[Extra 1: Infancia]
«No existe ningún gran genio sin un toque de demencia.
Lucio Anneo Séneca.»
(13 años antes)
La tenue luz naranja entraba por la ventana, eran aproximadamente las cinco y media de la tarde y el pequeño niño de tan solo cinco años estaba acostado en el suelo de su habitación sin hacer nada.
Por más que miraba al techo y fruncía el ceño, buscaba y buscaba más no hallaba la respuesta. Yoongi estaba aburrido y no se le ocurría ningún juego con el cual entretenerse; su hermano y compañero de juegos estaba en la primaria y él no encontraba como divertirse, hizo un puchero al ver como el tiempo no parecía avanzar, juraba que ya habían pasado como cinco minutos y el reloj seguía detenido en la misma hora. Entonces se le ocurrió la maravillosa idea de levantarse y caminar hasta el espejo de su pieza.
—Señor del espejo — Dijo cuando vio su reflejo —Ahjussi, ¿está ahí?
Sin respuesta, anteriormente aquel hombre le había dicho que si algún día se sentía aburrido o desanimado no dudara en hablarle por el espejo, y recordando esas palabras se animó a ir con su amigo.
—Yoongi, qué gusto verte — Su reflejo se borró y del otro lado del espejo apareció aquel hombre de cabellera blanca, mostrando una sonrisa que dejaba ver sus encías.
—Seokjin hyung no está — Puchereó —Fue a la escuela — Bajó la mirada.
—Ah, pequeño Yoon, algún día irás tú también — El hombre acarició los cabellos del menor y Yoongi abrió los ojos con asombro, ¿cómo había hecho eso?
—¿Cómo lo hizo? — Se acercó más al cristal.
—Muy fácil, el espejo es muy sencillo de atravesar — Explicó volviendo a repetir el acto —¿Ves?
—¿Yo también puedo? — El mayor asintió.
—Pero para hacerlo tienes que prepararte, tienes que adivinar algunos acertijos.
—¡Claro! Dígame qué hacer — Dijo con efusividad, pues había descubierto la manera de librarse del aburrimiento.
—Toca el espejo, solo tócalo — Min asintió, acercó su pequeño dedito al cristal y cuando lo tocó parecía agua por las ondas que se produjeron al contacto.
—Wow — Sonrío con dulzura —Pronto podré atravesarlo, ¿verdad?
—Si, pero todo a su tiempo — Hubo unos segundos de silencio antes de seguir hablando —Cuando te sientas triste o solo, lo único que tienes que hacer es tocar el espejo y me verás, por lo pronto, voy a dejarte el primer reto, ¿quieres?
El niño de cabello negro asintió, estaba feliz por haber descubierto algo totalmente nuevo para su corta vida.
⏳
La cena estaba lista y Yoongi no podía estar más emocionado, su madre le había prometido hacer las galletas que tanto le gustaban.
—Yoon, dame una — Pidió su hermano mayor.
—No–o, son mías — Después de eso, tomó el plato en sus manos y sin más se llevó todas las galletas a su habitación.
Cerró la puerta con cuidado y se tumbó en el suelo para devorar ese delicioso manjar, sin embargo, cuando llevaba la mitad comida el sentimiento de culpa le invadió, hizo un puchero y llevó el plato con galletas a la pieza de su hermano mayor. Las dejó en la pequeña mesita de noche y escribió una nota para él.
Te doy de mis galletas, solo porque me llené
Atte: Yoonie :)
Después de eso salió del cuarto dando pequeñas pisadas hasta el suyo de vuelta, no sin antes ver la tarea que su hermano estaba realizando, frunció el ceño al ver que la división estaba mal y se tomó la libertad de corregirla.
—Te gustan los números, ¿no? — Preguntó una voz ajena al momento en que el niño cerró la puerta de su habitación.
—Hola señor del espejo — Saludó con su manita —Si, son muy fáciles.
—Me alegra que pienses así — El hombre le sonrió —De eso se trata el primer acertijo.
Al niño se le iluminaron los ojitos cuando su amigo le dijo aquello, para alguien normal de la edad de Yoongi los números eran aburridos e innecesarios, pero para él, eran lo más entretenido del mundo.
—¿Cuál es? — Min dio pequeños saltitos en su lugar.
—Bueno, primero debes encontrar algo — El Infante lo miró con más curiosidad —Debes ir al pozo.
—¿El pozo? — Miro hacía su ventana —Mamá no me deja ir ahí, porque dice que es peligroso — Puchereó.
—Por eso no te preocupes Yoongi — Revolvió su cabello con cariño. —Yo te acompañaré.
El niño se emocionó, pensó que si alguien más grande lo acompañaba a un lugar como el pozo su madre no se enojaría, pues habría alguien que lo cuidaría y no dejaría que algo malo le pasara.
Después de que Min menor se vistiera apropiadamente –un impermeable azul y botas para agua negras– el "dúo" emprendió camino hasta la puerta trasera de la casa.
Antes de salir, el pequeño se fijó de que su hermano estuviera en su habitación y sus padres lejos de la cocina –al menos lo suficiente para permitirle salir–. Cuando lo corroboró, tomó la mano de su amigo del espejo y ambos salieron.
—¿Qué es lo que debo de encontrar, ahjussi? — Preguntó mientras caminaban.
—Es algo que te va a permitir cruzar el espejo dentro de un tiempo — Respondió mirando al niño.
—¿Y qué es? — Insistió.
—Un libro.
Yoon se quedó pensando por un momento, ¿para qué un libro? Él creyó que podría tratarse de herramientas que le ayudarían en un futuro, pero si lo pensaba bien el libro podría ser un manual de cómo hacer para que todo saliera bien.
No tardaron mucho en llegar hasta el sitio destino, una vez ahí el hombre se adelantó al niño, dejándolo a pocos metros de la excavación y diciéndole que esperara ahí. El de cabello blanco se adelantó, cuando estuvo a faldas del pozo, se hincó sin importar que su traje se manchara de tierra, apartó la tierra de algo, lo tomó entre sus manos y se volvió a poner de pie.
—Aquí está Yoon — Se lo extendió una vez que hubo acabado. —Lo primero que tienes que resolver tiene por título materia oscura.
—¿Materia oscura? — Ladeó la cabeza con confusión —¿Qué es eso?
—Eso es lo que tienes que resolver, la ecuación que define su comportamiento — El niño recibió el libro —Eres muy inteligente y sé que no te costará trabajo.
—Está bien, yo lo hago.
La verdad era que tanto sus padres como diferentes profesores le habían dicho al pequeño que él era un genio, pero no lo entendió, no sabía porque la gente lo llamaba de esa manera, pero sabía que cada que era ajeno a su familia se lo decía, todos –en especial su madre– se sentían muy orgullosos de él.
Una vez que volvió a su habitación cuidando que nadie lo viera, su amigo volvió al espejo.
—Si no puedes no importa, toma el tiempo que necesites.
Yoongi abrió el libro y vio lo que tenía que resolver.
Frunció el ceño, pero al mirarlo con más detenimiento sonrió.
—Ya sé cómo resolverlo, es muy fácil — Aseguró —Pierda cuidado
El mayor sabía que podía confiar en él, después de todo era sí mismo. Decidió dejar al menor solo para que comenzara a resolver su trabajo sin ningún tipo de presión, tenía la idea de que si infringía algún tipo de influencia tal vez podía saturarse y terminar por estresarse.
⏳
Al cabo de dos días Min llegaba de la escuela, estaba ansioso de llegar ya que su madre le había dicho que Seokjin lo estaba esperando con sus regalos por haber tenido excelentes calificaciones.
—¡Jinie! — Yoon entró por la puerta de su casa corriendo y con una gran emoción.
—Yoonie, mira — Su hermano fue hasta el pequeño y lo tomó de la mano guiándolo hasta la parte de atrás —Mami y papi nos compraron bicicletas.
Los ojitos del menor se llenaron de brillo al ver tan hermoso presente, abrazó a su madre dándole las gracias y subió hasta su pieza para ponerse zapatos apropiados y estrenar su nueva adquisición.
—Yoongi ssi — Su amigo hizo presencia —Estás muy feliz hoy.
—Si, mis papis me compraron una bici — Sonrió mostrando sus encías —¿Usted tiene una?
—De pequeño — Asintió con la cabeza —¿Ya resolviste lo que te pedí?
—Si — Le dio las hojas donde había hecho todo el procedimiento.
—¿En dos días? — El peliblanco miró al niño sin poder creerlo.
—Si, es que lo hice durante el recreo en el kínder — Hizo un pequeño puchero —Siento haber tardado.
—No, no tardaste — Negó con la cabeza —Los revisaré.
—Si, adiós señor del espejo — Sin más que añadir salió de la habitación corriendo para reunirse con su hermano.
Desde que su amigo le dio el libro no lo soltaba, se lo llevaba a todos lados con él, incluso las maestras del kínder decían que debía ser algo muy interesante como para nunca soltarlo. Estaba cruzando el umbral de la entrada trasera cuando escuchó un fuerte estruendo, levantó la cabeza para buscar el punto de origen encontrándose con su hermano en el suelo y con su rodilla raspada.
—¡Jinie! — Corrió hasta el mayor para auxiliarlo. —¿Estás bien?
—Si, aunque duele — Miró como salía sangre de la extremidad, pero detuvo su mirada en el objeto que llevaba su hermanito entre manos. —¿De dónde sacaste eso Yoonie?
—El señor del espejo me lo dio — Se aferró más a él.
—Pero no es tuyo, mejor devuélvelo — Estaba muy preocupado de que alguien pudiera reclamarlo.
—No, él dijo que era mío — Le tendió la mano a su mayor.
—¿Aun ves al ahjussi? — Seokjin frunció el ceño.
—Si, siempre me va a saludar — Sonrió —Vamos adentro para que mamá te cure.
Yoongi arrastró a su hermano hasta la sala. Esperó que pronto llegara el nuevo acertijo que tendría que resolver, lo que no sabía era que la ecuación de la materia oscura era también conocida como el misterio de la masa oscura, y era uno de los problemas matemático-astronómicos que no habían sido resueltos. Jiyong supo que la espera valdría la pena, pero jamás contó con el accidente, pero al menos ya tenía un avance para programar a Whalien 52.
[1/4]
Iniciamos con el último maratón de fic 😭 ya no habrá pistas :'(
Estaba haciendo cuentas y ya tengo una fecha estimada para el final, si todo sale bien espero acabar el próximo mes, igual les voy a avisar cuando falten dos capítulos 💜
En fin, nos leemos la siguiente 🌚
Mare †
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