La boda de Jun y su prometido que hasta ahora solo se que es "Jung" estaba cada día más cerca. La señora Park no paraba de dudar sobre la unión de su hija y la entiendo.

Los matrimonios por intereses no son lo mío, pero es el pan de cada día. Nadie quiere ceder nada y mucho menos, perder el prestigio y casarse con alguien sin un buen futuro asegurado. La familia Park quiere blindar a Jun para que no le falte nada en absoluto. Pero aceptar eso, está fuera de mi comprensión, en este punto agradezco estar sola sin que nadie decida mi futuro.

Me renuevo incómoda en mi asiento, las primas de Jun y de Jimin, no paran de cuestionarme. Quieren saber todo sobre mi relación con el, y mi paciencia está comenzando a terminarse.

Debi decir que no, y estaría en casa, recostada sobre el pecho de mi flamante novio viendo Netflix y bebiendo una caja de vino barato.

No sé cuántas veces he repetido la historia de la tienda de ropa, y tan solo tengo dos horas con éstas fastidiosas mujeres.

-Pero... ¿es que llegó así, de la nada?? Digo, no será que conoce a tu familia -Eunmi la prima de Jimin, es como una garrapata. Desde que llegué se sento a mi lado, cuestionando primero el color de mi cabello, luego el color de mis ojos, incluso me preguntó si me había hecho las pecas que cubren mi lechosa piel-. ¿No te parece extraño madre?

-Es que es inverosímil, Jimin no es del tipo que hace eso, es tan extraño.

Las palabras de la tía, alteran mis nervios, así que solo sonrio lo mejor que puedo. Y le ruego a Dios que Jun se decida por un maldito vestido de una vez.

-¿Y tus padres? Apuesto que deben estar orgullosos de que alguien con un gran nombre y buena familia como Jimin pretenda a su hija -listo, la señora terminó con mi paciencia.

Estoy a punto de decirle a esta señora de "sociedad" que bese mi trasero cuando vemos llegar a Jun del brazo de la señora Park. Lleva puesto un hermoso vestido digno de ella, parece una princesa salida de un cuento de hadas.

No puedo evitar que el asombro se refleje en mi rostro, llevo las manos a mi boca, y un par de lágrimas desliza sobre mis mejillas.

Ya no parece una niña, sus ojos brillan aún más, sus rosadas mejillas logran asomarse entre la espesa cortina de cabello que las cubre. La expresión de su rostro refleja las emociones que envuelven a su corazón.

Su esbelta figura, es abrazada por la fina tela decorada con miles de hilos en el encaje y cristales, que reflejan la luz sobre la delicada piel de Jun. Está vestida para ser la dueña y señora de su nuevo hogar.

-Jun te ves... ¡preciosa! -me pongo de pie y me apresuro a llegar frente a ella. Acuno las manos sobre mi pecho y la contempló de cerca-. Pareces una princesa -ella me abraza con mucha fuerza-. Eres perfecta -le susurro al oído y ella asiente.

-Si me permiten dar ni opinión -la chillona voz de la tía de Jimin taladra a mis tímpanos, la miro de mala manera-. El vestido no te favorece JunSeo, debes elegir otro, te ves mal, no me agrada -resoplo con enfado, aclaro mi garganta antes hablar, me dirijo a la señora.

-Mire señora Hyuna, me tiene hasta la madre con sus comentarios inocentes y bien intencionados -escucho una pequeña risa de la señora Park y de Jun, mientras la cara de mustia ofendida de la tía y las primas es una poesía-. Si usted no tiene nada bueno que decir guarde sus comentarios y muerdase la lengua -di media vuelta para volver al lado de mi linda cuñada

-¡Hanna! ¿vas a dejar que me hable de esa manera, esta cualquiera que se acuesta con tu hijo? -la señora Park deja salir una carcajada-. No le veo la gracia cuñada.

-Ay Hyuna, dejo de importarme hace mucho lo que pienses, y te voy a pedir que en tu vida vuelvas a referirte así sobre Ava -la miró de arriba a abajo apuntandola con su dedo índice, jamás había visto a la señora Park comportarse de esa manera, con nadie-. Scepte que vinieras solo por mi marido, pero, seamos honestas, no te dijo nada que yo no piense, así que si no te gusta, puedes retirarte.

Hyuna y sus hijas tomaron sus bolsos y se encaminaron hacia la salida del pequeño salon privado donde nos encontrabamos.

-Esto lo sabrá mi hermano, nos vemos cuñada, adiós Jun.

Salieron del lugar no sin antes dedicarme una mirada despectiva, que respondí con una reverencia y una gran sonrisa en mis labios. No puedo evitar sentirme con el ego en el cielo, al escuchar como mi suegra mando a callar a esa desagradable mujer, por tratar de ofenderme.

-¡Ash mamá! ¿por qué aceptaste que vinieran? No las soporto -Jun torció los ojos mientras se dejaba caer en el sofá junto a ella-. Mi tía es una mujer desagradable, es increíble que sea hermana de papá.

-Lo se hija, pero lo que la tiene así es la envidia, no soporta ver qué mis hijos son felices, tú vas a casarte y Jimin vive perdido y enamorado de Ava, simplemente tu tía no puede lidiar con eso.

Bajé la mirada, las palabras de Hanna me dejaron descolocada y con el sentimiento de culpa que se ha apoderado de mi pecho. Desde que Nam se fue, me la he pasado triste, yo simplemente no merezco a Jimin y mucho menos a su familia.

