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59

—¡Doctor Kwon! — Jongin entró a la oficina de su jefe corriendo —¡Doctor Jiyong!

El mencionado se encontraba leyendo unos documentos, levantó la vista para encontrarse con su subordinado, que a juzgar por su expresión parecía emocionado.

—Dime que son buenas noticias — Bajó los papeles y le dio una mirada seria. El más joven asintió con la cabeza efusivamente.

—Whalien 52 llegó a 55 Cancri e — Dejó unas cuantas fotografías sobre el escritorio.

Jiyong dejó escapar la tensión de su cuerpo y sonrió con suficiencia al escuchar la maravillosa noticia que le traía.

—¿Para cuándo está programado su regreso? — Nada podía arruinar su humor, por fin algo bueno entre toda la tormenta.

—Dentro de una semana señor — Felicidad, fue lo que sintió.

—Perfecto, tengan todo listo — Sonrió ampliamente, dicho eso su asistente se retiró de la oficina dejando al doctor solo, examinó las imágenes sintiendo más alivio. Una vez que acabó de revisarlas se encargó de archivarlas y guardarlas bajo llave; tenía planeado volver a su lectura con el reporte que anteriormente estaba leyendo, pero otra persona irrumpió en su espacio.

—¡Jefe! — Sonaba alterado —¡Doctor Kwon!

—¿Si Minhyuk? ¿Qué sucede? — Le miró con una leve sonrisa. Inmediatamente el muchacho frunció el ceño, ¿por qué estaba de buen humor? Desistió de preguntarle, pues no era el momento.

—Tenemos un grave problema — Jiyong cerró los ojos, disipando su felicidad. —Venga por favor.

Sin más que pensar, Kwon se levantó de su lugar y caminó a paso rápido tras el chico. Cuando llegó a la sala de mando vio a todos alterados.

—¿Qué está pasando aquí? — Cuestionó evidentemente molesto.

—Señor, hicimos todo lo que pudimos, todo lo que nos ordenó — Uno de los técnicos comenzó a disculparse.

—¿Qué hicieron? — No sabía porque, pero comenzaba a enojarse.

—Lo vigilantes entraron al sistema — Jiyong llevó su mano izquierda a su cien y comenzó a masajearla para tratar de relajarse y no perder los estribos ante la noticia —... Y encontraron a Yoongi. — Con eso dicho su paciencia se fue al caño.

—¿¡Como mierda pasó si yo estaba a cargo de la seguridad?! — Espetó contra todos en la sala.

—Son más fuertes que la primera vez señor. — Susurró Minhyuk.

Jiyong no podía simplemente decir "protejan a Min" porque ya no servía de nada, ya lo habían encontrado, ¿qué otra opción quedaba?

—Eviten, a toda costa, que se le acerquen, no podemos fallar esta vez — No pudo evitar que lo encontraran, pero si podía evitar que se le acercaran.

—Señor — Una tímida voz lo llamó a sus espaldas. Rápidamente Jiyong se volvió hacía él. —Ya es demasiado tarde. — Le extendió un sobre, el cual Kwon tomó y lo leyó con ahínco.

—Quiero verlo — De inmediato todos volvieron a sus asientos, permitiendo que su jefe mirara la pantalla.

Los planes de los vigilantes habían cambiado, volverían a atacar a Yoongi, pero no solo a él esta vez, sino a todos los que se relacionaban con él, según la lista que investigó su empleado, los nombres eran: Kim Namjoon, Min Seokjin, Jung Hoseok y Park Jimin, los más cercanos a Yoongi.

—¿Qué hacemos señor? — Preguntó Jongin con cierto miedo.

—Adelanten la llegada de Whalien 52, lo quiero aquí en tres días — Todos se sorprendieron al instante —Una vez aquí pondremos en marcha la segunda parte de mi plan — Dicho eso se fue a su oficina para encerrarse ahí. Si, los vigilantes habían logrado volverse a infiltrar, pero no los iba a dejar ganar otra vez.

La alarma de su celular sonó indicando que debía levantarse para iniciar su día. Su cuello dolía, presentía que había dormido mal, se incorporó de a poco en la cama y se estiró. Hasta cierto punto, se sentía bien, pues ni los sueños, ni las crisis habían vuelto, al contrario, parecía que por fin se habían ido y eso le ponía feliz.

Hoseok despertó momentos después, Yoongi le dijo que se bañara primero, pero el pelinaranja insistió en que fuera él. Después de su ducha de sentía mejor, su cuello ya no dolía.

Ambos bajaron a desayunar y para su sorpresa encontraron equipaje en la entrada.

—¿Y esto? — Fue lo primero que Yoongi dijo.

—Oh cariño, tu padre y yo iremos a celebrar nuestro aniversario — Min arqueó las cejas, no se lo esperaba, pero estaba bien para él.

—Obedezcan a Seokjin, él se queda a cargo — Su padre salió de la cocina con una taza de café en la mano.

—Eso, ahora mando yo — Una sonrisa maliciosa se plasmó en el rostro de Jin.

—Solo por unos días, no te emociones — Todos rieron por la respuesta dada.

—Hay comida y dinero suficiente, cualquier cosa nos llaman y vendremos de inmediato — Avisó su madre.

Los tres asistieron viendo a los dueños de la casa irse, les agradaba la idea de estar solos, no eran capaces de traicionar la confianza de los mayores así que hacían todo lo posible para mantener su hogar en óptimas condiciones.

Al cabo de unos minutos los tres chicos fueron a sus respectivas actividades; Hoseok y Yoongi al instituto y Seokjin a la universidad.

—¡Yoongi! — Taehyung gritó el nombre del pelinegro en cuanto lo vio entrar —Necesito tu ayuda.

—Es la tarea, ¿cierto? — Y por la sonrisa de oreja a oreja que le dio fue más que obvio.

Nunca, en su vida, vio que alguien fuera tan malo en matemáticas como Taehyung, pero lo entendía, no todos tenían los mismos talentos. En cuánto el profesor de trigonometría llegó al aula todos tomaron asiento y se dedicaron a escuchar la clase.

Yoongi estaba aburrido, en cierto punto, deseó con todo su corazón ser como Tae, pues al menos se concentraba en hacer bien los ejercicios que le anciano pedía, y es que Min los resolvía en tiempo récord. Para gastar el tiempo que le quedaba de clase –que era bastante– garabateó en su cuaderno, lo primero que se ocurría, nada en concreto; observaba al grupo, notó como Hoseok estaba tan estresado por no poder hallar la respuesta correcta, y quiso ayudarle, pero no podía. Jimin parecía querer arrancarse los cabellos por la frustración, observar a sus amigos a veces era divertido.

Volvió la vista a su cuaderno, pero encontró algo que lo hizo palidecer al instante.

01010011 01100001 01100010 01100101 01101110 00100000 01101100 01101111 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110011 01100001 01100010 01100101 01110011 00101100 00100000 01101000 01110101 01111001 01100101

Trató de no mostrarse nervioso, pero el sudor de su frente lo traicionaba, no quería perturbar el silencio de la clase, y algo dentro de él agradeció el mensaje, pues aliviaría un poco su aburrimiento. Tomó lápiz y goma, comenzó a descifrarlo y se dio cuenta de que no era una simple frase como las anteriores, sino que era más larga; sumó y restó escribiendo de a poco la traducción, y su corazón dio un vuelco cuando lo resolvió.

Saben lo que sabes, huye.

¿Quién sabía qué? Era cierto que desde que despertó del coma tenía la sensación de haber olvidado algo muy importante, pero ¿qué?

Decidió calmarse y respirar profundo, cerró el cuaderno dispuesto a dormir por un rato, miró a la ventana para despejar un poco sus pensamientos, miró al patio y lo encontró. No fue sólo un hombre, eran más de diez, todos le miraban desde abajo y pronto comenzaron a desplazarse y a entrar al instituto.

Yoongi sintió su corazón acelerar abruptamente, ¿cómo es que les permitían la entrada? Comenzó a respirar de manera frenética, el miedo se apoderó de él cual presa. Apretó con fuerza su muslo, un frío interno lo recorrió de pies a cabeza, calma Yoongi, ellos no pueden hacerte nada, pero todo pensamiento se fue al caño cuando los vio fuera de su salón, nadie pareció inmutarse más que él, ¿acaso estaban ciegos? Porque no encontraba otra explicación para que nadie –más que él – los viera. Comprendió la nota, venían por él, cuando lo estaban siguiendo era porque querían atraparlo, ¿por qué? Ni él mismo lo sabía, pero no había tiempo para preguntas, debía escapar.

Importándole una mierda, corrió hacia la entrada del salón con su cuaderno de dibujos en mano, todos lo miraron como si fuera un fenómeno.

—¡Yoongi! — Hoseok lo llamó, pero este no se detuvo. Como lo predijo, todos los hombres comenzaron a seguirlo, corriendo tras él para capturarlo.

Daba vueltas por los pasillos, de vez en vez miraba hacia atrás para asegurarse de la ventaja que llevaba sobre ellos, pero no se fijó que había un escalón frente a él y tropezó, su cuaderno cayó a pocos metros de él, su nariz dolía como la mierda, pero no había tiempo que perder, como pudo se levantó y abrazó la libreta como si de eso dependiera su vida, y tal vez tenía razón.

Lamentablemente los tipos lo acorralaron en los casilleros impidiendo que corriera de nuevo, Yoongi estaba aterrado, esperaba lo peor, cerró los ojos con fuerza haciéndose un ovillo en el suelo, escondiendo su rostro entre sus piernas, murmurando cosas inentendibles, estaba tan vulnerable que podían llevárselo tan fácilmente.

—¡Yoongi! Hey, Yoon, mírame — El pelinegro salió de su trance, levantó su rostro y miró a Hoseok y a Jimin. El pelinaranja lo sostenía de los hombros, agitándolo para conseguir una reacción, Min miró a todas las direcciones en busca de sus atacantes, pero no había nadie, más que las personas que bien conocía.

—Hyung ¿Qué pasó? — Park le miraba muy preocupado.

—Ellos– Ellos me perseguían, me quieren a mí — Le costaba mucho trabajo hablar, estaba en estado de shock.

—¿Quiénes ellos Yoon? — Volvió la vista a Hoseok, que, en cuanto lo vio algo se rompió dentro de Jung, pues su mirada era pérdida y sin vida.

—No lo sé — Y comenzó a llorar.

Hoseok se levantó sacando su celular, con la mirada le indicó a Jimin que cuidara de él. Se alejó lo más posible para que nadie lo escuchara hablar, marcó el número que desde hace mucho tiempo no marcaba, para ser precisos, desde el día del accidente.

—¿Hoseok? ¿qué sucede? — La voz de Seokjin se escuchó del otro lado de la línea.

—Yoongi tuvo una crisis, una muy severa — Trataba de no llorar —Está pasando Jin hyung, otra vez — El nudo en su garganta comenzaba a doler.

Había deseado tanto no volver a presenciar algo como aquello, la culpa se volvió a adueñar de él.

Mientras Yoongi aún yacía en el suelo, tratando de calmarse y seguía insistiendo que había personas que lo querían atrapar, Jimin solo podía abrazarlo, y ahora más que nunca estaba seguro de que algo malo sucedía con su novio, algo que ni Hoseok ni Seokjin querían decir, algo lo suficientemente grave como para esconderlo.

Baia baia, ya se viene lo chido 7u7

Estoy enojada amixes, les gua contar.

Para llegar a mi clase de las 8 de la mañana (siempre entro a esa hora) me tengo que levantar a las 4:30 de la mañana, bueno, hoy solo tengo una clase (lógica) osea de 8 a 10, me paré a la misma hora. Pues, les juro que eran casi las nueve de la mañana y mi profesor avisó que no iría. Osea tengo mucho sueño, ayer me dormí tarde por hacer su tarea y ahhhhh, me siento tan enojada, pero bueno.

Ya empezaron los parciales de mitad de semestre en la U y mas estrés :( igual les traigo capitulito para relajarme.

En fin, nos leemos la siguiente 🌚

Mare †

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