[Extra 5: Accidente]
«¿Sabe por qué a la gente le gusta la violencia? Es porque se siente bien, los humanos encuentran satisfacción en la violencia, pero quite la satisfacción y el acto se vuelve vacío.
"The imitation game"»
2 de Junio (Día del accidente)
—Esquizofrenia de primer nivel — El doctor Shin, un reconocido y bien posicionado psiquiatra y un íntimo amigo de la familia Min dio el diagnóstico a los señores Min.
La pareja no sabía exactamente que sentir, ¿miedo? Es decir, su hijo más pequeño estaba enfermo mentalmente, ¿aversión? No era alguien normal, ¿enojo? Pues de todas las personas tuvo que ser su hijo.
—Pero Jaebum, tú sabes que nadie de nuestra familia tiene o tuvo esos padecimientos — Comentó Hyorin, evidentemente preocupada.
—Lo sé Hyorin, pero la esquizofrenia se desarrolla por muchos motivos, no solamente es por herencia, tendría que hacerle más estudios a Yoongi para saber la causa exacta — Los Min se miraron con preocupación.
—¿Tenemos que llevarlo a tu clínica? — Jaebum asintió.
—Le diremos a nuestro hijo y te lo traeremos — Sin más que decir, la pareja salió del consultorio de si amigo.
Estaban devastados, recibir la noticia de que si pequeño tenía una enfermedad que podía dejarlo sin control era algo muy difícil para ellos, ¿cómo debían tomarlo? Agradecían que Seokjin los haya puesto al tanto de la situación de su hermano.
El camino de regreso fue callado, ninguno sabía que decir y mucho menos como actuar, por fortuna tenían a un amigo que sabría cómo ayudarlos, pero la enfermedad podría avanzar, nada les garantizaba que Yoongi pudiera llegar a sanar, si es que lo hacía.
En cuanto cruzaron el umbral de la entrada de su casa, el mayor de sus hijos los interceptó.
—¿Qué pasó? ¿Qué les dijo Jaebum? — Seokjin no había podido estar tranquilo en lo que iba del día, estaba tan preocupado por su hermanito.
—Tu hermano está enfermo — Susurró su madre.
—¿Qué es lo que tiene? — Ambos padres se miraron, sabían de antemano que la reacción de Seokjin no sería buena, pero tenían algo a favor y era que él, mejor que nadie, podía darle la noticia a su hermano.
—Yoongi tiene esquizofrenia — En ese momento, Jin dejó de respirar.
No era una enfermedad buena, en realidad ninguna lo era, pero siempre tuvo las sospechas de que fuera eso, desde niño Yoongi tenía aptitudes para una enfermedad mental, más trataba de convencerse de que no era así, no quería ver lo grave que su pequeño estaba.
—Jaebum nos dio una posible solución — Habló su padre rompiendo el silencio.
—¿Cuál? — Trataba se no mirar a sus padres a los ojos.
—Vamos a... — Wonho tomó la mano de su esposa buscando apoyo —Vamos a internar a Yoongi en una clínica de salud mental.
La piel del mayor palideció, el oxígeno abandonó sus pulmones y sintió mucho miedo. No, no podía dejar que sus padres se llevaran a su hermano, aunque tal vez era lo mejor. Una enfermedad como la esquizofrenia era muy difícil de tratar, fuera en primer nivel o en el más complicado, tal vez llegaría un momento en que no podrían controlarlo y entonces sí que tendrían que encerrarlo.
—No quiero que se lo lleven — Una lágrima rodó por su mejilla —Pero es lo mejor.
Y por mucho que le pesara admitirlo, en ese lugar había personas que sabrían cuidar de su hermano, personal capacitado para lidiar con ese tipo de enfermedades, pero ¿qué le aseguraba que lo tratarían bien? ¿qué le garantizaba que en ese hospital su hermano estaría o se sentiría bien? Exacto, nada.
—Tenemos que pedirte un favor — Su madre le miró con tristeza. Jin levantó la vista. —Necesitamos que le digas a Yoon que está enfermo y que necesita ir a ese lugar.
—No, todo menos eso — Fue instantánea la respuesta.
—Jin, por favor, te lo pedimos — Hyorin tomó las manos de su hijo entre las suyas.
Era más que evidente que no quería hacerlo, no quería ver cómo sería la reacción de su hermano, odiaría ver como se destruía.
—¿Ustedes no pueden?
—Amor, ya recibimos una noticia muy fuerte, no soportaría ver a tu hermano a los ojos — Hyorin de verdad esperaba que lo entendiera.
—¿Y ustedes creen que yo si podré resistir? — Era obvio que no.
—Seokjin, hijo, ayúdanos por favor — Intervino Wonho.
No quería, de verdad no, pero era algo que debían tratar como familia, debía apoyar a sus padres, debían mantenerse unidos ¿tenía otra opción?
—Está bien, lo haré — Aceptó después de meditarlo un rato, lo que no sabía era que al aceptar una petición como esa estaba firmando su propia condena, pues cargaría con la culpa de lo que pasaría después. —¿Cuándo se lo llevarán?
—El fin de semana. — Jin rodó los ojos con molestia, tendría que hacerlo lo más pronto posible.
⏳
El jueves 2 de Junio todo parecía normal para Yoongi, no había tenido mayor complicación durante su descanso, había dormido bien y lo principal es que ya solo faltaba un día para el fin de semana, todo iba bien.
Se había duchado antes de ir a la escuela, y faltaba poco para bajar a desayunar. Algo que se le había hecho raro es que sus padres habían tenido que ir a Seúl por asuntos "de trabajo", hace unas semanas le habían hecho a él unos estudios que no sabía para qué eran, igual y solo era para monitorear su salud.
Miró la hora en el reloj y bajó al comedor.
—Hola — Saludó, pero solo contestó su hermano.
—Buenos días Yoonie — Sonrió, pero Yoongi vio algo diferente en él.
—¿Y nuestros padres? — Preguntó.
—Fueron a Seúl — Jin no podía mantenerle la mirada.
Yoongi frunció el ceño por la respuesta dada, aunque lo dejó pasar.
—¿Cuándo regresan? — El menor de los hermanos tomó asiento en la mesa para desayunar.
—No lo sé, pero vamos a ir con ellos también — La duda aumentó más.
—¿Por qué? — Seokjin sabía de sobra que el momento de decirle la verdad había llegado.
—Tus estudios están listos — Su voz tembló.
—¿Y qué tal?
Jin se quedó mirando a un punto fijo en la mesa, no tenía ni la menor idea de cómo se lo tomaría su dongsaeng, no sabía cómo reaccionaría y le daba miedo, ¿y si su hermano tenía una crisis ahí mismo? ¿sería capaz de hacerle daño, de desconocerlo? Esperen ¿desde cuándo Seokjin le tenía miedo a su propio hermano? Es decir, Yoongi era incapaz de lastimarlo, ¿cierto?
—Yoon, quiero que me escuches y que bajo ningún motivo te alteres — Volvió la mirada al pequeño. El pelinegro asintió.
—Jin, me estás asustando.
El mayor tragó saliva con dificultad, pues el nudo de su garganta se lo impedía.
—Yoonie, tienes esquizofrenia — Seokjin quiso reprimir el sollozo al final de la frase, pero no pudo.
Por su parte, Yoongi sintió que le habían derramado un balde de agua fría, no, eso no podía ser, él no estaba loco.
—Eso no es cierto, estás bromeando, debes estar bromeando — Negó con la cabeza repetidas veces, sonrió de maneta nerviosa, esto no puede estar pasando, pensó.
—Iremos a Seúl para que te internen en un hospital psiquiátrico — Eso último le dolió más a Jin que a nadie.
Yoongi lo miró con sorpresa, ¿era en serio? ¿lo encerrarían? Por unos momentos se quedó en shock, tratando de asimilar la noticia.
—¿Me van a llevar? — Susurró, acto seguido se levantó de la mesa con brusquedad. Jin trataba de calmarlo.
—Yoon cálmate, es por tu bien — Min menor llevó ambas manos a la cabeza.
—No estoy loco, no estoy loco ¡No estoy loco! — Gritó mirando a su hermano —Tú me crees, ¿no?
—Yoongi...
—No dejes que me lleven, no me quiero ir Jin — Yoongi se arrodilló frente a su hermano, aferrándose a sus pantalones —¡No estoy loco!
—No quiero que te vayas, pero no estás bien aquí — Trató de ponerse a la altura de su hermano, pero no podía —Puedes salirte de control y hacer algo de lo que te arrepientas después.
Yoongi volvió a quedarse estático, ¿qué era lo que su hermano estaba insinuando?
—¿Quieres decir que soy un peligro? — Le miró herido.
