Fecha: 29/11/2029

Para: Mi amada luz

Mi amada cantante de Rock, me da lástima, corrección, me da rabia lo que ha sucedido últimamente...

¿Cuál es el sentido de que volvieses a mis brazos cuando ya no eres la chica que amo y he amado con locura?

Yo nunca pedí que cambiases, es nuestro primer año de novios y siento que desde volvimos estás convirtiéndote en una muñeca, en una sombra, no digo que no te ame, te amo con locura, amo esos gestos y sé que son completamente sinceros...

¿Pero por qué te esfuerzas tanto para demostrar tu amor? No lo entiendo, esa no eres tú, me miras con amor, como siempre lo has hecho, pero tus actos se ven totalmente forzados, y me lo puedes negar, te conozco demasiado bien.

Estás intentando de ser algo que no eres, yo amo a esa Kyoka Jiro que no demuestra su amor frente a todos, amo a esa chica que con tan solo mostrarme su sonrisa y mirarme de esa forma tan especial dedicada solamente para mí haga que mi corazón se vuelva loco, amo cuando me muestras tu cariño cuando somos solo tu y yo, siento que al no ser vistas son más especiales.

Te conozco demasiado bien, cómo la palma de mi mano, adoro a mis amigos, somos como hermanos...

Yo no deseo ser sobreprotegido, tengo 31 años, ya no soy ese niño que estaba hospitalizado, ya no me siento mal por lo de mis padres, soy un adulto que tomó y aceptó decisiones "equivocadas", yo fui quién aceptó ser tu novio en secreto por 6 años, pero tu jamás demostraste no amarme cuando estábamos a solas, todo lo opuesto, demostrabas el cariño que no podías mostrar ante todos, tus abrazos y cuando me cantabas lo decían todo.

No quiero que nadie me victimice, ya crecí, maduré, nuestro pasado ya no importa, el presente es lo importante.

Amo a esa Kyoka Jiro.

¿Estuvo mal no explicarme los motivos del por qué debíamos aparentar ser amigos? Sí, lo estuvo, no lo puedo negar.

¿Nos habríamos ahorrado todo este drama? No lo sé, y ya no me importa, porque sé que me amas y me importa una mierda si lo dices o no.

No me interesa que seas alguien que me abrace en público y que me digas que me amas constantemente.

Sí quisiese eso, te habría olvidado, no hubiese llorado, tal vez incluso hubiese buscado a una chica completamente diferente.

Ambos hemos crecido y mejorado como novios, yo aprendí a que no debo dejarme caer y que no debo depender de tu amor, eres el complemento que siento para aumentar más mi felicidad.

Por eso no quiero que seas alguien que es opuesta a lo que es, eres sincera lo sé, pero yo no quiero que cambies y dejes de ser tú.

No necesito que te esfuerces para demostrarle al mundo que me amas.

No quiero que cambies para demostrarles mis amigos que eres una buena novia, los amo a todos y nadie los va a poder reemplazar.

Pero no quiero que te sigan viendo como algo que no eres, si fueses lo que ellos piensan que eres, no hubiera llorado por ti, no soy tan estúpido para poder amar a una persona así.

Soy un adulto.

Ya no tomo y tomaré decisiones incorrectas.

Te amo, y no quiero que los escuches, ignora a quienes crean que eres una mierda, porque no lo eres.

Lo demuestras cada día y noche, me ayudas a ser más fuerte, me llenas de alegría, yo te admiro como has logrado cumplir tus metas propuestas.

Tú vida nunca fue sencilla, te has esforzado bastante para llegar lejos, pero jamás temiste que si me viesen las personas yo arruinase tu trabajo que tanto te costó.

Temías que terminase siendo menospreciado.

¿Soy acosado por la gente? Un poco.

¿Piensan que está mal nuestra relación las personas? Sí, todos lo piensan.

¿Mereces que te reprochen por haber ocultado nuestra relación?

NO, porque yo lo decidí, no soy una víctima, no me engatusaste para continuar contigo todos esos años.

Ninguno es una víctima y tampoco el villano, fuimos unos jóvenes que estaban demasiado enamorados que no pensaron en absoluto que era lo correcto en una relación seria.

No éramos maduros, en lo absoluto.

Adoro que Eijiro te haya dicho dónde encontrarme.

