CAPÍTULO 32: CLOUD 9

Un día antes de su cumpleaños, el lunes 8 de marzo, cuando se acabaron las clases (más temprano de lo usual debido a que el profesor de las últimas dos horas no se presentó), el papá de Jackson pasó por YoonGi, NaYeon y NamJoon para dirigirse hacia la casa de la familia Myoui. Estaba a casi quince minutos en auto, demasiado lejos para el pequeño pueblo donde vivían.

—¿Y por qué ha venido tu hermanito? —NamJoon dijo, acomodándose la mochila con sus pertenencias sobre las rodillas. Todos estaban ubicados en los cinco primeros asientos del vehículo, a excepción de YoonGi; él iba atrás, solo y únicamente oyendo a los chicos—. Es decir, ¿no se sentirá incómodo por no tener a nadie de su edad?

—¡Tampoco soy un niño pequeño! Cumpliré quince este año —le recordó desde el asiento del copiloto, haciendo reír a su padre, un hombre regordete con las mejillas sonrojadas y la frente sudorosa todo el tiempo—. ¡No se les olvide que tienen que ir a mi fiesta! Será enorme, en un salón y toda la cosa. Mi hermano hará termos especiales para que no usen vasos de ahí y empacaremos la comida... ¡Ah! ¡Deben bailar conmigo!

—Sabes que tengo dos pies izquierdos... —Nam rio, apenado y se negó a hacerlo. Yoon comprendió que no se refería a él porque todo el mundo sabía lo cohibido que era en fiestas con tanta gente que no conocía; solo iba por ser invitado, pero prefería las reuniones caseras y las salidas con amigos para ver una película o cosas por el estilo.

—¡Yo bailaré contigo! —NaYeon dijo, extendiendo su mano hacia su hombro al verlo algo decaído—. Conseguí un vestido hermoso que planeo usar en tu fiesta —el pequeño moreno sonrió, mostrando sus blanquecinos dientes y asintió.

—A ver si consigues novia ahí, por fin. Tenemos muchas amigas bisexuales y lesbianas —Jackson rio y, aunque no parecía tener malas intenciones, tanto la muchacha como Min no pudiera evitar seguirle el juego con un poco de incomodidad—. Cambiando de tema... Me parece muy extraño que TaeHyung dijera que no quería venir.

—Me dijo desde hace días que no lo haría... —Suga dijo, pero nadie pareció oírlo realmente, o al menos no su amigo porque siguió platicando como si nada.

—Estoy casi seguro que es por algo de Rosé —negó con la cabeza y recostó la espalda en el respaldo de su lugar—. Desde que me bloqueó no he hablado bien con él, ¿saben? De seguro le dijo que no viniera y él de idiota le hizo caso...

—No creo que Tae haga algo así... —NamJoon repuso, riendo un poco nervioso. Era el más cercano al moreno de los presentes, aun así Tae no le había contado la historia completa; solo al paliducho—. Me daría mucho coraje si en verdad nos cancela por estar con ella.

—Joder, es que tiene mucho sentido.

—¡Mamá también dijo algo así! —El hermano menor de Jackson se interpuso en la conversación, por lo que YoonGi hizo un gesto de desagrado.

Ahora todos hablaban del caso de su amigo y no le gustaba porque no podía ayudarlo en nada; además de que era asqueroso saber cómo la señora Wang se metía como lombriz en el subconsciente de sus hijos, afectando en las visiones que tenían del mundo. Y pensar que siempre creyó que era una mujer sumamente agradable.

—¿No has intentado hablar con Rosé? —NaYeon preguntó cuando el auto se estacionó frente a la residencia.

—¿Cómo lo hago, si me tiene bloqueado? Si ella no quiere hablar, yo tampoco.

—Estoy seguro de que ella no está hablando tan mal de ti, como tú lo haces... —Pensó en voz baja el castaño, saliendo con cuidado del vehículo y se despidió con una sonrisa del señor antes de girarse hacia la casa de Mina.

El hogar Myoui ocupaba más terreno del que una casa ordinaria lo haría. Tan solo era de un piso, pero era muy extensa y tenía un gran jardín cerrado por rejas blancas. Adentro se podían ver a dos grandes perros gran danés y a unos cuantos de sus amigos: Mina, JungKook, JiMin y Chan. Tanto la muchacha como el último estaban absortos en una pelea de baile, mientras que los restantes parecían encerrados en su propio mundo mientras se ayudaban a colocarse bloqueador solar.

—¡Ey! —NaYeon alzó la voz desde afuera para que fueran a abrirles, pero la anfitriona no lo hizo hasta asegurarse de haber ganado contra su amigo en la competencia. Llevaba el cabello rubio recogido en una alta coleta y un bonito traje de baño de una pieza que dejó congelado por unos segundos a YoonGi. Siempre le había parecido una muchacha muy bonita y verla segura de sí misma, sin su ex cerca, le dio una gran tranquilidad. Le hacía feliz verla mejor de lo que se oía días antes—. ¿Te pusiste guapa para seducirme o algo así?

—Si digo que te quiero besar te echas para atrás —Mina carcajeó. La reja emitió un rechinido cuando la abrió y les dejó pasar; los perros se les acercaron para olisquearlos y luego salir corriendo hacia la parte trasera de la casa—. NamJoon y Lil meow meow hacen lo mismo. Yo creo que les doy pánico o algo así —los mencionados se encogieron de hombros, apenados. Realmente a YoonGi sí le daba pánico tenerla cerca más de la cuenta, al igual que otras personas.

—Deberíamos besarnos para romper esta tensión, pero hoy no —Namu se apresuró a decir cuando la vio decidida a acercarse a robarle un beso—. Joder. Solo estás soltera y te quieres besar con todos, ¿eh? Qué loca.

—¡Hay que aprovechar! —Suga defendió a su amiga, acercándose a abrazarla para saludar y le tendió una bolsa de tela que llevaba papas fritas y refrescos—. ¿Ya se metieron a la alberca o apenas están arreglándose?

—Apenas —respondió, encogiéndose de hombros—. Chan se quiere broncear, así que trajo todo lo necesario; pero Mimi y Kookie creo que quieren disfrazarse de vampiros o algo así —les señaló con un pulgar y notó cómo ambos parecían fantasmas con tanta crema blanca cubriéndoles—. Han de saber bien amargo.

—¿Para qué rayos te imaginas eso? —Jackson carcajeó, dejando las cosas junto a las del resto y acercándose para hablar con Chan acerca de si podía acompañarlo a broncearse. Min no sabía cómo podía verlo a la cara después de lo que pasó la última vez, pero parecía ser que a Chan ya no le importaba tanto porque no le interesó que se pusiera a su lado; era eso o simplemente quería ahorrarse las palabras.

—¿Necesitas ayuda con algo? —NamJoon preguntó, a lo que la teñida negó y se encogió de hombros.

—Todo bien. Pueden ir a prepararse sin preocuparse —minimizó y palmeó la espalda del más alto, antes de acercarse a la parejita que parecía tener intenciones de dejar a la piscina para después—. ¡No es lugar para besarse, estamos entre amigos! No sean sucios, por favor.

La carcajada de Park fue lo último que oyó YoonGi antes de meterse al pequeño cuarto de baño para hombres que tenían en el exterior para poder ponerse su ropa. Odiaba quemarse tanto como JungKook y JiMin, por lo que cargaba consigo su protector solar y todo lo necesario.

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Le daba algo de celos ver a JungKook y JiMin tomados de la mano, caminando de un lado a otro juntos y dándose alguna que otra caricia o beso porque le gustaría que Jin estuviera a su lado siquiera para hablar cara a cara; pero, cada que estaba a punto de deprimirse por la idea de no tenerlo con él, el muchacho le mandaba un mensaje que le hacía olvidarse de eso, como si estuvieran conectados de alguna manera y eso le hacía feliz.

Tan solo habían pasado unos cuantos días después de la confesión de SeokJin y creía ver pequeños detalles en su relación que antes no estaban, como el decirse mutuamente que se querían o el dedicarse más constantemente historias de WhatsApp; si bien no habían cambiado mucho sus interacciones y no sabían cómo desarrollar un momento romántico realmente porque les daba pena, había cierta calidez en el pecho de YoonGi cada que le llegaban mensajes del chico y eso le hacía sonreír. Estaba feliz porque sabía que era correspondido.

—¿Ya te pidió ser su novio? —Mina era la más emocionada con la noticia. YoonGi creía que era para llenar el vacío que dejó su ex, por lo que nunca la intentó bajar de su nube y le seguía el juego cada que podía; le gustaba verla feliz y, aunque no lo demostrara, él igual estaba muy entusiasmado y no dejaba de preguntarse cuándo y cómo sería el momento en que diera ese paso con Jin—. ¡Me debes de decir! Necesito organizar una boda y todo un viaje a Japón.

—¿No debería de ser Yoon quien le pida? O sea... Es el mayor —NaYeon señaló, llevándose a la boca una papita con queso derretido encima. Los otros presentes no estaban incluidos porque Min no quería que Jackson se enterara, no era cercano a Chan y sabía que NamJoon no sabría qué decir; Jeon y JiMin estaban ayudando a la señora Myoui en servir la comida. Todos sabían de su chico, pero no que por fin fue correspondido.

—Estás taaan atrasada, amiga —la otra muchacha rio y le tendió otra toalla al chico, quien temblaba del frío tras haber salido de la piscina—. Yo creo que cualquiera lo puede hacer, pero Min está chiquito.

—Yo no creo que Jin tome la iniciativa —NaYeon se encogió en su lugar.

—Aún no andamos, solo sabemos que nos gustamos. Eso es todo —interrumpió el chico y entrecerró los ojos hacia sus amigas—. No hablen de mí así. Puedo confesarme yo, sí, pero no sé si sea el momento correcto. Apenas me acaba de decir lo que siente, ¿entienden? Si tanto quieren un noviazgo, consíganse uno.

—No hay chicas bonitas solteras —la morena dijo.

—No hay hombres buenos interesados en mí y perdí mi oportunidad con Solar por estar con Voldemort —Mina se quejó. En fin, una larga historia acerca de esas dos que ni siquiera el joven sabía del todo.

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Fue un día agotador, pero había llegado a casa después de tantas horas bajo el sol. 

Tras una merecida ducha, se recostó en su cama y puso a cargar su celular mientras veía un par de mensajes en el mismo. Eran de los grupos de los roles, de los cursos para el examen de su universidad y de sus amigos. 

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Jin era lo mejor de marzo y no sabía cómo manejarlo. No sabía cómo ser cursi y no lucir empalagoso, pues no quería incomodarlo; aún no eran nada oficial, no podía hacer demasiado, o eso creía. 

Se quedó dormido minutos antes de que fuera su cumpleaños número dieciocho, feliz de contar con la primera dedicación de una canción por parte de su chico... Porque eso había sido, ¿no?

¿Él se sentía así? ¿A veces batallaba para volar, como YoonGi cuando atravesaba por sus pequeñas crisis nocturnas al pensar en el futuro?

Min quería saber todo de él y que le tuviera la misma confianza. ¿Aún le costaba abrirse? ¿Por qué? ¿No era suficiente o estaba pensando de más?

Kim SeokJin tenía muchas capas que quería ir retirando poco a poco hasta llegar a la parte más pura.

No quiero verme de la manera en que lo hago,
Pero me siento segura cuando estoy contigo.
Últimamente, me siento mal y lastimada,
Cansada de tropezar con mis zapatos.

Pero cuando él me ama, me siento como si estuviera flotando.
Cuando me llama linda, me siento como alguien.
Incluso cuando eventualmente nos desvanecemos a la nada,
Siempre serás mi forma favorita de amar.

Cuando empiezo a caer del cielo,
Me recuerdas cómo volar.
Últimamente no me he sentido viva,
Pero me traes de vuelta a la vida.