No te dejare olvidarme #38
Capítulo 38
No te dejare olvidarme
Luka
¿Cómo había pasado esto?
¿Cómo había permitido que sucediera?
Golpee la puerta de la habitación de Grace y le rogué que me abriera, pero está nunca respondió. Me sentía frustrado y me deje caer en el suelo frente a la puerta, en el piso de abajo escuchaba a Greta intentando explicar algo que ni siquiera ella conocía, nadie entendía lo que había pasado, pero yo tenía una ligera sospecha.
—Grace tienes que saber que todo se trata de un error —dije a través de la puerta—. Te están engañando, yo jamás te haría algo así.
—Luka —me llamo Greta colocándose a mi lado—. No abrirá la puerta, será mejor que nos marchamos y le des tiempo.
—¿Tiempo para que? —pregunte frustrado—. Terminará odiandome.
—Luka por favor, la conozco y se que necesita tiempo —insistió Grace.
No podía seguir en la puerta de su habitación gritándole con sus padres en el piso de abajo exigiendo una explicación de lo que sucedía. Decidí escuchar a Greta y alejarme por hoy, baje las escaleras con ella y me presenté nuevamente ante los padres de Grace.
—Disculpen las molestias, lo solucionare —no pude decir nada, salí de la casa y entre a mi coche lo más rápido que pude.
Golpee con fuerza el volante, quería arrancarlo ¿Por qué había permitido esto? Empecé a recordar a torturarme con todo lo que había pasado.
Recuento:
Había llegado a la empresa, me encontraba en mi oficina junto a Francesco atento a cada mensaje de Grace e intentado concentrarme en el trabajo.
El señor Borja entro a nuestra oficina después de que lo llamaramos, era el padre de Maritza y un accionista minoritario de la empresa.
—Que gustó verte en la empresa Luka —me salido el hombre de unos sesenta años, robusto y algo arrogante.
—El placer es mío —estreche su mano—. Quería hablar con usted de las medidas legales que tomaré contra su familia.
—¿Que está diciendo? —pregunto con una sonrisa cínica.
Me aclare la garganta —Mi reputación y la empresa se han visto en problema debido a que Maritza ha estado divulgando mi vida privada.
—No creo que Maritza tuviera que ver con qué usted fingiera ser un profesor y saliera con una a estudiante —se defendió el hombre.
Sabía que lo que había hecho era incorrecto, pero Maritza no estaba en su derecho de espiarnos y divulgar nuestra relación, aún sabiendo esto él defendía a su hija. Tome aire y rece porque no se me pegará el carácter de Grace en este preciso momento, yo solía ser un hombre tranquilo aunque se me provocará.
Francesco de acercó a nosotros —Eso no es todo, usted está intentando convencer al resto de los accionistas para vender sus acciones ¿Con que objetivo lo hace?
El hombre acomodo su traje —Está empresa está cayendo en picado, solo trato de salvarla.
—¿Intenta aprovecharse de lo que está sucediendo para vender la empresa? —fui directo al grano.
Estaba claro que si los accionistas vendían sus acciones a Dios sabe quién, Borja estaría detrás de todo esto ganando una parte por cada acción que logrará vender.
—Llevo en este sitio desde que su padre ocupo ese lugar —señaló el.
Francesco puso un documento frente al hombre —Si cree que la empresa va en picada, por favor, firme este documento.
—¿Esto que es? —miro los papeles con desagrado.
—Compraremos su parte —señale—. Si a usted le parece bien.
El hombre se levantó y tomo los documentos—. No sé que intentan con esto, pero no cederé mis acciónes.
Me levanté de mi sitio —Nos vemos en la reunión señor Borja y espero que no vuelva a confabular en contra mía nunca más o haré que la cifra de esta oferta descienda y que aún así no le quede más remedio que firmar —le advertí.
El no dijo nada más, nos miró con algo de orgullo antes de marcharse. Me parecía increíble que siendo accionista intentará que el resto vendiera su parte cuando el no quería vender la suya. Estaba claro de que tanto el como Maritza tramaban algo en mi contra.
