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HBD (Niña de ojos claros)(JJK)

Feliz cumpleaños a mi linda gatita de ojos claros, la representación física de Alex, la ternura andante del Harem y mi chica de pensamientos pecaminosos, sabes que te amo preciosa, un beso.🥰

Jeon Jungkook se repetía cada día en su mente como un recordatorio de aquello que pasó entre ambos en secundaria. Como una espina por haber roto con el por mensaje de texto.

Pero no debería ser culpada, apenas tenía 17, era inmadura y sus sentimientos frágiles. Su mejor amiga en ese entonces le comentó que también lo amaba, mucho antes que ella.

Stephanie se sintió mal, quizo ser buena amiga y terminó con el justo antes de irse a la universidad, creyendo así que su amiga sería la misma. Que equivocada estaba.

Ahora, con 26 años, una vida ya echa y una carrera de enseñanza en lenguas extranjeras entendió lo estupida que fue.

Pero ya no había manera en enmendarlo, había roto el corazón del pelinegro. Lo había orillado a no creer en el amor de otra persona.

Y hoy, la de ojos claros no creía tener al pelinegro que la llenaba de regalos y besos, que le cantaba al oído y con él que había tenido su primera vez a solo un día de terminarle sin razón aparente, en frente.

Lo tenía frente a ella en la clase que impartía en la universidad.

Es cierto que es joven para trabajar en una universidad, que incluso era consiente de que mas de un estudiante es mayor que ella, pero no creyó ver en esta a su compañero y ex novio.

No creyó ver esos ojos de bambi mirarla con tal desprecio y apartar la mirada para no verla más. No fue hasta que la clase terminó que este decidió confrontarla.

-Stepie- su voy había cambiado, era ronca y fuerte. La chica tragó fuerte y sintió sus mejillas arder, estaba aun mas sexy y atractivo.

-Jungkook- saludó de igual manera. -Que gusto verte- eso último lo hizo reír con sorna.

-Ya veo- dijo con incomodidad palpable -Te da gusto verme- esta vez rió con sorna antes de salir por la puerta con fingida calma.

Esta se recompuso como pudo y salió con dirección a su siguiente clase. Esa noche no logró dormir, la culpa le carcomía.

Dos días después, esta entró al salón donde impartía clase a este, estaba en las sillas delanteras con una pelinegra sentada en sus piernas.

Hecho que se repitió cada clase que compartían, este lo hacía adrede. Siempre una distinta, cuando había sentado sobre el a cada compañera de clase del mismo salón, a chicas de otras carreras hallaba sobre el.

Estaba mas que harta de la situación, de mandarlas a salir, mandarlas a bajar y del rostro burlón de este.

-Jeon Jungkook, pase a mi oficina. Ahora- dijo severa antes de salir del salón, dejando a mas de uno extrañado por lo duro de su hablar, pues aún molesta nunca mostró indicios en su rostro o tono.

Esperó por uno 20 minutos eternos en los que el pelinegro se dedicaba a hacer nada, solo quería crisparle los nervios.

Tomó la pelota que utiliza para su estrés y la apretó con fuerza buscando aliviarse, no pasó.

-¿Me mandó a venir profesora?- este entró sin siquiera tocar haciéndola apretar la pelota con mas ganas.

-¿Que es lo que pasa contigo? No actúas así con los demás profesores. ¿Que prob..

-Me caen mal las cobardes, es todo.- este se aproximó a la ventana y fingió mirar.

-Toma asiento por favor.

-No quiero profesora- pronunció con burla. -Sabe- fingió pensar  -Me tuvo observando esas lindas piernas todo este mes. ¿No le gustaría montar las mías?

-No seas irrespetuoso. Voy..

-Sería como un TBT, después de todo fui yo quien empapó su polla con su virginidad profesora.- este tomó la silla de esta y la hizo correr hacia atrás para luego posicionarse frente a ella y enseñorearse con su tamaño.

Cada mano se encargaba de apresarla contra su cuerpo y la silla. -¿Nunca tuviste un fetiche con un profesor?- dijo burlón y la apresó con más fuerza cuando intentó escapar. -Yo si.- rozó su nariz contra su mejilla, aspiró su olor dulce y embriagador. -Justo ahora quiero...- la tomó de las muñecas y haló hasta ponerla de pie, inclinó contra el escritorio. -Meter mi mano en ese coño caliente que tienes- lo sintió deslizar su mano por entre sus piernas y esperó expectante, pues mentiría su dijera que aquello no le encantaba.

Que los encuentros que tuvo luego de el no fueron nada satisfactorios ya que los comparaba con el pelinegro, que no extrañaba su cuerpo como el primer momento era una total mentira. -Pero la indecisión es algo contagioso, ya no se me antoja- dijo por último dejando una sonora nalgada en su trasero desnudo, pues se había tomado el atrevimiento de levantar su falda, y entonces salió de la oficina dejando la puerta abierta y a la rubia de ojos claros descolocada y caliente.

...

-Pagina 69 chicos- vociferó esta.

-Así quiero tenerla profesora- el salón completo rompió en carcajadas, y es que, desde aquel encuentro el pelinegro se había dedicado a hacer ese tipo de comentarios fuera de lugar, uno mas osado que el otro.

La chica no quería recurrir a la dirección, así que pacientemente lo corregía e impartía su clase, cosa que hacía molestar aún mas al peligro. Pues con cada provocación trataba de crispar sus nervios y esta no hacía mas que ignorarlo.

Así, que el único molesto era el, también ella, pero no lo daba a notar.

La puerta fue tocada a media clase, esta estaba al pizarrón dejando una buena toma de su trasero cuando por esta entró un mensajero con un enorme ramo de rosas, era caro y eso era claro.

Los estudiantes la vieron enrojecer al recibirlo, sonrió tímidamente y luego de firmar se armó un escándalo cual calló al momento del timbre resonar por todo el lugar.

-No toques eso Jeon.

-¿Jeon? ¿Así gemirás mi nombre ahora?- dijo burlón -¿Quien te envió esto?- decir que estaba molesto era poco. Sus orejas estaban rojas y sus puños blancos por tanta presión.

-Deja eso por favor

-Debe ser muy cercano para atreverse a enviar algo así que en tu cumpleaños- dijo y se regañó a si mismo por dar a notar que recordaba la fecha.

-Vine por ese almuerzo- Kim SeokJin quien ejercía como director, un hombre de 40 años muy bien conservado, divorciado y sin hijos, entró por la puerta llamando la atención de ambos. -Jeon- dijo con algo de incomodidad.

-Director Kim, veo que le siguen gustando las de veinte.- pronunció burlón antes de salir por la puerta.

...

No debía

No debía estar frente al departamento de su profesora, borracho y empapado por la fuerte lluvia, no debía siquiera pensar en hacer algo así.

Pero no pudo contenerse y acabó buscando entre sus contactos a Lee Sana, esta trabajaba en dirección como proyecto extracurricular así que le fue fácil obtener la dirección de la docente.

Se iría

La lluvia había devuelto la lucidez a este, así que notó la barbaridad que pensaba hacer, no esperó que la puerta fuera abierta en ese momento.

-Stepie- dijo lastimero, tiritaba del frío. -¿Porque lo hiciste?

-Jungkook ¿que..- este se acercó a ella abruptamente haciendo que la bolsa de basura cayera al suelo.

-¿Porque regresaste a mi cuando te había superado?- susurró contra su piel y dejó un húmedo beso en la mandíbula.

-Estas mojado y borracho. Entra para que te seques.

-Dame excusas por favor. Dame una razón por la que me dejaste de esa manera.

-Jungkook

-Lo merezco- la pegó tanto a su cuerpo que la sintió estremecer por lo frío de su tacto. -Tantas noches sin dormir, porque cuando cerraba los ojos era a ti a quien miraba. Esos ojos maravillosos, esa boca roja por mis besos, ese cuerpo ser llenado por mi.- tomó su rostro con sus frias manos -¿No fue bueno para ti? Aquella noche en casa de mis padres, ¿acaso te dañé? ¿Que hice para que terminara lo que teníamos a tan solo horas de aquello? ¿Porque ignorarme así?

-Basta Jungkook.

-¡No! ¡Merezco saber porque tomaste mi corazón para hacerlo trizas!

-¡Fui una idiota ¿si?! Una idiota que creyó que estando contigo dañaba a su amiga, una idiota que te perdió para luego darse cuenta de lo ingenua que había sido. Una idiota que se quedó sin la única amiga que creía tener y sin el amor tenía.

-¡Te amaba!- dijo contra sus labios.

-Lo se, lo se- las lágrimas caían cual torrente por sus ojos. Tomó sus manos y secó estás mientras la notaba buscar sobre la mesa el teléfono cual resonaba en el pequeño departamento.

Vió la pantalla cual identificaba el nombre del director y se creyó un idiota por ir a buscarla. -Olvida que esto pasó- pronunció severo antes de irse como alma en pena.

Los días siguientes no fue a clase, la chica no tenía como contactarlo y estaba mas que incomoda. El director no paraba de coquetarle desde aquel almuerzo en el que creyó sería con todos el personal docente y al que solo asistieron ambos.

Sus noches eran largas y agotadoras y su ánimo la tenía decaída.

-Buenos días, dejen solo lápiz azul sobre su escritorio para el examen- pronunció esta y la vista cayó en aquel pelinegro cual no asistía hacía días.

Entregó los exámenes y esperó en su lugar.

-¿Porque todos se despiden?- preguntó este a su amigo, pues cada alumno que terminaba se despedía cálidamente de ella.

-Renunció

-¿Porqué?- estaba sorprendido, incómodo. El otro se encogió de hombros sin saber mas.

-Al parecer huir es lo tuyo- dijo severo al solo restar ambos en el salón.

-Lo es- no lo miraba -Fue grato volver a verte.

-Para mi no

-Lo siento- esta se puso de pie para comenzar a recoger sus cosas, cuales les fueron arrebatadas y lanzadas contra el suelo.

-¿Crees que puedes irte y volver a mi vida como si fuera un juego?

-No es por ti, no me voy por ti.- lo vió reír con sorna

-Dices las cosas a medias Stephanie- lo vió suspirar -¿Me amabas?- sonrió sin gracia -Nunca lo dijiste. ¿Me amabas?- repitió

-Te amo- se sinceró por primera vez en su vida. De todos modos todo se había ido al carajo.

El cuerpo del pelinegro impactó con tanta fuerza contra el suyo que se vio retrocediendo hasta el pizarrón y recibió su boca contra la suya.

Tan bueno, tan duro, tan rico.

-Di que si y deja que me despida- la besó con mas ganas, su lengua tomó partido contra la boca contraria y su cuerpo se calentó aún más. -Por favor- pidió y esta se vió asintiendo.

El cuerpo de este se alejó dejando un frío abrazador en ella, lo vió cerrar la puerta con tranca y volver a ella mientras deshacía los botones de su camisa.

La tomó de la cintura y sentó sobre el escritorio. Corrió su falda hasta dejarla expuesta y rompió sus bragas. Todo esto sin dejarla siquiera tomar aire entre el beso que mordía sus labios con fuerza.

-El condón, Jungkook

-¿Porque? Eres mía- dejó a la luz su mas que erecto miembro, cual tenía ese liquido listo para lubricar su interior y gimió cuando lo tomó y colocó sobre su mojado coño. -Se irresponsable para mí- dijo contra su boca y se adentró en su interior como si su vida dependiera de ello.

-¡Ahh Jungkook!

-Si, justo yo.- tomó sus piernas y la hizo correrse hacia delante para llegar mas profundo. Desató su blusa y metió en su boca esos deliciosos botones haciéndola estremecer completa. -Mi preciosa gatita de ojos claros- besó fugazmente sus labios.

El golpeteo era tan intenso que la mesa hacia un ruido sordo y desesperante, cual ambos ignoraban al hallarse demasiado ocupados disfrutando de la cercanía del otro.

Sus dedos se enterraron tan rico en sus piernas que explotó alrededor de su palpitante polla haciéndolo perder la razón e ir con mas fuerza contra ella. Tomó su mandíbula y levantó su rostro hasta obligarla a mirarlo. -¿Sientes eso?- decía mientras se vaciaba en su interior, está asintió -Solo tu me haces terminar así. Solo tu Stepie.- notó sus lágrimas caer. -No te irás- demandó severo.

-No puedo quedarme, es mi tío.

-¿Volverás a Busan?- asintió, esta se había criado con sus tíos y ahora el único que vivía fue diagnosticado con demencia, volvería a su ciudad para cuidar de el.

Sintió el último chorro abrirse paso y a este retirarse de su interior. -¿Dices que terminaste conmigo porque "tu amiga" te lo pidió?- asintió -Y luego de eso dejó de hablarte supongo- asintió -Vuelve conmigo.

-Me iré a Busan y..

-Iremos

-Jungkook yo... estudias.

-Hay universidades allá, viviremos juntos.

-Yo...

-Te amo, te amo con más fuerza que en aquel entonces. No permitiré que te alejes de mí. Aun así tenga que atarte y guardarte para mí. Regresaremos a Busan de donde nunca debimos salir. ¿Me amas?- asintió -Dilo

-Te amo.

-No necesito nada mas mi niña de ojos claros.

Recuerden pedir para su cumpleaños 🎂 (así se comen el pastel con lechita) 😈




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