Feliz cumpleaños hermosa mía, pasa un día increíble. Eres muy especial, te quiero.

La castaña se despojó de sus lentes antes de salir de casa esa noche. Su novio había ido a trabajar y ella estaba invitada a una noche de chicas por su cumpleaños, con strippers.

Su top era bastante sexy, su falda negra el goma no dejaba nada a la imaginación y sus labios rojos provocaban a besarlos.

Tragó en seco cuando leyó las letras neón, estaba perdida.

Harem del Pecado

Tomó asiento justo en medio, donde sus amigas la hicieron sentar y las luces perdieron intensidad, de las penumbras salió un stripper, piel canela, ojos fieros y hermoso y perfilado rostro.

Le dedicó una rápida mirada y comenzó a moverse al son de la música. Todas comenzaron a gritar eufóricas cuando el bailarín alejó de cuajo la camisa de su cuerpo.

Dejando ver su torso cincelado. Su cuello parecía señalar obscenamente hasta sus pectorales y estos a su abdomen y a su vez la vista iba al bulto en sus pantalones.

La necesidad se hizo obvia.

Brenda apretó las piernas y mordió su labio deseándolo, todas en el lugar lo deseaban demasiado. Más aún cuando este se lanzó sobre el suelo y se movió en torno a el haciendo desear a más de una ser el piso.

Volvió a ponerse de pie y su pantalón de vestir fue deshecho dejándolo con solo unos bóxers que mostraban aquel bulto.

Bulto que viendo a la castaña con aquellos pechos casi al aire y esa corta falda comenzó a crecer. Movió sus manos hasta bajar su bóxer, solo un poco. Lo suficiente como para dejar ver esa perfecta V. Justo como su nombre artístico.

La lengua del hombre arrastró su propio labio hasta su boca y caminó hasta la castaña, prácticamente se la folló con la mirada antes de tomar sus manos y posarlas sobre su propio trasero. Entonces moverse de manera sensual dejando su bulto ahora más duro frente a su cara y algo de líquido pre-seminal apareció junto con las ganas de la castaña ser jodida en ese mismo lugar.

Se alejó nuevamente y luego de algunos movimientos en los que ninguno se quitaba la mirada de encima, la música acabó.

-Brenda- chilló su amiga -Iba a follarte justo aquí si lo dejabas- gritó por sobre la música. -Mierda, estaba duro incluso. Yo que tu me olvido de ese novio que no nos has presentado por cierto y voy a su camerino a follarme a ese bombón.- para este punto todas sus amigas estaban al pendiente de la conversación.

-Señorita- llamó uno de los meseros -V la llama a su camerino.- sus amigas no se movieron, estaban heladas.

Más aún cuando en silencio la castaña caminó siguiendo a quien la guiaba, la puerta que dejaba ver una V, estaba al final del pasillo.

La música volvió a retumbar dejando claro que otro de los chicos había salido a hacer su show, y aquello la puso más nerviosa.

-Gracias- dijo a quien la guió. Se adentró en el camerino, escuchaba la ducha caer y poco después el alto rubio apareció bañado en gotas de agua caliente y una toalla en la cadera.

-¿Esto es algún tipo de venganza por no tomarme la noche en tu cumpleaños? Sabes que me negaron el permiso.

-No- se apresuró a decir -Te dije que mis amigas me armaron plan.

-¿En este club de streppers?

-¡No sabía que era aquí!- este dio dos pasos más hasta sobreponerse ante ella.

-Es decir, que irías a un club y dejarías que otro hombre te bailara. ¿Como yo lo hice?

-¡No!, solo te dejé porque eras tú. Lo juro.

-Eres demasiado golosa como para esperar a que regrese a casa y te folle por tu cumpleaños- negó para si mismo y tomó su cuello para hacerla mirarlo. -¿Tuviste que venir aquí con medio culo afuera?- la giró y la puso contra el espejo, levantó su falda y la nalgueó tan duro que la hizo chillar. -Debería castigarte pero me pusiste muy duro allá- dejó caer su toalla y arrimó su dureza contra su trasero apenas cubierto por una tanga.
La tomó en su mano y rompió -Mi nena es una morbosa de primera.- se jactó al encontrarla húmeda, chorreante.

Entró en ella con un limpio embiste y la apreció por el espejo. Sus labios estaban entreabiertos buscando aire y sus pechos se pegaban contra el espejo.

Acabó liberándolos para verlos restregarse contra el cristal con cada empuje. -Ven aquí- salió de ella y la hizo girar -Saca la lengua, pareces sedienta- y lo estaba.

Recorrió su abdomen con su lengua, su pecho y cuello, mordió y chupó marcándolo. -Te he dicho que sin marcas Brenda.

-Eres mío- lo retó y este sonrió de manera maliciosa.

La levantó desde el trasero y se movió haciéndola descansar sobre el escritorio que usaba para arreglarse, tiró todo lo que se encontraba en el lugar y la penetró con ganas. -Así como tu eres mía- apretó tanto sus piernas que dejó sus dedos pintados en su piel enrojecida. Chupó y mordió su cuello como su fuera a comerla y se la bebió con la mirada mientras embestía contra su húmeda hendidura.

Salió de ella cuando la sintió apretarlo y se tocó hasta dejarse ir sobre su coño desnudo. Se veía jodidamente follable justo ahí.

Tan húmeda.

-¿Iremos a casa?

-Por favor- tomó toallas húmedas y comenzó a limpiarla mientras esta se dejaba hacer.

-Recogeremos el pastel antes de ir a casa. Allá volveré a dejarte este glaseados- palpó su coño desnudo -¿Quieres?

-Quiero- llevó su dedo húmedo hasta su boca y esta chupó

-Tan sexy y follable. Mi sexy y follable morbosa.- apreció las marcas que dejó en ella. -Espérame allá fuera, cuando me vista saludaré a tus amigas las pervertidas y nos iremos a casa.

-Taehyung, estoy...

-Se cómo estás, yo te dejé así. Es mi arte.- la apreció mejor y sacó de entre sus cajones una caja roja, llevaba un hermoso collar con sus iniciales cuales formaban un corazón -Te amo nena.

-También yo amor.

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