Jeon Jungkook.
5 años y medio atrás.

Llegué a casa rápido, quería darme una ducha e ir por mi hermosa novia. Le prometí llevarla a una fiesta, dónde irán mis amigos y mis primos, quiero que todos conozcan a Ava y vean lo maravillosa que es.

Al entrar me pareció extraño ver a mi padre sentado en el recibidor, en cuanto entre este se puso de pie.

-Por fin llegas hijo, ven vamos al despacho, tenemos que hablar -asenti temeroso, su semblante era serio.

Me indico que me sentara en la silla frente al escritorio, aclaro su garganta, poso sus oscuros ojos sobre mi. Su fría y calculadora mirada me hacía temblar, papá no es de los se anda con rodeos.

-¿Sigues viendo a esa chica, Ava? -trague pesado, ella es mi vida y no tolero que papá hablé de ella de mala manera, asi que tome aire y lo solté de a poco antes de responder.

-Si papá, la veo todos los días, y paso cada minuto que puedo a su lado, como cualquier pareja de novios -dejó caer su cuerpo en el respaldo de su silla de cuero, y tamborileo los dedos sobre el lustroso escritorio de madera.

-Jeon Jungkook, sabes que no me gusta repetir, la dejarás, ahora mismo -lo mire altanero, con una risa burlona en el rostro.

-En tus sueños papá -me levanté de la silla y camine frente al escritorio-. Si no la dejo ¿que harás? ¿Mandarme al extranjero para que no esté con ella? -rei alzando los brazos al cielo-. Hazme ese favor, ella solo me tiene a mi, así que se iría conmigo sin pensarlo -papá chasqueo la lengua.

-Jk... sabes que nada me impide tener lo que quiero, ¿verdad? -mi boca se seco, había escuchado decir esa frase a papá justo una semana antes de que su socio se "suicidara", cruce mis brazos y me pare frente a el, asenti mirándolo fijamente-. Si no dejas a esa chica, la haré mía, delante de ti, y verás como gime mi nombre, lloriqueando por más, como la puta que es.

Empuñe las manos y golpee con fuerza el escritorio, estaba colérico, enfurecido, quería golpear a mi padre hasta hacerlo pedirme perdón de rodillas, por decir algo así de Ava.

-Papá en tu vida vuelvas a hablar así de mi novia, ella jamás... -soltó una carcajada que me dejó descolocado.

-Eres tan estúpido hijo mío, ¿quien te asegura que no lo ha hecho ya? -me quedé petrificado, Ava no lo haría, ella me ama, me desea solo a mi, será mi esposa, mil cosas pasaron por mi mente, imaginarla en brazos de mi padre me lleno de asco y repudio, ella no me mentiría, pero papa tampoco lo haría ¿o si?

-¡Mientes padre, Ava no es así! -se levantó de su sillón, camino y se paró frente a mi.

-Imagina a una pobre y hermosa huérfana, que solo posee la ilusión de ser alguien en la vida, se topa con un hombre que le puede dar lo que ella desee, dime Kookie, ¿de dónde crees que sacó el dinero para poner la florería? ¿De trabajar como mesera? ¡ja! de verdad que eres estúpido -un sabor amargo invadió mi boca, ella no lo haría, no me mentiría.

-¿Tu cómo sabes de la florería de Ava? ¿como sabes que es huérfana? -lo mire inquisitivo-. Olvida lo que dije, tu pudiste enviar a alguien a espiarla, no te creo nada, es de Emma y ella, y no la consiguieron como tú crees.

Volvio a reír en mi cara, sacudió mi cabello, antes de seguir hablando.

-Cree lo que quieras, y vive tu sueño, pequeño Kookie -dió media vuelta y salio del despacho, dando un portazo a su paso.

Caí de rodillas al suelo, no puede ser verdad, Ava no es así, ella no lo haría, jamas me mentiría. Y yo no sería capaz de preguntarle algo así, no quiero ofenderla, pero por otro lado, las palabras de papá retumbaban en mi mente.

Tome el celular y le envíe un mensaje, pidiendo que me encontrará en el departamento que rente. Para nuestros encuentros y hacer el amor sin que nadie nos molestara.

Sali de casa, y en pocos minutos ya estaba frente a la puerta. Antes de meter la llave ella me abrió, ví sus hermosos ojos verdes, y sin darme tiempo de nada, rodeo mi cuello con sus frágiles brazos. Me perdi en su fresco y dulce aroma, una mezcla de miel, jazmín y limón, la tomé con fuerza en mis brazos, besándola con desespero.

La lleve a la habitación, la arroje a la cama, de un solo movimiento la despoje de su pantalón, dejando expuestas sus lindas braguitas negras, pero que perversa es.

Sabe que me vuelve loco el contraste de su blanca piel con el encaje negro, acaricie su cuerpo suavemente, reparti pequeños besos por su vientre, hasta llegar a su oido.

-Kookie -la escuché ronronear, enrollando sus piernas en mi cadera, restregando su cuerpo contra el mío con total decaro, y sin más la penetre, ella es solo mía, de nadie más, nadie la ha tocado, solo yo, arremeti contra su sexo con fuerza, descargando mi furia en ella, chupe y mordí su pálida piel, dejando marcas en ella-. Así, así, así kookie, mmm me encanta.

Sus hermosos rizos estaban despeinados, sus ojos cristalinos, y su respiración agitada. Llegamos juntos al orgasmo, sus uñas se clavaron en mi espalda, mientras su cuerpo temblaba bajo el mío, tome su rostro con posesión para verla a los ojos.

-Eres solo mía Ava, grábate en la cabeza, si algún día alguien más te toca yo... -deslizó sus manos sobre mi rostro, me veía con tanta devoción y amor que mi enojo se fue al carajo.

-Nadie lo hará, solo tu Kookie, te amo.

🦋🦋🦋

Actualidad.

Ava.
Jueves 9:30 pm, dos días para la boda.

La florería está echa un desastre, la cámara de refrigeración está hasta el tope con las flores para Jun. Será una boda hermosa, algo rara pero hermosa, justo como mi linda cuñada, que ha servido de mi sombra.

JunSeo no me ha dejado un momento sola, de vez en cuando debo darle un codazo o arrojarle algo, para evitar que se le salga una palabra delante de Jimin. Está hecha un desastre, con la boda encima y mi secreto carcomiendo su pecho.

-Ava son más de las 8, creo que es hora de ir a casa, mañana te espera un día pesado -asenti, no debía exigirme tanto.

-Cierto Jun, chicas vámonos, mañana las veo, nos espera un gran día por delante, ¡gracias por el esfuerzo de hoy! -las cuatro chicas que la agencia envío son fantásticas, sin ellas no sabría lo que hubiera hecho.

Mientras salen del local Jun lleva a la bodega algunos lienzos de tela, Jimin no ha parado de llamarme. Según tengo entendido, Jung llegará mañana por la noche, tal parece que tendrá su despedida de soltero. El muy cabron si pudo venir a eso, en fin, no me molestaré por cosas que Jun pasa por alto.

Sigo en mi labor, tomando mis pertenencias, la campanilla de la puerta se escucha, levanto el rostro y veo a mi flamante novio entrar con una caja de chocolates y una botella de vino, el pánico se comienza a apoderar de mi, ¿que le diré para no beber?

-Bien señorita ocupada, es hora de irnos a casa, aún debes ocuparte de mi -deja la caja y la botella en el sillón, y se acerca a mi para reclamar mis labios y tomar posesión de mi cuerpo-. A la mierda, te haré mía aquí mismo -comienza a desabotonar mi camisa sin dejar de besarme, pero un garraspeo me hace salir el hechizo de Jimin.

-Los amo, pero es asqueroso verlos así, tápate ya Ava -JunSeo pasa por nuestro lado, toma su bolso, las llaves de su auto y antes de salir de la tienda da media vuelta-. Vayan a casa, alguien podría verlos, Dios me pagaras la terapia Jimin.

Nos hechamos a reír, apagamos las luces y salimos del local. Jimin toma mi mano para conducirme a su auto, la noche está despejada y hermosa, las lunas de mayo con el cielo despejado son hermosas.

Veo el agarre de nuestras manos, y no puedo evitar imaginar cuando en medio de nosotros camine nuestro bebé. Un par de lágrimas mojan mis mejillas, las seco antes de que él se de cuenta, creo que nunca fui tan feliz, la vida por fin me está recompensando.

Ya en casa fui directo al baño, Jimin atendía una llamada, así que me metí en la ducha. El agua tibia estaba relajando mi cuerpo, estaba enjuagandome el jabon, cuando sentí las cálidas manos de mi novio recorrer mi cuerpo hasta abrazarme.

Sentí su tonificado cuerpo pegado al mío, comenzo a besar mi cuello, lleve mi mano hasta su pene para masajearlo, de verdad necesito sentirlo.

-Ava -dijo mi nombre en un susurro en mi oído, lo cual estremeció todo mi ser.

Me di la vuelta y con destreza, el me levanto tomándome de los muslos, enrolle mis piernas en su cadera, se deslizó dentro de mi sin dificultad. Me aferre a su cuello y Jimin comenzó a embestirme, lamía y besaba la piel de mi cuello, gemia sin control, enrede mis manos en su cabello.

El compás de sus movimientos hacia saltar mis senos, lo que ocasiono que una sonrisa malévola se le dibujara en el rostro. De un movimiento atrapo uno de mis pezones con los dientes, di un pequeño grito, que se ahogo con un gemido al sentir que estaba a punto de alcanzar mi orgasmo.

La respiración se me cortaba, podía sentir el pulso en mis oídos, me corrí sobre el, llene de besos sus labios, segundos después senti como Jimin se había corrido también. Con cuidado me dejo de pie en el suelo, mis piernas aún temblaban, me sostuvo entre sus brazos y pego nuestras frentes.

-Extrañaré esto preciosa, no imaginas cuánto -se me hizo un nudo en la garganta, había olvidado que se ira a Nueva York por dos meses.

🦋🦋🦋

Sabado, 6:30 AM.
Día de la boda de JunSeo & Jung.

Sonó la alarma, era hora de levantarme, el día estába comenzando y debía tener todo listo. La recepción daría inicio a las 6:00 pm, tome mis cosas, bese a Jimin en la frente, salí del departamento y para ir al hotel.

Iba camino a la recepción, pero alguien choco su hombro conmigo. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, gire para ver pero solo pude ver un hombre bastante alto, fornido, vestido con ropa deportiva, usaba cubrebocas y el gorro de su hoodie negra no me permitía ver su rostro. Hizo una reverencia y siguió su camino, parecía que iba a correr, asenti y seguí mi camino, su toque hizo crespar el cabello de mi nuca, pero, le reste importancia y tome el ascensor.

Al entrar al gran salón, las chicas estaban comenzando a montar todo, en el lugar había staff del hotel alineando las sillas, las mesas, la pista de baile y el escenario para la banda.

Hoy le daría a Jimin la noticia, y mis nervios están a flor de piel. Anoche mientras me bañana deje salir las lágrimas, la felicidad no me cabe en el pecho, mi vida no podría ser mejor, y lo que Jun me dijo ayer me ha dejado con la mente un poco entre las nubes.

🦋🦋🦋

Un día antes.

-Suny puedes ayudarme con las flores, colócalas sobre la mesa por favor -ella es una de las chicas que contraté, asintió y escuché a Jun chasquear la lengua.

-Ava, estoy literalmente a tu lado, ¿por qué no me lo pediste? -negué tomando una malteada de fresa que ella sostenía en sus manos.

-Olvídalo Jun, te deje venir con la condición de que no hicieras nada, eres la novia y por ningún motivo permitire que algo te pase, debes estar radiante para mañana -rasco su nuca, mientas desviaba la mirada-. ¿Que sucede? -dudo unos segundos pero luego me quito el vaso y tomo mis manos.

-Es que anoche escuché una plática entre Jung y Jimin -me encongi de hombros-. ¡Ay Ava! Es que, creo que Jimin te pedirá matrimonio -mis ojos se abrieron, la tome de los hombros y la mire fijamente.

-Dime exactamente lo que escuchaste Jun, cada palabra -asintió.

-Estaba en mi estudio, salí y por casualidad la puerta del despacho de papá estaba entreabierta, y Jimin y Jung estaban dentro, sostenian una conversación:

-Todo está listo hermano, el plan no puede fallar.

-Entonces... ¿ella no sospecha nada? ¿Estás completamente seguro?

-Te lo digo Ava no sospecha nada, creo que es lo último que le pasaría por la mente.

-Pues te felicito Jimin, que buen trabajo has hecho con ella, mañana será un gran día para los dos.

-Tuve que marcharme porque escuché salir del despacho -dijo Jun, con los ojos cristalinos, el corazón me latía a mil por hora, una tonta sonrisa adorno mi cara, las mejillas me ardían, y las lágrimas comenzaron a salir de mi rostro.

-¡Ay Jun! Sera perfecto, yo le diré que tendremos un bebé -abrace a mi cuñada con todas mis fuerzas-. ¡No lo puedo creer!

🦋🦋🦋

Actualidad.

El salón quedó listo a las 2:30 lo que me dio suficiente tiempo para prepararme y comer algo. Entre al salón del hotel donde estaban Jun y Hanna, mi suegra se las arreglo para que nos dejaran solas a las tres, al parecer tampoco se llevaba bien con la madre de Jung. En fin, salimos del salón y me dirigí al cuarto que Jimin y yo compartimos, para colocarme el vestido.

-Ava iré con Jung, te veo abajo, ¿está bien? -asenti mientras me colocaba los zapatos-. Eres hermosa y perfecta -beso mi frente y salió de la habitación.

Luego de un rato salí de la habitación, pase al bar para beber algo de agua fría, mire el reloj, eran justo las 4:10.
Jun estaría en su sesión de fotos, así que me encamine a buscar a Jimin, podríamos hacerlo antes de la boda, un poco de sexo antes de la ceremonia relajaría la tensión que me acompaña desde ayer, además la suite de Jun tiene una vista espectacular de la ciudad.

Me dirijo al ascensor, aprovechare que estamos solos para darle la noticia, ya no puedo esperar más. Llegué al piso y me encamine hacia la habitación. Estando frente a la puerta, acomodo mi hermoso y delicado vestido de seda color rosa pálido, levanto la mano y justo antes de tocar escucho una voz que proveniente de adentro. Deja mi sangre helada, no soy capaz de mover un músculo, los recuerdos golpean mi mente.

Podrán pasar cien años, pero esa voz jamás me la sacaría de la mente. El corazón me latía desbocado, el aire que respiraba no era suficiente para mis pulmones, quería salir corriendo, pero mis pies estaban estáticos, mi cuerpo no respondía, el miedo había tomado posesión de mi, no podía estar pasando esto.

No ahora, no aquí...