—Yoon, piénsalo — Seokjin vio cómo su hermano se incorporaba de a poco —Ves cosas que nadie ve, hablas con alguien por un espejo, eso no es normal — Se justificó.
—Todas son reales, no estoy mintiendo Seokjin, tú me crees... — Fue interrumpido.
—¡No! ¡No te creo! — Gritó el mayor —Desde que somos niños tienes alucinaciones y me da miedo — Se rompió —¡Me das miedo!
—¿¡Y por qué dijiste que me creías entonces?! — A Min menor le costaba creer las palabras de su hermano, le había estado mintiendo ¿por miedo? —No quiero ir a ese hospital, yo sé lo que veo y sé que es real — Comenzó a llorar.
—¿¡Acaso no entiendes que estás loco, Yoongi?! — No, eso no fue lo que Jin quiso decir, más las palabras salieron por sí solas.
Se creó un silencio gélido y sepulcral entre ambos, los dos se miraban a los ojos con expresiones indescifrables, heridos, enojados, temerosos. Jin quería disculparse, pero su garganta se mantenía cerrada. Y Yoongi era una maraña de nervios, ¿por qué se sentía tan traicionado y engañado? Fuera como fuera, la única verdad que le importaba en ese momento era que la persona en la que más confianza había tenido lo estaba lastimando. Después de minutos que parecieron horas, el más pequeño habló.
—Vete a la mierda — Se dio la vuelta dando la espalda a su hermano mayor y guiando sus pasos hasta su habitación.
Cerró la puerta de su pieza de un portazo, quería llorar tanto, se sentía tan frustrado y enojado. Tomó un cojín de su cama y ahogó un profundo y gutural grito en él. Se odiaba, no entendía cómo es que todo eso le estaba pasando a él, pensó que con el bullying que sufría por parte de Siwon era suficiente, pero no, ahora resultaba que estaba loco y que era hasta un peligro para los demás.
Miró al espejo de su habitación y caminó hasta él.
—¡Ven aquí! — Llamó al hombre —¡Que vengas, maldita sea!
—¿Por qué estás tan enojado? — El peliblanco hizo acto de presencia.
—¡Es tú culpa! — Fue lo primero que dijo —Creen que estoy loco por tu culpa.
—No estás loco — Dijo con firmeza.
—Ve y díselo a los que me diagnosticaron esquizofrenia — Apuntó a la puerta —Ah, cierto, que solo yo te veo — Rio ante el sarcasmo.
—No estás loco Yoongi, sé lo que te estoy diciendo — Se mantenía serio.
—¿Ah no? Entonces ¿por qué solo yo te veo? ¿por qué nadie más te ve?
—No es tiempo — Fue todo. Yoongi estaba tan molesto que fue por el libro que el hombre le había dado años atrás.
—¿¡Esto también es una alucinación?! — Agitó el libro —¡Nada de esto es real! ¡Tú no eres real! — Arrojó el libro al suelo y lo pisó varias veces.
Quería llorar de puro coraje, salir corriendo de esa casa lo más rápido posible, que alguien le escuchara y le dijera que no estaba loco ni enfermo, alguien que le entendiera. Tomó su mochila y se la colocó dispuesto a ir a la escuela, olvidarse por un momento de todo lo que estaba sucediendo, necesitaba a Hoseok.
—¿A dónde vas? — Preguntó el hombre del espejo.
—Al colegio, ahí nadie sabe que soy un maldito fenómeno — Le dio la espalda dirigiéndose a la puerta.
—Antes de que te vayas a la escuela, debo decirte algo — Yoongi volvió la mirada hacía él. Estaba asustado, se podía leer fácilmente en su rostro —Siempre, pase lo que pase trata de recordar, piensa, piensa de más y mira más allá, recuerda de dónde vienes — Suspiró —No estás solo ni estas equivocado —Desvío su mirada hacia el objeto que momentos antes el pelinegro lanzó al suelo —Los libros siempre ayudan — Ahora lo miraba directo a los ojos —Saben lo que sabes, huye, de ser necesario escóndete, pero nunca olvides que el pozo es la única entrada a la realidad.
Min se volvió hacia la puerta de nueva cuenta.
—Y una mierda — Espetó y salió de la habitación.
Dirigió sus pasos hasta la entrada principal de la casa, a pesar de los gritos de hermano llamándole él no se detuvo, salió de su hogar sin siquiera voltearlo a mirar.
⏳
Cuando llegó al instituto Hoseok lo saludó igual que siempre, con la diferencia en la actitud de Yoongi, Jung sabía que no estaba de buen humor, y eso no era para nada común.
—¿Pasó algo, hyung? — Le miró preocupado.
—Me peleé con Seokjin. — Desvío la mirada.
—¿Por qué? — Hoseok sabía que las peleas entre ellos eran muy raras, por lo que debía pasar algo muy fuerte para que ellos discutieran. Min suspiró.
—¿Recuerdas los estudios que me hicieron? — Hoseok asintió —Resulta que tengo esquizofrenia y que me van a internar en un manicomio — Bufó —Yo sé que no estoy loco.
Jung se quedó sin palabras, trataba de procesar todo lo que su amigo le dijo.
—Hyung eso es muy grave — Min asintió —Pero ¿ya lo comprobaron?
El pelinegro le miró sin entender.
—¿Cómo?
—Bueno, solo han ido con el amigo se tus padres, ¿por qué no van con otro médico? Pidan una segunda opinión.
La idea de su amigo no sonaba tan mal, era lógico, debía estar muy seguro de que el diagnóstico fuera el correcto.
—Tienes razón, necesito hablar con mis padres antes de que me lleven — Llevó ambas manos a su rostro.
—No dejaré que te lleven Yoon — Aseguró el menor, estaba muy dispuesto a proteger al chico que más amaba, y en eso, una espléndida idea se le ocurrió. —Ya sé que hacer para que no te lleven.
Yoongi lo volteó a ver.
—¿Ah sí? ¿Qué?
—Ven a mi casa, no podrán encontrarte y podremos buscar ayuda en ese tiempo — Yoongi sonrió, a veces pensaba que el genio era Hoseok.
—Me gusta la idea — Asintió.
—Bien, pues hoy vienes conmigo — Ambos sonrieron ante la magnífica idea.
...
El timbre sonó indicando el fin de las clases, todos comenzaron a salir de las aulas con intensión se llegar a sus casas. Lamentablemente ese no era el caso de Yoongi, ya que él iría con Hoseok.
—Yoon, ¿Podrías esperarme en la biblioteca? — Min frunció el ceño.
—¿Por qué? — Preguntó.
—Iré a dejar este cuaderno al club, no me tardo, espérame ¿sí? — Yoon asintió, vio cómo su amigo caminaba por el pasillo hasta perderse en el, mientras, el pelinegro guiaba sus pasos hasta la biblioteca.
Hoseok estaba en el club de baile, pero aun así le pedían realizar algunas investigaciones, así que debía llevar su libreta para que el profesor las revisara, cuando eso pasaba solía tardar.
Yoongi caminaba por los pasillos dirigiéndose al lugar acordado, la mayoría de las veces iba ahí después de clases, pues amaba la tranquilidad y el silencio de ésta, esperaba poder dormir, aunque fuese solo un poco. Escuchaba pasos tras él, sin embargo, no le tomó importancia, nunca fue el tipo de chico que se involucrara en otros asuntos que no fueran de él o de personas cercanas a él. Soltó un gran suspiro mientras abría la puerta de la biblioteca para entrar, pero sintió como alguien lo tomó por la parte trasera del cuello de la camisa; cuando se giró para mirar quién era, vio a las tres personas que menos deseaba ver en esos momentos: Donghae, Yesung y Siwon.
—Vaya, vaya Yoongi ¿tan rápido a dormir? — Siwon le tenía del cuello.
—Déjame en paz de una maldita vez — Rodó los ojos.
—Ay Yoon, hoy por fin dormirás, pero esta vez no vas a despertar. — Al oír eso la sangre del pelinegro se heló, los dos chicos que acompañaban al más grande lo tomaron de los brazos arrastrándolo hacia la azotea del instituto.
Hoseok llegó a la biblioteca después de diez minutos, resulta que fue de los primeros para entregar la tarea, por lo que el profesor le dejó ir antes. Entró a la biblioteca y buscó a su amigo en las mesas, al no verlo, supuso que estaba entre los estantes buscando un libro de su interés, así que fue hasta la sección de física y comenzó a buscarlo ahí, pero no le encontró y si no estaba en esa sección entonces no sabía dónde podría estar. Cuando iba a de salida vio que la puerta que guiaba hacía la azotea del edificio estaba abierta, un escalofrío recorrió su espalda, tenía un mal presentimiento, pero aun así subió.
Los puños se estrellaban contra las mejillas de Yoongi, dejando un agresivo tono carmín en ellas. Las risas de los otros se escuchaban lejanas, sus ojos se iban cerrando poco a poco, pero antes de que se desmayara Yesung lo obligó a levantarse.
—Vamos estúpido, defiéndete — Soltó otro puñetazo, haciendo que el menor escupiera sangre.
—¡Déjenlo en paz! — Irrumpió una quinta voz, voz que rápidamente fue reconocida por Min: Hoseok.
Todos los presentes –incluyendo a Yoongi– se giraron a ver al intruso, quien, a juzgar por su expresión facial, estaba aterrado de lo que estaba viendo, pues su amigo tenía el rostro hinchado.
—Lárgate si no quieres que le vaya peor — Siwon tomó del cabello a Yoongi.
Por un momento Hoseok consideró huir, pero él también estaba cansado de las golpizas que esos tres le daban a Yoongi, estaba cansado de siempre tener que callarse, esta vez los enfrentaría.
—No me iré — Dijo sin una pizca de miedo.
Min le miró con terror, no quería que ellos le hicieran algo.
—Deténganlo — Ordenó Choi a los otros dos.
Yesung soltó a Yoongi, haciendo que Min cayera de rodillas. Donghae y Yesung fueron hasta Hoseok y le tomaron de los brazos haciendo que Jung no pudiera moverse del todo.
—¡Suéltenme! ¡Suéltenlo! ¡Él no les ha hecho nada malo! — Jung comenzó a gritar.
Hoseok trataba de luchar contra el agarre de los dos que le tenían sujeto, estaba ahí para defender a su amigo, no para ser una carga.
Siwon caminó hasta Yoongi y lo tomó del cuello, levantándolo del suelo.
—Te lo advertí, bastardo — Una nueva serie de puñetazos y patadas comenzó, pero esta vez Yoongi retrocedía a medida que los golpes eran soltados, dirigiéndose hasta el filo de la azotea.
—¡Déjalo, fue suficiente! — Jung volvió a gritar, pero Choi le ignoró por completo.
Una vez que estaba al límite del edificio, Siwon tomó a Yoongi de la camisa y lo acercó hasta él.
—¿Sabes? Me han dicho que ves cosas através del espejo — Yoongi se congeló ante las palabras, ¿cómo es que sabía? —¿Te digo algo? No estas equivocado.
Min seguía aturdido por las palabras de su agresor, no entendía cómo fue que se enteró ¿Acaso había escuchado la conversación con Hoseok? Que, incluso si así había sido, no tenía sentido porque Yoongi jamás mencionó el espejo.
Todo eso dejó de importar cuando Siwon le dio un ligero empujón, haciendo que Yoongi perdiera el equilibrio y cayera de la azotea.
Min no sabía si estaba soñando o no, no obstante, vio cómo Siwon se iba haciendo más pequeño a medida que caía, y antes de que impactara con el suelo vio a un hombre vestido con un traje negro, con una sonrisa triunfante en su rostro, estaba mirándolo desde una ventana. Después todo se volvió negro.
—No, no, no, ¡NO! — Los dos que sujetaban a Hoseok le soltaron, inmediatamente el chico corrió hasta la azotea para comprobar lo que había visto hace unos momentos, encontrándose con su mejor amigo tirado en el suelo, con sangre rodeando su cabeza. La culpa no tardó en emerger, si tan solo hubiera luchado con más fuerza lo habría evitado.
Lo siguiente pasó muy rápido, obviamente llamaron a la familia Min para notificar de la desgracia que acababa de ocurrir, Seokjin se sentía tan culpable pues lo último que hizo con su hermano fue pelear.
Todos buscaban a Siwon y a los demás, pero estos ya se habían ido.
—Está hecho — Informó Choi por un intercomunicador. Sin más que hacer, desparecieron por un portal.
Creyeron que se habían desecho de su mayor enemigo: El doctor Min Yoongi.
5mentarios 😮😮 Eso fue lo que pasó el día del accidente.
El jueves tiene cap normal, es decir, retomamos la cronología, continuamos con el cap 76. En sí, el orden cronológico de los extras es: Infancia, genio, promesa, accidente y asesino.
Este es el capítulo más largo que he escrito para este fic y me gustó como quedó osiosi.
En fin, nos leemos la siguiente 🌚
Mare †
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro