Atrapamariposas
Buen día, tarde o noche a quien lea esto.
Este OS tan pequeño y tranquilo como es, fue hecho para participar en el torneo organizado por Ikaikyran, espero que le agrade esta historia corta sobre uno de los personajes que menos llego a mencionar, pero que mas me gustaría explorar dentro de la serie.
También debo aclarar que yo no suelo hacer trabajos tan cortos, por lo que siéntete libre de resaltar mis falencias para poder corregirlas en eventuales publicaciones.
Saludos a todos quienes participan en el torneo.
Nos vemos en la próxima vida.
Cyberz Fuera.
***
Aunque hacía mucho calor, y de hecho ella había comenzado a sudar de manera copiosa al ser víctima de Lenna y de los gemelos, Leni se la estaba divirtiendo con aquella visita al parque. Le gustaba mucho salir con su familia, y aunque no era común para ella, estaba tratando de no pensar mucho en la multitud que rondaba por todos lados al ser un muy soleado y caluroso domingo veraniego en su pequeño pueblo.
Después de esperar un rato, y al no ver regresar a Lori, ella tomó la decisión de ir a su encuentro, pues había comenzado a sentirse incomoda al no tenerla cerca. Miró a su alrededor y pudo ver a Luan tratando de mantener a Lenna y a los gemelos en orden, mientras que en la dirección opuesta podía ver con claridad la zona en la que su familia estaba, aunque no podía distinguirlos con claridad. Pero sabía que Lori estaría ahí, ella misma menciono que ayudaría a su madre con las bebes, y ciertamente Leni también quería ver a las gemelas, le parecían lindas y siendo las nuevas bebes en casa, eran sin dudas el centro de atención.
Para llegar a donde sus padres estaban, Leni debía cruzar un claro relativamente amplio, pero que estaba lleno de personas, por lo que, pese a ser un poco más lento, decidió que prefería desviarse un poco por la arboleda, de esa forma no sentiría tanta ansiedad al estar en un espacio abierto. Aquellos arboles le protegerían del extraño sentido que tenia ella sobre el exterior. Sus pasos eran lentos y con solo unos cuantos, ella terminó muy agitada, aunque seguramente eso era debido a todo el tiempo que jugó con sus hermanos menores.
Sin pensar mucho al respecto, se adentro en la arboleda del parque sin avisarle a Luan al respecto, por lo que iba completamente sola, y eso la hacía sentir muy incómoda, pero en cuanto tuvo los arboles a su alcance, al alcance de su mano para ser precisos, ella pudo relajarse un poco. Tocó la rugosa corteza de aquellos arboles que algunas vez Lori le mencionó su especie, pero que Leni no recordaba en absoluto. Lo que le interesaba era que esos árboles eran altos y producían sobra sobre ella al mismo tiempo que las brisas ocasionales agitaban las hojas en sus copas, haciéndolas sonar como sonajas.
Sabiendo lo "especial" que era, Leni mantenía su mirada fija tanto como pudiera sobre la zona en la que sus padres habían montado sus cosas, pues lo último que quería era volver a perderse y con ello preocupar a todos. Sin embargo, ella era pese a todo, una niña que se distraía con facilidad y que estaba muy lejos de poder salir sin supervisión, como en ese momento lo estaba haciendo.
Fascinada, Leni notó a una hermosa mariposa entrar en su campo de visión. Era enorme, la más grande que haya visto en toda su vida, y volaba de forma torpe desde el claro del parque hasta donde ella estaba. Sus alas eran de un hermosos y brillante color anaranjado que definía patrones de gota, o puede que de pétalo, gracias a unas gruesas líneas negras sobre sus alas.
Viéndola volar tan bajo, Leni pensó que quizá podría acercarse a tocarla o al menos verla desde muy cerca, por lo que ignorando la razón por la que había comenzado a caminar, simplemente decidió seguirla en su torpe vuelo.
Se adentro en la arboleda del parque, percibiendo el fresco del ambiente que las copas de los árboles y disfrutando de aquel sonido de sonaja que a cada momento se hacía más constante. Era una época en que los arboles estaban muy frondosos, por lo que al mirar hacia arriba, Leni quedó fascinada. Las densas copas parecían ocultar el cielo por completo, dejando aquellas partes altas de los arboles oscuras, pero permitiendo que pequeños destellos pasaran entre las hojas por momentos. Para Leni, en ese momento, aquel techo de plantas parecía un cielo nocturno, oscuro y lleno de estrellas titilando, aunque en realidad solo estaba un poco oscuro y aquellos destellos eran incluso molestos a la vista.
Bajo su mirada en busca de aquella mariposa, y aunque pudo divisarla sobre el tronco de un árbol, quizá descansando, llamó mas su atención que justo junto a la mariposa, una ardilla bajaba despreocupadamente al suelo, acercándose a ella de forma tranquila y mirándola directamente. No temió ante la presencia de aquel roedor, pues ya había visitado ese parque antes y sabía que las ardillas que ahí vivían eran amigables con las personas y era común que se acercaran a pedir alimento. Revisó sus bolsillos en busca de aquellos sobres que el mismo parque solía vender con la intención de alimentar a las ardillas, pero no encontró nada, cosa que la ardilla notó, saliendo rápidamente de ahí.
Pese a que lo intentó, Leni no pudo detener a aquella ardilla, a quien le habló esperando que le entendiera. Incluso la siguió por algunos pasos antes de darse cuenta que no podría alcanzarla. Decepcionada miró hacia atrás, en busca de la mariposa que se había quedado reposando en el tronco del árbol, pero no fue capaz de encontrarla. Con cierta tranquilidad miró en todas direcciones, incluso giro sobre sí misma en busca de aquella mariposa, pero no pudo encontrarla. Peor aún era que de hecho no podía reconocer el camino por el que llegó a ese lugar. Eso la hizo sentir ansiosa.
Aunque era una niña "especial", Leni no era alguien tonta, sabía que, pese a que ese parque era enorme, tanto como para tener dentro de si aquella gran arboleda, no había forma de que ella se perdiera dentro. Era tan sencillo como caminar en cualquier dirección hasta simplemente salir de ahí. Pero ella y su familia solían estar siempre en la zona del parque más cercana a la entrada principal y si no llegaba a ese lugar al salir de la arboleda, debería pedir ayuda a alguien, eso era lo que le estresaba, tener que hablar con alguien que no fuera su familia.
Se paralizo un momento temiendo aquel escenario que lentamente comenzaba a producir en ella un dolor de estomago y un poco de sudor, pues no quería tener que hacerlo. Pero no fue para tanto al final, de entre los arboles salió su pequeño hermano menor de blanca cabellera, aquel que su madre siempre insistía en recordarle a ella y al resto de sus hermanas, era su pequeño caballerito.
Para él fue fácil encontrarla, pudo escucharla gritarle a la ardilla que trato de detener, de hecho salió en su búsqueda poco después de verla a lo lejos caminar cerca de la arboleda. A diferencia de ella, su pequeño hermano menor no era tan despistado, así que podía contar con él en cualquier caso. Era justo como su madre siempre les decía, el estaría ahí para ayudarlas siempre.
Habiéndole dado un beso en la mejilla, Leni tomó de la mano a su hermanito y lo dejo guiarla hasta donde estaba Lori.
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