CAPÍTULO 16: MARZO 2020

Definitivamente el regreso de TaeHyung había sido más incómodo de lo que hubiera deseado el pobre castaño. No esperaba que hubiese esa clase de tensión entre ellos, tan pesada que cualquiera podía darse cuenta. Como siempre, compartían la hora del receso, hacían equipos y se pedían mutuamente materiales para los trabajos individuales, pero había muchísima más distancia de la que YoonGi imaginó tendrían alguna vez. Pensaba que él creía que si se acercaba le daría más esperanzas, aunque no lo sabía y nunca lo preguntaría; le bastaba con saber que, por unos días, realmente echó a perder su amistad. ¿Quizá fue algo egoísta e inconsciente, por pensar solamente en sí mismo...? Aunque, desde su perspectiva, no había hecho nada malo. Kim lo veía como alguien de confianza al cual contarle sus problemas y la primera semana parecía que cualquier chispa de ella había desaparecido.

—Parece como si ni siquiera quisiera tocarme o algo así —le dijo a HoSeok durante una hora de nutrición, materia que solo tenían los de su especialidad—. Es decir, por accidente rocé su mano en el receso... Ya sabes, últimamente pasamos mucho tiempo juntos todos los del grupito —su amigo lo escuchaba atentamente, pese a tener la mirada fija en su cuaderno por querer hacer una tarea de último minuto—. Se le iba a caer un jugo a Jackson por el viento y, como estaba entre nosotros dos el botecito, lo tomamos a la vez, ¡pero te juro que quitó al instante su mano! —Eso último lo dijo en voz alta, pese a haber estado murmurando todo lo anterior. Algunos de sus compañeros los miraron con curiosidad (entre ellos JiMin) pero volvieron a lo suyo a los pocos segundos porque querían aprovechar la ausencia de la maestra para hacer cualquier otra cosa.

—Creo que está nervioso, solamente. De seguro no esperó que alguien como tú se le fuera a confesar —susurró su amigo, cerrando un plumón para tomar otro de su bolsita de útiles escolares. Le dolía la espalda por lo duro que eran los pupitres y estar en esa posición por ponerle decoración a la tarea le hacía sentir más molestia—. Solo le gustan las rubias inalcanzables.

—Tú no eres una chica, ni rubio —no señaló la descripción "inalcanzable", por lo que el muchacho se dio cuenta y lo miró en silencio con una sonrisa socarrona. Parecía divertirle un poco que lo tomaran como alguien difícil, pero odiaba ser el centro de atención en grupos de personas que no eran sus amigos más cercanos—. En cualquier caso, no sé qué pensar.

—Solo dale tiempo —acarició su mano y volvió a fijarse en su trabajo hasta que lo terminó por completo con un par de detalles finales—. No sé si le siga gustando yo de forma honesta, ¿sabes? A lo mejor solo lo dice para hacer bromas, lo cual no me molesta.

—Quedarás como el villano rompecorazones de la generación —se burló—. Tanto él, como con el otro muchacho que me mencionaste hace semanas... ¡Creí que ibas en serio!

—Lo hacía —suspiró, dejando caer la cabeza contra la pared detrás de su asiento. El aula era tan pequeña que muy apenas cabían los catorce sitios en donde se sentaban todos y el escritorio del profesor—, pero, como siempre, algo falta cuando quiero dar el siguiente paso. Es como... ¡Como si perdiera el gusto por esa persona después de que muestra atención especial para mí! ¿Eso está mal...? Joder. Se oye más feo de lo que creí.

—Creo que solo no estás listo para un novio o novia —le tranquilizó cuando los demás se les quedaron viendo de nuevo—, tal y como dijiste en la reunión del viernes.

El pelirrojo lo pensó unos segundos antes de parecer convencido y asentir. Quizá solo debía de dejar que todo fluyera y que su alrededor diese luz verde para confiar en sí mismo y alguien más, amorosamente hablando... O tal vez no estaba tan interesado en tener pareja, al menos no de manera seria. ¿Quién sabe? Cosas de adolescentes y las hormonas... Sí. Solo intentaría no meter a mucha gente en eso y no dañar a los demás, si llegaba a tener más pretendientes.

