CAPITULO 5 🦋
Llegamos a un restaurante lujoso, con un ambiente acojedor, y muy íntimo.
Nos dan una mesa en el fondo, junto a una vidriera, que deja ver el ajetreo de la ciudad.
El lugar tiene luces tenues, velas encendidas en las mesas, música de jazz de fondo, todo le da cierto aire de sensualidad al ambiente.
Namjoon retira la silla para que me siente, y toma el lugar junto a mi.
-Espero que te guste Ava, es mi lugar favorito para venir a cenar o a beber.
E alucinante, está en el último piso de un lujoso hotel, así que la vista de la ciudad y el río han es inmejorable.
-¡Me encanta! -me emociona estar en un lugar así, después de un pesado día de trabajo, el mesero se acerca pedimos la cena, él ordena unos tragos, y me excuso para ir al tocador- Ya vuelvo.
Hago mis necesidades, lavo las manos, retoco el brillo labial, y acomodo un poco los desordenados rizos.
El sonido de un mensaje entrante de el celular, interrumpe mi concentración. Lo tomo, y ver el nombre en la pantalla me hizo sobresaltarme.
Jimin:
"Que placer verte de nuevo Ava. Me encantaria que charlar contigo, cuando ya no tengas compañía."
Al leer el mensaje el corazón me dió un vuelco. Siento que el rubor, sube por mi pecho hasta mi rostro. Él está aquí y para mí mala suerte vengo con NamJoon.
-¡Dios de verdad! -digo en voz alta con fastidio, me recargo en la encimera del lavamanos, que se supone que le responda, "oh, sera mañana, porqué está noche follare a Nam"- Maldita sea, por qué me importa lo que pueda pensar -trato de calmarme, me paro frente al espejo y respiro profundo, cierro los ojos, los abro lentamente, y comienzo a teclear-. Piensa algo inteligente Ava.
"Jimin que sorpresa, claro nos vemos mañana a las 5, en el «Irish Pub Dublín»."
Envío el mensaje, arrojo el celular dentro del bolso, y voy hacia la mesa, donde me espera mi guapo acompañante. Al verme, una hermosa sonrisa se dibuja en su rosto. Antes de sentarme, Nam toma mi mano.
- Ava, ¿me permites tomarte una foto? Es que bajo las luces tenues del lugar, te ves especialmente hermosa -lo miro extrañada, su comentario me deja avergonzada, nadie había pedido una foto mía, bueno al menos no una con ropa -¿Puedo? - yo asiento, tomo mi bolso con ambas manos frente a mi cadera, justo cuando escucho el sonido del obturador de NamJoon, detrás de este veo pasar a Jimin a paso muy lento.
Es como, si esperara a que Nam voltee a verlo, para estudiarlo.
Me dedica su hermosa sonrisa, agacha un poco la cabeza y sigue de largo, hasta dirigirse al pasillo donde justo antes camine. A mí se me dibuja la estúpida sonrisa puedo sentir la ligera mueca flotando por mi cara, es oficial verlo me hace feliz.
-Vaya Ava, mira la manera en la que sonríes, te ves hermosa -yo solo pienso, que no diria lo mismo, si supiera quien fue el causante.
Agacho la mirada, no soy capaz de verlo a los ojos. Sabiendo que otro hombre, ronda por el lugar y mis pensamientos.
Aún sonrojada me dirijo a la silla. Él mesero llega con nuestra orden, nos sirven vino tinto, y de inmediato mi guapo acompañante, propone un brindis.
- Ava brindemos por esta noche... - el eleva su copa, y choca con la mia.
La noche transcurre tranquila, no se cuántas botellas hemos bebido, creo que 3.
Mi vista está un poco nublada y mi juicio se encuentra más ligero de lo normal. A estas alturas, Jimin se encuentra lejos de mi mente, por qué lo único, que tengo como objetivo, es mi sexy acompañante.
Entre risas y charla amena, se ha encargado de hacerme olvidar de todo. El es como ir a terapia un mes, mi pecho se siente tan ligero, y los problemas, se han esfumado de mi mente.
Mientras se adentra mas la noche, miro con detenimiento, su cara, los sexys ojos, sus labios, gruesos y delineados, sus facciones afiladas, junto con su cabello. Que ahora se encuentra un poco revuelto, hace que me mantenga ocupada, disfrutando las expresiones de su rostro.
Acerca la silla un poco más a mi, hasta sentir en mis fosas nasales, su elegante aroma a cítricos amaderados. Su aliento cargado de vino, y su mirada, son embriagantes.
Nos acercamos, hasta quedar a centímetros de distancia. Puedo sentir su aliento sobre mis labios. Un escalofrio me recorre entera, cuando pasa la mano derecha por mi nuca.
-Ava dime ¿deseas que te bese, tanto como yo lo deseo? -trago saliva pesado, el instinto animal amenaza, con asomarse en el momento que pruebe de el.
Para mí, en este punto, no hay marcha atrás. Asiento, rodeo su cuello con mis manos, estoy a punto de besarlo. Al sentir el roce de sus labios, mi cordura sale huyendo del lugar.
Con destreza, recorre mis labios, yo lo recibo con urgencia. Abro los labios y el invade mi boca con su lengua.
Se enciende el deseo, que atraviesa mi cuerpo, llega mi intimidad, liberandose en mi ropa interior. Sus manos, se apoderan de mi cintura. Con las mias, recorro los fuertes brazos, dónde siento su piel ardiente, a pesar de traer puesto el saco.
En este momento, me encuentro excitada, pero, nos vemos obligados, a separarnos, del extasiante beso, para tomar aire.
Él aprovecha este momento, para hacerle una seña al mesero, y nos traiga la cuenta.
-NamJoon ¿tu casa o la mía?-relame sus labios, y sonríe de manera ladina, para unirse a mi boca.
Es un beso tan obseno, y cargado de pasión, que agradezco, la poca luz que tiene el lugar. Alguien frente a nosotros, aclara su garganta, lo que nos hace separnos. Debe ser el mesero, pero al girar el rostro, siento el cuerpo sin fuerzas.
De pronto la borrachera, y el deseo se han ido al caño, dándole paso a la angustia y el nerviosismo.
Debería de importarme un carajo lo que piense, pero ver a Jimin parado frente a mi, con semblante serio, me dejó helada.
No soy capaz de decir algo, o de mover un músculo, siento un vacío en el estómago. Y súbitamente, el calor que Nam había provocado en mi, le dió paso a un escalofrío, que sacude mi espina dorsal, y eriza mi piel.
-Buenas noches, lamento interrumpir, pero, de ser posible, me gustaría charlar un minuto con Ava. ¡Ah! lo lamento mi nombre es Park Jimin -el le extiende la mano hacia mi acompañante, quien la toma, y me mira de reojo.
En mi pecho, ha comenzado una guerra, entre el corazón, por latir más rápido, y los pulmones por hiperventilar.
-Kim NamJoon -me mira y pasa su brazo sobre mis hombros, yo no puedo quitarle los ojos de encima a Jimin, quien nos mira de mala manera.
-¿Ava tienes un minuto? por favor... -asiento, pero no puedo levantarme, mis piernas se encuentran en estado vegetal, incapaces de sostenerme.
-Vuelvo enseguida, iré al baño -los dos hombres de frente a mi, se miran con soberbia, pero, antes de irse, NamJoon me da un fugaz beso en los labios, para luego, perderse en el pasillo.
Trago saliva pesadamente, y preferiría que no se hubiera ido. La pesada mirada Jimin, se posa sobre mi, cuando se sienta a mi lado.
-¿Como has estado? - me pregunta, dedicandome una tierna sonrisa, mientras toma mi mano, abro la boca para decir algo, pero el me interrumpe- Sabes, no me había atrevido a llamarte, porque no quería presionarte, sentí de debía darte espacio, pues, me porte como un verdadero imbécil.
Su semblante cambia repentinamente, su mirada se endulza, y entrelaza mi mano con la suya.
-Perdón Ava, por reaccionar de esa manera.
-Jimin no, quien debe disculparse, soy yo, siento haberte dicho eso.
-¿Sigue en pie lo de mañana? - lo dice alzando sus cejas, y acariciando mi mejilla, por Dios deja de ser tan lindo.
-Si, por supuesto -le guiño un ojo y me da un abrazo antes de levantarse.
- Es promesa Ava -da media vuelta, y lo veo perderse entre las mesas.
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