Porque creo que me hubiese enfadado con él si me hubiese enterado mucho después sobre esa decisión que tomó, necesitaba cerrar ese ciclo, necesitaba verte.

Me dijiste "hola", luego tu mirada se veía tan destrozada, estábamos solo los dos ese 26 de diciembre, te disculpabas demasiado, y me dijiste que no merecías mi perdón, que no lo querías, tu sólo deseabas que yo supiese que era una disculpa sincera.

Te miré y reflexioné, ¿Te debía perdonar por lo sucedido?

Por un momento pensé, ¿Vale la pena hacerles caso a mis verdaderos sentimientos?

Por un momento sentí que debía rechazarlas, darme la vuelta y dejarte sola en ese lugar llorando.

Sin embargo, ese no era yo, yo te amaba y quería que comenzáramos de cero, como amigos.

Me daba lo mismo que me amases, no quería morir con rencor pensando que hubiese pasado si me quedase.

Quería vivir ese futuro desconocido, porque sabía que, si no, me arrepentiría y no quería que tú te quedases con ese peso, ese sentimiento de culpa.

Porque lo sabía, sabía que jamás te lo perdonarías.

Te amo, tal y como eres, no lo olvides.

No cambies para complacer a otros, se solamente tú.

No quiero que Katsuki y Eijiro, y los demás crean que eres un monstruo, porque no lo eres.

No quiero sus aprobaciones, ya tengo la edad suficiente para decidir qué es lo correcto, y no quiero que hagan sentir como la mierda a la mujer que amo.

No quiero alejarme de ellos y tampoco de ti, sé que construiré mi vida contigo, siempre lo supe.

Tú jamás me has dicho que ellos te tratan con esa cruel indiferencia o que debería alejarme de ellos...

Todo lo opuesto, te exiges a ti misma solo para sentir la aprobación de ellos, quieres demostrarles que sí me amas y estás arrepentida.

Yo soy tu novio, yo soy quien acepta cada cosa de ti, cada defecto.

Nadie es perfecto, todos se creen que son unos santos devotos y verdugos, que ellos jamás se han equivocado y lastimado.

Se ciegan creyendo que por hacerme llorar y sufrir eres un cruel monstruo que merece sufrir.

Todos en su mayoría han roto con alguien y uno de los dos llora desconsoladamente...

Pero luego se levantan y continúan con sus vidas, yo tardé más de la cuenta, esa es la diferencia con el resto de las personas.

Fue una relación secreta, me sentía mal porque demostrabas que éramos solo amigos, dolía bastante.

Tus últimas palabras fueron una mierda y dolieron bastante, estaría mintiendo si dijese que no me afectaron, pero ¿Quién inició la pelea?

¿Acaso a las personas con quienes rompen su relación responden a las llamadas a la primera?

Yo rompí tu corazón, porque me cegué de que lo nuestro ya no debía continuar.

¿Pero te pregunté el por qué? Pensé inmediatamente que era porque me veías en menos.

Tiempo después comprendí que yo también me había equivocado...

Eijiro y Katsuki tienen el derecho a estar enojados, son mis amigos, pero no puedo soportar que mis amigos traten mal de alguna forma a mi novia, solamente porque me hizo sentir mal.

¿Ellos nunca hicieron llorar a sus novias?

Las personas siempre victimizan a alguien porque solo ven a quienes sufren por ese amor, a quienes no olvidan.

¿Soy un ángel? No, soy un humano que comete errores como todos.

Nadie merece sufrir y ser juzgado por algo tan simple, pero doloroso.

Kyoka, tú me demuestras que todos cambiamos o maduramos, mejor dicho, y si tú puedes ¿Por qué yo no?

Yo debo madurar y entender que no debo llorar y encerrarme por el pasado.

Yo debía seguir adelante, mi vida siempre tuvo un minutaje, y estuve desperdiciándola autocompadeciéndome.

Los dos debíamos madurar, en especial yo, porque no era sano sentirme mal por tu rechazo a tal punto de apagarme.

¿Eso era amor o dependencia hacia ti?

Ahora sé que te amo, pero también sé que no debo estar aferrado a tu amor.

Te amo tal cual eres, no a esa muñeca perfecta, sigue siendo esa mujer que amo.

Una mujer gentil y amorosa, que demuestra siempre lo mejor de uno, que intenta mejorar, que se esfuerza cada día por ser alguien respetable en su mundo.

