Al llegar a casa, después de todo lo que paso en la escuela era un gran alivio. Mi madre había preparado pizza para celebrar lo ocurrido.

-¡Nos vamos al Amazona! -Grito Pablo subiendo las escaleras.

-Bueno, fue el trató que acordamos -Sonreí.

Deje mi mochila y fui a la mesa, mis hermanos también estaban aquí para celebrar mi suerte.

-¡Felicidades Carlos! -Agrego mi hermana.

No podía evitar no sonreír, al saber que en mi mochila hay un sobre con ocho boletos para un gran viaje.

Ahora solo queda saber a quienes llevar. Marisol y Pedro obvio irán.

Pablo igual, pero aún me quedan cuatro boletos más.

Estoy pensando en Yulma, ella deseaba tanto este viaje como yo, quiero imaginar que si hubiera ganado ella, me llevaría a mí.

-¡Dianet! -Pensé en voz alta.

-¿Cómo dices? -Pregunto mi Padre que esperaba en la mesa como todos.

-Nada interesante.

Muy en el fondo de mi ser, quería saltar encima de la mesa y comenzar a gritar. Solo sería algo extraño.

Mi madre salió de la cocina con los platos, los cuales colocó en la mesa y todos comenzamos a comer.

Todos hablaban de cosas diferentes, yo sólo pensaba ¿A quién llevar?

***

-Ya me enteré -Dulce me dio un abrazo-. ¡Lo lograste!

-Sí, lo logre.

Sonreí mientras ella me miraba. Por unos momentos me pasó por la cabeza invitarla a ella.

Pero ella, tal vez no quiera, o tenga mejores cosas que hacer. No pierdo nada en intentar.

-Acabo de pensar, ¿Vas conmigo al viajé? -Pregunte sonriendo.

Ella me miro por un breve momento y agregó.

-¡Claro!, no sabes lo mucho que nos divertiremos.

Ella sonreía. Dianet y Manuel, sólo me falta preguntarles a ellos.

-Espero que quieran -Pensé.

Me acerque a Dianet la cual estaba en la banca, con su celular en las manos. No quería interrumpirla así que saque mi celular. Abrí mis contactos y la busque.

¿Quieres ir al Amazonas conmigo?

Envíe el mensaje y tan sólo segundos después Dianet volteó a verme.

-¿Es enserio? -Preguntó emocionada.

-Sí, ¿Por qué mentiría?

-Entonces si iré, tan sólo espero que mi Madre me dé permiso - Ella no dejaba de sonreír.

-Bueno te dejó iré a hablar con Manuel.

Me levanté de la banca y camine hacia Manuel, él estaba un poco ocupado así que espere un poco.

Cuando estuvo libre, le conté que había ganado el concurso y que debía elegir a siete amigos y que sólo me faltaba uno.

El rápidamente aceptó ya que no quería pasar sus vacaciones de verano en casa de su abuela.

-El vuelo sale en dos días -Comenté-. Mañana te mando la hora exacta.

-Allá nos vemos.

Me despedí de todos ahí, para salir del centro, tenía que irme a mi casa.

***

Nunca me imaginé que yo sería quién ganará un viaje. Nunca me imaginé que hoy me encontrará empacando para este increíble viaje.

-¿Tienes espacio extra? Me hace falta empacar algo más -Pablo entro a mi habitación apurado.

-No, no tengo. Además se supone que lleves lo necesario. El vuelo es en dos días, aún tienes tiempo de empacar -Sonreí

El salió y yo seguí empacando, estaba por terminar, la noche llegó y necesitaba dormir.

Coloqué la maleta junto a mi cama y me dispuse a dormir.

Por más que trataba de dormir había algo que no me dejaba, será el viaje. No dejaba de pensar en todo lo que hare en él.

***

Último día de escuela, mañana gran viajé, gran diversión para todos.

Miraba por la ventana del salón, el último examen estaba frente a mí.

No había estudiado mucho por toda la emoción que tenía. Agarre mi lápiz y me puse manos a la obra.

Se miraba un poco difícil, luego pensaba en que es el último y los ánimos llegaban a mí.

Una hora después salí del aula, las vacaciones habían comenzado y un gran viaje me esperaba.

-¿Debo llevar muchas cosas? -Preguntó Marisol confundida.

-Yo tengo mi maleta lista desde ayer -Sonrió Pedro.

-Solo lleven lo necesario -Sonreí levemente.

Los tres caminábamos rumbo a la puerta, cuando Mauricio y su grupo de amigos se acercaron a nosotros. Nos miraron por unos breves segundos.

-Gómez, ¡Que suerte la tuya! -Mauricio sonreía mirándonos a los tres.

-¡Gracias! -Susurre, ¿No sé ni porque me habla? Se supone que no le caemos bien.

-¿Quién no gano el concurso? ¿Quién? -Pedro molestaba a Mauricio y los suyos.

-Vámonos, en fin ya no los veremos -Añadí comenzando a caminar.

Mauricio nuevamente me siguió-. Yo sé que tienes bastantes boletos, no te cuesta llevar uno más -Sonrió levemente.

-Ya elegí a mis amigos.

-¿Se les perdió algo? -Yulma se acercaba desde lejos.

Mauricio y su grupo rápido se alejaron de nosotros, imagine que fue por la actitud de Yulma, me alegra tenerla de amiga.

-Yulma, mañana a las doce del mediodía en el aeropuerto, se puntual -Comente.

-Sabía, sabía que me llevarías, eres un gran amigo -Yulma me dio un abrazo.

-Bueno, nos vemos mañana -Comente respondiéndole el abrazo.

Nuevamente caminamos hacia la puerta, el Director apareció frente a mí.

-Joven Gómez, tengo que decirle una serie de instrucciones que tiene que seguir -Añadió sacando una hoja-. Acompáñeme.

-No puede darle la hoja y ya. Tenemos cosas que hacer -Agregó Pedro riendo.

-No, tengo que decirle yo, me imaginó que ustedes dos también irán con él. Así que es mejor que me acompañen también.

Marisol, Pedro, el Director y yo caminamos en dirección a la oficina.

El Director tomó asiento en su escritorio y nosotros tres en unas sillas.

El Director se colocó sus lentes y comenzó a leer.

Querido ganador:
Después de haber obtenido los ocho boletos para el viaje. Tenemos una serie de instrucciones que darte.
Uno: el vuelo partirá a las doce y media del aeropuerto, sea puntual.
Dos: en el aeropuerto se encontrará con su guía, es decir, la persona que los cuidará todo el viaje.
Tres: obedecer al guía en todo momento.
Cuatro: disfrute su viaje.

-Bueno, esas instrucciones no son difíciles de seguir -Comente levantándome de la silla.

-Jóvenes. ¡Disfruten su viaje!

Los tres asentimos y nos dispusimos a salir de la oficina, acordamos en no llegar tarde al aeropuerto y cada uno tomo su rumbo.

***

Había pasado un día, Pablo y yo, ya teníamos todo preparado para partir al aeropuerto.

-¡Que no se olvide nada! -Gritó Pablo.

Mire levemente alrededor de mi habitación, mire mi maleta, mi celular. Estaba por cerrar la puerta cuándo recuerdo los boletos. No hay viaje sin boletos.

Mis padres ya nos esperaban a Pablo y a mí en la puerta, ellos estaban un poco tristes ya que no nos verían en mucho tiempo. Pero al igual felices, porque sus hijos se van de viaje.

¡No lleguen tardé!

Oprimí enviar y les mande ese mensaje a Yulma, Dianet, Dulce, Marisol, Pedro y Manuel.

-¡Los extrañaremos mucho! -Mi Madre nos daba un fuerte abrazo a los dos.

-Nosotros también.

Después de una larga despedida, mis padres, Pablo y yo salimos de la casa y subimos las cosas al auto.

-No olviden los boletos -Argumento mi Padre.

-Esos nunca se me olvidarían -Sonreí.

Subimos al auto, hoy inicia una gran aventura para mí y para mis amigos.

Esperó que sea un viaje inolvidable, lleno de buenos recuerdos para compartir cuando regresemos.

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Hola mis queridos lectores, acaban de leer el tercer capítulo, espero y les haya gustado mucho.
¿Qué les está pareciendo la historia?
Hasta la próxima, saludos.