Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7

— ¿Quieres venir a mi apartamento?

Los acelerados latidos de mi corazón me quitan la borrachera, pero no alivian mis nervios.

(Esto podría cambiarlo todo...)

— ¿Por qué no damos un paseo, mejor?

Jacob sonríe con tristeza y besa el dorso de mi mano.

—Eso suena perfecto.

Caminamos sin rumbo fijo durante un rato, riéndonos de las cosas más tontas.

Horas más tarde, regresamos a la plaza del pueblo, donde vive Jacob, y le sugiero que vaya a descansar.

—No debería haber bebido tanto... Gracias por hacerme compañía esta noche.

—Fue un placer. ¿Vas a estar bien?

—Sí, tan pronto como me acueste... pero debería acompañarte a tu casa primero.

—Por favor... ¿Qué podría pasar?

(Ah, los zombies... Dios mío, una noche de diversión y ya me olvido del estado del mundo...)

—Además, vivo cerca de aquí.

—Te veré mañana, entonces.

Jacob se tambalea hasta su puerta y lucha por abrir. Una vez que entra, suspiro.

(Yo también debería descansar un poco...)

Mientras camino por la plaza en dirección a mi casa, veo una silueta conocida por el rabillo del ojo.

(¿Es el vicealcalde? ¿Qué está haciendo?)

El vicealcalde no parece haber reparado en mi presencia.

Está de pie, apoyando contra la pared de un edificio. Llora y, de vez en cuando, se abofetea a sí mismo.

—Esto es extraño...

El vicealcalde levanta la cabeza. Por un momento, temo que me haya visto, pero se da vuelta y empieza a caminar.

(Algo está mal... ¡Debería seguirlo!)

Antes de que pueda hacerlo, alguien me golpea en el hombro. Casi me da un ataque al corazón.

— ¿Qué estás haciendo?

— ¡Raven! ¡No te acerques así a la gente!

Cuando me doy la vuelta, el vicealcalde ha desaparecido. Miro a Raven, que observa la ventana de Jacob.

(Debe de estar preguntándose qué estoy haciendo aquí... Oh, Dios. No estará pensando... ¿Verdad?)

Raven se vuelve hacia mí y puedo sentir que mis mejillas se calientan.

(Sí... Debo de tener un aspecto horrible... Seguro está pensando que Jacob y yo... ¿Qué hago...?)

—No respondiste a mi pregunta.

— ¿Dónde estabas? No te vi en la fiesta de esta noche.

—No tenía ganas de ir.

—Tienes que venir a la próxima. ¡No sabes lo que te has perdido!

Raven me lanza una mirada gélida.

—Tal vez vaya.

De repente, Raven agarra mi mano.

—Ven conmigo.

— ¿Qué? ¿Adónde?

Raven mira a su alrededor. Una vez que se asegura de que no hay nadie cerca, habla.

—No es seguro hablar aquí. Vayamos a ese lugar que te enseñé.

(¿Al... antiguo cementerio? ¿En mitad de la noche?)

—Estoy cansada, Raven. ¿No podemos hablar mañana?

—Dime algo antes de irte... ¿Me estás ocultando algo?

— ¿Qué... qué iba a estar ocultándote? No seas ridículo.

—Sí o no, Lucy.

Respiro hondo.

(Lo siento, Raven...)

—No.

Me mira fijamente por un momento, por más que intento, no puedo dilucidar sus pensamientos.

—Está bien. Buenas noches, Lucy.

Cuando Raven me deja solo en la plaza del pueblo, me encuentro más confundida que nunca.

(Tal vez puedo encontrar al vicealcalde... ¿Pero dónde estará?)

Miro a mí alrededor, pero el único humano cerca es un borracho que camina descalzo por la plaza.

(¡Tal vez vio adónde se metió el vicealcalde!)

Decido acercarme al hombre.

— ¿Señor? ¿Le puedo hacer una pregunta?

— ¿Por qué no me dejan beber en paz? ¿Qué quieres?

—De hecho, necesito hablar con el vicealcalde. ¿Has visto a dónde fue? Estaba aquí hace un minuto.

—... Piérdete.

(¿Hice algo malo...?)

—No quise molestarte. Yo solo...

—No sé dónde está, pero seguro está tramando algo. Todos los sabemos...

— ¿Lo sabemos...? ¿Qué cosa?

—Que es él el que está detrás de todo esto.

— ¿Te refieres al ataque?

—Shh... No te lo dije yo.

El hombre murmura para sí mismo y se levanta, dejándome atónita.

(¿El traidor es el mismísimo hermano del alcalde? ¡No es posible!)

(No, no puedo acusar a alguien sin evidencia. Es posible que la gente le eche la culpa a cualquiera...)

Preocupada, vuelvo a mi casa.

Por la mañana, todos somos convocados al cuartel general. Al parecer, tenemos una misión urgente.

(Ouch... me duele mucho la cabeza...)

Todavía enojada con el soldado que me llamó a la puerta de mi casa para despertarme, entro.

Obviamente, no soy la única con dolor de cabeza. Muchos de mis compañeros tienen bolsas debajo de los ojos.

—Más vale que esto valga la pena...

Las protestas se silencian cuando el alcalde entra a la sala de conferencias y sienta en el lugar de Jacob.

(Eso es raro...)

— ¡Buenos días a todos! Pido disculpas por hacerlos venir tan temprano. ¿Cómo están todos?

— ¿Dónde está Jacob?

El alcalde hace un gesto con la mano y simplemente sonríe.

—Jacob tuvo una noche dura. Creo que todos sabemos que se merece tomarse un día de descanso.

—Jacob no querría eso.

—Jacob no querría quedarse durmiendo en casa mientras discutimos una misión.

— ¿Deberíamos ir a buscarlo?

(Tienen razón. Algo no suena bien.)

—Los soldados de Jacob lo conocen mejor que nadie. No es propio de él tomarse un día libre. Estaría aquí incluso si tuviera que arrastrarse hasta el Cuartel General.

— ¡Sí!

—Bueno... no sé qué decirle, señorita Lucy. No sé por qué no está aquí hoy. ¿Tal vez tú lo sepas?

Al oír eso, mi corazón se acelera. Hago lo posible por no mostrar mi sorpresa.

— ¿Yo? ¿Por qué lo sabría?

—Bueno, estuviste con él anoche, ¿No?

—Sí... se fueron juntos de la fiesta.

— ¿Está bien el comandante?

Mis ojos recorren la sala hasta encontrarse con los de Raven. Si le interesa mi respuesta, no lo demuestra.

—La última vez que lo vi, solo le dolía la cabeza.

—Vamos, todos sabemos que ese hombre se merece un buen descanso. ¡Por eso estamos aquí!

(Quizás no debería haber dicho nada...)

—Los he reunido aquí porque hemos descubierto una nueva fuente de alimentos. ¡Y una considerable!

La emoción se esparce por el grupo como un virus.

—Además, le asignaremos un vehículo para esta misión.

(¿Oh? Qué raro... A menos que...)

— ¿Dónde está exactamente esta fuente de alimento?

—Es un supermercado cerca de una zona residencial al sur de...

—Tiene que ser una broma. Ese sitio está infestado de zombies. La última vez que lo intentamos, casi nos matan.

—Entiendo tu preocupación, Raven, pero esta mañana recibí informes sobre un cambio en la actividad en esa área. Parece que los zombies están migrando.

Hay murmullos de sorpresa en la habitación. Raven mira a su alrededor con los ojos entrecerrados.

—Como solo tenemos un vehículo, mandaremos un grupo pequeño. Tenemos que actuar rápido. ¿Voluntarios?

—Yo.

(¡¿Eh?! ¿De dónde salió?)

En lugar de echarlo, el alcalde le da la bienvenida a Zero.

— ¡Un joven muy valiente!

—Yo también voy.

(Raven... Preferiría quedarme aquí y observar al vicealcalde, pero si estos dos van... yo también voy.)

—Me ofrezco como voluntaria.

(Además, Zero debe de tener una buena razón para ir... ¿Verdad?)

Algunos soldados más se ofrecen como voluntarios después de mí.

—Estoy orgulloso de todos ustedes y no puedo esperar a ver el botín que traerán. Aquí están los detalles de la misión...

Pasamos la mayor parte del día esperando que reparen nuestro transporte, ya que no enciende.

Cuando estamos listos para partir, ya casi es de noche.

— ¿Alguna señal de Jacob?

—No lo he visto en todo el día. Bebió mucho anoche, Raven...

—Entonces tú también te lo crees, parece.

—No dije eso. ¿Qué crees que está pasando?

—No lo sé. Tal vez el alcalde obligó a Jacob a tomarse el día.

—Ya veo.

—No necesitamos que nadie nos diga qué hacer. Lo hemos hecho muchas veces.

—Así es. Volveremos con la comida sin ningún problema.

(Solo espero que no pase nada mientras no estamos...)

Ninguno de nosotros se da cuenta siquiera de lo tensos que estamos en el camino.

Tan pronto como vemos que los informes del alcalde son correctos, dejamos escapar un suspiro colectivo de alivio.

—Busquemos ese supermercado y esperemos que nadie lo haya vaciado ya.

Para sorpresa de todos, el supermercado todavía está intacto. Llenamos nuestras bolsas.

—Dejaremos las bolsas en el vehículo y volveremos a buscar más comida, Lucy. Vigila la entrada.

— ¡Sí, señor!

Raven me entrega un rifle de asalto. Me agacho detrás de un automóvil abandonado.

En silencio, dejo que mis sentidos se agudicen. Estoy atenta al más mínimo cambio de brisa. Sin embargo, eso no me prepara para lo que pasa cuando el sol termina de ocultarse.

Cientos de zombies emergen de las ventanas de los edificios que rodean el supermercado, cayendo al suelo.

Algunos de ellos se golpean tan fuerte contra el suelo que se quedan allí, inmóviles.

Los demás se levantan y vienen directamente hacia mí.

¿Podría el vicealcalde estar realmente detrás del ataque zombie?

¿Sobrevivirá Lucy la noche en la ciudad infestada?

¿Qué le pasó a Jacob?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro