A tus pies Fabby 💜 6/7

Fer tomó el lápiz contra sus dientes como era común en ella, las veces que el pelinegro trató de corregir eso en su amiga eran incontables, los chicos era amigos desde primaria, pero dos años atrás cuando la pubertad los golpeó de manera más abrupta se vieron experimentando con el cuerpo ajeno, ahora era amigos, pero también algo más.

Estos se encontraban en el cuarto de la 4 meses mayor, haciendo la tarea de física, Jungkook ya estaba aburrido, a decir verdad. Hacer tarea lo aburría.

Tampoco era que estaba prestando mucha atención a su cuaderno, no cuando su amiga estaba en faldas y sin ningún tipo de protector debajo, si abría un poco más las piernas podría ver la gloria misma.

Los toques en la puerta lo hizo hicieron que este se sentara derecho y fingir estudiar. -Chicos- la madre de la joven se adentraba con un refrigerio para ellos. -Saldré unas horas, estudien mucho- ambos se despidieron y Jungkook esperó a escuchar la puerta cerrar y el coche andar.

Esta había llevado galletas y miel para embarrar, un poco de jugo también. La miel era su objetivo.

-Juguémos- dijo el chico, ese era su código.

Si uno escuchaba de el otro en cualquier momento la palabra juguemos era porque quería cojer, de los dos el pelinegro era el más caliente y a pesar de que al final la chica se dejaba convencer no siempre creía prudente tener sexo donde proponía el chico.

El lugar más loco fue en el salón de clases con la puerta abierta y en horario de clases. Casi se infarta cuando vio la puerta moverse y acabó llenando al menor de sus fluidos cuando su squis salió, por suerte para ellos solo había sido la brisa.

-¿Trajiste condones?- el chico negó y esta se puso de pie para buscar entre sus cajones, algunos les habrá quedado de la vez pasada.

Encontró uno y se lo mostró, el chico se puso de pie y se sentó en la silla donde estaba la joven anteriormente.

Tomó la miel y le indicó colocarse frente a él, mientras este derramaba un poco de esta sobre sus descubiertas piernas para luego pasear su lengua, besó los labios de la mayor y está probó el dulce de la miel en ellos.

Bajó un poco su pantalón y palmeó sus gruesas y montables piernas para que esta se sentara. -La tarea es importante, no debes perder tiempo- este quería jugar, lo había puesto mucho el hecho de esta sentada en su escritorio.

Cuando se sentó comenzó a tocar sus piernas, luego sujetó su entrepierna por sobre la tela de sus ya húmedas bragas y comenzó a frotar su dedo de arriba a abajo, de abajo hacia arriba.

Esta lo sentía respirar en su nuca y sentía sus vellos erizarse de puro placer, él sujetador cedió. Jungkook era bueno en muchas cosas, una de ellas era en desnudarla. Adentró la otra de sus manos por sus pechos y continuó tocándola con morbo. -Las manos sobre el escritorio- la chica obedeció y esté sintiéndose más que listo la levantó levemente para colocarse el condon. -¿Cuando me dejarás sentirte sin esto?¿um?- ella no podía responder, estaba muy ocupada jadeando de placer por la intromisión.

Esta colocó una pierna a cada lado de las suyas aún de espaldas y comenzó a saltar sobre la venosa polla del chico, este la sostenía de los pezones mientras los apretaba sin medir su fuerza, mordió su espalda y la sostuvo de la cadera, cuando se vio al borde del abismo.

Lo erotico de su cuerpo medio vestido sobre él con el plus de la posición en la que estaban no lo dejarían desempeñarse como debía.

La inclinó sobre el escritorio y encontraron la posición correcta para ambos.

...

Ese sería un nuevo año escolar, su último año, luego de eso se irían a la universidad, convenientemente habían elegido la misma.

Había un nuevo alumno en el salón y este tomó asiento al lado de Fer, todos en el salón lo miraron raro, él no lo sabía, pero el asiento al lado de la chica era propiedad de Jeon Jungkook. Cuando el chico llegó de su entrenamiento matutino encontró al intruso en su lugar, la joven negó con la cabeza para que no hiciera algo, sabía lo impulsivo que este podía ser, y solo había sido un malentendido.

Bufó y se sentó detrás de ellos, los vio hablar y hablar por horas hasta el recreo y cuando pensó que se libraría del chico de mirada risueña se equivocó, ella lo había invitado a comer con ellos.

Ya en el comedor de la escuela conversaban mientras almorzaban, el pelinegro echaba humo por las orejas, más aún cuando el chico llamado Jimin le preguntó a esta si ellos eran novios y ella dijo que eran amigos.

Este paseó sus manos por sus cabellos en busca de tranquilidad, puesto que si seguía así de abalanzaría contra el chico que no tenía idea de porqué este se comportaba tan territorial con la chica.

El día de clases dio fin y este la llevó a su casa como era costumbre, el camino fue silencioso y se despidió con un simple movimiento de cabeza de la chica.

Al día siguiente no fue a clases porque debía viajar a otra ciudad por un juego y cuando regresó dos días después fue a casa de su amiga en la tarde, apenas había llegado a la ciudad y lo primero que pensó fue en verla.

Su madre lo dejó pasar y su mirada endureció cuando encontró al más bajo sentado al lado de esta mientras hacían la tarea.

Ni siquiera sintió el abrazo de recibimiento que le dio la chica cuando se abalanzó sobre el, su vista estaba puesta en el chico que rondaba como mosca lo suyo.

La sostuvo del trasero bajo la atenta mirada del tercero en la habitación y sonrió con sorna, se divertiría enseñándole a respetar lo ajeno.

..

Al día siguiente salió de casa y fue por la chica como de costumbre, le robó un beso cuando esta se colocaba el cinturón importándole poco que esta se haya molestado con él por agarrarle el trasero frente a su compañero de clases el día anterior.

Cuando llegaron notó al chico nuevo frente a su vehículo hablando con otro más y besó a la chica nuevamente, solo para demostrarle que no solo eran amigos, la chica se separó de él y miró a los lados, comprobando que en efecto, este lo había hecho adrede, le lanzó un par de maldiciones que poco le importaron cuando al salir golpeó nuevamente su trasero, con la diferencia de que era vez lo hizo delante de media escuela.

Era tiempo de hacerles saber lo que era suyo.

Pues nada, a lamerle el sudor a los BTS, digo. A beber agüita 💦

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