Eres mi estrella de rock, no una chica de pop.

Eres de negro y morado, no de rosa y blanco.

Tú no eres un caramelo, eres de esos bombones amargos con relleno dulce.

Yo soy fan de esos bombones.

Amada mía, solo se tú, no lo que la gente desee, se esa chica que en verdad eres, no debes complacerme a mí, tu no naciste para complacer a alguien por amor.

Naciste para brillar y ser amada como eres, porque si en verdad te conociesen esas personas jamás te dejarían ir.

Sé que suena egoísta, y de seguro muchos piensen que soy extraño, tengo claro que tu corazón me pertenece, tu misma lo has mencionado, quiero decirte que mi corazón también te pertenece, pero desde ese día que te vi en ese concierto el 08/06/2017 a las 20:00 pm.

Tu con tus pantalones negros de cuero y una polera roja con tirantes, cubierta por tu chaqueta de cuero.

Mis colores favoritos a partir de ese día.

Si cambiases ya no sería lo mismo.

¿Te gustaría que yo me convirtiese en un chico serio que no demuestra sus sentimientos y se cree un chico malo?

No, o si no, no me habrías pedido ser tu novio ¿Cierto?

Tu amas a este paquete de caramelos, yo amo a ese bombón amargo con relleno dulce.

Somos la mejor combinación, y no la quiero cambiar, caramelos más otros caramelos aburren, en la variedad está la gracia mi querida estrella.

Y no me importa lo que digan las personas, no me importa si mis amigos no crean que eres la correcta.

Yo tomo mis propias decisiones, nadie más.

Yo escogí a la chica seria, sarcástica, con esos caprichos que adoro, y esa sinceridad que duele hasta el alma, porque esa es la mujer que amo.

Tu eres mi complemento, como yo sé que soy el tuyo.

Somos dos almas que siempre han estado destinadas a estar juntas, solo que nos perdimos en el camino, tenemos el hilo rojo, pero unos nudos se formaron.

Según dicen, después de la tormenta siempre viene la calma, y con ello llega un hermoso cielo azul.

Nuestras manos están juntas, con los dedos entrelazados.

Sé que te esfuerzas por amor, pero no quiero que lo hagas, porque duele verte hacerlo.

Tú cambiaste, yo cambié, crecimos, maduramos, lo único que importa ahora es amarnos y respetarnos, ser sinceros mutuamente, ignorar al resto, solo somos tú y yo.

Te amo con locura Kyoka, nunca cambies.

Atte: Kaminari Denki, un hombre enamorado que encontró a su alma gemela. 

30/11/2029

Estábamos los dos sentados en el sofá viendo una película, tu cabeza estaba apoyada en mi hombro, cuando la pantalla se volvió negra y aparecieron los créditos, me marché a mi habitación en búsqueda de la carta.

Al encontrarla te la entregué y te pedí que la leyeses para ti misma.

Comenzaste a leerla con tranquilidad, pero con cada palabra te veías más nerviosa, te mordías tu labio inferior con ansiedad, sabía que te debías sentir un poco mal con ella, pero sabía que mis sentimientos se expresarían mejor escribiendo.

Al terminarla la doblaste con cuidado, tus manos tiritaban por la lectura, te hablé, pero mirabas fijamente el suelo.

-Yo no quería que se viese forzado- Dijo en voz baja sin subir la mirada -Quería demostrarte que cambié, que puedo ser esa chica que mereces, una chica te demuestre cuanto te ama...-.

Te abracé con fuerza y acaricié tu cabello, no habías comprendido nada –Kyoka, no es necesario que hagas todo eso, ya eres la chica que merezco e incluso mucho más, no quiero que te rebajes, te amo tal cual eres ¿No recuerdas cuando me declaré hace años?-.

-Cómo si fuera ayer- Respondiste abrazándome delicadamente – Recuerdo que vestías esa chaqueta de cuero que te regalé y que tanto me gustaba... te veías tan nervioso, por un momento pensé que ibas a terminar conmigo y resultó ser algo completamente distinto-, te reíste -Dijiste y lo cito, "Kyoka, me gustas desde la primera vez que hablé contigo, siendo franco me comenzaste a gustar desde que te vi a lo lejos sonreír, yo era, mejor dicho, soy tu fan número 1..."-.

