"La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada"

—Gabriel García Márquez

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Un día después habían recibido los resultados del hisopado de Verónica, Fangs, Betty y Murphy

Y cuando las cosas no podían empeorar vieron que su resultado era claramente positivo

La verdad para que mentirles, todos estaban aterrados en la fraternidad, los dos turnos de policías seguían aún ahí fuera. Ahora cada día un médico llamaba los chicos para ir manteniendo un registro de los quince días en los cuales el virus estaba en su sistema

Habían avisado a la universidad y como era de esperarse les dieron esas dos semanas libres. El médico había sido claro, reposo absoluto, sin esfuerzo de más

—¿Enserio no quieres nada?— volvió a preguntar Jughead hacia la rubia la cual estaba acostada en su cama

Betty rio —Jug... son las seis de la mañana, estoy contagiada, no me voy a morir— negó divertida —Ve a tu clase o soy capaz de aparecer a la mitad de ella— Jughead río para acercarse a ella

Antes de besarla Betty lo freno —Jug...

Este la interrumpió —Que va, duermes conmigo y vives conmigo, que te bese no pasa nada, ni nos contagiamos, estamos todos aquí dentro— se encogió de hombros besándole los labios

Cuando el se fue de la habitación la rubia se tapó hasta arriba dispuesta a seguir durmiendo

(...)

Justo al mediodía Betty bajaba tranquilamente, puesto que no tenía prioridades en la escuela ni nada que hacer, además, se sentía extrañamente bien a pesar de que ayer la cabeza le estaba apunto de estallar

Cuando pasó por el salón vio a Verónica envuelta en una cobija mientras veía televisión

—Wow, sí que estás hecha mierda— se rio Betty. La pelinegra de mal humor levantó su mirada hacia ella seria

—¿Y tu porque estás tan perfecta?— alzó sus cejas molesta. Era el efecto que hacía la fiebre en ella

—La verdad...— hizo una pausa —Ni idea— se encogió de hombros

—Agh, Te envidio en este preciso momento— rodó sus ojos volviendo a recostarse

—No es cierto, me envidias siempre— ambas rieron ante el comentario de la rubia

Archie pasaba por la sala cuando se quedó viéndolas a ambas

—No pues, si así se siente estar contagiado mejor me alejo de ustedes cuatro— bromeó el riéndose

—Uy si, eres gracioso Andrews— soltó la rubia seria

—Bueno, parece que el virus no te cambió el humor por nada— negó el serio. Al final soltó una carcajada seguida de ellas dos igualmente

Los dos mellizos pasaron de igual forma por la sala. Reggie vio a Verónica y no evito soltar una sonrisa al verla envuelta como un bebe en su cobija violeta

—¿Hay una reunión familiar?— bromeó Charles sentándose en un sofá individual

—No, claro que no, yo sola estaba tranquila viendo mi serie y llegan todos y me cagan la tarde— soltó Verónica malhumorada mientras se sentaba en el sofá arreglándose el pelo —Dios, como odio mi humor

Los cuatro rieron pero Verónica los miraba seria como si fuera a asesinarlos con tal solo la mirada

Jughead entraba en la sala mientras peleaba con su hermana por celular. Verónica rodó los ojos mientras volvía a acostarse en el sofá ocupando todo

—No JB, no convenceré a papá de que te deje llevar a Ricky a dormir, olvídalo, no— negó el mientras se sentaba al lado de la rubia —Voy a cortar— advirtió el. Todos escucharon un chillido por parte de su hermana

—¡No se te ocurra contarme!— escucharon todos pero luego solamente alejo su celular del odio y presiono finalizar llamada

—Eres malo— rio Betty recostándose en su hombro

—Mira que Ricky me cae bien, pero que duerma en la misma habitación que mi hermanita no, eso jamás— negó el recostándose hacia atrás

—¿Ahora vez lo que sentimos nosotros Justo en este preciso momento?— cuestionó Charles señalándolo a él y su hermana

—No, es totalmente diferente, Betty es mayor de edad, mi hermana solo tiene quince años, no la dejare hasta los dieciocho y eso que soy más bueno que ustedes, ella si me quiere— suspiro como último molestándolos

La rubia se rio por lo bajo

—Te escuche Betty— soltó Reggie serio

—¿Se supone que me importa?— lo único que buscaba era molestarlo, amaba molestar a Reggie porque sabía que jamás podría estar más de unos minutos enojada con ella —No gastes tus energías enojándote conmigo, nunca puedes enojarte por mas de un día de corrido sin hablarme 

—Cuando tienes razón, tienes razón— señaló esté riéndose

—Si una cosa aprendí viviendo con todas estas locas— señaló Archie —Es que las mujeres siempre tienen la razón— aseguró el divertido

Verónica y Betty chasquearon sus dedos a la vez señalándolo, dando a entender que concordaban con el

—Eso dio miedo— dijo el pelirrojo con una mueca su rostro medio divertida

—Te dije que iban a estar aquí— hablo una voz entrando. Todos vieron hacia Cheryl y Toni quienes entraban al salón

—¿Pero aún así me hiciste buscar por todo el gimnasio?— se quejó Cheryl sentándose en el suelo mientras le quitaba las papas a Archie

—¡Oye!— se quejó abriendo sus brazos en el aire —¿Porque siempre molestan al burro de la familia?— se cruzo de brazos

—Disculpa ¿Tu siquiera eres de la familia?— soltó Cheryl molestándolo mientras alzaba una ceja y le restregaba en la cara las papas que le había quitado

El abrió su boca incrédulo, haciéndose el ofendido —No voy a caer en tus juegos mentales— negó señalándola —No otra vez

Todos rieron en el lugar

—Che ¿Donde está Fangs o Murphy o Sweet Pea?— cuestionó Toni

—Fangs duerme como si fuera un oso invernando, Murphy seguramente haciendo los trabajos que no entrego de la primera semana de clases y Sweet Pea...— miraron para todos lados y la rubia señaló la puerta

—Justo aquí familia— abrió sus brazos entrando —No sabía que éramos tantos— negó mientras buscaba un lugar para sentarse dado que Verónica ocupaba la mitad del sofá acostada.

Con sus pies empujaba a Jughead del sofá y en su regazo se había sentado Betty. El los sillones individuales estaban los gemelos. Archie se sentó sobre el borde de el sofá donde Reggie estaba y Cheryl junto a Toni estaban en el suelo comiendo las papas que la pelirroja le había sacado a Archie

—Veronica, hazme el favor de no estirarte más, no tienes todo el sofá solo para ti— se quejo Jughead mirándola

—O te callas o te callas. Estoy de muy mal humor y no tengo ganas de pararme, no me rompas las pelotas— señaló ella enojada

—Bueno, a alguien le va mal en la vida— se rio Jughead. En respuesta a eso recibió el dedo del medio por parte de Verónica quien tenía sus ojos cerrados

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Amo escribir a Verónica de mal humor. Es tan yo jajaj

ESCRITO: 7 de septiembre del 2020
PUBLICADO: 10 de septiembre del 2020
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