil, no podía volver así a la fiesta", decía la chica con desespero.
Su madre la calmó y los ayudó a salir del hotel donde estaban sin pasar el bochorno que esta juraba tener, dijo encargarse ella de los invitados.
Cuando al fin estos se vieron en el auto que los llevaría al hotel donde al fin podían consumar el hombre sonrió por tan graciosa travesura, aprovechó el hecho de que el vestido poco la cubría estando ahora roto, y que la limosna estaba sellada en su parte delantera, y se inclinó sobre ella para posar su boca en tan ardiente coño.
La hizo jadear apenas este se acercó a ella, él tenía ese efecto en la chica, se deseaban mucho, siempre era así.
La lengua del más alto rebuscaba y los labios absorbían, era una maravilla ser besada por los pomposos y abultados labios del hombre, pero que este te coma el coño era aún mejor, su cabello pagaba el precio por tan maravilloso trabajo y esta gemía a lo grande por al fin ser liberada por el.
Pero lo quería dentro
Llenándola con desespero y brusquedad, azotandola sin miramientos, dejándola exhausta durante los primeros 3 días de su vida de casados, luego partirían a su luna de miel y entonces ahí, quería más. Mucho más.
Apenas llegaron al cuarto de hotel lanzaron el saco del hombre por algún lado, las maletas las habían enviado en la tarde y casi tropiezan con ellas por tan entretenido momento, acabó por romper aún más el vestido de la chica dejándola con solo el sostén y bragas blancas. -Tengo lencería- decía al verlo desnudarse con prisa. -La lencería- esta pedia que el más alto le permitiera colocársela.
-Luego- este no se aguantaría más tiempo, estaba listo para ella desde que la vio adentrarse a la iglesia fingiendo inocencia cuando es todo lo contrario.
La facilidad con la que entró en la chica lo hizo enloquecer, estaba tan húmeda y deseosa, tan cálida.
-Mira esto Ana- le pedía mirar la unión de ambos mientras este entraba y salía de ella, le pedía mirar lo escandalosos que eran al unirse, los chasquidos que generaban. -¿Ya?- preguntó y está asintió -¿No vas a esperarme golosa?- negó, le gustaba terminar antes, así podría aprovechar algunos orgasmos más mientras este lo hace.
Se dejó ir en medio de este golpeando su pelvis con su entrepierna, el alto salió de ella, la giró contra la cama y volvió a entrar, la posición y lo palpitante que aún se encontraba la hizo delirar aún más, lo sentía mucho más estando aún sensible por su pasado orgasmo.
Poco durmieron esa noche y las marcas en el cuerpo de la chica lo dejaba en evidencia, cuello, pechos, muslos, cintura, cadera, todo de ella tenía marcas ya sea por sus manos o por su boca.
-Preciosa- llamó, esta solo emitió un sonido para que hablara. -Tu madre está abajo, dice quiere vernos - pataleó.
-Llévatela a desayunar lejos, no puedo ni levantarme- era cierto, apenas se movió y sintió todo el cuerpo magullado.
-Bien, el desayuno está aún lado, cómelo y vuelve a dormir. Cuando regrese continuamos.
Primero atendería las preguntas de su metida suegra y luego lo que verdaderamente quería.
Beban agüita pecadoras 🔥
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