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Epílogo

Algunos días después de lo que pasó con Siwon y Yoongi, el equipo tuvo una reunión muy larga, tratando de encontrar la manera de revertir lo que el cristal causó meses atrás.

Discutieron por horas acerca de lo que había hecho Whalien 52 para acabar con los organismos, y llegaron a la conclusión de que tardaría un tiempo en que el diamante pereciera.

—Entonces, ¿Crees poder crear un cura, Jiyong? — Yoongi miraba con seriedad a su amigo.

—Si, solo necesito estudiar bien cómo es su composición y en base a ello crear una sustancia capaz de revertir el efecto — Se recargó en la silla del asiento.

—Seokjin hyung, ¿tu podrías investigar alguna víctima del congelamiento y saber si aún puede o no salvarse? — Jin asintió ante la petición de su hermano.

—Voy a tratar de llevar uno a mi laboratorio.

—Bien, cada quien ya tiene tareas asignadas — Se levantó, concluyendo la junta

—Doctor Jung, voy a requerir de su ayuda para desarrollar el experimento — Kwon fue hasta Hoseok.

—Claro, cuente con ella.

Los primeros días, Jin, Hoseok y Jiyong tuvieron que trabajar en conjunto para poder estudiar bien a la persona que estaba bajo el duro diamante, usaron los portales de la mente para ver si su mente seguía en funcionamiento y para su suerte, así fue, lo que significaba que aun podían estar con vida todos los demás.

—¿Cómo crees que lo hayan hecho? — Jung miraba los resultados en la pantalla.

—No lo sé, pero el organismo no invadió el cerebro — Comentó Min mayor sorprendido —Es extraño, ya que al principio se reportó como mortal.

—Se adaptaron — Jiyong estaba en el microscopio —Es como si el sistema inmunológico hubiera descubierto una manera de contenerlo y obligarlo a adaptarse.

—Eso significa... — Nunca pudieron esperar a que eso de verdad pudiera pasar.

—Que no todos murieron — Jin terminó la frase —Fue selección natural —Se quitó los anteojos —Pero ¿cómo sacamos a la gente de ahí, es decir si ya están adaptados.

—Podemos desarrollar una cura con las mismas propiedades que los organismos — Jiyong se levantó —Solamente hay que evitar que dañe a nuestro planeta.

—¿Pero no sería riesgoso? Es decir, si no hay invasión al sistema nervioso central, ¿no crees que podríamos alterar eso? — Hoseok no estaba muy convencido.

—Es por eso que será con las mismas propiedades, además serán células adaptadas al cuerpo humano, de ese modo no avanzan — Escribió en su libreta los materiales que necesitaba para comenzar a elaborar la cura.

—Entonces, manos a la obra. — Sin más que preguntar los tres encargados se pusieron a trabajar, ninguno de ellos sabía si funcionaría o no, pero esperaban lo mejor.

...

Días después de que comenzaran con su creación, tuvieron la separación de células que tanto esperaban, y una vez que la obtuvieron no tardaron en informar a Min.

—Por fin lo tienen — Yoongi dejó los documentos en la mesa —Espero que funcione de verdad.

—Verás que si — Jimin sonrió —Aunque se me hace muy extraño que no los estés ayudando — Comentó.

—Ya causé muchos problemas, ahora dejaré que ellos se encarguen — Suspiró.

—¿Aun te sientes culpable de todo? — Min asintió —Tu pensaste en grande, resolviste uno de los misterios más grandes de la astronomía y de las matemáticas, pero no sabías que usarían tu invento con intenciones tan bajas y banales — Tomó su mano —Deja de decir que es tu culpa.

—Es que Siwon tuvo algo de razón en lo que dijo — Sus ojos denotaban tristeza, Jimin lo miró esperando a que continuara —Él dijo que todo fue para elevar mi ego, y tenía razón, cuando supe que nadie la había resuelto decidí hacerlo yo para dejar en ridículo a todos los astrónomos — Un nudo se formó en su garganta —De verdad planeaba humillarlos, pero después te conocí.

—Yoon — Park lo abrazó —Eres un genio, de eso no hay duda — Levantó el mentón de su pareja para hacer que lo mirara —Pero ni siquiera una mente tan brillante como la tuya podía anticipar lo que sucedería en el futuro — Sonrió con dulzura —Cuando estábamos en el sueño tu dijiste algo muy cierto.

—¿Qué? — Frunció el ceño.

—No podemos cambiar el pasado, pero si aprender de el — Acarició su mejilla —Lo hecho, hecho está y no podemos hacer nada más que aprender las lecciones — Besó los labios de Min con delicadeza —En todo caso, esos políticos ya vieron el resultado de su avaricia.

Yoongi trazó una sonrisa en sus labios, algo de bueno tenía aquello y es que gracias al diamante todos pudieron ver su verdadero yo a través del sueño, también él se atrevió a dejar atrás aquella actitud que lo hacía ser insoportable para quien lo conociera, lo hizo liberarse.

Tomó a Jimin de la mano y entrelazaron sus dedos, por fin sintiendo paz consigo mismos.

Al cabo de unos meses de arduo trabajo, de desvelarse continuamente o de no dormir, de estrés y de cansancio extremo; el trío encargado de desarrollar la patente terminó.

—Conseguimos lograr crear la sustancia — Ahora, el equipo se encontraba de nuevo en junta.

—Muy bien, explíquenos — Yoongi ponía atención.

—Nos dimos cuenta de que el sujeto en cuestión, a quién revisé se había adaptado al proceso de cristalización — Mostró sus resultados —Pudo defenderse del organismo e incluso hacerlo parte de él.

—En base a ello, creemos que puede que haya más personas en esas condiciones — Explicó Jiyong.

—¿Cuál es el nombre del sujeto? — Yoongi miraba los documentos que le habían entregado.

—Wang Jackson — Min menor levantó la vista, recordaba ese nombre, durante el sueño lo había escuchado, había sido uno de sus compañeros de trabajo.

—¿Y en qué consiste la cura? — Park intervino.

—Tenemos que rociarla directamente al cristal — Hoseok mostraba el pequeño frasco.

—Me temo que eso no alcanzará — Trató de no sonar tan duro.

—Es más que suficiente, una vez que toque la corteza de la tierra comenzará a reproducirse y extenderse por toda la superficie — Jiyong sonrió —La descongelará en un par de meses.

—Entonces debemos estar listos, las personas que aun estén vivas necesitarán de toda la ayuda para volver a sus vidas normales. — Había pasado un año desde el incidente, debían actuar rápido.

—¿Qué desea hacer, doctor Min? — Todos lo miraron expectantes.

—Jefe Kim — Taehyung asintió con la cabeza, listo para obedecer cualquier mandato de su jefe —Usted y el agente Jeon acompáñenos — Acto seguido tomó el antídoto que reposaba sobre la mesa.

Sin más, Yoongi salió de la sala, seguido por todos, nadie sabía lo que Min hacía y les intrigaba, más no cuestionaron sus acciones, al contrario, sabían que tenía un plan en mente, lo que les estresaba era no saber qué pasaba por su mente.

Yoongi ordenó abrir las puertas de las instalaciones y todos volvieron a ver el paraje del exterior, frío y cubierto de cristal. Min caminó, sabía a donde se dirigía, sus pasos eran seguros, en ningún momento titubeó o retrocedió.

Los demás habían visto esa seguridad en él, no podían dudar de su jefe, más les daba curiosidad. No tuvieron que recorrer mucho camino, pues en cuanto llegaron a un prado, Yoon se detuvo.

Jimin reconoció de inmediato el lugar, fue ahí donde tuvieron su primera cita y donde Min le había pedido ser su novio.

—¿Qué hacemos aquí? — Jiyong se abrochó la bata, esperando calentarse un poco.

—Tae, Kook —Los mencionados se acercaron —Saquen sus armas, por si acaso — Ambos asintieron.

Una vez que Jeon y Kim estuvieron listos, Yoongi se arrodilló y abrió el frasco que contenía la cura.

—¿Aquí? ¿Seguro? — Jin pensaba que lo harían en otro lugar.

—Si, ¿es un feo lugar? — Miró a su hermano. Él negó.

Sin más comentarios de por medio, Yoongi roció todo el líquido sobre el cristal, caminó entre las congeladas flores esparciéndolo. Nadie notaba mejoría, llegaron a pensar que no había servido de nada todo el esfuerzo, hasta que una pequeña florecilla comenzó a moverse.

—¡Funcionó! — Hoseok abrazó a sus compañeros.

—Claro que lo hizo — El tono usado por Yoongi al hablar hizo que se ganara varias miradas de preocupación —Porque lo hicieron ustedes.

Jimin fue hasta su pareja y lo besó, poco a poco todo comenzaba a tener vida, a adquirir de nuevo ese tono verdoso que lo hacía ver tan vivo. Sabían que tardaría en expandirse por todos los lugares congelados del globo, más valdría la pena esperar a ver de nuevo los vivaces tonos de la naturaleza.

Al cabo de unas semanas, los alrededores de su base estaban descongelados por completo.

En ese momento, Jimin y Yoongi se encontraban en la oficina de este último, contemplando la vista.

—Es hermoso, ¿no? — Park no quitaba la mirada del paisaje.

—Siempre lo ha sido — Yoon sonrió —Lo extrañaba.

—Igual yo — Recargó su cabeza contra el hombro de Min.

—Quería que fuera en ese lugar donde pudiera hacer algo especial — Min bajó la mirada.

—¿Ah, sí? ¿Qué? — Jimin lo miraba con curiosidad.

El nerviosismo creció en Yoongi, sabía lo que diría, pero aun así su corazón latía desbocado por el miedo del rechazo, le daba miedo que aquella persona a la que más amaba lo rechazara.

—Y–Yo... Ahm... — Una sonrisa ladina se cruzó por sus labios al recordar cuando se declaró a Jimin en el sueño —Tu... — Se atrevió a mirar a los ojos de Jimin, y en cuanto los miró, se tranquilizó —¿Te quieres casar conmigo?

De su bolsillo sacó la pequeña cajita de terciopelo azul, abriéndole y dejando ver su contenido.

Jimin sintió sus ojos escocer, nunca esperó una propuesta, jamás le pasó por la mente del pelinegro casarse, nunca lo contempló y aun así estaba pasando. Amaba a Yoongi, a él le pertenecía su corazón y su vida, su alma y su existencia entera, no tenía que dudar de su respuesta.

—Claro que quiero — Pequeñas lagrimitas salieron de sus ojos, estaba feliz, su corazón estaba completamente lleno de amor.

Ambos se abrazaron y conectaron sus labios en un beso, inocente y suave, sin presiones, sin lujuria, solo amor. Entonces, Yoongi colocó el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de Park, esa pequeña manita que tanto amaba.

Seokjin estaba de un lado para otro, moviendo y dando órdenes a las personas que estaban acomodando todo.

Las mesas estaban listas, los arreglos en su lugar, todo exactamente como lo había planeado hace un año, cuando su hermano se comprometió.

—¿Estás bien? — La voz de su pareja lo sacó de sus pensamientos.

—Si, todo parece estar en orden — Vio la lista que estaba entre sus manos —Prefiero mil veces estudiar las estructuras fisiológicas del humano o abrir un agujero negro en el espacio, que organizar una boda — Sonrió.

—Entonces, ¿no vas a supervisar la nuestra? — Y Jin pudo reír, pero en cuanto captó la indirecta miró a su novio.

—¿Es en serio, Namjoon? — El oxígeno se escapó de sus pulmones.

—En un futuro no tan lejano — Besó la frente de Min.

—Tendremos esta conversación después — Entonces, se dirigió hasta donde su hermano se encontraba, arreglándose para el gran día.

Yoongi se paseaba por la pieza, nervioso y con grandes expectativas, si bien no había nada de qué preocuparse, estaba totalmente ansioso.

—Tranquilo Yoonie — Hoseok lo miraba con una amplia sonrisa.

—No me creo que todo esté pasando — Suspiró agitando sus manos.

—Gatito, tranquilo — Jin cerró la puerta tras él —Deberías estar feliz, hoy es un día para celebrar.

—Ya lo sé, es solo que... — Se dejó caer en el sofá de la habitación —Me da miedo que no funcionemos.

—Claro que serán un buen matrimonio, solo necesitan seguir comunicándose — Hoseok tomó a su amigo de los hombros —Ya demostraron que son capaces de superar cualquier situación — Las palabras del pelirrojo lograron desvanecer un poco los nervios de Min, en algún momento él y Hoseok tuvieron problemas, pero el sueño les ayudó a fortalecer más su relación, al punto de volverse mejores amigos en la vida real.

—Así es Yoonie — Seokjin fue hasta su hermano para abrazarlo —No tienes nada de qué temer, ¿sí? — Besó su mejilla —No tienes que dudar de que Jiminie te ama.

Eso estaba más que claro y demostrado, ninguno dudaba del amor del otro, pero de igual manera estaban nerviosos y muy emocionados por ese día, sabían de antemano que ese día era muy importante para ambos. Yoongi suspiró, relajándose, liberando tensión, estaba preparado, esa era la verdad, entonces supo que su corazón había sido capturado por Park.

En la otra habitación se encontraba Jimin en compañía de Taehyung y de Jungkook y se encontraban en la misma situación que el trío anterior, Park frotaba sus manos contra el pantalón de su traje, sus mejillas lucían más rojas a comparación de otros días, trataba de mostrarse relajado y tranquilo, pero estaba lejos de ello.

—Tengo que ir a coordinar algunos asuntos con relación a la base, no tardo — Kim salió de la pieza, pero no tomó dirección a la base, sino que fue hasta la mesa de regalos de los novios a dejar su presente, quería ser discreto con su regalo, pues le ayudaría a Jimin en su noche de bodas.

—¿Ya estás más tranquilo, Minie? — Jeon miraba a Park desde el sofá.

—Estoy tranquilo — Sonrió, pero su mirada lo delataba.

—Muy bien — Kook rio ante la actuación del pelinegro —Oye Minie — Llamó el castaño —Estoy muy feliz por ti, de verdad.

—Gracias Jungkookie — Ese apodo aún le hacía recordar algunas cosas vividas en el sueño, a pesar de cómo terminó, no se arrepentía ni un segundo de la relación de ambos.

—Lo siento — Jeon bajó la mirada, Jimin frunció el ceño, no entendía el porqué de esas palabras.

—¿De qué hablas, Kookie?

—Siento haberte lastimado de la manera en la que lo hice — Tomó las manos de Jimin entre las suyas —Pero, voy a ser honesto contigo — Lo miró a los ojos —Yo de verdad quería que tú y yo pudiéramos ser novios en la realidad, de verdad quería tener una relación contigo — Apretó el agarre —Yo no sabía que tú y Yoongi eran pareja, cuando me enteré de verdad deseé que fuera broma — Sonrió con melancolía —Creí que, a pesar de ser un sueño aún podía estar contigo, pero cuando vi que tú y Yoon se encontraron, supe que no importaba lo que yo hiciera, tú y él estaban destinados — Carraspeó un poco —Pero aun así, supe que serías feliz y me alegra que sea así.

Jimin no supo que decir, en algún momento él llegó a sentir algo por Jungkook, pero ahora solo lo veía como un buen amigo, una persona en la cual podía confiar.

—No tienes que disculparte — Negó con la cabeza —Al contrario, te lo agradezco.

—¿Por qué? — El castaño no entendía las palabras del menor.

—Porque si tú nunca me hubieras lastimado, no me habría enamorado de Yoongi — Sonrió —No habría podido ver su verdadero yo — Recordó cuando aceptó sus sentimientos —Me permitiste enamorarme una vez más de él, gracias a ti me di cuenta de que él es el amor de mi vida.

Y ahora Jungkook se sentía libre, amaba a Taehyung, claro que lo hacía, pero sentía que le debía una disculpa a Park, fuera un sueño o no, le había causado daño y sentía la necesidad de disculparse por eso.

—Te deseó lo mejor, Minie — Pero antes de que pudiera responder, Taehyung entró a la pieza, sorprendiendo a ambos.

—Ya es hora — Los nervios volvieron a apoderarse de Park, quien volvió a sentir el sudor en sus manos.

Yoongi estaba hasta el frente, todos los invitados estaban sentados en las mesas, Seokjin, Namjoon, Hoseok, Jungkook y Taehyung en primera fila, dedicándole sonrisas positivas a su amigo.

La espera pareció eterna, hasta que la música comenzó a sonar, Yoongi se giró hacia la entrada del lugar, quedando deslumbrado ante la belleza que destilaba su prometido, Jimin llevaba un traje blanco –como el de él–, una coronilla de flores que adornaba su cabeza, los ojos tenían un brillo que volvía a capturar su corazón.

Cuando Jimin llegó a su lado, de verdad no pudo creer que alguien cómo Park Jimin pudiera amarlo, él quien se quedó en los momentos más complicados, quien había demostrado estar a su lado en cualquier tipo de situaciones, quien no había hecho caso a los rumores y decidió conocerlo antes de dar una opinión acerca de él, quien lo defendió cuando dio todo por perdido, quien le dedicaba hermosas sonrisas llenas de brillo, de quien se enamoró profundamente.

La ceremonia pasó con normalidad, ambos firmaron el acta de matrimonio que los avalaba como casados legalmente, los testigos que había elegido firmaron de igual manera y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, ambos se habían convertido en esposos.

...

A pesar de ya estar oficialmente casados, aún faltaba decir sus votos, pues era algo que ambos decidieron hacer después de la ceremonia. Al principio, Yoongi no tenía ni idea de qué escribir, pero poco a poco fue armando sus votos, en cuanto a Jimin, él fue capaz de escribirlos el mismo día que lo acordaron.

El par subió a una tarima ubicada frente a todas las mesas, Seokjin y Namjoon sostenían los anillos.

—Min Yoongi — Jimin fue quien decidió empezar —Nunca tuve planeado conocer a alguien que me hiciera sentir completo, nunca sentí la necesidad de una pareja ni mucho menos de casarme, jamás estuve buscando una relación, pero heme aquí ahora, eres la serendipia en mi vida, la persona que hizo volar mi mundo con tan solo mirar sus ojos, la que sacó lo mejor de mí y de quien más orgulloso me siento. Sé que no todo será perfecto, pero estoy dispuesto a intentar y apoyarte cuantas veces lo necesites. Me enamoré dos veces de ti y no necesito otra prueba para saber que eres la persona con la que estoy seguro de querer pasar mi vida — Su voz tembló por un momento —No estoy seguro de que dos palabras puedan definir lo que siento por ti, pero de ser así entonces te las diré todos los días de mi vida: Te amo, Min Yoongi, te amo como a nadie más he amado, gracias por aparecer ese día en mi laboratorio — Sin más que agregar limpió las lágrimas que de nueva cuenta le traicionaban.

—Park Jimin — Ahora era el turno de Yoon —Desde que te conocí supe que había algo especial en ti, no fui capaz de verlo hasta que me contaste esos rumores de mí, siendo honesto, nunca creí que alguien pudiera atrapar mi corazón de la manera en la que lo hiciste, siempre pensé que le amor era el sentimiento más complejo que existe y aún lo creo, pero también pienso que es el más hermoso que existe. Fuiste la única persona que vio mi verdadero yo, y aun así decidiste quedarte, viste mi alma y pudiste ser capaz de encontrar las cosas buenas que yo ya no veía, me diste la esperanza de que podía mejorar, fuiste mi pequeño milagro cuando pensé que ya no podía cambiar, fuiste, eres y serás lo mejor que le pasó a mi vida — Y aunque ambos estaban muy sensibles, en ese momento todo dejó de existir para ellos, porque cuando se miraron, supieron que la conexión entre ellos era instantánea, una verdad absoluta en el destino.

La fiesta transcurrió con normalidad, entre su primer baile como esposos, que fue muy dulce y lento, solo ellos, aislando al mundo de su sentir, sin que nadie se perdiera ni un detalle de su amor.

Fue hasta la noche de bodas en la que ninguno sabía muy bien qué hacer, antes no habían llegado a ese tipo de contacto, Jimin fue hasta su maleta para revisar si algo le podía ayudar y vio el regalo de Taehyung escondido entre sus cosas.

—¿Y esto? — Rompió la envoltura y sacó un dildo de la caja.

Nunca recordó estar más avergonzado, lo guardó nuevamente y tomó una camisa negra, era de tela transparente con un toque de encaje, sin pensarlo mucho se la puso y salió del baño para encontrarse con Yoongi.

—Jimin, ¿Te parece si primero cenamos? — Min volteó a ver a su esposo, pero en cuanto analizó su vestimenta, el hambre se le fue, no había remedio, pues cuando se dio cuenta estaba besando los labios de su amado.

Min llevó el cuerpo de Jimin hasta la cama matrimonial ubicada en el centro de la habitación, besándolo con deseo y con ganas de más, ambos deseosos del contacto, sus manos picaban, perdían y exigían la piel del otro. No era necesaria la experiencia para saber qué debían hacer, entregarse el uno al otro era lo que más ansiaban, sus almas se entrelazaban con cada estocada que propinaba Yoongi a Jimin, los gemidos de Jimin inundaban la sala que comenzó a sumergirse en un calor sin medida. Ellos estaban haciendo el amor como nunca antes alguien lo había hecho, estaban entregando su ser a la máxima expresión, profesaban su amor como los más sabios alguna vez predijeron, sentían, querían, amaban. Por el tiempo en el que Yoongi estuvo dentro de Park, la sensación de completud se hizo abrazadora, abrumadora, encontrar a su mitad perdida y unirse por fin con ella.

Cuando el orgasmo llegó, ambos sintieron que morían, pero no importaba, porque lo harían juntos; Min se acostó a lado derecho de Park, entrelazaron sus manos, sus corazones latían en una sincronía perfecta. Abrazados, cayeron en los brazos de Morfeo, sus destinos estaban unidos desde el día en que nacieron, Park estaba destinado para Min y Min para Park, a pesar de saber que tendrían problemas los cuales superar, nunca se sintieron más seguros de su decisión; ya sea en un sueño o en la realidad, su amor superaba cualquier barrera, haciéndolos capaces de encontrarse ya fuera a través del tiempo o de la distancia, incluso, a través del espejo.

Fin

Mare †

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