—¡Está muerto! —Mencionó Dawn.

Todos dejamos de ver los helicópteros para observar el cuerpo de Júnior que yacía en el suelo.

—¡No! ¡Mi hijo! —Cielo, se lanzó a su lado.

Ella comenzó a llorar, mientras Dylan trataba de separarla del cuerpo.

—¡Madre!, se ha ido, nosotros tenemos que partir. ¡Vamos!

Cielo se levantó y le dio un gran abrazo a Dylan, los dos empezaron a caminar hacia las casitas.

—Haremos una tumba, Cielo hubiera querido eso —Lucy miraba a Dawn.

Dawn asintió y Adam salió con una pala, ya se miraba mejor, su herida estaba mejorando.

—¡Ustedes preparen todo! —Dawn agregó.

Veo a mis amigos, algunos de ellos aún observaban los helicópteros.

—¡Vamos, ayúdenme! —Comente.

Dulce y Pablo voltearon a verme y los tres entramos a la cabaña. Veo a Cielo colocar la fruta en unas mochilas, Dylan empacaba algunas sábanas.

—¡Dawn y Lucy preparan un pozo!, enterraremos a Júnior —Me acerco a Cielo y le digo.

Ella me mira por algunos segundos, luego me entrega una mochila, para después empezar a colocar fruta en otra mochila.

—¡Dile que se lo agradezco mucho!

***

Todos estábamos alrededor del pozo, Cielo y Dylan salían de la casita. Ya teníamos todo listo, tan sólo sepultamos a Júnior y partimos en busca de los helicópteros.

—Quiero agradecerles a todos por estar aquí, prefirieron estar aquí, en vez de ir en busca de su salida —Cielo comentó, sus ojos estaban cristalizados.

—¡Estamos en esto juntos!, saldremos de esto juntos.

Lucy empezó a echar tierra encima de Júnior, desgraciadamente, él no lo logró. Cielo dijo algunas palabras, luego Dylan y así fue como todo esto terminó.

—¡Vámonos!, todos manténganse juntos, yo iré delante —Dawn gritó para empezar adentrarse en la selva.

Suspire profundamente, mientras todos entramos a la selva, mire hacia atrás dejando ahí unas casitas que sirvieron de resguardo para nosotros.

—Tranquilos, no se asusten.

Lucy sonreía mirándonos a todos. Daniela y Rosa iban tomadas de la mano, ellas así se sienten seguras. Todo parecía ir en buen rumbo, hasta que unos animales aparecieron gruñendo.

—Nos están mirando, ¿Qué hacemos con ellos? —Preguntó Susan asustada.

Dylan y Dawn se encargarían de ellos, pues se acercaron a ellos y con las lanzas que llevaban, ocasionaron que los animales se fueran corriendo.

—¡Sigamos!

Todos continuamos con el camino, ya lograba ver ese camino en picada, ahí fue donde Pablo tuvo un pequeño accidente.

—¡Cuidado cuando bajen por aquí! —Adam nos miraba.

Cielo con ayuda de Dylan bajaron, vi claramente que no tuvieron ninguna dificultad. Empezamos a bajar, minutos tan sólo después ya estábamos abajo.

—¡Sigan!, no se queden atrás.

Dawn aún seguía frente a todos, ya podía ver el aeropuerto, me estaba emocionando mucho.

—¿Quienes creen que vinieron?

Dulce nos miraba sonriendo, tenía la misma cara que puso cuando la invite a este viaje. Dawn nos volteo a ver, estaba por decir algo, pero al parecer lo estaba pensando.

—Primero que nada, tiene que venir el Lic. Alberto, es el responsable del concurso, tengo mucho que discutir con él.

Dawn regreso su mirada hacia el camino, para caer al piso. Raúl la había golpeado y Dawn cayó al piso inconsciente.

—¡Es mejor que guarden silencio, sería una lástima que ellos vinieran por nada! —Rubí sonreía de oreja a oreja.

Emilio, Rubí y Raúl nos apuntaban con un arma. Todos sólo mirábamos a Dawn sobre el suelo, y luego miramos a Emilio que se acercaba a Dawn y le quitó el arma.

—¡No nos hagas nada!, pueden quedarse con esto, tan sólo déjenos llegar ahí.

Dulce señalaba el aeropuerto que estaba tan sólo a pocos metros de nosotros.

—Mírala Raúl. Ella quiere salir de aquí —Comentó Rubí sonriendo.

Emilio se acercó a Dulce, la tomó del cuello y la alejó de nosotros.

—Cuidadito con hablar, ¿Acaso quieren que Dulcito muera?

Emilio acercó su navaja al cuello de Dulce.

—¡Por favor! ¡No me hagas nada! ¡Por favor! —Susurró Dulce, casi llorando.

No sabía qué hacer, ellos nos apuntaban con unas armas, cuando pensé que todo estaba saliendo bien, no es cierto.

—¡Corran! —Gritó Susan.

Nosotros nos quedamos confundidos, ¿Porque Susan gritó? ¿Qué está tramando? Susan corrió y le dio una patada a Raúl en la entrepierna. Rubí le dio un disparo y Susan cayó al piso. Raúl se levantó y comenzó a correr, Rubí detrás de él.

—¡Trae a la chica!, vámonos —Gritó Rubí.

Emilio empezó a llevarse a Dulce, era claro que no lo iba a dejar. Trato de correr hacia Emilio, mientras los demás auxilian a Susan que estaba en el piso con las manos en el estómago.

—¡Déjala!, déjanos ir —Gritaba, estirando a Dulce.

Emilio me dio un golpe en la cara con el codo que ocasionó que cayera al piso. Trate nuevamente levantarme, pero no pude, tan sólo veía a Emilio alejarse con Dulce.

—¡Ayuda!

Gritaba en un intento fallido de escapar de Emilio.

—¡Dulce!

Susurre y luego sentí mis párpados pesados que hacían que mis ojos se cerraron. Toco mi nariz, me doy cuenta que está sangrando, logro ver borrosamente a Dylan acercarse a mí.

Me carga y empieza a caminar, mis ojos empezaban a cerrarse, lo cual trataba de evitar. Abría mis ojos y me doy cuenta que alguien se acercaba a nosotros, personas desconocidas.

***

Abro mis ojos, rápido me doy cuenta que estoy en una cabaña, en mi cabaña. Veo a un lado y ahí se encontraba mi mochila, la cual tenía demasiados buenos recuerdos valiosos.

La puerta se abre y por ella entra Marisol, en sus manos tenía algo extraño.

—¡Toma este poquito hielo!, te servirá para el golpe.

Ella camina hacia mí y me entrega la bolsa.

—¡Gracias! Por cierto, ¿Que pasa afuera?

Me levante y camine hacia la ventana para ver, ¿Que pasaba fuera? Logró ver luz a cualquier lado que volteaba, no miraba a nadie conocido, sólo personas extrañas.

—¿Cómo sigue Susan? —Le preguntó a Marisol.

Ella también ve por la ventana, luego se acerca a la cama y se sienta.

—El doctor la está revisando, Marcos no ha dejado de estar al pendiente de ella —Comentó Marisol.

—¡Ya estoy mejor!, vamos a echar un vistazo —Sonreí, mientras los dos caminábamos a la puerta.

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¡Últimos capítulos!