"No gastes mensajes en quien no responde. No gastes palabras en quien no las escucha. No gastes tu vida en quien no lo merece"

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—Elizabeth Cooper, quedas arrestada por tráfico de drogas— está al escuchar eso levantó su vista del libro, soltó el lápiz y lo miro

—¿Que?— soltó confundida, totalmente confundida

Todos lo estaban, no sabían que hacer. Jughead miraba la orden de arresto, era el único que más o menos entendía sobre el tema. En esta decía que estaba siendo arrestada por tráfico de sustancias ilegales, y que además fue captada por cámaras

Este levantó su cabeza confundido mientras veía la escena donde esposaban a Betty por detrás de su espalda

—Espera, ¿Porque? Yo nunca trafiqué nada— se justificó ella girando su cabeza hacia atrás tratando de ver al oficial

—Te han captado las cámaras en un callejón del sur, en Riverdale. Por la mañana identificamos que la caja contenía droga dentro— el oficial hizo una seña y otro hombre paso para mostrar en video que tenían ellos

Betty abría sus ojos, todos miraban atentos. Estaba claro que era ella, pero algo no cuadraba, ella jamás haría algo así, nunca lo hizo

Cuando termino el video esta se puso a pensar, fue como si todo su alrededor se volviera lento y solo ella existiera aquí y ahora. Al caer en cuenta todo volvió a la normalidad a sus alrededores.

Levantó su cabeza —Penny...— murmuró Ella mientras apretaba sus labios —Esa perra— soltó enojada

—Deberas acompañarnos a la comisaría, si dentro de cuarenta y ocho horas no presentan pruebas contundentes tendrá derecho a un abogado y se levantaran cargos— habló el oficial quien llevaba a Betty hacia afuera

Al salir se veía a todos los vecinos de las demás casas verla a ella salir rodeada de policías. Sus hermanos detrás sin entender nada. Todos parados en la puerta, sin caer en cuenta

Al pasar por las personas visualizo a Penny y Nicholas. Los miro para parar en seco sin importar que los oficiales quisieran moverla

—Te gusta jugar con fuego— río ella aunque aún enojada —Cuidado perra, soy la reina del infierno, y nadie tiene el derecho a quemarme sin mi permiso— soltó furiosa mientras Penny solo la miraba con una sonrisa triunfadora

Al entrar a la patrulla le sacaron las esposas para volvérselas a poner solo que ahora delante y no por detrás de la espalda. Cerraron la puerta y avanzaron

Betty le saco el dedo del medio a Penny mientras suspiraba y se dejaba caer contra el respaldo

—Mierda— maldijo en un murmuró al darse cuenta de la realidad

Al llegar a la comisaría solo la bajaron para dejarla en una celda en la sección de mujeres

—Si tu fraternidad no consigue pruebas en dos días estarás muerta— se burló un oficial. A simple vista se notaba que odiaba ese trabajo —Descansa— sonrió burlón para irse de ahí al cerrar la puerta

—Que divertido— soltó sarcástica mientras rodaba sus ojos

—Oye rubia— llamó la atención de Betty una chica detrás de ella quien estaba con otras dos chicas. Esta se dio la vuelta con una ceja alzada —¿Porque estas aquí?— pregunto. Se veía que era amable, pero eso causó risa al darse cuenta que estaban en una comisaría, arrestadas

Betty suspiro para sentarse en un banco delante de ellas —Supuestamente por tráfico de drogas pero, bueno, eso no fue lo qué pasó— hizo una mueca

—¿Y quien te odia tanto para manipularte?— cuestiono divertida la chica

Hizo una mueca divertida —Problemas de pandillas— aseguró Betty asintiendo —Bien, ¿Porque están aquí?— pregunto ella ahora

—Bueno solo...— la chica miro a sus amigas —Comenzamos un escándalo con otras dos chicas, las cuales salieron ilesas— se encogió de hombros —Tenemos historial, siempre que estamos en una pelea, nos llevan a nosotras— se quejó ella. Betty no evito soltar una risita

—Jess— se presento la chica

—Hanna— dijo una chica rubia levantando su mano

—Helen— dijo la otra chica que tenía en sus puntas un color turquesa en degradé con su cabello negro

—Betty— sonrió Ella

—¿Eres la reina de la pandilla como para que te tengan tanto odio?— pregunto Helen

—Se podría decir que si?— dudo ella —Mi novio es el Rey, eso me convertiría en la reina, pero... no soy oficialmente, Nose... es complicado ahora— soltó una risa baja

—Oh, reyes y Reinas...— soltó Jess —Entonces... Riverdale..., ¿Estamos hablando de las Serpientes Sureñas o de los Ghouiles?— frunció su ceño divertida

—Las serpientes— aseguró rápidamente —Digamos que rechace ser la reina de los Ghouiles. Ellos dijeron que me atenga a las consecuencias pero jamás pensé que llegaran a algo...— esta miró todo el lugar —Así— finalizó con una mueca señalando el lugar con sus brazos

—Tienes suerte, tu tienes gente afuera que te va a sacar, nosotras nos vamos a clavar dos noches aquí— las cuatro chicas rieron

—Tal vez me quede más que ustedes— dudó ella —El video fue manipulado, el original lo deben tener bien guardado, será difícil invadir su territorio— concluyó. Esta vio como Jess se sacaba su chaqueta y leyó el nombre —Pretty Poisons, lindo nombre, ¿Pandilla?— levantó su mirada hacia las chias quienes asentían con su cabeza

—Solo mujeres— aseguró Hanna asintiendo a la vez —Somos una de las tantas pandillas de motociclistas de aquí, aunque queríamos marcar diferencia, aquí aunque no lo parezca, los pandilleros siguen siendo demasiado machistas y piensan que no podemos ser como ellos— se quejó rodando sus ojos

—Es por eso que forme esta pandilla— concluyó Jess —Me canse de que pensaran eso sobre nosotras

—Si, te entiendo, los Ghouiles son iguales, hay muy pocas mujeres en su pandilla, y las que están, en verdad son como un tiempo de juguete sexual para los hombres— las cuatro hicieron una mueca de disgusto

—Pero cuéntanos... ¿cómo es tu pandilla?

Betty pensó un poco —En Riverdale hay dos lados, el sur y el norte, yo vivía en el norte junto a mis dos hermanos mayores y mi hermana, pero mi padre engañó a mi madre y se quedó con todo luego del divorcio, ahí nos fuimos al sur, mamá conocía al que fue líder en su adolescencia y el hijo de él nos aceptó, creo que yo las resumo como mi familia, me ayudaron en un montón de cosas, en una de las reglas esta que las serpientes no abandonan a los suyos. Me hicieron... me hicieron sentir parte de algo, nunca encaje siendo un prototipo de chica perfecta, el sur fue mi escapatoria— finalizó con una sonrisa

—Linda historia— aseguró Jess con una sonrisa

—Díganme la suya— animó Betty

—Bueno pues...— Jess miro a las chicas —Las tres nos conocemos desde bebés, siempre hicimos todo juntas, y unirnos a una pandilla no iba a ser la excepción, al querer entrar a "Los demonios infernales"— Betty hizo una mueca divertida —Si, raro nombre, lo sé— rieron las cuatro —Al entrar pasamos la prueba y todo, pero la cosa se comenzó a complicar cuando no nos incluían en sus planes, a ninguna chica, el líder intentó cambiar esa regla pero ya venía de antes, no podía ser remplazada. Fue ahí cuando solo tomamos la decisión de salirnos, ellos con gusto aceptaron, aunque ahora nos convertimos en sus enemigos, ya les ganamos su bar y ahora iríamos por su lado— las tres sonrieron a la vez

Betty abrió sus ojos —Es raro verlas sonreír a la vez— río ella —Y nosotros aquí intentando que no nos asesinen en el camino— rodó sus ojos recordando cuantas fueron las veces que St. Clair la siguió por las calles

—Si, lo se, aunque escuché que Riverdale es un pueblo tranquilo— asumió Hanna

Betty alzo ambas cejas —Créanme, lo que tiene de tranquilo, lo tiene se asesino— asintió seria —No hay alguien que tenga el alma buena ahí. Se mienten siendo palomas blancas cuando tienen el alma más negra que la de un cuervo— negó ella con una leve sonrisa

—Chicas, descartemos Riverdale para las vacaciones— bromeó Helen a lo que todas rieron

—No, pueden ir si— río Betty —Podrían ir al sur, es buen lugar. Mejor ser una pecadora en el sur que una falsa santa en el norte— se encogió de hombros

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Jess, Helen y Hanna, me caen bien jsjs

ESCRITO: 25 de agosto del 2020
PUBLICADO: 2 de septiembre del 2020
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