Me dirigí a la reunión con Francesco, está avanzo sin interrupciones y para mí sopresa llegamos a tocar algunos puntos que fueron favorables para todos. Me sentía animado a pesar de que solo deseaba llegar a casa y abrazar a mi mujer.
—Señor Caruso —me llamo la secretaria—. ¿Desea una tasa de café?
Tome lo que me brindaba, mientras tomaba notas de lo que decía en resto, no pude continuar, mis ojos empezaban a pesar demasiado y mi cuerpo de pronto de sentía algo decaído.
Francesco tocó mi frente una vez se acabo la reunión —Estás un poco frío.
Yo me sentía muy caliente —Tengo un poco de mareo, no se que me pasa.
—¿Quieres comer algo? —ofrecio mi hermano.
—Ya lo hice —Grace me lo había exigido e incluso le tuve que mandar la prueba de ello.
—Ve a la suite y descansa un poco, solo queda un par de reuniones y desde aquí me puedo hacer cargo solo —ofreció mi hermano.
—Esta bien, no se que me pasa realmente —afloje mi corbata.
Francesco me dió una palmada en la espalda y me acompaño al ascensor —Llamaré al doctor, igual es un virus o algo.
—Quizas.
Solo sabía que me sentía en extremo cansado. Cuando llegue a la suite me quite el chaleco y la corbata dejándola en el suelo, cuando toque la cama mi cuerpo lo agradeció y me quedé rendido en ella. Solo estoy muy cansado, no había dormido nada y mi querida calabaza me había dejado mas caliente de lo normal, aún lo sentía.
La sentí desabotonar mi camisa y pasar sus manos por mi pecho.
—¿Que perfume estás usando? —murmure, no era el olor al que estaba acostumbrado.
Este era algo más fuerte y demasiado dulce.
—Tu favorito —respondió ella.
Hice una mueca —No lo es, no vuelvas a cambiar tu olor.
—Vale cariño —empezó a besar mi mandíbula, mientras se paseaba por mi cuerpo.
Tome su nuca y la acerque para besarla, sus labios estaban pegajosos, Grace nunca se pintaba los labios, era extraño que ahora lo hiciera. Además su beso era algo hambriento y ella siempre me había besado de manera pausada, disfrutando de cada instante. Su cabello no se sentía espeso en mis manos, este era suave y liso ¿Donde estaban sus rizos?
El agotamiento me impedía abrir los ojos —¿A ti que te pasa? Te has quitado todo lo que me gusta —me queje, sabiendo que me morderia por ello.
—Lo haré como a ti te gusta —respondió.
¿Y ahora dónde estaba su carácter y su voz chillona?
Volvió a besarme y está vez escuché un click, abrí mis ojos, Maritza estaba encima de mi tomandome una foto. Atrapé su garganta con mi mano y la lance al otro lado de la cama, lejos de mi.
Me incorpore como pude —¡¿Se puede saber que carajos haces aquí?! —le grite.
—Parecias muy feliz de que estuviera aquí —respondió ella con coquetería.
Me levanté de la cama tambalendome, pero aún así pude tomarla del brazo y llevarla a la puerta. Abrí está y la dejé fuera de la habitación.
—¡Estás enferma Maritza! —le grite—. Tendrás noticias de mis abogados.
—¿Por qué haces esto Luka? —pregunto ella con los ojos llenos de lágrimas.
—Cometiste el error de tocar a mi mujer —le cerré la puerta en las narices.
Vale que había sido en defensa propia, pero a mí eso me importaba poco y contando las fotos y ahora esto, tenía muy buenas razones para denunciar a Maritza por acoso.
Caí al suelo en el intento de volver a la cama y me entró una risa tonta que no podía controlar.
—¡Luka! —exclamo mi hermano entrando en la habitación—. ¿Pero que te ocurre?
—¡Disfruta la fruta hombre! —le grite desde el suelo.
—¿Pero que dices? —se acercó con el doctor.
—No lo sé, cosas de Grace que yo tampoco entiendo —confesé, a penas se entendía lo que decía.
El doctor reviso mis ojos —Este hombre está drogado.
Negué con la cabeza —No señor, yo no me drogo.
