Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8 ☢︎︎

"Amaré la luz porque me señala el camino sin embargo voy a soportar la oscuridad porque me muestra las estrellas"


capítulo dedicado a : Kajochaan ❤️🏁😍💖💕💫
(Quisiera dedicar capítulo a mis lectoras, deja un comentario aquí si quiieres ser la siguiente )

14 : 15 am

La sensación de caer al vacío produce un dolor en el estómago espantoso.
Voy a morir,es mi final y  ni Dios me ha salvado.

Cierro los ojos muerta de miedo. Me imagino chocando contra el suelo, mi cuerpo quedará destrozado tras la caída.

Mi pie se moja. En un instante todo mi cuerpo esta sumergido , hundiéndose hacia la profundidad. He caído al agua.

No sé nadar así que el miedo me inunda tanto como el agua, pronto mis pulmones se quedan sin aire.
Mis brazos se mueven torpes intentando llegar a la superficie.

Trato de subir pero trago agua.  Quiero abrir los ojos bajo el agua pero no lo logro.Estoy presa del pánico. Necesito ver que hay debajo.
Me quedo sin aire, muevo las piernas casa vez mas despacio. Mis manos sujeto mi garganta tratando de no tragar más agua.  Mis pulmones pican.

Unos brazos me sujetan por el  pecho y me suben hacia la superficie.

A mitad de camino ya no tengo ni una pizca de aire. En mi desespero quiero abrir los ojos.
Estoy mareada. No soy capaz de orientarme y aún no puedo respirar. Mi cabeza sale del agua.

Respiro hondo  y comienzo  a vomitar sin control.
Me mareo y siento náuseas de tal forma que pronto ya no sólo vomito agua.

Alguien me sujeta del  pecho para que no me hunda.

—¿Sofía estás bien ?—la voz ronca de Andrés me devuelve a la realidad.

—Gracias—murmuro con voz ronca. Mi cabeza da vueltas y aunque parpadeo todo es confuso. Él me sostienen.

—¿Te lanzaron? — niega con la cabeza. Me sujeto a él.

—Escuché agua —murmura — Y me lancé. Recordé que no sabías nadar — intenta hablar jadeante. No aguantará con el peso de los dos mucho tiempo.

Observo el perímetro, parece un pozo sin salida,es imposible escalar hasta arriba Va a soltarme pero me agarro fuerte a su espalda.

—Tranquila, te dejaré allí. —dice señalando una pared.

Cuando llegamos me suelta con cuidado y  me agarro a un pequeño saliente.  No sé cuánto duraré pero tengo que lograr mantenerme.

Andrés parece descansar sin mi peso, me mira pensativo pero con un cariño indescriptible, permanece unos segundos reflexionando. No quiero interrumpirle.

— ¿Cómo salimos de aquí? Creo que el hecho de que tenga agua no significa una salvación.

—¿Qué quieres decir? —pregunto.

—No creo que haya salida 

Mis uñas se agarran a la pared como un hilo a punto de ceder y romperse. Morir de hipotermia es una muerte lenta y agónica.

—Sofía, mueve las piernas hacia delante y hacia atrás, así te mantendrás a flote

Lo hago con torpeza. El sujeta mis piernas y las mueve. Me enseña como hacerlo. Tras unos minutos practicando. Logro sostenerme.

Nos quedamos en silencio. El recuerdo de mi guardaespaldas llega.Pienso en  el futuro que me esperaba. El frío que hace. Comienzo a reírme.

Andrés me observa como si estuviera loca.

—Quiero estar aquí—confieso y los dientes me castañean. —Prefiero morir a ser usada.

Andrés se acerca más.Su ojo sano me observa con simpatía. El otro, morado apenas se abre. Quito el cabello que le cubre la frente.

—Prefiero morir de frío contigo —murmura. — Mil veces

Observo el agua. No respondo pero una sensación cálida me envuelve. 

—Tengo una idea —dice y sus labios morados tiemblan.

—¿Cuál?

—Voy a ver si hay una salida más abajo, me sumergeré 

—Es una locura.

—Esta agua fluye, Sofía. Mira la dirección. Quizás tenga una salida.

Miro el tubo que se encuentra sobre nosotros. Está a unos cuatro metros de distancia. Es imposible subir hasta él desde aquí. Y aunque lo consiguiéramos, nos resbalariamos de nuevo. Trato de hallar un sentido a que hayan intentando matarnos si se han esforzando tanto en cuidarnos. Pero quizás no eramos tan necesarios tras descubrir la puerta roja.

— No tardes —digo pero estoy segura de que este pozo es nuestro final.

— Volveré

—Andrés... —me mira y un nudo se instala en mi garganta—.Ten cuidado

Coge aire y se sumerge sin despedirse. Muevo las piernas como me ha enseñado. Si no sale pronto,tendré que hundirme yo y averiguar si hay salida.

Toso. El  chico tarda mucho.No se oye ni un murmullo. Es desesperante.

No sé la profundidad pero estoy segura de que tiene que ser hondo teniendo en cuenta que caí y no toqué suelo.

¿Y si se ha ahogado?

  Observo el agua en busca del chico pero no veo nada. Los minutos pasan, quizás dos o tres. Las piernas me pesan.

El frío se pega a mi piel y la traspasa. Siento hielo en mis huesos. Parpadeo obligándome a no llorar.

Quizás yo pueda salvarlo. Quizás aún hay esperanza.

Decido coger aire y sumergirme. Toco la pared  y comienzo a buscar. No siento nada.
Llena de temor tomo la decisión en segundos y nado hacia abajo como puedo. Mis piernas hacen lo posible con movimientos lentos.
Con poco aire hago todo mi esfuerzo para llegar hacia arriba pero mis pulmones se quejan.
Cuando logro llegar a la superficie y levantar mi cabeza, mi cuerpo ya no puede más. Todo se vuelve negro.

****

Martes 23:00 am

A mis ojos les cuesta acostumbrarse a la luz. Todos mis músculos duelen. Unos ojos marrones me escudriñan .

Intento incorporarme.Me duelen los brazos y al intentar apoyarme en ellos mi cuerpo cae sobre la cama. El hombro derecho produce en mí un dolor desgarrador. Intento gritar pero sale más bien un susurro agónico. No tengo voz.

—Buenos días —escucho a mi izquierda. Mi vista se gira. No respondo. El pecho también duele—Soy tu enfermera Magdalena

—¿Enfermera?—murmuro con voz disfónica. No puedo ni hablar. Restriego mis ojos y veo a una mujer que debe rozar los treinta años. Sus labios son pequeños, sus ojos grandes y su mirada castaña no deja de observarme.

Busco en la habitación a Andrés pero no lo encuentro. Esta  habitación es ligeramente diferente a la anterior. Aunque del mismo color.

Las paredes blancas e impolutas recuerdan a un hospital aunque los muebles lo hacen ver como un hotel.
A mi lado una cómoda blanca con cajones y un espejo me causa desasosiego. Estoy tumbada en una cama de matrimonio con mantas blancas. No tiene ni una sóla ventana.

Miro hacia el centro de la estancia en el que hay una pequeña mesa redonda con dos sillas también blancas.

—¿Y Andrés ?

—Nena... — susurra intentando sonreír. Está incómoda pero su voz es excesivamente dulce.—Andrés no vendrá

Parpadeo intentando comprender lo que quiere decir.

—¿Cómo? Estaba conmigo en la otra habitación

—Hablaremos de él mas tarde —dice. Su tono sigue siendo muy dulce para acabar de negar la existencia de mi compañero.

—Quiero ver a Andrés —exijo en un susurro. Me siento en la cama e intento ponerme en pie. 

Me obliga a sentarme.

—Primero come algo

Su tono dulce no concuerda con su sonrisa congelada. Me trae una sopa en una bandeja. Me observa mientras como. Me llevo el líquido con lentitud. Cada parte de mi cuerpo pesa.

Termino la sopa sin sal. A pesar de no saber a nada mi estómago se siente satisfecho. Le entrego la bandeja. Me tumbo de nuevo, incapaz de moverme. Me cubro con la manta.

—Magdalena — murmuro. Ella camina con la bandeja hasta la puerta. —¿Dónde está Andrés?

—Todo va a ir bien — dice y sale. Pero justo por esas palabras sé que miente. Recuerdo el frío al ver a todas aquellas chicas en la sala.

Vuelvo a ser una pieza de su juego.

Hi bbys. Relean la historia y notaran ciertas cosas que quizás antes habéis pasado por algo con respecto a Andrés.
Bendiciones

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro