[Extra 4: Asesino]
«Creo que la mayoría de los seres humanos tienen dentro de ellos la capacidad de cometer un asesinato.
Richard Ramírez»
12 de Junio de 2018 (2 semanas después)
Habían pasado dos semanas después del accidente de Yoongi, la familia Min estaba destrozada, pues el hijo menor estaba en coma.
Seokjin se sentía tan mal consigo mismo, había visto lo que esos tipos le hacían a su hermano y aun así no fue capaz de protegerlo, no hizo nada para evitar que ellos casi mataran a su preciado hermano menor.
Wonho había movido todos sus contactos para encubrir el accidente de su hijo, no quería que la prensa se metiera en problemas que eran enteramente personales, tampoco expondría a su hijo de esa manera.
—¿Por qué no hacerlo público? — Cuestionó el mayor de los Min con coraje
—Porque es exponer a tu hermano — Hyorin trataba de calmar a su hijo.
—Todos deben enterarse de la clase de monstruos que son Siwon y sus amigos.
—Si revelamos que Yoongi sigue con vida sería ponerlo en un gran riesgo — Intervino el señor Min —Piensa un poco Seokjin, no sabemos por qué trataron de asesinar a tu hermano, si decimos que sigue con vida no sabemos si puedan regresar para acabar lo que empezaron — Explicó.
Por un momento la mente de Jin se aclaró, si bien era cierto que aún no encontraban a los responsables de intento de homicidio de su hermano, también era cierto que no sabían la razón detrás. A pesar de todo eso, el testimonio de Hoseok tomó fuerza por el hecho de haber sido un testigo directo del ataque.
Pero también era cierto que si exponían el estado de salud de Yoongi corría peligro, era igual de cierto que si seguían en Daegu no estaban protegiéndolo del todo.
—Entonces debemos de sacar a Yoon de aquí — La respuesta tomó por sorpresa a las dos personas en la habitación.
—¿A qué te refieres? — Su padre lo miró con el ceño fruncido.
—Tal vez no revelamos cómo está mi hermano, pero si hay algunas personas que saben en qué hospital está — Comenzó a caminar por toda la pieza —No tardarán en averiguar dónde está y entonces ahí sí que podrán matarlo.
El argumento de Seokjin rebatió cualquier impedimento de su padre, lo que Wonho menos quería era alejar a su hijo, pero en ese caso era muy necesario hacerlo, era eso o darles a Siwon y a los demás libre pase para quitarle la vida a Yoongi.
—No sabemos si tu hermano despierte o no — La voz de su madre estaba a nada de quebrarse —Pero no voy a dejar que alguien toque a mi hijo.
—Debemos sacarlo de Daegu, llevarlo a otra parte donde esté más seguro — En ese momento lo único que les interesaba era que Yoongi se salvara.
Todos se sentían culpables del accidente, independientemente de si fue provocado o no. Los señores Min fueron avisados de que su hijo menor estaba teniendo ciertas visiones. Seokjin les había dicho a sus padres acerca de todas sus alucinaciones, los estudios practicados arrojaron como diagnóstico esquizofrenia de primer nivel, de alguna o de otra manera se enteraron en el instituto e intentaron asesinar a Yoon.
En primera instancia Wonho si pensó en buscar a esos tres bastardos y matarlos, encubrir el asesinato, pero no lo hizo, no porque no quisiera, sino que sabía que Yoongi no resolvería así las cosas, si él mataba a los agresores se convertiría en un igual y lo que menos quería era ser igual a esas tres ratas.
—Pediré que investiguen los mejores hospitales entonces — Asintió el señor Min.
—Tenemos que llevarlo lejos, y entre menos gente sepa, mejor — Toda la familia estaba de acuerdo con sacar al genio de Daegu, bajo ningún motivo permitirían que algo malo volviera a sucederle, más nadie admitiría que lo hacían para alejar la culpa.
⏳
Al cabo de unos días, el doctor encargado de su hermano firmó el permiso para el traslado, éste se llevaría a cabo en tres días; mientras Jin hablaría con Hoseok para informarle de la decisión que habían tomado.
—Seokjin hyung — La mirada del mejor amigo de su hermano cobró brillo en cuanto vio al mayor ingresar por la puerta de su habitación.
Desde el accidente, Hoseok se sumió en una profunda depresión causada por la culpa que sentía, el horrible recuerdo martillaba en su cabeza a cada segundo, en sus sueños era peor porque volvía al día exacto.
—Hola Hobi — Sonrió con dulzura —¿Cómo te sientes? — Jin supo que la pregunta era un tanto estúpida, pues si juzgaba por el aspecto de su dongsaeng claramente estaba de la mierda. Según la señora Jung, Hoseok no había salido de la cama, apenas y se bañaba y no comía para nada. En las noches, los gritos de su hijo los despertaban por las recurrentes pesadillas que tenía, los ataques de pánico se comenzaban a volver comunes y las ojeras en el rostro del chico se volvían más profundas por resistirse al deseo de dormir.
—No, no Jin hyung — Negó con la cabeza, se acercó un poco más a su mayor —Yo no importo, ¿cómo está Yoonie?
Seokjin suspiró con pesadez, no iba a mentirle.
—Sigue igual, no hay señales de que vaya a despertar pronto — Apartó la mirada de los ojos del menor.
Decepción total, no deseaba escuchar malas noticias porque recordaba su incompetencia y su cobardía.
—Las noticias no han cambiado — Sonrió con nostalgia, sus ojos inundados en lágrimas.
—Referente a eso... — Seokjin sabía que le daría un golpe directo al chico, pero no quedaba de otra —Hay algo que debo decirte — Relamió sus labios. La mirada triste de Hoseok volvió a posarse en el mayor —Nos llevaremos a Yoongi de Daegu.
Esas palabras revivieron la energía que Hoseok había perdido en todo ese tiempo, se levantó de inmediato y se plantó frente a Seokjin.
—N–No lo hagan... Por favor — Su voz se quebró.
—Tenemos que hacerlo, esos malditos bastardos podrían regresar en cualquier momento.
Ahora que miraba mejor a Hoseok se daba cuenta de su estado físico. Más delgado, al punto de notarse sus costillas, la piel era amarillenta y sus manos temblaban demasiado.
—No... — Soltó sus lágrimas contenidas.
—Es necesario, sabes que es así — Hablaba con suma suavidad.
Durante unos minutos el silencio reinó en la habitación, con los sollozos del más pequeño escuchándose. Jin estaba abrazando a Hoseok, pero aun así él se sentía solo.
En el momento en que Jin le dijo que se llevarían a Yoongi sintió que le quitaron el alma, sintió que le estaban arrancando el corazón, pero lo entendía, estaba dispuesto a quedarse solo con tal de que amigo estuviera bien, le había fallado una vez y ahora debía protegerlo a toda costa.
—Antes de que se vayan, hay algo que debes saber — Hoseok rompió el abrazo y fue de nuevo a su cama.
—¿Qué es? — Jin solo miraba sus acciones.
—Antes del accidente, uno de esos bastardos le mando un mensaje burlándose de él y de su enfermedad — Sorbió por la nariz —Tal vez sea una prueba en su contra.
Seokjin estaba sorprendido, Jung estaba muy roto y es ahí donde la información salía de él, sentía terrible verlo así, pero agradecía las palabras anteriores.
—Lo revisaré — Volvió a sonreírle —Ah, lo olvidaba — Del bolso derecho de su pantalón sacó una cadena de plata, se la extendió al chico —Ten.
Hoseok recibió el objeto y sus ojos volvieron a lagrimear: el anillo de la promesa.
—¿¡Por qué me das esto?! — Estaba tan herido —Es que... ¿No van a volver? — Lo miró.
—No lo sé, depende de cómo vayan las cosas — Suspiró —Te lo doy para que cuando todo esto pase y Yoongi despierte puedas volver a ponérselo — Se acercó a él y acarició su cabello.
Sin dudar más, Jung llevó el collar hasta su cuello y se lo puso, asumiendo –por ahora– la promesa él solo.
Minutos después, Seokjin se encontraba en la antigua habitación de Yoongi, empacando sus cosas en una caja de cartón blanca, sus dibujos, el libro que encontró en el pozo, algunas fotografías de ellos cuando eran niños y algunos otros objetos. Le prometió a Hoseok informarle de cualquier cosa y prometió que podía ir a visitarlo cuando él quisiera, era su mejor amigo después de todo.
Encontró el celular de su hermano entre las almohadas de su cama y las palabras de su dongsaeng volvieron a su mente. Tomó el aparato, lo desbloqueó y comenzó a revisar su buzón de mensajes.
A simple vista no había nada raro, pero al profundizar en la bandeja encontró un mensaje de un número desconocido, lo abrió y leyó.
(Desconocido)
No pienses que eres capaz de regresar al mundo como era, no porque el espejo diga que sí, significa que sea cierto.
Jin frunció el ceño, era obvio que había alguien más que sabía acerca del espejo, pero ¿qué significaba ese mensaje en sí? No tenía sentido, exigía respuestas, empezando por saber quién era el remitente.
Min Yoongi
¿Quién eres?
Pasaron como diez minutos, Min mayor pensó que era inútil seguir esperando y cuando estuvo a punto de apagarlo el teléfono vibró.
(Desconocido)
¿Cómo es que me estás respondiendo? ¡Te tiramos del quinto piso!
Min Yoongi
No soy Yoongi, estúpido
Soy su hermano mayor, quiero que me digas quién eres, necesito hablar contigo.
