Suena la alarma a las 6:30 AM. Hago la rutina de 30 minutos de yoga y tomo un baño rápido. Me miro al espejo, hoy me gusta mi aspecto, no hay ojeras, debajo de mis grandes ojos verdes, la piel se ve radiante, mis labios rosados y los rizos naranjas, se ven realmente lindos el día de hoy. Creo que dormir 9 horas le sentó de maravilla a mi cuerpo.

Tomo un desayuno ligero y me encamino a la florería. Mi fiel clienta, la señora Lily, ya está en la esquina del local, con su fino abrigo de piel, el cabello blanco recogido en un atado, con la hermosa sonrisa.

Siempre llega por un ramo de rosas blancas, justo a las 9, cuando vuelve de darle un paseo a su bulldog francés.
Que va elegantemente presentado, con un moño en su cuello y su placa con su nombre, "lucky".

-¡Ava ya te esperaba! - toma mis manos y después acaricia mis rosadas mejillas- Hoy te ves mas hermosa, ¿que te hiciste?

Lo mismo me he estado preguntando, no sé si el hecho de salir con Jimin, tenga algo que ver. ¡Oh! Vamos Ava deja de pensar en tonterías, es por qué descansaste bien.

-Nada en especial, solo dormí bien anoche señora Lily -pongo su mano en mi brazo para encaminarnos hacia la puerta de la florería- Pase Lily.

Ya sabemos la rutina, pasa, se sienta en el mullido sofá, color rosa pastel, que está junto a la vidriera. Le preparo una taza de café, y lo bebe mientras preparo la docena de rosas blancas, con un listón morado, como a ella le gusta.

Le entrego las flores y se va, es agradable tener cerca a Lily, no sabría que hacer sin ella todas las mañanas en mi puerta.

A las 9:30 recibo un mensaje.

Jimin:
"Muero por ver tus hermosos ojos verdes... Que tengas excelente día Ava."

Le sonrió como idiota a la pantalla del celular, agradezco estar sola y no ser objeto de las burlas de Emma.

"Gracias Jimin, deseo que este sea un buen día para ti también"

No sé que responder, me toma por sorpresa este asunto, no soy de cosas románticas, y mucho menos preocuparme por desear "un lindo dia" a alguien.

Pongo el celular en silencio, y me dispongo a comenzar la jornada de trabajo.

Al fin dan las 7, y por supuesto que Emma, no puso un pie en la florería.
Se que lo hizo para "castigarme", por no salir con el amigo de su amante. Pero me importa un pepino, todo el día tuve pedidos, y si no hubiera dormido, no hubiera podido con todo.

Tomo el celular y le escribo un mensaje a Jimin.

"¡Hola! acabo de cerrar, ¿donde nos vemos?"

Estoy a punto de enviar el mensaje, cuando alguien toca la puerta, me acerco y lo veo con un hermoso ramo, que hice hace unas dos horas.
Me da un poco de ternura verlo, me compro un ramo para regalarme.

Abro y me recargo en el marco de la puerta, con los brazos cruzados, lo miro divertida, sus hermosos ojos miel se pierden por la bella sonrisa.

-Hola Ava, yo... Te compre flores -los dos nos reímos, literalmente me compro flores- ¿Estás lista para irnos?

-Solo dame un par de minutos -tomo el ramo, le doy un abrazo rápido y un beso en la mejilla -, pasa por favor, toma asiento, no tardo.

Me meto al baño, cambio mi ropa, peino un poco la rizada melena, rocío un poco de perfume, lavo mis dientes. Un último vistazo, si estoy presentable.

Salgo y veo a Jimin, oliendo las flores que tengo en los jarrones, dispuestos por el local. verlo enmedio de la multitud de colores, es como un sueño. Su negra cabellera peinada hacia atrás, sus hermosos ojos rasgados, sus gruesos y carnosos labios rosados, su delgada figura, su blanca piel, hacen que suspire, perdida en la visión que tengo frente a mi. Me mira y de inmediato reacciono, recupero la compostura y tomo mi bolso.

- Vamos... - le digo y me encamino hacia la puerta, el me toma de la muñeca, jala un poco y hace que choque con su cuerpo.
Me toma del rostro, el agarre de sus manos es cálido, muy suave y puedo ver de cerca sus hermosos ojos. Su color es una mezcla entre café y miel, su piel así de cerca parece de porcelana, salvo sus mejillas rosadas. Su dulce aliento mentolado, su perfume maderoso y varonil, siento su tonificado torso apretado contra mis senos, de pronto me perdí, me deje llevar, me embriague de su energía, su cuerpo, y sus ojos.
Subí las manos a su cuello, cerré los ojos y justo cuando iba a besarlo el celular nos interrumpio.

Me separé rápido, saque el celular de del bolso, por supuesto, Emma, era la segunda vez que interrumpe un lindo momento entre el y yo.

-Hola -le respondo de forma cortante.

Emma:
-Ava, ni te hagas la víctima, sigo molesta contigo -ruedo los ojos, y me dispongo a escuchar la increíble historia que tiene para contarme- Anoche me dejaste botada con dos hombres, ¿que diablos te pasa? Jamás me habías hecho eso.

Sus palabras me dejan pensando, es verdad, jamás había rechazado una invitación de Emma. De reojo veo a Jimin, y lo maldigo por lo bajo, que me estaba sucediendo.

-Ya Emma, tienes razón, pero, ya olvídalo, dime, ¿para que me llamaste? -trato de calmar un poco la situación.

Emma:
-¡Ah si! Mmm... mañana tampoco iré a la florería, me iré a la isla Jeju.

-Emma recuerdas la bodas de este fin de semana ¿verdad?

Emma:
-Claro que sí, volveré para el jueves, tranquila, jamás te dejaría ese trabajo a ti sola -chasqueo la lengua, y ruedo los ojos- Ya Ava, ahí estaré el jueves, es solo que mi amigo irá a una junta de negocios, pero se desocupara temprano, así que, pasaremos el día juntos,y regresamos en miércoles al mediodía.

-Bien, solo... cuídate ¿ok?

Emma:
-Como siempre, te amo pequeña... - corta la llamada...

-¿Todo bien? -me cuestiona Jimin, yo solo me quedó mirando, de verdad me encanta, asiento, sin quitarle la vista de encima.

-Si, era mi socia, no vendra hasta el jueves -me dirijo a la puerta, mientras el camina detrás de mi.

-Ya veo, pero, por lo que se ve... sola te las arreglas bien -me encojo de hombros.

-Pues si pero, el negocio también es de ella... Pero, en fin, ya sali de trabajar hablemos de otra cosa -el me mira serio, luego toma mi mano, y me guía hasta su auto.

Me quedo parada frente a su auto, ¿me dijo que era ingeniero civil? No sabía que ganaran tanto, abre la puerta de un flamante porche carrera negro brillante.

-¿Sucede algo Ava? -me mira sorprendido- ¿Estás bien? - asiento.

-Tienes un auto muy bonito - el voltea a ver a auto.

-Fue un regalo de mi padre, por mi cumpleaños -lo dice sin darle importancia, y extiende la mano para ayudarme a subir.

-Ava... -se queda unos segundos en silencio, lo miro detenidamente- Eres hermosa y encantadora -me mira un momento más, luego sonríe mientras pasa la lengua sobre sus carnosos labios-, siento como si fueras un imán.

-¡Oh vamos! es la segunda vez que nos vemos.

-¿No crees en el amor a primera vista? -dejo salir una carcajada, el me mira incrédulo.

-Eso no existe Jimin -lo miro fijamente-. No puedes enamorarte solo del físico, y si lo llegas a hacer, estás perdido.

-Pero, ¿por qué lo dices? -me encojo de hombros.

-Verás, te enamoras de la cara, y el cuerpo de la persona, pero, cuando llegas a conocerla a fondo, puede ser que te encante, o te des cuenta, demasiado tarde, que no es la persona que esperabas, y puede que sufras mucho, de manera innecesaria, por eso no creo en el amor a primera vista, no puedes amar a alguien solo con verlo, es ilógico y estúpido -se queda callado, sus orbes miel, me miran detalladamente- Bueno yo no lo haría.

-Mmm... ya veo -aclara su garganta antes de hablar de nuevo- ¿Alguna vez te has enamorado?