—¿Que te metiste Luka? —me sarandeo mi hermano.
Empecé a cantar con mis dedos todas las cosas que me había comido —Una dona, un café, pizza, otro café y otro café que me dió tu secretaria a y Maritza vino y me beso, quizás fue su veneno —recorde aquello y me limpie los labios.
—¡¿Maritza?! —solto Francesco sorprendido.
Cerré mis ojos —Me tomo una foto y se fue.
Me desperté no se cuantas horas más tardes en la misma habitación, solo que está vez me habían movido a la cama. La cabeza me retumbaba como si tuviera resaca y el cuerpo me dolía. Mi hermano dormía a mi lado, aclaré mis ideas e intenté organizarme.
¡Maldición! Maritza me había tomado una foto mientras me besada, esa mujer estaba loca.
—Deberiamos hacer algo con Maritza, si entro aquí no fue por nada bueno —menciono Francesco a mi lado—. Deberías advertir a Grace.
Me estire en la cama —Me tomo una foto.
—¿Para que crees que la usará? Venga, llama a Grace y dile —pidió mi hermano.
—¡Francesco! —lo regañe—. Puedo solucionar esto y te aseguro que si Maritza no quiere terminar frente a un juez no hará nada con la foto. Grace no se puede enterar, ya está pasando por mucho.
—No pienso igual, pero está bien —respondio mi hermano.
—Voy a regresar, me encuentro fatal aún —me levanté de la cama un poco mareado.
—Luka, ocultar los problemas es como quedarte con una granada en la mano, explotará —me advirtió mi hermano.
Suspire y le di un apretón en el hombro para calmarlo —Se lo que hago.
Presente:
No sabía lo que hacía y la granada me había explotado en la mano.
Estaba tan equivocado en cuanto a todo y entendía que Grace estuviera furiosa, pero ni siquiera me había dejado explicar, esperaba que Greta tuviera razón y que una vez que estuviera más tranquila me dejara hablar. Pase todo el día en casa, comiéndome la cabeza sobre cómo solucionar esto. Le hice un montón de llamadas, estaba claro que eso de dar tiempo no era para mi, me consideraba un hombre con mucha paciencia, pero en este caso está se había esfumado.
En la noche después de no recibir respuesta alguna por parte de Grace decidí conducir hasta su casa, ya era bastante tarde y estaba a oscuras, la única luz venía de la ventana de Grace y justo sentada en ella estaba, con un cuenco de helado y galletas.
Le envié un mensaje desde el coche «Te ves preciosa está noche.»
Ella miró a su alrededor, hasta que vio mi coche y comenzó a escribir «Y tu pareces un acosador, lárgate.»
«Ta amo Grace y merezco que me escuches.»
No hubo más repuesta, Grace cerró la ventana y apagó la luz. Yo me quedé en el coche toda la noche, sintiendo que mi vida ya no tenía ni una pizca de sentido. Si volvía a casa me encontraría con algún periodista y seguramente pasaría horas mirando al techo de mi habitación, maldiciendo en silencio porque no la tenía a ella.
Me asustaba el hecho de que Grace se hubiera vuelto una persona tan importante en mi vida, me asustaba mirar al futuro y no saber que ocurriría si no estábamos juntos. Estaba mal, lo reconocía, no podía depender emocionalmente de una persona, pero la amaba y me había visto con ella en todos mis sueños, no quería que terminara por una estupidez.
Al amanecer toque a la puerta de su casa, me recibió su madre no muy contenta.
—No ha dejado de llorar —explico la mujer.
Mire al suelo algo avergonzado —Yo de verdad lo siento mucho, todo es un malentendido.
—No se lo que pasó, pero arreglalo o alejate —pidio la mujer—. Grace es muy joven para estar sufriendo de esta manera.
—¿Puedo verla? —pedi, esperaba hablar con ella ahora.
—No y quítate —pidió Grace de mala manera pasando a mi lado—. Tengo clases.
La seguí porque no tenía más remedio que obligarla a escuchar lo que tenía que decir.
—Grace cuando ocurrió lo de esa foto yo no estaba consciente del todo, pensé que eras tú —expliqué.
Ella se giró enfadada —¡¿Habías bebido?!
Negué con la cabeza —Creo que Maritza me drogo para conseguir esa foto.
-¿Por qué Maritza estaba en la oficina en primer lugar? —pregunto ella con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Por qué actuaste tan normal por teléfono?
—Su padre trabaja en la empresa y yo no quería preocuparte en medio de la prueba, no creí que ella lo haría después de que la amenazara con una demanda —explique tomando su mano.
Ella mordió su labio —¡Ocultas muchas cosas! Lo justificas con el hecho de que así proteges a las personas que te rodean, pero no es así, nos vuelves vulnerables ¿Sabes cómo me sentí cuando ví esa foto? Cuando llegue y tú estabas sonriente con un ramo de flores mientras yo me repetía que no me amabas.
—¡Yo te amo y si, es mi manera de protegerte, lo siento si te enteraste de esa manera! —tome sus hombros y la hice mirarme—. Te amo y si debí prohibir la entrada de Maritza a la empresa y debí haber hecho muchas cosas, pero no me castigues así.
Ella nego con la cabeza —Esto no es un castigó, solo que no se si realmente tenías la intensión de contarme, tengo muchas cosas en mi cabeza y necesito pensar.
—¡¿Pensar en que?! —le grite.
Antes de que pudiera responder la besé, mordí sus labios y abrí su boca para recorrerla con mi lengua, ella gimió y me dejó abrazarla.
Se separó de mi —¡Así no es como se hacen las cosas!
—Así es entre nosotros —volvía besarla—. No puedo estar lejos de ti.
—¡Yo si! —me empujó—. Estoy perfectamente bien.
Tenía las mejillas rojas y los ojos llenos de lágrimas, aún así la muy cabezota decía que estaba bien. Yo si reconocía que me estaba muriendo muy lentamente con toda esta situación.
—Pues hace un segundo estabas mal —le dije, debía darse cuenta—. Estamos mal.
Ella tomo aire —El año pasado gaste seiscientos euros en una psicóloga que prometió arreglarme la vida y como no lo consiguió fingi que estaba bien para que no se sintiera mal, así volveré a hacerlo.
—Grace no quiero que hagas eso —le pedí.
—Vuelvo a ser una hija de puta que se iba de fiesta y le importaba una mierda todo.
—¡Grace detente! —le adverti.
Ella retrocedió —¡Sin sentimientos, cosa que nunca debió cambiar!
—Te amo.
Nego con la cabeza —Ya ni siquiera de diferenciar cuando mientes, vete a tomar por culo un rato Luka.
Y así había hecho, se había dado la vuelta sin pensarlo dos veces y me había dejado solo.
Cerré mis ojos —No te voy a seguir.
—Bien.
Éramos dos idiotas, quería ir tras ella y volver a explicarle lo mismo una y otra vez a pesar de que ella no me creyera y tal vez si lo hacía, solo que se había cansado de que le ocultara las cosas. Ella tenía razón, las cosas que le ocultaba al resto los volvían vulnerables, de haberle dicho desde un principio lo que sucedió tal como me aconsejo Francesco ella no hubiese sufrido, no se sentiría insegura en cuanto a mis sentimientos.
Grace
Un par de días habían pasado desde aquella caótica discusión con Luka. Recibí un último mensaje en el que explicaba todo lo que había ocurrido y como Maritza se había aprovechado de el, quería matar a esa mujer y quería morir yo.
Toda esta situación me había hecho sentir insegura, Luka siempre ocultaba cosas y odiaba eso de el, me hacía sentir insignificante y tonta. Las clases habían terminado y yo seguía en mi habitación, encerrada esperando que el tiempo pasara.
—Toc Toc —dijo Francesco desde la puerta.
—¿Ahora dejan entrar ratas? —pregunte desde la cama.
El sonrió y se acercó sentándose en una esquina de la cama —Vine con Greta y Bianca, están abajo.
—¿Viniste a convencerme de que volviera con Luka? —pregunte haciéndome un ovillo en la cama.