-Vamos vamos, paguemos el vestido y vayamos a comer algo.

Jun se apresura al vestidor mientras la señora Park me toma por los hombros para mirarme fijamente.

-Ava no quiero que le des importancia a las palabras de Hyuna, es una mujer resentida con la vida, y busca solo a alguien con quien descargar su coraje -me mira de tal manera que hace a mi pobre corazón llenarse de gozo y a la vez de tristeza.

¿Cuando alguien se había preocupado tanto por mi, aparte de Emma? En mi transe lleno de emociones no puedo resistir más y me avalanzo para abrazar a mi suegra, sus brazos me dan una sensación de estabilidad y amor que me hace no querer soltarla.

-Señora Park, gracias, no imagina lo que usted hace por mí.

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Horas más tarde llego al departamento de Jimin, si deseo que la culpa se aleje de mi, debo comenzar a portarme a la altura y ser la mujer que el merece.

Me dirijo a la cocina, dejo las bolsas de compras, comienzo a sacar sartenes y utensilios. La labor lleva ya más de dos de horas, pero la cena que prepare es digna de un rey.

Rápidamente me meto a la ducha, salgo me pongo el provocativo camisón que compre está tarde a hurtadillas. Le dije a Jun y la señora Park que iría al tocador, y me escabulli a una tienda de lencería. Compré una prenda muy sensual de seda color rojo, nada mejor para llamar la atención de Jimin.

Voy hacia la estancia, enciendo la tv, me recuesto en el sofá. Estoy a punto de caer ante el inminente sueño que quiere vencerme, cuando escucho la cerradura de la puerta ser activada.

Me levanto y a toda prisa y camino a la puerta para recibir a mi chico con los brazos abiertos. Trae los palos de golf, y va enfundado en su atuendo SPORT. Se ve tan jodidamente sexy, tomo la bolsa de palos y los meto al armario mientras me recorre con la mirada de arriba a abajo, mordiendo su labio inferior.

-¿Celebramos algo especial preciosa? -me toma por la cintura, levanta mi rostro y va dejando besos húmedos por mi cuello-. Hueles delicioso.

Se hunde en mi cuello, y el cosquilleo en mi vientre comienza a atacarme, me retuerzo entre sus brazos jadeante y sedienta de el.

-Jimin -digo en su susurro, aferrada a su cuello-. ¿Tienes hambre? -lo miro a los ojos, llenos de deseo, el calor que emana de su cuerpo tiene al borde del delirio las sensaciones de mi cuerpo-. Te prepare la cena -beso sus labios y lo tomo de la mano, hasta llevarlo a la mesa-. ¡Bon a petit!

La mesa estaba llena de comida, jamás en mi vida había hecho algo así, Jimin me miraba con una gran sonrisa en los labios.

-Ava esto es... Gracias -nos sentamos a disfrutar de la cena.

Me contó sobre su día, y los planes que tiene para nosotros. domingo sería dedicado solo a mi, no abría imprevistos, ni llamadas de urgencia y mucho menos su familia.

- Bien Mimi, pero si gustas puedes ir a darte una ducha mientras sirvo el postre -relame sus labios y roza la piel sobre mis clavículas hasta llegar a mi mentón, desliza sus labios suavemente en mi cuello y se detiene en mi oreja.

-Podría hacerte el amor sobre la mesa y así comería el postre directo de mi querida mujer -lo dice en un susurrando y su dulce aliento desató una descarga eléctrica que me atraviesa el cuerpo, haciendome jadear y arquear la espalda-. No hagas eso Ava, o no respondo de mi.

Se levanta de la silla y se encamina hacia la habitación, se detiene en la puerta, solo para quitar su playera. Admirar su esculpido cuerpo, la suave piel de su espalda hace que trague en seco.

Este hombre es la encarnación del pecado.

Me mira de manera fanfarrona, mientas desabrocha su cinturón.

Será una magnífica noche, él no se espera la sorpresa que le tengo preparada.

Me apresuro a levantar los trastes de la cena, abro la alacena, dónde está un paquete que compre por la tarde, junto con el camisón rojo.

Acomodo sobre la cama los artículos de la caja, que son: un juego de esposas, antifaz, mordaza, un latigo con pequeñas cuentas de plástico, todo en color rojo cereza.

Voy a la sala para esperar la reacción de mi sexy novio. Nunca he intentado nada de esto, así que será exitante saber que lo podemos hacer. Espero impaciente danzando mis dedos sobre mis muslos.

-¡Ava! -el grito de Jimin me hace reír un poco, lo veo salir de la habitación con una toalla enredada en la cintura, las gotas de agua resbalan sobre su blanca piel, los mechones de su cabello que caen sobre sus ojos, son la visión de la lujuria, envueltos en la nube de vapor que emana de el, trae el par de esposas en las manos-. Señorita olvidó ponerse sus brazaletes -camina hacia mi lentamente, mientras yo pierdo el aliento al ver el bulto que sobresale de su entrepierna-. Pero que modales ¿puede dejar que comerme con los ojos, y venir a besarme?

Espero que les guste, son capitulos melosos y llenos de emociones y situaciones lindas para Ava... Hagan sus apuestas, ¿ahora sí dejo de lado a Nam?

Cuidense y beban agüita 💜

Capitulo dedicado a mi querida LizbethCoven. Gracias por la inspiración con la canción 💜💜💜