—¿Ya tienen todo lo necesario para la venta esa de los seminaristas? —HoSeok cambió de tema, haciéndole suspirar. Como toda escuela, la suya solo sabía pedir dinero en todo y esa actividad en especial era para recaudar fondos para los aspirantes a sacerdotes. Ponían a todos los salones a vender como locos durante los recesos, también competían en la hora de deportes para ganar tristes premios con el feo logo de la escuela y era la excusa perfecta para pedir aún más, dándole a cada alumno una alcancía obligatoria para que juntaran individualmente. Todos los malditos años. Estaría bien la actividad por el simple hecho de ayudar a la gente, ¡pero estaban hasta la coronilla de otros tratos y celebraciones estúpidas del colegio! Hasta los padres se preguntaban por qué dejaban a los muchachos ahí, si ni a ellos les gustaba la forma de instituir que tenían—. A nosotros nos tocó hoy, ya sabes. Quién sabe qué tanta cosa vendimos... Tacos, dulces, bebidas de no sé qué, sándwiches... ¡Qué bueno que teníamos a JungKook! Ya tiene experiencia, por sus ventas.

—Por fortuna, ya tenemos todo —le calmó—; pero no sabemos cómo estará el asunto. Hará frío mañana, ¿no? Capaz casi nadie viene o algo así —suspiró. Claro, un aspecto importante de esa recaudación era que le daban un cupón de comida gratis al grupo que obtenga la mayor cantidad de dinero, ¡y su salón merecía eso y mucho más! No era por presumir, pero su grupo merecía ese premio por ayudarles en todo.

—¡Les irá bien, no te preocupes! —Le sonrió a su amigo y se sentó correctamente cuando la profesora llegó con el proyector bajo el brazo, haciéndole soltar un quejido muy bajito. 

En verdad odiaba esa materia.

[ 🌹 • 🍒 • 🌈 ]

El jueves llegó y, con ello, la actividad que en ese momento desarrollarían los chicos de su salón. Todos habían colaborado con algo, ya que era ser -literalmente- la cafetería para el resto de alumnado; algunos llevaron mesas de plástico, otros comida casera, bebidas o dulces. Habían ido muy pocos de las demás aulas, pero eso no significó que habría poco trabajo para ellos; tuvieron que estar de arriba a bajo debido a que el frío les impedía salir a la poca gente que fue, aprovecharon para vender a los profesores que estaban en una junta y a personas mayores que atravesaban el patio para llegar más rápido al interior de la iglesia. Gran parte de su dinero recaudado era gracias a estos últimos, ¡sin contar a unos cuantos que les compraron en el parque al que iban para tomar clases de deportes! Porque sí, su escuela era tan pequeña que debían recurrir a uno para tomar esa asignatura todos los grupos y grados.

—¡TaeHyung, lleva la salsa con los profesores! —Gritó YoonGi en algún momento de las últimas entregas. Él iba cargado con los platos que llevaban sus pedidos, por lo que no podía hacerlo por su cuenta y el único desocupado era el moreno. No había tiempo para sus incomodidades y cosas amorosas, su ambición de ser el mejor grupo era más grande que eso.

—¡Vengo de ahí! —Tal vez su amigo no era tan competitivo en ese aspecto, pero oír su voz con tanta naturalidad le relajó. Quizá Kim solo estaba esperando un trato natural de su parte para asegurarse que todo estaba bien, cosa que debió suponer Min en algún momento.

—Pues irás de nuevo, bro. No llores —le provocó, abriendo la puerta de cristal con la rodilla tras dirigirle una sonrisa burlona. Le oyó soltar un quejido detrás suyo antes de entrar a los pocos segundos, siguiéndole a repartir los pequeños botecitos a los maestros que los necesitaban.

—Eso es todo, ¿no? —Murmuró cuando pidieron permiso de retirarse, a lo cual el bajito asintió—. Qué bueno, porque ya me estoy cansando de andar para un lado y para otro. De haber sabido, no venía, como el resto.

—Deja de quejarte —regañó, dándole una palmada pesada en la espalda—. Tómate un poco del chocolate caliente que trajo Mina y siéntate por ahí a comer lo que quieras. Nosotros podemos hacerlo sin pagar, así que no te preocupes.

—¿Y tú no planeas comer?

—Ya comí mientras vendía dulces —se encogió de hombros—; lo hago muy rápido, así que no me faltó tiempo ni nada.

—No lo negaré porque ya estoy cansado —repitió, como si fuera necesario. El contrario lo miró con cierto agotamiento emocional por oírle decir lo mismo, pero lo ignoró y se sirvió un poco del chocolate y tomó un paquete de galletas—. ¿Irás a la fiesta de Jackson? La que será en marzo...

—Sí, supongo. Estará cerca a mi cumpleaños —se posicionó detrás de la caja, haciéndose ahora cargo del dinero mientras el compañero anterior también se iba a comer un poco—. ¿Y tú irás a la del viernes?

—¿A la reunión en casa de tus bisabuelos? —Habían planeado una más y, hasta cierto punto, llegaban a emocionar y cansar a la misma vez a YoonGi. Nunca había tenido una vida llena de salidas con amigos, hasta ese momento. Su mamá debería estar feliz porque había cambiado un poco de círculo social y se preocupaba mucho más por su aspecto—. Supongo que sí... Aunque ahora no irán muchos, ¿no es así?

—No... Solo Mina, NaYeon, NamJoon, JiMin, (si es que vas) tú y yo —el moreno hizo un sonido dubitativo, como si realmente estuviera pensando en si sí ir o no. Él no lo juzgo. Debía de estar pensando en si sería prudente, tomando en cuenta lo que pasó la última vez.

—Quizá vaya. Depende del permiso de mis papás.

Al final, el día se desarrolló con rapidez y pudieron recaudar tanto dinero que se posicionaron en primer lugar de los más vendidos hasta ese momento. Aún faltaba el último grupo para el viernes, pero era muy poco probable que los sobrepasaran porque no solían cumplir con casi nada.

[ 🌹 • 🍒 • 🌈 ]

La segunda reunión en aquella casa fue mucho más tranquila, aunque sí fue el moreno. YoonGi lo notó tenso al comienzo, pero pareció que todo se relajó cuando su mejor amigo llegó; así que no se preocupó demasiado y se hizo cargo de todo, de nuevo, esta vez junto Mina.

—Qué mala onda que solo nos manden a nosotros para comprar la cena, pese a que está cruzando la calle. ¡Nunca se sabe qué podría pasar! Tú eres un chiquillo y yo soy más débil que un fideo —la joven reprochó, estando a punto de salir al porche junto a su amigo. Se puso los zapatos y caminó hacia él—. ¡Y hace un frío de mierda!

—Ni que lo digas —le dio la razón en eso último tras reír por sus comentarios acerca del aspecto que ambos tenían. Era cierto, con la inseguridad a la puerta de sus casas y siendo ellos unos debiluchos sería muy fácil hacerles daño—. Pensemos en que no pasará nada malo y nada va a...

—¡Esperen! —JiMin los interrumpió, saliendo a los pocos segundos y cerrando la puerta detrás de ellos—. Iré con ustedes porque TaeHyung irá con NamJoon a comprar las bebidas y no quiero quedarme solo aquí. Me da mal rollo —todos decían lo mismo, pero la casa no era para nada espeluznante. Solo eran unos miedosos de primera—. Si NaYeon viene, yo me vendré para hacerle compañía.

—Andando, pues —Mina alentó con más ánimo tras oírlo, sujetándose del borde de su chaqueta y comenzando a caminar. No tardarían ni un minuto en llegar, pero se sentían más tranquilos con un tercer miembro del grupo acompañándolos.

—¿No tienes frío? —Le preguntó a Lil meow meow, dispuesto a quitarse el suéter apenas le dijera que sí. El chico iba sin cubrirse lo suficiente porque pensó que no estaría tan mal el clima, sin mencionar que se sentía más bonito así.

—Estoy bien así —rio un poco, deteniendo al rubio cuando lo vio comenzarse a quitar su prenda—. Tengo buenas defensas. Preocúpate por ti, hijo de doctores, luego te regañarán.

—¡Tienes razón! —Sonrió, volviendo a arreglarse el atuendo. Mina se acercó a hacer el pedido de comida al hombre de la caja cuando estuvieron dentro del pequeño local, vendían platillos tradicionales del país—. Aprovechando que estamos hablando, mi abuela le manda saludos a la tuya.

—¡Oh! Es cierto que son amigas —YoonGi recordó tras procesar el mensaje en silencio. En realidad, JiMin y él nunca fueron demasiado cercanos, pese a eso. Sus abuelas se conocían desde hacía años (por una razón que desconocían, ya que nunca les preguntaron) y se juntaban varias veces con otras señoras de la misma edad. Ellos apenas comenzaban a charlar de vez en cuando; por eso Min nunca creyó que él era un mal chico, a diferencia de otros en primer año, como EunHa, TaeHyung o HyeJin—. Le diré, no te preocupes.

Park le sonrió otra vez, antes de encaminarse a la mesa donde se había sentado su otra amiga. Al menos estaban refugiados del frío.

—Se me hace estúpido que vayan a comprar alcohol, cuando solo toman TaeHyung y NamJoon. De seguro llegarán con cajas de cervezas —asqueada, Mina comentó para comenzar un nuevo tema de conversación a causa de no saber el anterior—. ¡Deberían de ser como tú, Mimi!

—Puedo festejar sin emborracharme, pero ellos no —se encogió de hombros—. Se me hace estúpido, además de que no tengo tanto aguante, como ellos... Bueno, como Namu. TaeTae solo finge estar bien, pero estoy seguro que se pone mal con la segunda o tercera.

—Bebe para parecer cool y hacerse notar —carcajeó YoonGi junto al resto, ¡claro que había aspectos que le disgustaban de su crush aún! No dejaría de lado sus opiniones solo porque le gustara alguien que hiciera lo contrario, sin mencionar que no dudaba que JiMin supiera al menos una parte de la historia (ya que era el amigo más cercano de TaeHyung); debía fingir que todo estaba bien y no le importaba la mención del moreno.

Hasta cierto punto, era cierto. Sabía que pronto estaría bien, cuando su amistad se reestableciera de nuevo.

Fuera de ello, no pasó nada interesante en aquella reunión, al menos no para Min. Volvieron a jugar lo mismo que la otra vez, escucharon música, se pelearon con Tae por no haber puesto dinero para la comida por comprar quién sabe cuántas cervezas y de todos modos comer, Mina abofeteó al mismo para que reaccionara después de varias botellas y YoonGi solo estuvo riéndose de la mayoría de cosas.

[ 🌹 • 🍒 • 🌈 ]

La siguiente reunión que se llevó a cabo fue la fiesta que planificó Jackson en su casa con todos sus amigos cercanos, alcohol, comida de todo tipo y el ojo protector de sus padres para que nadie saliera de la casa en mal estado o ayudar en caso de que se sintiera mal; era mejor beber en casa de alguien que te cuidará, antes que en un lugar público donde harás el ridículo... ¡O no beber!

YoonGi habría hecho caso a eso último, pero (emocionado por la cantidad de gente y por probar cosas nuevas) acabó bebiendo un poco de todo, revolviendo un poquito de más las bebidas junto a HoSeok y el resto de sus amigos.

—¡Ella dijo que vendría y no lo hizo! —Jackson estaba recostado a lo largo de varias sillas en algún punto de la fiesta, quejándose de que su chica no había podido asistir y ni siquiera fue capaz de avisarle. Solo lo emocionó y dejó como tonto esperando, según él—. Ya estaba imaginando mi futuro con dos hijos y una bonita casa.

—¿Estás bien, bro? —EunHa le preguntó entre risas y le tendió una botella de quién sabe qué para que ahogara sus penas—. ¡Disfruta, hombre! ¡Es tu fiesta y desanimarás al resto, anda!

—¡El primero en llorar será lanzado a la piscina! —NamJoon advirtió a lo lejos, pero habiendo oído gran parte de la crisis de su amigo. Estaba con NaYeon a solas.

—¡¿Ya me puedo tirar?! —WheeIn dijo, poniéndose al borde de la alberca, fingiendo haber llorado por su ex. Acabó riendo y siendo casi lanzada por HyeJin. Se salvó por un pelo de caer—. ¡Estás loca!

—¡Tú dijiste!

—¡Era broma!

Su amistad era mucho más caótica que la de HoSeok y YoonGi, quienes veían todo con algo de burla desde sus lugares. Ambos habían estado tomando un poco, caminando de juntos un lado a otro durante gran parte del festejo hasta que JungKook se le había acercado para pedirle a Jung que fuese un rato con él a otro lado. Tras verles irse, Min se dio cuenta de que caminaban en dirección de JiMin y TaeHyung, haciéndole fruncir el ceño unos segundos. Quién sabe qué rayos estaban haciendo.

Durante ese rato, se fue a sentarse en el columpio que solía rechinar que tenían Jackson y sus hermanos menores, los cuales no sabía en dónde estaban, y esperó a su amigo.

—¡Guapooo! —Saludó NaYeon, llegando a sentarse frente a él. Estaba la posibilidad de que cuatro personas podían sentarse en aquel jueguito, dos a cada lado—. ¿Te enojas si, por accidente, se me salió algo acerca de ya sabes quién con NamJoon? —El paliducho la miró con cierta sátira y negó con la cabeza, antes de sujetársela. Comenzaba dolerle por no comer lo suficiente antes de beber.

—¡Lo presentía! —El más alto se acercó tras esquivar a un par de chicos del salón que estaban demasiado ebrios, por lo que iban con la tía Wang—. Algo así me olía por mis propias teorías, pero no quería decirlo, ¿sabes? No quería que se hiciera muy incómodo.

—Bah —el castaño restó importancia, viendo cómo el otro cuarteto de amigos parecían discutir sobre algo importante debido a la seriedad de sus rostros—. No me sorprendería que la mayoría de sus amigos más cercanos lo sepan, así que no importa mucho, solo espero que no hagan comentarios raros. Hay cada gente insoportable por ahí...

—¡Nuestro salón es hermoso! —NaYeon se quejó, haciendo que el chico lo mirara unos segundos—. Bueno... Hay excepciones, ¡pero somos mejores que el "A" y los demás!

En eso le dio la razón con una sonrisa y continuaron meciéndose suavemente mientras compartían una misma botella entre los tres hasta que llegaron HoSeok y TaeHyung, siendo el pelirrojo quien se sentó junto al castaño; aunque la comodidad no duró mucho debido a las piernas largas del más alto, así que decidieron que Min se sentara en estas.

—¿Todo bien? —Le preguntó a su amigo lo más cerca de su oído, a lo cual se encogió de hombros con una sonrisita. No parecía del todo él mismo, parecía estar procesando lo que sea que hayan dicho JiMin y JungKook, a los cuales ya no volvió a ver el resto de la fiesta.

—Ya me tengo que ir —se despidió el que seguía de pie, palmeando la espalda de NamJoon—. Te voy a dar un aventón, ¿no? Andando —el otro moreno se puso de pie con cuidado y se comenzó adelantar tras despedirse de todos con un beso en la mejilla y el Kim restante hizo lo mismo con los chicos—. Inviten.

Miró a los dos muchachos restantes con una sonrisa burlona, lo cual no entendieron hasta que comenzó a irse. Yoon hizo un gesto de asco a la par que Hobie y negaron al instante, haciendo reír a NaYeon. Nunca andarían. Era raro incluso imaginarlo. Su amistad de hace daños era muy preciada, para que eso pasara y mucho menos "invitarían" a TaeHyung.

[ 🌹 • 🍒 • 🌈 ]

El fin de semana se alargó para la mayoría de los chicos, ya que el lunes -durante el cumpleaños de YoonGi- gran parte del salón faltó. Habían prolongado la fiesta, haciendo reuniones en un restaurante-bar famoso de la ciudad durante el resto del fin. 

¿De dónde sacaban tanto dinero? Yoon se hacía la misma pregunta una y otra vez. Él no había salido porque, al haber sido la primera reunión en donde bebía como tal aquella del viernes, estuvo con un horrible dolor de cabeza y mareo durante todo el sábado; no quería preocupar a su madre, así que no le dijo nada.

Su cumpleaños no tuvo casi nada de extraordinario, en realidad. Solo comió con su familia porque era entre semana para algún festejo, sin mencionar que su mamá estaría muy ocupada durante todo el mes; por lo que dejaron la posibilidad de un festejo hasta el siguiente. Lo único que resaltó fue la felicitación de que su grupo brindó mayor apoyo en la recaudación y una aburrida plática de más de una hora en la escuela acerca de un virus: COVID-19.

—Ni creo que llegue hasta acá —se quejó Mina cuando su trasero se adormeció por estar tanto tiempo en una silla de metal. Ella no había ido a ninguna reunión, aunque no sabían la razón ya que su mamá era muy amiga de la tía Wang; sospechaban que fue por su novio.

—Nunca está mal prevenir —JinYoung dijo. Él tampoco fue, pero por decisión propia. No le gustaban las multitudes.

—Puro cuento —NaYeon restó importancia, parándose de su asiento una vez se acabó todo.

—Estoy de acuerdo con JinYoung —YoonGi interrumpió. No sería muy bueno de su parte si opinaban lo contrario, tomando en cuenta que ambos estaban en la especialidad de medicina—; aunque no creo que nos pase nada, al menos no a los de nuestra edad. Yo vivo con mis abuelos, así que tendré que reducir salidas, si llega hasta acá.

—¡Tu regalo de cumpleaños es la alerta de posible cuarentena en el país! —Rio Mina, haciéndole rodar los ojos.

El resto de la semana fue tranquilo, de viernes a domingo él iría a la capital para visitar a sus tíos y primos, lo cual significaba un largo viaje de más de tres horas en automóvil. Le dolería el culo, sin duda.

—¡Aprovecha para comprarte ropa bonita y no solo libros! —Advirtió su madre cuando comenzaban a tomar la carretera. Su abuela los acompañaba, por lo cual le dio la razón al instante—. Los libros son gustos que solo los ricos pueden darse.

—No te preocupes —carcajeó. Su mamá solía quejarse de los altos precios que había en los libros, al menos los que él compraba—, tenía pensado solo comprar ropa y un regalo para NaYeon porque olvidé darle uno el año pasado y anda molestando con eso.

—¿Es la muchachita que vino a un proyecto hace tiempo? —Su abuela preguntó, a lo cual asintió mientras se ponía los audífonos—. Es muy bonita... —Eso último no lo oyó y mucho menos continuó el hilo de la conversación debido a la música de su celular, aunque alcanzó a escuchar el anuncio de la radio.

—Nos acaba de llegar la noticia de que se han registrado los primeros casos de Coronavirus en el país, por lo que se planea establecer una cuarentena, como se había informado en días anteriores a través de las noticias. ¡Esperamos volver antes del verano para disfrutar de las playas y las piscinas! Se recomienda el uso de mascarillas a los que saldrán de sus hogares. ¡Por favor, mantengan la calma y no hagan compras nerviosas! Es mejor ahorrar en estos momentos.

Cuarentena significaban cuarenta, ¿no? ¡No había nada de qué preocuparse! ¿Verdad?

[ 🌹 • 🍒 • 🌈 ]