Nego con la cabeza —Me enfade con el, ayer me contó cosas de la empresa y de mi padre que yo desconocía —explico Francesco—. ¿Tu sabías que mi padre estaba vivo?
Me senté en la cama —Eso parece.
Francesco suspiro —He vivido con miedo y no sabes lo feliz que fui cuando Luka llego un día y nos dijo que estaba muerto, el ni siquiera estaba aseguro y cargo con esa duda.
—El carga con mucho —mencioné.
—Y lo hace por amor, por eso no puedo enfadarme mucho con el, solo tiene que darse cuenta que nos tiene a nosotros y podemos apoyarlo —explico Francesco tomando mis manos.
—Me estás intentando convencer —afirme.
—Si, no quería que fuera tan obvio, pero al menos llámalo —pidio—. Está muy desanimado.
Abrace mis rodillas —No se si pueda confiar en el.
—Entiendo —se levanto de la cama, pero antes dejo unas llaves frente a mi—. Son de su apartamento, por si cambias de opinión. Debo volver a la empresa y evitar perderla.
—¿Tan mal va?
Francesco hizo una mueca —Luka quiere venderla.
Sabía que esa idea había rondado por la cabeza de Luka hacía un tiempo, me dolía pensar que perdería todo por lo que había trabajado el y su familiar.
Volví a esconderme bajo la manta
¡Maldición, amaba muchísimo a ese hombre!
Tenía un montón de miedos que se acumulaban en en mi pecho y me hacían respirar con dificultad. Tenía miedo a perder al hombre que amaba por cobarde, tenía miedo a que el me volviera a fallar, tenía miedo a vivir en una relación dónde ya no existía la confianza, tenía miedo a no volver a amar como lo amo a el.
Era aterrador. Me levanté de la cama y colocándome las zapatillas salí de la habitación. Francesco aún estaba en el salón con Greta, Bianca y mis padres.
—¿Grace a dónde vas? —pregunto mamá.
Tome el casco de la moto de Greta —Préstame tus llaves —pedi.
Eran tan mala para conducir una moto como lo era para hablar en público, iba mal pero sobrevivía. Logré llegar en una pieza al edificio de Luka y la moto no sufrió daños. Subí sl ascensor sintiendo que moría, ya no podía retroceder y no quería hacerlo.
Abrí la puerta con las llaves y lo encontré sentado en el suelo junto a la ventana, con una copa de vino en su mano, se sorprendió mucho de verme.
—Pense que no bebias cuando te sentías mal —señale acercándome a el.
El se levantó y camino hacia mi —¿Viniste a cambiar eso o a despedirte?
Tome aire —No confío en ti.
El mostró una sonrisa forzada —Parece que a lo segunda.
—Callate y escúchame —le pedí dando unos pasos hacia el—. Eres el imbécil que más amo en este mundo y si eres bien idiota por creer que ocultandome las cosas me proteges —volvi a dar un paso más, ya estaba muy cerca—. Lo eres aún más cuando crees que puedes con todo.
El me miró, con los ojos cargados de furia y deseo, aferró sus manos a mis caderas y me acerco por completo a el.
—Atreteve a dejarme —me reto—. No podrías olvidarme tal como yo no podré olvidarte a ti.
Cerré mis ojos cuando beso mi mandíbula —¿Que debería hacer?
—Amame —susurro en mi oído—. Es lo mejor para ambos.
—Seguiras siendo tu ¿Cómo confiar en ti? —señale.
El tomo mi mano y acaricio el anillo que aún tenía puesto —Señorita Abbey, en ese caso no te despegues de mi, yo te enseñaré cada parte de mi vida y haré que vuelvas a confiar en mí.
Me acerque a el rozado nuestros labios —Se trata de dos, no estás solo.
El me miró a los ojos —Así será.
Tachan para que después no digan que las hago sufrir.
Mañana descanso mis ojitos y mis neuronas, además me quiero encargar de hacerle promo al libro (pueden apoyarme compartiendo)
Así que a partir del lunes se viene el drama ¿Podrán Luka y Grace trabajar como equipo por el bien de la relación, la familia y la empresa?
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PD: ya nos acercamos al final
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