Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: Gastón y Bestia.

Capítulo 4: Gastón y Bestia.

"Lo siento viejo amigo es hora del héroe"

- Papá por favor tengo que avisarle – suplico la chica desde su prisión.

- ¿Avisarle? Apenas escapaste de el – negó con la cabeza el viejo acercándose a la ventana – dejemos que Gastón se encargue de esto.

- El me libro papá, me dijo que volviera contigo – explico con voz firme pero tranquila su hija mirándole a los ojos.

- No lo entiendo – murmuro Maurice y Bella de inmediato saco aquella pequeña sonaja en forma de rosa, una que no había visto en muchos años.

- ¿De dónde sacaste esto? – murmuro confundido.

- El me llevo ahí – dijo para su sorpresa – se lo que le paso a mamá – y Maurice parecía estar a punto de habar pero ella lo cayo – no hay tiempo debo detener a Gastón – insistió ella – sácame de aquí.

Y Maurice aun dudoso miro la sonaja entre sus manos antes de tomar una decisión, si se negaba ahora Gastón mataría a la bestia y su hija dejaría de estar bajo un embrujo pero si estaba equivocado, si no existía tal hechizo y Bella solo logro conocer a aquella alma torturada, no sería la primera vez que la bondad se escondiera bajo un disfraz, tal vez bella estaba en lo correcto y la bestia era un inocente, si eso era cierto si Gastón mataba a la bestia entonces no sería nada bueno para la cordura del pobre cazador, el abrió el cerrojo.

**********************

El pueblo entero se había internado en el bosque liderados por su héroe, la sombra de aquel deseo infame de sangre y venganza se cernió sobre Gastón quien en aquel momento no pensó en nada mas, "salva Bella" "protege a Maurice" " Mantenlos todos a salvo" repetía en su cabeza una y otra vez, "mata a la bestia" susurraba a su oído aquella ira inútil, el demonio que lo trasformaba en un ser sin miedo le empujo a arrear a su caballo, Lefou había intentado seguirle el paso, no tenía caballo por lo que tuvo que ir de pie y cuando llegaron finalmente a las puertas del castillo y Gastón desmonto intento hablarle pero este no le reconoció, sus ojos estaban fríos, helados casi muertos, ordeno derribar la puerta y grito como si lo hiciera en un ejército, Lefou vio una cara que pocos habían visto.

Finalmente las puertas se abrieron como por arte de magia y con algo de miedo entraron, muebles y demás estaban apilados ahí como esperándole, el castillo lucia muerto y sin vida pero definitivamente asusta mucho más.

- Mierda – murmuro alguien.

- Gastón – Stayce se acercó al hombre que con su antorcha iluminaba el camino guiándose por el espejo en la otra - ¿no te inquieta ni un poco que el castillo tal vez este embrujado? – pregunto la mujer pero el capitán la ignoro, camino con paso firme y estoico revisando el castillo mirando y planeando su siguiente movimiento.

- Este lugar se me hace familiar – murmuro alguien más entre la multitud y muchos más murmullos se unieron a este, Lefou siguió caminando maravillado pues aunque este lugar podía estar embrujado según Maurice todo era hermoso vio entonces a lo lejos una mesita estaba una tacita.

- Hola que tal ¿tú debes ser la tacita que habla? – dijo con una sonrisa por que realmente se le hacía muy linda aquella imagen en su cabeza cuando Maurice se lo conto – y supongo que tú eres su abuela – dijo mas maravillado al ver la tetera con bellos adornos.

- ¿Su abuela? – dijo con indignación la tetera sorprendiéndole – ¡ataquen! – grito y entonces el caos se desato.

Los gritos no se hicieron esperar pronto cada objeto inanimado corbo vida y empezaron a atacarles, Gastón rompió su concentración para mirar extrañado como un perchero golpeaba a algún pobre sujeto, sillas embistiendo a las personas, Velas quemando los pies de los campesinos y pianos cayendo sobre gente.

- Waaaaaaa – aquel grito familiar le hizo girarse para ver a Lefou siendo aplastado por un clavicordio que tocaba una marcha fúnebre – ayúdame – dijo el regordete hombre levantado una mano en su dirección, y Gastón estaba a punto de hacerlo, estiro una mano porque ahí estaba el hombre de su afecto, la oportunidad de ser un héroe.

Mata a la bestia.

El susurró dentro de su cabeza le hizo detenerse.

Es hora del héroe.

Y la mirada de Gastón se nublo entonces nuevamente, levantándose sin decir una palabra se dio media vuelta listo para subir las escaleras.

Protege a bella

El eco de aquellas palabras resonaron en su interior, mas nuevamente Lefou jadeo suplicando ayuda "por favor Gastón" su nombre en los labios de aquel le hizo detenerse, la bruma en su cabeza aún era grande, los susurros le decían que siguiera ignorara a aquel que lo detenía.

Recuerda por que peleas.

¿Por qué lo hacía? Se preguntó internamente, para proteger a lo que ama, para salvar y mantener seguros lo que más amaba, entonces matar a la bestia era necesario pero si dejaba a Lefou ahí tirado estaría rompiendo su propio código, si Gastón luchaba para mantener seguro a los suyos, bella había sido embrujada por ese ser infernal pero Lefou también era importante, ignorando las voces en su cabeza, el cazador se giró otra vez dejo el espejo en el suelo y levanto el clavicordio sin esfuerzo alguno para sacar a Lefou de ahí.

- Creí que me dejarías - El regordete hombre suspiro aliviado – gracias creo que puedo arreglármelas yo solo – murmuro pero Gastón no hablo, ni una palabra un tenía que destruir a la bestia, aún tenía que ver su sangre correr para alimentar a aquellas voces que le dejarían en paz pero no podía simplemente ignorar a Lefou y dejarlo no era una opción así como llevarlo, no cuando iba a convertirse en un jodido monstruo así que hizo lo mejor que podía levanto a Lefou en sus brazos y lo encerró en una habitación vacía, seguro.

Libre de su distracción continuo su camino por las escaleras, abajo la batalla continuo Stayce intentaba no morir por la psicópata estufa cuando vio subir a Tom y Dick detrás de un pobre reloj, valientes hombres, negó con la cabeza siguiéndoles unos pasos cuando de la nada un enorme ropero salió en defensa de su amigo y entre listones de colores los hombres quedaron vestidos con elegantes ropas femeninas muy pasadas de moda ella solo empezó a reír cuando estos pasaron por su lado gritando despavoridos, hay dios ella decidió cambiar de bando justo en ese momento.

Mientras Lefou gritaba intentando salir de la habitación donde muy groseramente Gastón le había dejado cuando algo llamo su atención, dios esto era un baño y en un grito ahogado descubrió que definitivamente todo objeto estaba vivo en el castillo, cuando finalmente salió de ahí el seguro hacerle pagar a Gastón por meterle en ese aprieto, en ese momento escucho un grito de auxilio y una tetera, la misma que había insultado al parecer caía justo en sus manos, luego de un agradecimiento ambos se enfrascaron nuevamente a la lucha.

Pronto se hizo obvio que los habitantes de aquel castillo ganaron la batalla puesto que las personas salieron huyendo despavoridamente, y mientras todos corrían en el caos, Agatha la mendiga del pueblo se adentró invisible al castillo.

Gastón finalmente encontró a la Bestia furiosa, aquélla que lucía miserable mirando la destrucción de su hogar sin mover un músculo, dudo por un segundo, puesto que tal vez Bella podía tener razón, quizás esta cosa no era mala dado que no había lastimado a nadie y bueno lucia muy mal.

Mata a la bestia.

Salva a bella

Se el héroe.

Más las voces en su cabeza hicieron eco nuevamente y con un nuevo deseo de sangre levanto su arma sin ceremonia alguna.

- Hola bestia – llamo aquella que se giró a verle como aceptando su destino – soy Gastón bella me envió – y la bestia reconoció el nombre de las conversaciones con bella y aún más suspiro resignado listo para recibir la muerte pues sin su amada ahí ya no tenía caso nada.

El ex capitán del ejército francés disparo su arma haciendo eco en la fría noche del invierno perpetuo del lugar, las voces se agitaron victoriosas en su cabeza animándole más y más, el tiro dio en la espalda del enorme animal que cayó al vacío en un santiamén, sin perder tiempo alguno Gastón busco sus flechas para terminar su misión pero estas habían desaparecido, bella estaba ahí entonces con las flechas en las manos negándose a dárselas.

- ¡Gastón basta! – dijo ella pero el hombre no la escucho se acercó a tomar las flechas por lo que ella las rompió en su rodilla, saco entonces su arma para apuntar a la bestia cuando ella la tomo y forcejearon – gastan – llamo ella muchas veces pero el hombre parecía en un trance simplemente intentado matar su objetivo, el piso debajo de él se movió y para su horro bella lo vio caer – ¡Gastón no! – intentado atraparle por suerte este cayo más abajo y la arma aún más lejos, más el capitán solo siguió buscando otra forma de llegar a su arma.

Bella suspiro aliviada de ver sano y salvo a su amigo pero recordando lo que pasaba corrió tras él y así tras evitar casi caer llego hasta un balcón donde pudo ver a la bestia desde lejos, ambos gritaron reconociéndose ella pidiendo perdón y el feliz de tenerla de vuelta aquello solo alimento las voces en su cabeza, el recuerdo de un embrujo inexistente, Gastón solo veía el poder del embrujo en su mejor amiga y cuando tuvo a la bestia cerca lo golpeo con una roca arrancada de su propio castillo.

- ¡Gastón! – grito Bella al ver como este pateaba a una maltrecha bestia – ¡detente! - Y al verse casi vencedor sonrió entonces algo golpeo su cabeza.

- ¿qué rayos? – gruño mirando el pedazo de flecha que habían lanzándole vio entonces a Bella a unos metros muy enojada – ¿Bella? - pregunto confundió, las voces en su cabeza intentaron llamarle nuevamente pero la mirada angustiada de la joven impidió que volviera a caer - descuida mi hermosa doncella cuando termine con la bestia la maldición sobre ti será eliminada – dijo triunfador y Bella suspiro aliviada al ver que su amigo regresaba, no sabía lo que sucedió antes pero estaba claro que no era Gastón por lo que oírle hablar de aquélla forma era en parte un alivio, mas entonces Gastón levanto su arma listo para dar otro golpe.

- ¡Gastón no! – grito ella y la Bestia escucho el grito por lo que logro atrapar la roca en su mano para quitársela al cazador, entonces el con sus enromes garras lo tomo del cuello levantándole como un simple muñeco - Bestia ¡¡NO¡¡ - y aquello aterro más a Bella que lanzo igualmente un pedazo de flecha a la bestia para llamar su atención - ¡¡Bájale ahora!! – ordeno señalando el suelo y la bestia parecía confundida por lo que lo llevándolo al vacío listo para tirarlo a lo que Gastón soltó un gemido ahogado – no, aquí – zapateo en el piso – déjalo irse – ordeno otra vez y la bestia cada vez más confundida pero dispuesto a cumplir sus caprichos asintió por lo que meció el cuerpo del hombre dispuesto a lanzárselo - No, está muy lejos – trato de detenerlo mas Gastón salió volando en los aires como un trapo viejo para caer contra un pilar lejos de sus pies, bella corrió de inmediato a ver a su amigo y notando que estaba vivo y bien en lo que cabía volvió a suspirar entonces lo golpeo en la cabeza - ¿Qué diablos te pasa? – lo regaño, tan fuerte que las voces en su cabeza se apagaron en un instante – te dije que no era un peligró – le recrimino.

- Bella volviste – Gastón no tuvo tiempo de responder pues la Bestia había saltado casi cayéndose al vacío para estar cerca de la chica que zarandeaba al cazador muy molesta.

- Claro que iba a volver – dijo ella soltando a Gastón quien volvió a golpear contra el piso haciendo una mueca - pero aquí el señor no escucho una palabra me lo impidió – señalo molesta al hombre a sus pies.

- Grrrrrrr – al escuchar esto la terrible bestia se enfureció, pues este hombre había impedido que su amada regresara a sus brazos por lo que gruño empezando a caminar en su dirección amenazante, y antes de que alguno de ellos pudiera reacción y dado que Gastón ya se había levantado a un lado de Bella y le empujo cuando vio a la amenaza, Gastón nuevamente se encontraba tomado del cuello contra el pilar en una muy obvia desventaja.

- No – bella de inmediato corrió a empujar a la bestia para que soltara a su amigo - ¡¡¡bájalo ahora!!! – ordeno dando golpecitos en el brazo peludo del agresor, la bestia confundida solo apretó más su agarré por lo que Gastón jadeo sin aire y bella jalono con más fuerza a la bestia hasta que esta finalmente lo soltó - Qué te pasa eres como el doble de su tamaño y de su fuerza – y el regaño ahora iba para la bestia quien ahora si estaba muy confundido - ¿quieres matarlo? – pregunto acusadoramente corriendo a ver a Gastón que tosía debido a la presión en su garganta e intentaba respirar - ¿estás bien Gastón? – dijo con una suavidad que rompió el corazón de la bestia, todo ese tiempo que pasaron Bella hablo de su único amigo, aquel que hacia la vida en Villanueve más soportable y ahora al verla ahí no pudo más que envidiar más a Gastón.

- Bella – murmuro Gastón con fingida fragilidad sonriendo al ver a su amiga preocupada puesto que siempre parecía molesta a su alrededor.

- No finjas Gastón sé que estas bien, te he visto recuperarte de cosas peores – y la actitud de Bella cambio por completo entonces al darse cuenta del drama del cazador se levantó y animo al cazador a hacer lo mismo.

- Ni siquiera siendo atacado por una Bestia enorme puedo tener tu bondad – dijo con drama parándose y sosteniéndose contra la columna no quería admitirlo pero realmente estaba algo lastimado.

- No soy una Bestia – gruño la bestia al escuchar ese comentario sobre su persona.

- Un caballero lo dudo – continuo con sarcasmo en un bufido.

- Gastón Cállate – los interrumpió pues ya venía otra batalla surgir - te advertí – negó con la cabeza - te dije que no hacía daño a nadie y aun así vienes y lo atacas, traes a todo el pueblo y mira lo que paso – levanto sus manos recordándole todo el maldito desastre.

- Es literalmente una Bestia – señalo al aludido que solo gruño en su dirección mostrando los dientes - ¿has visto el tamaño de sus colmillos? – pregunto incrédulo.

- Te dije que era bueno, completamente inofensivo y pensaste que estaba bajo un embrujo – recrimino ella cruzándose de brazos muy pero muy molesta – me encerraste en una carreta – y la bestia realmente volvió a gruñir ante esto – no ayudas – le dijo ella callándole.

- Llegas con un espejo mágico donde una Bestia de aspecto atemorizante ruge - le recordó buscando el dichoso espejo pero lo había perdido en algún punto - ¿Qué esperas que piense? - levanto las manos - Un embrujo ¿que no es eso lo que siempre lees en tus historias? – cada vez con más drama - solo quería salvarte – termino cruzándose de brazos con un puchero.

- Me has escuchado – toda la ira existente en bella se evaporo cuando descubrió que todos estos años, todo el tiempo que Gastón solía pasar a su lado fingiendo prestarle atención realmente no era tan fingido como pensó - todo este tiempo pensé que me ignorabas cuando te contaba alguno de mis libros.

- Claro que te escuchaba Bella – suspiro acercándose a ella para tomarla por los hombros – eres mi doncella, no importa el tiempo que pase o cuanto digas que no, siempre serás mi doncella – termino con una hermosa sonrisa a la que Bella sonrió de igual manera y por primera vez fue ella quien lo abrazo resistiendo el impulso de llorar, lo que le había dicho a la bestia era verdad nunca tuvo amigos en el pueblo solo uno, era molesto, fastidioso la mayor parte del tiempo y parecía ignorarle pero era el mejor, la Bestia solo vio con tristeza aquel abrazo, aquella muestra de afecto y sintió su corazón quebrarse.

Era estúpido, totalmente ilógico, no entendía por que albergó esperanzas al verla de vuelta aquí, claro que jamás lo amaría, soltó un suspiro apagado y se dio vuela para salir de la habitación solo para notar donde estaba, ese lugar donde resguardaba celosamente la rosa encantada, solo un pétalo débil quedaba entre el cristal, solo unos minutos más antes de convertirse en lo que tanto pregonaba Gastón una verdadera Bestia.

- Gastón - Dijo Bella ignorante de los dilemas de la Bestia mirando a su amigo tras separarse de ese abrazo con una sonrisa - aun debes discúlpate.

- ¿Qué? - Gastón sorprendido miro a la chica con horror- ¿por qué? – él era el gran Gastón, héroe de Villanueve, el nunca de los nunca, jamás de los jamases se disculpaba.

- Por intentar matar al dueño del castillo, traer una turba enloquecida y ser un idiota – le recordó ella, la Bestia se había detenido entonces, olvidando todos sus pensamientos al escuchar aquellas palabras y miraba a ambos extrañado.

- No voy a disculparme con – lanzo una mirada de desagrado en dirección de la Bestia y frunció su nariz – eso – soltó con cizaña y Bella entre cerro los ojos ante su infantil respuesta por lo que nuevamente le dio un golpe en su nuca - Bien – dijo sorprendido por la nueva actitud agresiva de la chica, nunca lo había tratado así - lo siento pero creí que querías devorar a Bella o que se yo – se disculpó sin realmente querer hacerlo - pfff como si de verdad pudiera llegar a amarte – siguió murmurando lo que le gano un nuevo golpe en su cabeza - es la verdad – dijo indignado por ese trato.

- ¡Lárgate de mí castillo! – gruño la bestia amenazadora ya había tenido suficiente de este pseudo cazador molesto.

- Ahora tú – bella se giró a ver a la Bestia con los brazos en sus caderas - ¿enserio no vas a aceptar su disculpa? - pregunto indignada con una ceja levantada ante la actitud igual de infantil.

- No – respondió - intento matarme – le recordó - iba a dispararme – rugió - no voy a disculparme tiene suerte que no le arranque la garganta- termino mostrando sus enormes dientes.

- ¡Aja! – Gastón lo señalo con gran jubilo, como mostrándole a Bella que el tenia razón – te dije que era una Bestia peligrosa – y la bestia gruño en su dirección solo para confirmar más el punto del cazador que de la anda saco un cuchillo y lo blandió en su dirección.

Bella miro el intercambio de amenazas entre los dos sujetos y soltó un suspiro cansado, ellos estaban a un par de pasos pero enserio ninguno parecía querer iniciar la pelea solo gruñía, la bestia y amenazaban con un arma, Gastón entre palabras infantiles.

- Estoy rodeada de idiotas – murmuro finalmente ella hundiendo su rostro entre sus manos - por un lado mi idiota amigo y por el otro el idiota del que estoy enamorada – confeso y eso pareció ser escuchado por dichos idiotas pues ambos la miraron confundidos.

- ¿Qué? – pregunto la Bestia.

- ¿Estás bromeando cierto? – Gastón estaba aún más confundido que la bestia - ¿Bella? – llamo pero la chica solo suspiro más lanzo una plegaria al cielo por paciencia tal vez y miro fijamente a su amigo.

- No Gastón, no estoy bromeando – le dijo con voz firme- ¿por qué otra razón iba a volver? – y ahora miraba a la Bestia que estaba sin habla - si para detener a Gastón pero obviamente es porque te amo – acepto y Gastón jura que su mandíbula casi toca el suelo ante lo sorprendido que estaba.

- También te amo – finalmente la Bestia confeso con una enorme sonrisa tras encontrar las palabras y Bella sonrió igualmente para correr a abrazarle siendo envuelta por aquellos enormes y peligrosos brazos.

- Oh vamos ¿enserio? – siguió quejándose el cazador ante aquella irreal escena - es como un enorme oso lo que sea – le señalo.

- Cállate Gastón – gruño Bella y entonces miro nuevamente a la Bestia y le beso.

Agatha había estado al pendiente todo ese tiempo, busco a la Bestia porque quería ver el momento exacto, ella había visto lo que sucedía hace años antes de lanzar aquella maldición, cuando el padre del príncipe empezó a transformarlo en lo que era, había visto dos desenlaces posibles, en uno el más horrendo y cruel Bella jamás llego a amar a la Bestia y este término sus días como un animal rabioso sin razón hasta que un cazador de gabardina roja le dio muerte finalmente, en otra una más amble para con el príncipe la chica retribuía su amor y la bestia finalmente aprendía la lección para tener su final feliz.

Esos eran los únicos finales que esperaba y ambos la muerte había rondado muy cerca, mas no conto con que una simple pieza de su tablero cambiara, una que parecía totalmente innecesaria derrumbo aquellos futuros como un maremoto provocado por el aleteo de una mariposa, ahora cuando Bella llegó a tiempo para detener al cazador y este realmente la escucho el futuro se había borrado y uno nuevo empezó a dibujarse, la hechicera se mantuvo al margen esperando, pensado en que quizás este nuevo futuro no tendría a la muerte rondando.

Los habitantes del castillo gritaron victoriosos abajo al finalmente ganar contra los invasores, un hermoso plumero de finas plumas se deslizo hasta el candelero que abrazándola aplaudido su triunfo para darle unas vueltas con amor, en el mismo momento arriba el ultimo pétalo de la rosa mágica se tabaleaba listo para caer y sentenciar aquella maldición.

Bella beso a la Bestia y este le respondió ante la mirada de asco de Gastón por tal acto, el cazador hizo un ruido más la figura cubierta detrás de ellos le llamo la atención, le vio acercarse detrás de ellos y temiendo un ataque saco su cuchillo nuevamente más antes de poder lanzarlo una brillante luz proveniente de la pareja lo cegó y bella sintiendo el calor emanado de la Bestia también le soltó por reflejo.

Una lluvia de pétalos rojos así como destellos dorados rodearon a la Bestia y Gastón dejo de prestar atención a la posible amenaza para con grana sombro al igual que bella mirar a la Bestia ser envuelta en magia dorada, y las garras se trasformaron en manos humanas, las patas traseras en tonificadas piernas pálidas y cuando la bestia fue devuelta a la tierra un apuesto hombre respiraba en su lugar.

La bestia reformada sonrió entonces se miró incrédulo por lo sucedido tocándose, palpando su rostro dándose cuenta que era humano, bella miro todo confundida, ella lanzo una mirada a Gastón quien estaba igualmente sorprendido.

- ¡Wow! – dijo únicamente el cazador volviendo a quedarse sin palabras.

- Soy yo Bella – dijo la ex bestia - tú has roto mi maldición – y el hombre camino un par de pasos a ella que aun confundida retrocedió alzando una mano en dirección a Gastón en busca de apoyo, el noto eso pues detuvo su andar y le miro en una súplica silenciosa y Bella camino entonces, Gastón intento detenerla pero ella negó y se acercó aquel nuevo ser, tomo su rostro con una mano y mirándolo a los ojos le reconoció, vio a aquella alma bondadosa y atormentada de la que se enamoró.

- Si eres tu – sonrió ella para abrazarle, Gastón rodo los ojos ante el momento cursi más recordando a la figura extraña de antes se giró en busca de la amenaza, más el pilar de roca donde estaba seguro una urna se encontraba estaba totalmente vacío, ni rastro del intruso o cualquier objeto sobre esta, solo la nieve deslizándose por el destruido techo.

Y los rayos del sol empezaron a filtrarse por la lejanía para nuevamente ser testigos de una nueva magia, pues el castillo al ser bañado por los rayos dorados empezó a transformarse y donde antes hubo destrucción y ruinas se transformó ante sus ojos en un hermoso castillo totalmente nuevo y bañado en riquezas como alguna vez lo fue, abajo uno a uno los sirvientes leales volvieron a ser humanos.

- Ahora entiendo porque te gustaba tanto – murmuro Gastón cuando finalmente paso el asombro de ver los cristales de las ventanas formarse de la nada.

- No sabía que se veía así – dijo Bella sonriendo - pero si es guapísimo – termino presumida mirando a su amigo.

- No hay nadie más guapo que Gastón – dijo el cruzándose de brazos con su actitud arrogante de antes, ahora sin rastro alguno de las voces.

- ¿Qué hay de Lefou? – dijo ella separándose del hombre que no quería dejarle ir por temor a perderle.

- ¿Qué hay con él? – se encogió de hombros.

- Creí que era apuesto – dijo con malicia.

- Lefou no es apuesto, él es – se mordió el labio no sabiendo cómo expresarse - la creación más hermosa que pudiera existir – dijo finalmente con una sonrisa bobo en el rostro entonces recordó que lo había dejado encerrado abajo en un intento de mantenerlo a salvo - demonios debo ir a ver como esta – dijo listo para correr.

- No tan rápido aun debes disculparte con todos los del castillo – más Bella fue más rápido y lo tomo de la gabardina para detenerlo.

- Gastón no pide disculpas – respondió con una mueca cruzándose de brazos, Bella entrecerró los ojos empezando a molestarse y la ex Bestia retrocedió notando la reacción de su novia entonces ella jalo la oreja de Gastón y empezó a caminar para bajar de ahí – hay – jadeo el pues la chica estaba lastimándole - Bella no – manoteo - suéltame – pidió- me estas lastimando, ¡Bella! – y la Bestia vio a Bella llevar a rastras de la oreja al feroz cazador que hace unos momento había jurado matarle.

Esta mujer realmente era una domadora de Bestias.

Resulto que la bestia era un príncipe, el antiguo príncipe malcriado que había llenado de pobreza el pueblo por lo que fue castigado por una hada y maldito hasta que cambiara su corazón, muchos a un recordaban con amargo sabor su reinado de penurias por lo que muchos no estaban felices, mucho menos cuando recordaron a sus familiares perdidos entre los sirvientes que iban a destruir, lo que les llevo a culpar a Gastón de hacerlos amotinarse contra sus seres queridos y la realeza.

Muchos gritos después, entre argumentos de ambas partes, culpas, pues algunos empezaron a culpar a Gastón de atacar al príncipe y otros aun esperaban derrocar al monarca por ser tan cruel todo el mundo llego a un acuerdo, si el poder del príncipe se extendía a los poblados cercano pero este era el más afectado por lo que ambas partes quedaron con comenzar de nuevo, ellos le dieron una oportunidad al príncipe de reparar sus faltas y este prometió hacer algo por el pueblo como construir carreteras o mejorar las condiciones de vidas de muchos, también dejaron de adjudicar culpas contra Gastón y nuevamente todo volvió a la normalidad.

Tan normal como podía ser en un pueblo donde un sodomita era alabado, y un príncipe hechizado regreso al poder.

Si perfecto.

***********************

- ¿Qué rayos haces en mi castillo? – gruño el ahora príncipe Adam al ver a Gastón caminar por los pasillos en dirección a la biblioteca.

- Verificando que trates bien a Bella – respondió de mal humor pasándole de largo.

- Si sabes que puedo colgarte por insubordinación – lo amenazo, Gastón sonrió entonces se acercó a él para suplicar con voz fingida.

- Oh por favor mi príncipe tenga piedad – dramatizo – solo soy un simple cazador, un hombre – dijo aferrándose a sus hombros – el hombre que evito que le cortaran la cabeza por ser un tirano – termino con seriedad, el príncipe solo entrecerró los ojos por esto - eso creí – palmeo su hombro – vengo a ver a Bella.

- ¿Deja en paz a mi novia? – gruño el pero Gastón lo ignoro y corrió a ver a la chica que como siempre estaba buscando al que leer, el cazador corrió a abrazar a la chica quien desde entonces se dejaba abrazar y trataba mucho mejor al cazador.

- Gastón saludo ella – con verdadera felicidad - ¿Qué haces aquí? – pregunto curiosa ante la mirada molesta de su novio.

- ¿Qué más voy a hacer? – dijo con dramatismo – una bestia horrible robo a mi doncella – señalo al príncipe a lo que Bella le dio un suave manotazo – y ahora tú y Maurice han dejado el pueblo - suspiro - estoy solo – confeso.

- ¿No hay con quien quejarte cierto? – pregunto ella con una sonrisa y Gastón asintió suavemente - ¿Cómo vas con Lefou?

- Oh bella – jadeo Gastón y realmente parecía dolerle – creo que me odia realmente me odia – suspiro – ahora más que nunca.

El príncipe Adam suspiro otra vez Lefou, desde que Gastón solía venir a molestar en el castillo no paro de escuchar de él, incluso la señora Potts hablo del amable joven que le salvo de destrozarse durante la batalla, saber que Gastón era un sodomita fue realmente extraño y sorprendente jamás se lo hubiera imaginado, pero de nuevo el ya no estaba en condiciones de juzgar, nope, aprendió su lección muchas gracias y ser tolerante con los demás aceptando todas las formas de amor era algo que empezaba a aceptar por lo que se terminó convirtiendo en una ley en su reinado.

Lamentablemente Lefou no había quedado muy feliz luego del intento de ser salvado por Lefou, el regordete hombre le había dado un puñetazo, si casi en seco sin decir agua va en cuanto Gastón corrió hacia a él, luego de disculparse claro esta y justo antes de que lo abrazara dramáticamente este le planto un puñetazo en la cara lo llamo imbécil y salió de ahí dándole la espalda, hasta los sirvientes sintieron pena por él.

Patético.

Con Lefou ignorando a Gastón y este casi todo el tiempo quejándose en el regazo de Bella como un bebé llorón Adam no pudo odiar más su nueva oportunidad, lo peor de todo es que le estaba empezando a agradar Gastón.

****************************

Con la normalidad devuelta a su vida, tan normal como puede ser dado que ahora era una clase de futura princesa, Gastón no dejaba de repetírselo para su fastidio y tortura, Bella descubrió que tenía casi por ley hacer ridículos bailes derrochadores en un intento para parecerse a la fría aristocracia, ella puso un pie en eso y de ninguna manera iba a gastar ridículas cantidades de dinero solo para hacer bailes para señores y señoras que al descubrir o mejor dicho recordar al príncipe Adam esperaban un lujoso banquete, ella no comprendía que pensaron que estaba haciendo Adam todo este tiempo durante su maldición pero en fin no iba a preocuparse por eso.

Por lo que tras negarse a muchos bailes y la invitación de muchos más ella casi grita cuando Lumier le dio una invitación que era nada más y menos que a su propio compromiso "¿Pero qué carajos?" pensó ella, una larga discusión después y que Adam le recordara que sus sirvientes morían por nuevamente atención y recordando el banquete con show en vivió que le dieron una vez ella acepto, solo y si invitaban además a la gente del pueblo ella no soportaría estar rodeada de gente aburrida y estúpida como esas duquesas y demás.

Debió saber que no sería fácil, la planeación fue un total desastre ella no sabía nada de eso, discutir por el color de servilletas que lucían iguales era ridículo y Gastón ahí hablando de su ridículo enamoramiento fallido lo era mucho peor por lo que le grito que se fuera y no molestara, no fue hasta tres días después que no lo vio por el castillo que empezó a preocuparse, para el cuarto día fue al pueblo a buscarle solo para saber que este había salido de cacería por lo que se tranquilos hasta que al cumplirse la semana sus mensajeros dijeron que aún no había señales del cazador y si eso realmente le preocupo, no por que estuviera en peligro no, ella sabía que Gastón era demasiado testarudo para morir pero si sabía que se deprimía con facilidad y era muy probable que estuviera escondiéndose en el bosque dado que ella lo corrió del castillo.

Rayos.

- Princesa Bella – saludo Lefou con cortesía hacinado una reverencia a la chica cuando esta finalmente se quitó la capucha que le cubría.

- Por favor Lefou creí que éramos buenos amigos – sonrió ella.

- ¿amigos? – dijo confundido puesto que apenas si había hablado con ella y la última vez no fue tan agradable, de hecho no entendía que hacía en la taberna sabía que no le gustaba venir cuando vivía en el pueblo, ahora que era una princesa era mucho más extraño.

- ¿Conocidos? – dijo ella entonces pero Lefou no dejo de verle extraño - Lefou no voy a mentirte estoy aquí por Gastón – dijo olvidando las cordialidades y directo al punto.

- Él no está en el pueblo – respondió con una sonrisa.

- Lo sé – suspiro ella- ha salido de cacería por más de una semana, el jamás va tanto tiempo solo.

- ¿nadie más parece preocupado aquí? – se encogió de hombros - ¿crees que algún animal? – empezó algo asustado puesto que no le deseaba un mal, si era molesto con el pero nunca deseo la muerte a otra persona.

- No Gastón es demasiado hábil para ser sorprendido – lo tranquilizo ella complacida de ver tal preocupación en sus ojos - me preocupa más su salud emocional.

- ¿perdón? – y ahora sí que no entendía a lo que se refería, ese hombre era la confianza en patas.

- No necesito vivir en el pueblo para saber lo que sucede en el – respondió ella mirándole fijamente - Lefou sé que no debería pedirte esto – empezó estriando su mano para tomar la de el - que realmente es mucho pedir pero debo admitir que Gastón es una parte de mi familia – comenzó - sé que parece que es solo un hombre egocéntrico y salvaje pero debajo de esa mascara, en el fondo de aquel muro que formo Gastón realmente se preocupa por esta lugar y sus habitantes, es una buena persona, aun cuando era dueño de la mitad del pueblo regreso las propiedades a sus legítimos dueños.

- ¿Qué?- Lefou estaba aburrido escuchando aquellas palabras cuando eso le sorprendió.

- El padre de Gastón era un hombre cruel y avaro amaso una fortuna estafando a la gente con préstamos muy bajos por sus propiedades – explico ella - tomándolas como suyas sin que nadie pudiera evitarlo, cuando Gastón regreso de la guerra y supo de esto devolvió todo incluso las propiedades cuyos dueños ya habían fallecidos – Lefou volvió a mirar el escucho de armas en la taberna y lo reconoció finalmente, era el mismo que había estado junto a la carta de propiedad de su casa, aquella donde renunciaba a ella y la devolvía a él.

- La casa de mis padres – murmuro comprendiendo que paso – así que tenía razón – murmuro para sí mismo – la taberna y posada son suyas – dijo dado que realmente no lo creía aun cuando habían dejado de cobrarle el alquiler, Lefou realmente pensó que Gastón lo pagaba o algo así.

- Ni siquiera eso – negó ella - el posadero y su esposa siguen repitiendo que es de su propiedad, supongo que Gastón se cansó de contradecirlos que lo acepto pero Gastón solo posee la casa de su familia – y aquello sí que fue extraño Lefou frunció en ceño, no recordaba ver a Gastón ir a ninguna casa, todo el tiempo estaba estaba de cacería y sus noches prácticamente en la taberna – la única mansión del pueblo, algo insignificante en comparación a lo que tuvieron – y Lefou recordó entonces, la casona que le impresiono al llegar ahí por primera vez, aquella enorme mansión que fácilmente podía albergar su casa dos veces e imagino a alguien como Gastón viviendo solo ahí, día tras días regresando a la inmensa soledad de aquellas frías paredes, ahora entendía por qué pensaban que vivir en una taberna era mejor.

- Entiendo porque nadie quiere colgarle por sodomita – murmuro entonces.

- Intentaron si cuando lo descubrieron - sonrió ella recordando aquel momento - pero Gastón demostró nuevamente ser un grandioso ser humano, si bien no todos lo aceptaron de inmediato pronto aprendieron que lo que hacía no era de nuestro problema – Lefou asintió no muy convencido cuando nuevamente la princesa tomo su mano - Gastón se cansó de vivir fingiendo ser alguien que no era y empezó a vivir realmente, fue algo muy valiente, algo épico para nuestro pueblo animo a muchos a dejar de temer y vivir como ellos querían.

- Aun así es muy anormal – le respondió.

- Stacy es gran amiga tuya ¿no es así? – pregunto tratando de darle otro enfoque.

- Si ella es muy amable conmigo y hace las mejores galletas de canela y té de manzanilla.

- Bueno ella encontró fuerza en Gastón y ahora es libre para ser quien ella quería- le señalo y Lefou no entendió entonces hasta que Bella le lanzo una mirada insistente y el pequeño hombre comprendió algo.

- Stacy es – empezó dándose cuenta que posiblemente ella era un chico, lo que explicaba por qué se reía cada que le mencionaba el matrimonio - no puedo creerlo

- ¿Eso te molesta? – le pregunto evaluadoramente.

- No – negó de inmediato - solo es - se mordió el labio indeciso por sus palabras - supongo que tiene sentido ahora.

- Lefou no te pido que cedas a los deseos de Gastón sé muy bien que uno no puede mandar en el corazón – lo tranquilizo - no pueden obligarte a amar a alguien – suspiro - pero Gastón se ha hecho a la idea de que eres su único y verdadero amor

- ¿Él dijo eso? – y aquello si le llamo la atención Lefou miro a Bella y esta sintió su pulso acelerarse, casi sonrió al darse cuenta de lo que esto significaba.

- No con esas palabras – negó - pero deberías ver la forma en que te mira – dijo con un suspiro dado que había verdadero amor en sus ojos - lo siento, solo quiero que Gastón regrese a ser el idiota de antes y si no puedes amarle como él desea te pido que consideres ser su amigo al menos – suplico -Gastón tiene a un pueblo entero para rendirle alabanzas pero ni un solo amigo.

- Qué hay de ti - 'pregunto entonces sorprendiéndola -¿no eres su amiga?

- Soy más bien como su hermana – respondió sin ninguna duda, y tenía razón hace tiempo que dejaron de verse como amigos, Gastón haría lo que fuera por ella y viceversa porque en todos esos años formaron otro tipo de alzo ellos se hicieron familia y por eso aquí estaba ella, suplicando por el pobre corazón de Gastón.

Bella dejo a Lefou ahí, no sin antes entregarle una invitación y hacerle prometer que iría a su compromiso, el regordete hombre quiso negar pero ella no le dejo hacerlo, más tarde Stayce entro a la taberna y lo secuestro dado que escucho lo de la invitación, Bella la invito también personalmente dado que ella fue de las pocas personas en ser buenas con su padre y le pidió asegurarse llevar a Lefou, cuando este acepto a tener un nuevo traje Stayce descubrió un nuevo y adorable secreto de Lefou.

Esa noche un carruaje llego a Villanueve y una pequeña y menudita figura encapuchada bajo de este, ella fue recibida en un gran abrazo por Lefou.

*************

El castillo iluminado brillaba como si fuese nuevo, la gente bailaba con gran deleite, las mujeres en pulcrísimos vestido blancos e hilos de colores, guirnaldas decorando el salón principal donde los danzantes se abalanzaban al ritmo de la suave música, la princesa y el príncipe en el centro celebrando su tan ansiado compromiso.

No hay invierno aquí

El dolor se fue

Bella y Bestia al fin

Juntos estarán

En final feliz.

- Enserio que canción tan ridícula – gruño Gastón a un lado de Maurice que simplemente negó con la cabeza siguiendo pintando.

- Gastón – llamo el viejo hombre – porque no vas ahí – señaló con su pincel donde la multitud bailaba con verdadero gusto y Bella sonrió entonces saludándole, Gastón devolvió el saludo de mala gana no muy feliz de estar ahí.

- No me gusta bailar – le recordó, de hecho no estaría ahí de no ser porque Bella le tendió una trampa, regreso con una enorme caza para el banquete de su compromiso y la chica le suplico un baile por los viejos tiempo, así que él se había enfundado en un traje azul marino de hilos dorados que la chica mando hacer para ese momento, él sabía que había algo sospechoso pero se dejó llevar al baile y esperar pacientemente hasta que ella terminara de bailar con su prometido para tener y baile y largarse de ahí.

- Tonterías tu amas lucirte – bromeo el hombre y Gastón gruño ante eso, si amaba lucirse pero ahora estar entre felices parejas y peor aún ver a Bella así de feliz era lo último que quería hacer, no se lo tomen a mal, estaba feliz por ella, la amaba pero mirarla junto a ese hombre, sonreír así solo le recordó lo que jamás podría tener.

- No tiene caso alguno – suspiro mirando a la multitud a un hombre en particular, y Maurice lo noto también pues ahí estaba Lefou bailando con Stayce el tranquilo Vals.

- Ya vendrá a ti – salido el hombre – solo dale tiempo.

- No alimente mi dolor con falsas esperanzas Maurice – negó simplemente el cazador girándose para alejarse de la fiesta hasta el balcón cerca y la música termino finalmente.

Lefou hizo una última reverencia a su pareja cuando al levantar la vista vio la inconfundible espalda de Gastón caminar hasta un balcón, la conversación con Bella aun fresca en su memoria, las pocas palabras con Stayce y sintiéndose tal vez un poco culpable tomo una decisión, aferrándose a todo su valentía siguió al cazador.

- ¿Gastón que haces tan lejos de la fiesta? – llamo al verlo parado ahí mirando al horizonte.

- Lefou – dijo sorprendido mirando al regordete hombre que ya se acercaba a el - yo solo – dijo nervioso no queriendo confesar que su lamento era al razón - vine a tomar el aire fresco – agito una mano restándole importancia – a pensar – dijo viendo como Lefou se paraba frente a él y miraba también al horizonte.

- Algo muy peligroso - murmuro el hombre y Gastón asintió en vez de sentirse ofendido.

- Si lo es – sonrió perdiéndose en el perfil de aquel que tanto amaba - pero – dijo nuevamente Lefou giro a verle y este desvió su mirada temeroso de ser descubierto mirándole simplemente volvió a ver el patio del enorme castillo y empezó a hablar - intente durante estas semanas dejar de sentir cosas por ti – confeso aun negándose a mirarle - pero no pude hacerlo, eres la persona más brillante y maravillosa que eh conocido Lefou – aquello le sorprendió porque aunque Gastón jamás lo miro la intensidad en su mirada y la forma en la que se lo dijo sin ninguna duda o titubeo hizo latir su corazón - lograste ganar mi corazón y no puedo evitar pensar en pasar cada segundo contigo – apretó los labios como dándose ánimos o tal vez tratando de detenerse de confesar algo - te amo Lefou - dijo totalmente aterrado con una nueva esperanza nacida de la nada, Gastón le miro entonces se acercó al hombre más bajo y tomo su rostro con una suavidad casi inherente de el - si me permites intentare ganar tu favor – y su voz era suplicante, casi anhelante - esta vez me esforzare mucho más – dijo pero el silencio de Lefou fue su respuesta por lo que lentamente bajo su mano ante tal rechazo - lo sé – Gastón intento ser fuerte y dando un paso retrocedió - no te interesó lamento haberte incomodado – y diciendo eso dio media vuelta listo para irse de ahí, del castillo quizás de la aldea misma.

- Está bien – aquellas palabras detuvieron el andar de Gastón quien se giró totalmente confundido viendo como Lefou jugueteaba con sus dedos y miraba lo interesante que era el piso en ese momento.

- ¿Lefou? – la esperanza pareció nuevamente florecer en su interior.

- Dije que está bien – Lefou levantó la mirada para enfrentarse así a Gastón que aun parecía incrédulo a unos pasos de el - dejare que tu – levanto su mano en un ademan extraño - bueno que me cortejes, pero antes debo dejar claro un par de puntos – agrego.

- Claro lo que quieras – Gastón casi corrió para estar nuevamente y tomar sus manos con gran emoción asintiendo a cualquier pedido, recorrería el mundo entero por él, bajaría la luna y las estrellas, mataría a una bestia, no tacha eso, Bella le dijo que no era romántico.

- Primero no soy un sodomita, no tengo idea de cómo debe ser una relación entre dos hombres ni todo lo que esperas de mi – levanto una mano para silenciar a Gastón puesto que este parecía replicar algo - sin embargo me di cuenta que eres un buen hombre y Bella me hizo entender que no eres realmente un idiota – sonrió burlonamente - yo te confesare que no te amo Gastón y no voy a engañarte haciéndote creer eso - dijo en una promesa - pero me agradas y estoy dispuesto a darle la oportunidad a enamorarme de ti – dijo no muy seguro, él decía la verdad no era un sodomita, no miraba a los hombres de esa manera pero en este tiempo mientras Gastón estuvo de caza tuvo que admitir que en algún momento su cabeza giraba en dirección a la entrada cada que alguien nuevo llegaba a la taberna y algo dentro de el dolía cuando descubría que no era Gastón, ni siquiera había tenido tiempo de ir a reparar su casa, quizás solo costumbre, tal vez algo mas pero el cazador estaba empezando a dejar cierta huella en el - tal vez pueda hacerlo amarte - dijo dudoso sin notar como los ojos de Gastón se iluminaban ante eso - o no pero ahora quiero que sepas que tendrás mi amistad por siempre.

- Una oportunidad es lo único que pido mi amado Lefou, voy a hacerte el hombre más feliz del mundo, voy a ganar tu corazón – y Gastón nuevamente se aferraba a sus manos apretándolas con dulzura para besarlas calidad mente - sé que terminaras amándome tanto como yo te amo y si no es así está bien por qué estar contigo es más que suficiente porque yo tendré suficiente amor por los dos.

- Gastón eso fue muy – jadeo Lefou dado que aquellas palabras con la intensidad que se las dijo fue simplemente hermoso y Lefou no creyó que fuera justo prometer algo que no pasaría - ¿seguro que quieres a alguien como yo? – pregunto indeciso - te mereces algo mejor – señalo puesto que si Gastón podía tener fácilmente a quien quisiera del pueblo - alguien que pueda responder esos sentimientos de igual manera.

- No hay nadie mejor que tu mi preciosa Lefou, por favor créeme que seré feliz con lo que tu decidas darme – y eso casi hace que Lefou se arrepienta temeroso de nunca darle lo que deseaba y romper su corazón.

- Bien eso me lleva al punto dos – dijo aun esperando que Gastón se rindiera con ese último punto - tengo una hija Gastón – acepto levantando la mirada para ver la reacción del hombre que si estaba un poco conmocionado un segundo más después comenzó a reír.

- Mi amada Lefou – sonrió con verdadera calidez – admito que no estaba preparado para eso – continuo solemne – pero si crees que estamos listo seré el mejor padre que puedas esperar – y Lefou ya estaba arrepintiéndose de eso.

- Realmente eres un idiota – empezó reír con suavidad para consternación de Gastón que ofendido jadeo por el insulto – por un segundo pensé que eso te haría arrepentirte – negó con la cabeza con una gran sonrisa – pero olvide que el gran Capitán Gastón no se retracta de nada – y empezó a reír otra vez ante la indignación de Gastón, hasta que la suave risa de Lefou termino por contagiarlo y ahí viéndole sonreír así supo que quería pasar toda su vida con esa persona.

La niña no estuvo tan mal, era una pequeña y delgadita figura de bucles rubios y enromes ojos grises justo como un girasol, ella se llamaba Soleil y según Lefou era idéntica a su madre, la antigua esposa de este que murió hace unos años a causa de una enfermedad incurable, ellos no tenían mucho y cuando la madre de la niña murió los padres de esta que nunca lo quisieron los echaron, ni siquiera quisieron a la niña y Lefou entonces recodo la vieja propiedad que había vuelto a sus manos hace años, el viajo solo separándose con todo su dolor de su niña quien dejo en manos de una vecina, el plan fue revisar la valides de los pápeles y así tomar a la niña con el pero con las condiciones de la casa era imposible traerlo.

Por eso el trabajo fue importante para Lefou, por eso la insistencia con la pequeña casa y aunque todavía faltaba mucho por hacer tener a su hija separada fue demasiado, además tras lo sucedido con el castillo encantado y todo eso, tomo la decidió de traer a su niña pues él fue testigo del dolor de muchos ahí al recordar a su familia perdida.

La niña adoro a Gastón al instante, en su opinión era como uno de esos príncipes heroicos que su madre solía contarle y bueno Gastón siempre adoro la atención.

********************

- No sé si estoy tranquilo con que me vendaras los ojos – murmuro Lefou al ser levantado por Gastón tan temprano y se guiado entre risas de su niña – Soleil dame la mano – y la niña así lo hizo hasta que finalmente se detuvieron.

- Ya puedes abrir los ojos Lefou – dijo Gastón quitante la venda de sus ojos para mostrar así el gran presente-

- ¡sorpresa! – grito su hija igual de emocionada que él.

Lefou se quedó sin habla frente a él era la casa de su recuerdos, de aquella niñez pasada, la pequeña casita en la que nació, sin habla y siendo guiado por su pequeña entro lentamente a esta, ahí estaba todo, la pequeña cocina, el comedor y aun que no recordaba las otras dos habitaciones seguía siendo tan perfecta y acogedora como recordaba.

- Hice algunos cambios – murmuro Gastón – la cocina y comedor esta igual pero creí que Soleil necesitaría su propia habitación – y Lefou se giró para mirar confundido a Gastón.

- ¿tú hiciste esto por mí? – pregunto aun incrédulo, llevaba mucho tiempo de ser cortejado por Gastón y sin embargo dado los últimos días creyó haber perdido su interés.

- Hay un gallinero para tus gallinas, el viejo pozo esta definitivamente seco – señalo pero repare todo lo demás.

- ¿Cuándo? – dijo muy confuso.

- Mi viaje de cacería – murmuro algo avergonzado – realmente está aquí haciendo esto.

- Reconstruiste mi casa – murmuro y ya no era una pregunta, el grito de su niña le llamo la atención por lo que salió por la puerta trasera solo para maravillarse aún más, ahí en su jardín sembrados en todo este había cientos de girasoles que ya saludaban al sol, se dio cuenta entonces que debió plantarlos mucho antes y cultivarlos para hacerlos crecer y aquello solamente lo enterneció.

- Mira papá – dijo la niña entonces subiéndose a la pequeña banca que había sido puesta justo debajo de la ventana y una cornisa por Gastón, Lefou miro a su niña e igualando se subió a esta solo para quedar mas maravillado, mas allá, afuera de la cerca de su patio el enorme campo que rodeaba su propiedad estaba cubierto de hermosos girasoles, todo hasta donde sus ojos podían verlo.

- Gracias – murmuro Lefou no sabiendo bien como expresarse pues esto era lo más bello y hermoso que nadie nunca hubiera hecho por el – yo no sé qué decir – murmuro confundido aguantando las ganas de llorar puesto que realmente había sido todo un gesto.

- Verte así – respondió Gastón tomando su mano – lleno de felicidad junto a Soleil – dijo mirando a la niña que salto de la banca para correr a adentrar al campo de girasoles – es lo único que necesito – y levanto su mano entonces para besarla sin dejar de mirarlo – te amo Lefou –pronuncio finalmente aquellas mismas palabras que decía todo el tiempo.

- Gracias – fue la respuesta estúpida de Lefou pues aunque quisiera realmente responder igual, amarlo con la misma intensidad se prometió nunca mentirle y en ese momento no lo sentía, su interior era un jubilo de emociones revueltas que explotaban sin orden alguno, felicidad, tristeza, emoción y miedo mezclándose todo junto, Lefou sintió que aquello sería realmente injusto para Gastón.

Así que lo abrazo, rodeo su hombros atrayéndole en un abrazo y murmuro miles de gracias, para Gastón eso fue suficiente, fue un gran avance puesto que era la primera vez que Lefou iniciaba un contacto así y eso fue el mejor pago de todos, al terminar el abrazo lo ayudo a bajar del banco y después le dijo ir a perderse en los girasoles grabando ese momento en su memoria.

Se enteró después que Gastón de hecho vendió su casa, aquella que con gran orgullo había pertenecido a generaciones de su familia, vendida para pagar los gastos de la casa así como el sembradío de girasoles y aun que Lefou intento pagar algo este se negó, se conformó con una cena y Lefou se lo permitió, pero ellos no se mudaron juntos claro que no Gastón cumplió su sueño de vivir en la posada y si el posadero y su mujer no lo habían adoptado ya, lo hicieron totalmente entonces.

Unas semanas después de vivir en su nueva casa Lefou fue acompañado como todas las noches hasta su casa tras un largo turno en la taberna por el cazador y por primera vez este le ofreció quedarse, no hubo malicia alguna en sus palabras solo la oferta de un desayuno caliente en las mañanas y una cama suave, tenían dos habitaciones después de todo y a Soleil no le importaba compartirla con Gastón dado que lo quería mucho, no fue Gastón quien durmió en su cama esa noche si no su padre y Gastón se relajó entre las sabanas con el fresco aroma de su deseo a la mañana un desayuno caliente lo recibió al despertar y un abrazo alegre de la dulce niña.

Poco a poco esas visitas se hicieron más frecuentes, pronto hubo cosas de Gastón por todos lados en la casa y cuando la silla adornada con astas apareció frente a su chimenea Lefou solo suspiro pidiéndole mudarse de una vez, no hubo besos, no hubo caricias ellos no eran una pareja, aun.

*******************

Fue una fría tarde de otoño cuando lo descubrió, Soleil entro corriendo por la puerta como cada día tras estar en la escuela, la princesa Bella insistió en que todas las chicas debían asistir llegando incluso tan lejos como para pagar su cuota de cada una, muy pocos llevaron esta oferta por lo que las niñas no eran abundantes en la escuela.

Lefou había aceptado, se sorprendió cuando Gastón de hecho fue quien insistió primero asegurando que no necesitaban la bondad de la princesa y que el pagaría la escuela, de hecho había planeado enseñarle a leer el mismo, no es que lo disfrutara pero había sido testigo en lo que la lectura habían convertido a Bella y quería que la hija de Lefou fuera así, libre, segura de sí misma y valiente, que no necesitara a un hombre.

Así fue como Soleil empezó la escuela, y que como cada tarde entraba por la puerta no con tanto entusiasmo como ahora, la pequeña corrió ignorando a su padre tirando sus libros en una esquina para acercarse a Gastón quien limpiaba su arma con delicadeza se acercaba el día de caza más importante del año donde pasaría un par de semanas en el bosque para conseguir la mayor cantidad de presas antes de que el invierno hiciera imposible cazar al menos un buen venado.

Él tenía que cazar lo suficiente para mantenerles esta vez no solo a sí mismo sino a dos bocas mas eso sin contar el carnicero que básicamente necesitaba de sus presas, cualquiera que viera a Gastón limpiando su fusil sabía que no debía interrumpirle más a la pequeña le importo poco, ella no sabía lo concentrado que se ponía, antes de que su padre pudiera detenerla la niña ya estaba llamando la atención de Gastón.

Lefou definitivamente no se esperaba esa reacción, de hecho no esperaba nada de aquello.

- Monsenuir Gastón – llamo la pequeña haciendo que Gastón la mirara, su rostro contraído en la concentración se suavizo al ver a la pequeña – Monsenuir Gastón – repitió cuando se aseguró que era atendida – finalmente Pensilve dejara de molestarme – dijo con orgullo inflando su pecho – eh roto su nariz con mi puño como usted me enseño y no tuve que utilizar ninguna llave de lucha – termino totalmente emocionada, Lefou casi deja caer el plato que sostenía al escucharle sabía que Gastón pasaba tiempo con su hija pero no esperaba esto.

Era una niña, una doncella debía aprender a ser delicada y refinada no una salvaje, por segunda vez quiso gritar en dirección a esa habitación más nuevamente fue sorprendido.

- Esa es mi chica – rio Gastón mirando con orgullo a la pequeña – ese bastardo debe aprender a no meterse con una dama de sociedad como tú – acaricio los rubios cabellos de ella – pero en futuras ocasiones simplemente menciona lo furioso que se pondrá el Capitán Gastón si te molestan eso los persuadirá o al menos a sus padres- asintió a la niña que parecía hacer un puchero.

- No soy una doncella débil – murmuro molesta cruzándose de hombros.

- No lo eres - asintió Gastón – eres prácticamente una Legume la debilidad no es parte de nosotros- flexiono un brazo para hacer su punto – pero también eres una doncella refinada, debes aprender a escoger tus batallas.

- Ganare todas ellas.

- No lo dudo... pero tu padre me matara si te conviertes en una salvaje – rio al ver el pequeño puchero de la niña – ahora ven aquí – palmeo su rodilla – y continuemos con esa historia.

Soleil corrió tras soltar un grito de emoción a buscar su libro favorito uno que la princesa Belle le dio en su última visita al castillo, había empezado a leerlo hace poco y cada noche ella intentaba leerlo con ayuda de Gastón, corrió a sentarse en su rodilla y junto al fuego, con el repizcar de la madera al fuego de la chimenea como fondo empezó su lectura.

Lefou contuvo el aliento entonces se aferró a la loza en su mano estrujándola con fuerza sintiendo miedo al comprender aquella paz al ver esa escena, no había sentido nada así desde hace años, no desde que su querida esposa había muerto, era como verla nuevamente a su mujer cerca del fuego en aquella mecedora sosteniendo a su pequeña niña recién nacida para dormirla, el casi llora por eso.

Gastón levanto la mirada entonces tras mostrarle a Soleil como se leía una palabra y miro a Lefou con intensidad, entonces sonrió y era tan cálido, sincero, tan lleno de amor que no pudo negarlo más, que finalmente lo acepto, se había enamorado de Gastón, todo este tiempo, estas semanas insistentes del hombre, de regalos abrumantes y palabras de amor no pudieron hacerle sentir lo que aquella escena consiguió, o tal vez si y este momento solo termino por confirmar algo que ya tenía en mente.

Lefou le devolvió la sonrisa haciendo que el corazón de Gastón se disparara de la emoción, se obligó a regresar su atención a Soleil y Lefou a terminar de preparar la cena, en una escena hogareña y cálida.

El día de la cacería cuando todas las mujeres se despedían de sus esposos para esperarles por al menos tres semanas trato de ignorar el hecho de que lo extrañaría como un loco, cuando regreso casi cuatro semanas después Lefou espero a que Soleil se durmiera en los brazos de Gastón preguntando sobre la cacería para finalmente admitir lo mucho que le había extrañado.

Le beso en el umbral de la habitación de su hija tras llevar a la cama, con el miedo recorriendo su cuerpo a un Gastón sorprendió que se entusiasmó demasiado por aquella acción tanto así que le empujo contra una pared para darle un verdadero beso.

Todos tenían razón, nadie besaba como Gastón.

Y aunque todos habían asumido que Lefou era el amante de Gastón desde que entro a vivir en su casa la verdad es que no fue hasta un año después de aquel primer beso que realmente hizo el amor por primera vez.

Villenueve era un pueblo para muchos extraños, sus habitantes contaban la historia de un príncipe hechizado por su egoísmo para ser salvado por una mujer ilustrada.

Los viajeros que solían pasar por ahí habían escuchado las canciones que todos cantaban, las historias heroicas de su héroe de Guerra que protegía el pueblo de bandidos tan valiente que le mismo príncipe de la región respetaba.

Algunos otros hablaban de la depravación que cubría aquel pueblo, historias inverosiblemes sobre hombres vestidos de señoras y mujeres viviendo como una pareja casada.

Las doncellas casaderas lloraban la pérdida del espécimen perfecto de la virilidad masculina a manos de otro hombre, algo que con el tiempo dejaron de ver extraño.

Para el mundo entero Villeneuve era un lugar extraño pues el príncipe había decretado que el amor era libre bajo su gobierno, nadie realmente lo entendía fuera de aquel peculiar pueblo, mas algo era seguro si ibas ahí con el corazón bondadoso y mente abierta serias recibido con alegres saludos y rostros amables, si tu corazón era amargo y llegabas con acusaciones malintencionadas corrías el riego a morir por violar aquella ley sagrada.

******************

La primavera es la peor época para perder a tu madre, de hecho cualquier época lo es a cualquier edad uno no está realmente listo para decir adiós a ese ser que te brindo amor incondicional, claro que muchos tienen la suerte de ser así, de tener al menos unos años de amor maternal, otros desgraciadamente jamás lo conocerían, ese amor puro que cuando te deja es el peor dolor que pudieras tener.

Lefou tenía exactamente 16 años cuando su madre sucumbió a una enfermedad aun con el consuelo de su padre el no puedo soportarlo, le había prometido no ir a la guerra para estar con ella, para cuidarla y ahora ella estaba muerta, Lefou no puedo resistir estar en el funeral, no cuando el día mismo parecía burlarse, cuando el sol brillaba con intensidad y los pájaros cantaban de alegría por la primavera, cuando las flores hermosamente invitaban a las abejas con su danza ayudada por el viento, no, Lefou estaba muy destrozado para quedarse ahí, por lo que corrió, simplemente huyo al único lugar que él conocía como seguro , aquél en el que podía fingir que era solo un niño escondido en un juego con su madre, Lefou corrió hasta un enorme campo de girasoles y empezó a llorar dejando que sus lágrimas corrieran y alimentaran las flores que tanto amo su madre, los girasoles bailaron a su alrededor, moviéndose como ninfas danzantes que susurraban al viento sus pétalos acariciaron sus mejillas y puede jurar que una de ellas incluso le beso para hacerlo sentir mejor.

El viento soplo entonces, fuerte, decidido, como un torrente agitando los girasoles que aturdidos tardaron a volver a mirar al astro rey, cuando Lefou levanto la vista había un caballo negro de pesados cascos en medio del campo en su lomo un jinete, temeroso que fuera algún moro retrocedió pero el jinete jadeo entonces dejándose caer hacia adéntrale y sin más cayo del caballo contra las flores, el caballo relincho entonces como en busca de su ayuda y tras debatirse un poco Lefou se acercó a ayudarle, el chico, porque esto era un chico casi como él estaba sucio, sangre y mugre inundaban su rostro y sus cabellos negros alborotados cubrían su rostro, suspiro de alivio al ver el uniforme de un soldado del rey y mas tranquilo Lefou trato de auxiliar al chico.

- ¿Estás bien? – pregunto con suavidad más aquél soldado parecía demasiado débil, luchando por abrir los ojos le miro cuestionarte, Lefou ahogo un jadeo cuando dos ojos tan azules como el hielo le miraron fijamente - ¿estas herido? – pregunto sintiéndose estúpido puesto que el chico jadeo aferrándose a su estómago de donde vio brotaba sangre – dios mío – jadeo asustado, el caballo relinchó detrás de él y sin más despego la carrera para irse.

Lefou había quedado con un soldado herido sin saber que hacer asustado mucho más que antes por la cantidad de sangre se petrifico ante el recuerdo de alguien moribundo, aquella escena era tan familiar a la de su madre ahora en una tumba fresca, con un nuevo quejido del soldado Lefou sacudió la cabeza negándose a que este joven muriera.

- Sssh – trato de tranquilizarle – estarás bien – dijo en un murmuro, vas a estar bien – repetía sin cesar para tranquilizarse a sí mismo y sin más desato el moño en su garganta y presiono la herida con este, el soldado jadeo de dolor pero el chico se negó a apartarse de su lado – hey vamos mantente despierto – siguió murmurando el – no puedes morir aquí – siguió – por favor no mueras – y Lefou suplicaba como antes lo hizo con su madre, el soldado parecía a punto de morir y Lefou no tenía idea de que más hacer.

- Masdsd – jadeo el soldado y Lefou intento callarlo – Magnifique – llamo en un susurro.

- No – negó el con la cabeza – solo Lefou – soltó en una sonrisa nerviosa pensando que le llamaban así a el – mi nombre es Lefou – y el soldado abrió los ojos de par en par para mirar al chico que sostenía su mano temblorosa.

- Lefou – susurro débilmente mirándole causándole una emoción extraña al saber que posiblemente viviría, Lefou sonrió entonces, tan cálido, tan bellamente por que la forma en que aquel extraño dijo su nombre fue justamente del mismo modo que lo decía su madre.

- Lefou – repitió el negándose a llorar cuando las fuertes pisadas de soldados se escucharon en el campo.

Y el viento soplo nuevamente, Lefou se tensó de inmediato pensando que se trataban de aquéllos que dañaron al soldado, tal vez el enemigo lo había seguido, tal vez estaban cerca de su aldea y todos estarían muertos muy pronto, el soldado jadeo cuando Lefou apretó su mano con fuerzo y tas disculparse trato de calmarlo.

- Shhh – cubrió sus labio resecos con sus regordetes dedos – silencio creo que... creo que te siguieron – dijo temeroso Lefou rogando porque ahí en medio del campo de girasoles no fueran encontrados, Lefou se recostó junto al soldado y temblando de miedo suplico – por favor, por favor no tengas miedo, no voy a dejarte pero no te muevas.

Y ante cada pisada Lefou se estremeció más y más asustado esperando que su muerte llegara pronto, un caballo rechinó entonces y el soldado jadeo en reconocimiento, Lefou trato de pararlo pero entonces un cañón ya estaba apuntándole.

- Levántate – le ordeno el hombre y Lefou negó temeroso de que dispararan a su nuevo amigo - ¡Levántate! – le grito el hombre y otro más lo alejo del soldado con fuerza para ser reconocido - ¡el capitán! – grito el soldado y muchos más llegaron entonces - ¡el capitán esta vivo! – dijo orgulloso aún cuando dicho soldado estaba muriendo.

La ayuda no tardó en llegar, Lefou vio como el caballo que relinchaba era el mismo que dejo caer ahí mismo al soldado y como estos guiados por el iban en su auxilio, uno de ellos le agradeció por mantener seguro al capitán, y aun que la aldea iba a ser evacuada, Lefou siempre se preguntó quién era ese capitán.

Nunca supo quién fue, solo que fue un gran alivio para su momento de dolor, agradeciendo con el corazón y deseándole buena suerte en batalla, Lefou olvido aquel valiente soldado ante la sombra de la muerte de su madre.

Gastón tenía 17 años cuando tras ser emboscado por el enemigo a mitad de su batallón murió, el capitán más joven de la historia herido de muerte, su caballo corrió lo más lejos que pudo sacándole de ahí, cabalgo durante horas hasta dejarlo en un campo brillante como el sol, un campo de girasoles cuando finalmente se desmayó en el suelo pensó que iba a morir, entonces la criatura más hermosa de todas le hablo con suavidad, le tomo de la mano y sonrió como jamás antes había visto.

La criatura más hermosa que había visto en la vida se llamaba Lefou y como se enteró después era un joven de la aldea que evacuaron esa noche, el no volvió a verlo, la guerra lo mantuvo ocupado por varios años y cuando termino no pudo recordar el nombre, solo una sonrisa, cansado y derrotado, sabiendo que nunca más lo encontraría regreso a casa, a Villanueve donde cansando de expectativas tontas se decidió a ser el mismo.

Fue una mañana aburrida como todas, Bella leía un libro en la fuente y las chicas lo perseguían, cuando los hermosos girasoles de la florista le llamaron la atención, el recuerdo aquel campo regreso fresco a su memoria, escucho una risa entonces, suave tranquila, dulce y ahí frente a sus ojos del otro lado del puesto hablando con la florista sobre aquellas hermosas flores, rodeado de flores de colores estaba el, su preciosa Lefou, finalmente lo había encontrado y esta vez no iba a perderlo.

Fin.

Notas:

Las voces que escucha Gastón no son ninguna clase de magia, maldición ni nada por el estilo, son esas pequeñas voces que todos hemos llegado a escuchar alguna vez a veces nos aminan a ser peores de nosotros mismos o a tener miedos irracionales, es simplemente nuestra lucha interna.

Soleil. Encantadora y agradable, como el calor del astro rey, del cual proviene su nombre: el sol.

El como Lefou y Gastón se conocieron, él se enamoró de su lealtad y valor, por eso cuando se reencuentra con él lo persigue, Gastón nunca le cuenta sobre ese suceso por que después se entera que fue el día que murió su madre y Lefou odia hablar de ese día, así que lo mantiene en su memoria.

Una galleta?

Un chocolate??

Un Lefou para Gastón??? 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro