"Un pequeño cambio positivo, puede cambiar tu día entero, o tu vida entera"

—Nishant Grower.

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A fin de las vacaciones, a una semana de comenzar la universidad una rubia y otra con mechas rosadas se encontraban saludando a su madre en el aeropuerto a horas de abordar su avión.

Estas tenían ambas 18 años recién cumplidos, Betty es la mayor pero solo se llevan 7 meses de diferencia con Toni.

Estas habían decidido estudiar en la misma universidad que sus hermanos, y su madre no pudo tener la mejor idea que convencerlas de que se unan a la fraternidad de sus dos hermanos, los mellizos Cooper.

En unos días después sus mejores amigas, Cheryl y Veronica irían también, estas ya tenían planeado unirse a una fraternidad, y cómo las Cooper se unen a la de sus hermanos, ella harían lo mismo.

—¿Cuídense si?— pidió Alice besando la cabeza de cada chica.

—Si mamá, estaremos bien— asintió Toni mirando a su hermana.

—Claro, solo debemos estar en una misma casa con nuestros hermanos— soltó divertida la rubia —Sabes que espere 16 años para que ellos se vallan y cuando se van nos pones a vivir juntos de nuevo— la mayor rio ante la gracia de su hija y luego las hermanas también soltaron una pequeña risa —Pero si... estaremos bien— aseguró con una sonrisa.

—Chicas, cuidado con sus hermanos, ellos odian a las serpientes— dijo está señalando las chaquetas que sus hijas traían en sus espaldas —Tal vez no se lo tomen tan bien...— negó con una mueca en su cara.

—Tal vez no... pero ya somos mayores de edad, no nos pueden decir nada— interrumpió Toni mirando a su hermana la cual asentía dándole la razón.

—Lo se, lo se...— asintió la mayor sonriéndoles a sus hijas —Bueno... las dejo, cuídense y avisen cuando lleguen— estas asintieron para tomar sus maletas y caminar hasta la sala frente a la puerta de abordaje correspondiente a su vuelo.

Las dos chicas se sentaron en unas sillas para así esperar dos horas más hasta que sea hora del vuelo.

—¿Crees que en verdad se van a enojar por esto?— preguntó Toni señalando sus chaquetas.

—Tal vez...— dudó su hermana —Sabes como son, cuando estabamos en la preparatoria se pelearon a golpes con uno de las serpientes— recordó esta.

—Porque les tienen tanto odio me gustaría saber— confesó la pelirosa.

—Les guste o no se las tendrán que aguantar— se rio la rubia junto a su hermana.

—¿Cuando dijiste que llegaban Cher y V?— se giró su hermana poniendo un pie bajo su pierna.

—Dijeron que en unos dos días después que nosotras, Cheryl debía ocuparse de la herencia que recibió, y Verónica sobre su padre y la taberna— explicó mirando a su hermana.

—Te das cuenta que también tenemos una fortuna nosotras?— levantó Toni una ceja divertida —Y viviremos en un "Country"— hizo comillas porque en si no era un country, sino que era un barrio donde estaban las casas que pertenecían a las fraternidades, estaban en la misma zona que la universidad, pero estas tenían un lugar aparte en una especie de barrio con gran casas —¿Cuántos chicos son?

—Hasta donde se, Fangs y Sweet Pea están en la misma fraternidad, así que con ellos ya son cuatro hombres, seguramente habrán más— aseguró con una mueca imaginándose tener que vivir con muchos hombres.

—Eso va a ser una tortura— aseguró con una sonrisa divertida.

—Seguramente...— concordó Betty.

Unas dos horas después estas estaban en sus respectivos asientos, ambas sentadas juntas y ya en pleno vuelo.

—No te duermas en mi hombro— amenazo la rubia con su dedo.

—Eres mala— la miro seria sacando su cabeza del hombro de ella —Tu hombro es cómodo— aseguró con una sonrisa.

—¿Estas escuchando lo que dices?— pregunto riéndose y su hermana se encogió de hombros.

—Tengo sueño, son las 8 de la mañana, mi cabeza no funciona a esta hora— negó esta riéndose.

Luego de unas largas horas en avión, las chicas se dirigían en taxi hasta la fraternidad, les hicieron pensar a sus hermanos que llegaban en dos días más junto con sus amigas.

Cuando llegaron al gran barrio donde las fraternidades vivían el taxi paró en la entrada.

—¿A donde van?— preguntó un hombre que hacía guardia.

—Hacia la Fraternidad ΑΒΩ— dijo Toni

—¿Familiares?

—Hermanas de los Cooper y nuevas integrantes— dijo ahora Betty.

—La tercer casa en la primera cuadra— indicó el hombre dejándolos pasar.

El señor manejó hasta la casa, al llegar vieron que era una muy grande, y si, estaba apta para que cada año puedan vivir hasta 15 o 12 personas como máximo en ella.

Las chicas bajaron sus maletas con ayuda del hombre, al ver la casa mejor notaron que en la entrada, Justo arriba de todo, casi en el techo, tenían las letras griegas en mayúsculas que indicaban el nombre de esta.

Betty toco la puerta para que unos segundos después un pelirrojo la abriera mirándolas confundido.

—¿Quién pidió a dos chicas, una rubia y otra rosada?— pregunto gritando hacia adentro de la casa.

Las chicas rodaron los ojos para que Toni haga a un lado al chico y pasara mientras escuchaban al mismo quejarse.

—Oigan, dejen eso y salúdennos— ordenó la rubia en broma mirando a sus hermanos jugar un partido en la televisión.

Ambos levantaron la mirada al escucharla y dejaron el pausa el juego para correr a abrazarlas.

—¡Chicas!— gritaron los dos abrazando a sus hermanas menores.

—Charles, recuerda que necesito respirar— bromeó la rubia mientras su hermano no tenía intenciones de soltarla.

—Lo siento por no verte en un año y medio y cuando te veo...— estos dos hermanos se separaron viéndolas con una sonrisa —Mucho más grande y sin tu coleta perfecta— golpeó el hombro de su hermanita levemente haciéndola reír.

—Oigan, ¿no llegaban en dos días más?— pregunto Reggie abrazando a Betty.

—¿Sorpresa?— dijo la pelirosa abriendo sus brazos

Los mellizos rieron mientras negaban con la cabeza.

—Oigan, ¿esto es una guardería?— pregunto una voz detrás, las dos hermanas se dieron vuelta hacia la puerta viendo a alguien que conocían muy bien.

Al girarse dejaron al descubierto sus chaquetas con una serpiente enrollada, plasmada en el medio de sus espaldas.

—¿Son serpientes?— preguntaron los dos hermanos al unísono

Las dos se miraron entre sí para suspirar y darse la vuelta viendo a sus dos hermanos de brazos cruzados y serios.

—Si... pequeño detalle— dijo Betty sonriendo haciendo una forma con sus dos dedos.

—Si, pequeño detalle— soltó la misma voz que había entrado.

—Murphy, cállate— pidió Toni rodando los ojos.

—¿Lo conocen?— pregunto Reggie mirando a su hermana y señalando a su amigo.

—Algo así...— murmuró Murphy.

Bueno bueno... aquí vengo con una historia un poco inusual y que nadie ha escrito hasta ahora.

Si, se trata de cómo estos chicos van a convivir juntos, como fraternidad, pero en cuarentena jsjs.

Si quieren que ponga algo que a ustedes les pasa en este tiempo para así hacerla más realista, déjenlo aquí en los comentarios.

Nos leemos pronto, actualizaré seguido esta historia, compartan con sus amigos y gente a la que les interese leerla.

ESCRITO: 30 de Julio del 2020
PUBLICADO: 10 de agosto del 2020
PALABRAS: 1205