Sonreí al escucharla decir eso y continué por ella - "Fue amor a primera vista, pero sé que si lo hubiera dicho pensarías que era un loco fan del montón..." Kyoka, ¿Cómo aceptaste esa declaración de amor?, sonaba como un acosador...-.

-Sí, bastante diría una persona normal, pero continuaste con algo que arregló la situación- Sonreíste al decir - "Por eso fui lento e intentaba pensar antes de hablar, cosa que sé que no sirvió, porque bueno yo siempre digo alguna tontería accidentalmente..."- soltaste una pequeña carcajada –Esa es una de las tantas cualidades que amo de ti, logras que el momento más incómodo logre ser divertido-.

Reí y continué -Creo que dije luego "cuando al fin me atreví a pedirte que fueses mi novia, yo ya te amaba, pero en esos momentos era mejor decirte un me gustas y un te quiero, porque esas dos palabras utilizadas sin pensar pueden ser un error garrafal, y no deseaba que huyeses", en verdad aún creo que hice lo correcto al no haberlo dicho, una chica normal me rechazaría... en las novelas románticas lo hubieses pensado un poco-.

-¿Quién dice que ya no te amaba?- Respondiste sin más.

Me sonrojé al instante -¿Ya me amabas? ¿Me quedé callado y me tomé el tiempo para nada?-.

Solo sonreíste ante lo dicho y luego dijiste –Prefiero que no lo hayas dicho en ese entonces, porque si no, esta linda declaración que recordamos con cariño jamás la habrías dicho ¿Cierto?-.

-Te amo Kyoka, nunca me cansaré de decirlo- Te dije mirándote fijamente con mis ojos ámbar, ¿Cómo es posible enamorarme cada vez más de ella? ¿Por qué mi corazón nunca se calma cuando está cerca?

Me miraste nuevamente con esa mirada que solo es dirigida para mí, me mostraste esa sonrisa que solo es mía.

Me interrumpiste de mis pensamientos al escucharte oír -Pero bueno, luego de dos años de noviazgo, al fin creo que ya puedo decirte te amo sin que me dejes...-.

Te ves tan linda con tus mejillas sonrojadas, esa timidez que aparece de la nada cuando me dices tus sentimientos, cerré los ojos y volví nuevamente a tu habitación del campus cuando éramos unos jóvenes inexpertos en el amor, y volví a repetir esas palabras que aún siento a pesar de los años, pero que ahora sé que es recíproco -Por eso Kyoka yo te amo con locura, amo tu cuerpo tal cual, amo esa sonrisa, y en especial amo tu personalidad, porque sin ella no serías la Kyoka Jiro que tanto admiro-.

Al finalizar miré tu rostro, las lágrimas comenzaban a brotar de tus ojos –Y no es el yo del pasado quien lo dice, es el Denki actual, un hombre que te ama más que antes y que te comprende mejor que en esa época-, suspiré y puse mis manos en su rostro –No necesito que cambies, necesito a la mujer que amo, esa estrella que ilumina mis días oscuros, olvidemos el pasado, vivamos el presente-.

Me observaste fijamente y dijiste -Te amo Denki y siempre te amaré-.

-Kyoka, si mis amigos te dicen algo o lo que sea- Dije sonriéndole -Mándalos a la mierda con tu sarcasmo y siendo tú, somos los únicos que pueden opinar de nuestra relación-.

-¿Sabes lo qué hago cuando los fans dicen que no soy la persona correcta para ti?- Sonreí -Los ignoro y sigo siendo yo, no necesito su aprobación, como tú no necesitas las de ellos-.

Ibas a decir algo, pero te besé, no quería continuar esa conversación sin sentido.

-¿Vamos a comer algo?- Dije sonriéndole -Yo invito-.

Me sonreíste y dijiste -Está bien, yo pago el postre-.

Te di la mano y nos fuimos a comer, sé que algún día mis amigos dejarán ese rencor, tendrán que hacerlo, porque sé que Kyoka y yo estaremos juntos hasta mi último aliento... 

02/10/2079

10:30 am

El cielo era de un brillante azul, no había nubes en el cielo, ese era el reflejo de que mi madre estaba en paz, feliz, ya no viviría recordando el pasado y lo que pudo haber pasado.

Ya podía estar con él, fue una buena madre, hizo lo mejor que pudo sola, siendo madre y padre a la vez.

Decidí que te enterrasen al lado de su tumba, eso era lo que querías, estar a su lado después de la muerte.

Mi madre me sobreprotegió demasiado desde la muerte de mi padre, en mi adolescencia llegué a detestarla por lo estricta que era con los horarios, que a duras penas me dejase salir con mis amigos, su negativa a las fiestas.

Un día recuerdo que te dejé de hablar por unas cuantas semanas, y me sentía feliz porque se año marcharía a la universidad, creo habértelo, era una idiota, nunca me puse en tus zapatos, nunca pensé en todo lo que tuviste que renunciar solo por mí.

Entonces recibí la carta de mi padre en mi cumpleaños, esa noche pensé y recordé lo divertido que era todo, éramos los tres contra el mundo, las risas de papá, cuando los dos me contaban historias.

Lo feliz que eras.

Y recordé algo que había olvidado, antes de que papá empeorara ibas de giras y nosotros te acompañábamos, él me sostenía en su cuello para poder verte, me creía superior a mis compañeros, mi mamá era una estrella del Rock...

Luego papá se enfermó, yo en esa época no entendía porque sus cabellos mágicamente cambiaron de color, y después de su muerte continuaste con ese color, recuerdo que antes era de un brillante morado.

Ahora lo entiendo, entiendo que dejases todo para cuidarlo a él y disfrutar cada segundo con los dos.

Ya no hacías conciertos en escenarios, ahora solo tenías dos espectadores, pero continuabas brillando.

Y luego fuimos solo las dos, comenzaste a trabajar en otra cosa, para mantenernos y también para cuidarme, nunca estuviste ocupada para cuidarme, todos los días te veía y seguía viéndote.

Dejaste todo, aún sufrías la perdida de él, yo quería que tuvieses citas, eras joven, podías conseguir a un hombre que te volviese a ser feliz, pero no, te gustaba estar sola.

Decías que era mejor mi compañía, y que nadie podía reemplazar a un hombre tan peculiar como él, nadie se haría un mechón con un rayo en su cabello, nadie te haría sentir especial, nadie lograría amarte como eres, nadie sería él.

Era muy triste, no llorabas, te recompusiste, decidiste seguir adelante y ser una buena madre y padre.

Por el paso de los años su presencia faltaba, nadie podía reemplazarlo como padre, pero tú podías llenar ese vacío.

¿Pero quién lo llenaba para ti?

Ahora comprendo que yo era quien lo hacía...

Tú me sobreprotegías porque era lo único que te quedaba de él y el amor que sentían mutuamente.

Me protegías porque me amabas, nunca me trataste mal, nunca has merecido que yo te menospreciase por algo tan estúpido.

Ahora que soy madre lo comprendo, siempre deseas que los hijos estén seguros y nadie los lastime, pero cuando uno es joven confunde el amor de padre con reglas de personas que les gusta arruinar la diversión.

Esa carta me dio a entender muchas cosas, era una chica con suerte de tener a una madre excelente.

Ella fue quien me crio para llegar a convertirme en lo que soy ahora, tal vez cometiste errores en mi crianza, pero no renunciaste, no me dejaste sola para seguir tus sueños.

Ese día lloré en tus brazos, pensé que me odiarías, pero todo lo contrario, me amabas a pesar de ser así, te volviste más "flexible", me diste más libertad, no tanta, pero podía llegar más tarde a casa.

Fuiste la mejor madre del mundo y mi mejor amiga, la única que pudo entenderme y me entenderá por completo, te quiero hasta el infinito del universo...

Si existe una siguiente vida, espero que puedan vivir juntos hasta que tengan canas reales como siempre quisieron.

Miré como la tierra era arrojada cubriendo lentamente el féretro, sentía las lágrimas caer por mis mejillas, Natsume me abrazó, para él también era doloroso, no solo había sido su suegra, la conocía desde que era un bebé, todos mis amigos la conocían y lloraban en silencio.

Sabía que debía estar feliz, al fin estaba con papá, pero dolía mucho, sentía que una parte de mi corazón se me estaba siendo arrancando.

Mis hijos me abrazaron, también era doloroso para ellos ver como su querida abuela no volvería.

Solté un largo suspiro y sonreí, mañana sería un nuevo día y debía continuar... Mamá, papá, los quiero mucho, prometo seguir siendo feliz con mi familia y dar lo mejor de mí, como ustedes lo hicieron conmigo.

Nos vemos en la siguiente vida. 

Fin.