(Desconocido)
¿Y por qué habría de hacerlo? Sabemos perfectamente que nos están buscando.
Min Yoongi
Porque necesito respuestas y haré lo que sea para encontrarlas.
(Desconocido)
¿Lo que sea?
Min Yoongi
Lo que sea.
(Desconocido)
Bien, lleva el libro que tu hermano encontró en el pozo, te veo en el pozo mañana.
Sin más que agregar nadie volvió a responder, esa misma noche sería el traslado de Yoongi a Seúl y tenía que estar con su hermano, pero también quería saber la verdad.
...
Al día siguiente, por la tarde, Seokjin puso el pretexto de quedarse en Daegu hasta la noche porque "había otras cosas que arreglar", sus padres no preguntaron y dejaron que se quedara.
El ocaso estaba en su punto máximo y él se dirigía al pozo con el libro en la mano, no tenía ni la menor idea de lo que decía, ni de porque era importante. Cuando iba llevando al lugar, encontró a un hombre de pie junto a la estructura de piedra, vestido con un traje negro.
—¿Ahora me dirás quién eres tú? — Seokjin se quedó a unos metros del hombre.
—¿Para qué quieres saber mi nombre? — Al reparar bien en el físico del chico, se dio cuenta de que lucía como de unos veinticinco años.
—Quiero saber con quién hablo, digo, si quieres el libro — El sujeto bufó con molestia.
—Lee Donghae — Eres tú, maldito.
—Quiero hacerte unas preguntas y después te daré el libro. — Lee asintió. —¿Dónde está Siwon? ¿Por qué quisieron matar a mi hermano? ¿Para qué quieres este libro? — Había otras, pero esas eran las principales.
Donghae soltó una sonora carcajada.
—Seokjin... Todas las respuestas están a través del espejo — Eso logró hacer enojar al mayor, no fue hasta ahí para escuchar ambigüedades.
—¿Es así? — Sonrió con burla —Encuentra las tuyas ahí entonces, no necesitas esto.
—El libro no es de tu hermano, dámelo — Se acercó peligrosamente a Min.
—Claro que es de mi hermano — Le miró con enojo ¿Por qué no sería de él si fue el hombre del espejo quien se lo dio?
—No, tu hermano lo robó que es otra cosa muy distinta — Apretó la mandíbula.
—Él no es un ladrón, alguien se lo dio — Dio un paso hacia atrás.
—Hay muchas cosas que no entiendes, Seokjin — Estiró la mano esperando que el libro le fuera entregado —Dame el libro.
—Ven y quítamelo — En principio no esperó nada, de verdad pensó que el contrario era incapaz de hacerle algo, hasta que sacó una navaja y se acercó más a Min.
Estiró el brazo pretendiendo rasguñar al contrario, pero Seokjin reaccionó rápidamente y logró quitarse, los intentos fueron subiendo de uno a dos y así consecutivamente, hasta que Jin pudo golpear el brazo con el que sostenía el objeto punzocortante y la navaja salió volando hacia el suelo. Más tardó Donghae en reaccionar que en lo que Jin corrió hasta donde había caído el objeto y lo tomó, acto seguido Lee se fue en contra de Jin y logró derribarlo en el suelo, pero el dolor en la parte baja en el estómago de Lee logró distraerle. Sin que Donghae se diera cuenta Seokjin enterró la navaja en el vientre del contrario.
Una, dos, tres, dejó se contar las puñaladas luego de diecinueve, cada una de ellas las dio sin ningún arrepentimiento y con afán de matar, quería matarlo por tratar de asesinar a su hermano, todas ellas dadas con el mismo enfado que sintió cuando vio el torso magullado de su hermano.
Cuando logró quitar al mayor de encima tenía la camisa blanca manchada de sangre, a pesar de hacer compresión en la zona dañada aun así seguía desangrándose.
—Por todas las que tú y los otros dos le hicieron a mi hermano — Antes de que el otro siquiera pudiera contestar, Seokjin arrojó a Donghae al pozo y después tapó la construcción.
Si, había matado a alguien, pero no se arrepentía, dudaba que esos bastardos se hayan arrepentido de hacerle daño a su hermano, ¿por qué se iba a arrepentir él? Al contrario, lo volvería a hacer y seguiría sin sentir culpa alguna.
[4/4]
Con esto doy por terminado el último maratón del fic 😢 ah, siempre vi lejano este momento. Ojo aunque sea el extra 4 aun quedan dos extras más, el 5 será publicado el sábado porque es el más importante 😏
Ya estoy a final de semestre y ya no quiero :( save me save me 😭 a veces me agarran mis crisis existenciales y me pregunto si realmente necesito el título, pero luego recuerdo que los discos de bangtan no se pagan solos xd
En fin, hasta la siguiente 🌚
Mare †
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