Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20.- Piedras.

Narra Carlos.

Abro mis ojos, rápidamente comienzo a toser, no sé muy bien ¿Dónde estoy?

-¿Qué ha pasado? -Logro decir.

Me pongo de pie, miro hacia arriba de la cascada, recuerdo todo lo que ha pasado.

-Yulma... Luis... Dianet... Pedro... Dulce -Grite mirando a todos lados-. ¿Dónde están?

Nadie me respondía, miró fijamente a todas direcciones, logró ver un pie junto a un arbusto.

-¡Dulce! ¿Estás bien? -Pregunte, mientras me acercaba a ella.

Ella sólo se tocaba la herida, la cual ya no tenía venda.

-La hinchazón ha bajado -Sonrió mirándome-. Por allá esta Luis.

Miro hacia la dirección que me ha dado Dulce, Luis se acercaba caminando.

-Al parecer, Juan no bajo.

Su mirada aún seguía hacia arriba, miraba todo con cautela.

-¡Ayúdame a buscar a los demás! -Di la vuelta-. ¡Rápido!

Caminaba miraba a todos lados, Pedro estaba inconsciente en la orilla de la cascada.

-¡Pedro despierta! -Yulma se acercó a el-. ¡Despierta!

Yulma le daba pequeños golpes en las mejillas a Pedro.

-¡Déjame dormir! -Pedro se había despertado.

-Despierta, ¿Acaso no recuerdas que ha pasado? -Yulma lo ayudo a levantarse.

-¡Oh dios! Juan intento matarnos -Comentaba, mientras miraba la cascada.

-Miren, ¿Quién viene allá? -Luis susurro sonriendo.

-No puedo creer que sobrevivimos -Dianet salía de un arbusto.

-¡Créelo!, lo logramos, gracias a mi -Yulma sonreía.

Comencé a mirar a todos, estábamos un poco mojados pero lo importante es que nos salvamos.

***

-Ya vieron allá arriba -Dulce señalaba hacia arriba de la cascada.

No alcanzaba a ver nada, pero sea lo que sea, no era bueno.

-¿Qué es lo que ves? -Pregunte un poco confundido.

-No sé muy bien, creo que son personas -Ella sonreía-. Vamos, tal vez sean nuestros amigos.

Dulce comenzaba a caminar, junto a la cascada había un camino en picada.

Todos la seguimos sin pensar, necesitábamos saber ¿Quiénes eran?

-¡Deben tener mucho cuidado! -Pedro tomaba la adelantará.

Desde aquí la cascada se veía más peligrosa, solo mirar en la orilla de este camino, podía observar piedras, enormes piedras.

-¡Son ellos!, están en problemas.

Pedro comenzó a correr más rápido, nos estaba dejando atrás.

Minutos después ya podía observar bien a todos, Pablo, Marisol, Ángel, Lizuly, Karen, ¿Gonzalo?

No puedo creer que encontraron a Gonzalo, creí que nos había abandonado.

-¡Ayuda! -Logre escuchar la voz de Pablo.

Comienzo a correr, pero es un poco difícil correr hacia arriba.

-¡Chicos, chicos! -Pedro comienza a gritar mientras se acerca a ellos.

Pedro arrojaba a los animales hacia la cascada, nunca había conocido esa parte de Pedro.

-¡Me mareo! -Dulce tomo el brazo de Yulma.

-¡Esperen aquí! -Les dije y sigo corriendo.

Lizuly y Karen comenzaban a hacer lo mismo que Pedro.

-¡Pedro!, cuidado -Le grito llegando hacia ellos.

Un animal se lanza encima de Pedro haciendo que los dos caigan a la cascada.

Todos somos testigos de cómo Pedro cae, nuevamente a la cascada.

-¡Pedro! -Vuelvo a gritar.

Observo como Pedro va cayendo, nosotros, yo no puedo hacer nada.

Me acerco a la orilla para darme cuenta que Pedro no logro caer en el agua, cayó sobre las piedras.

-¡Él puede estar vivo! -Susurre en voz baja.

Gonzalo sólo negó con la cabeza, Marisol se acerca a mí y nos damos un gran abrazo.

-¡Tengo que saberlo ya! -Grite y comencé a correr.

No me detenía para nada, incluso viendo a Yulma y Dulce frente a mí.

Sólo las esquivo y continúo con mi camino. Él tiene que estar vivo.

En lo más profundo de mí, sé que eso ya no es posible.

-¡Otro amigo no! ¿Por qué? -Miraba el camino que me esperaba para saber, ¿Cómo está?

***

Me encontraba parado a unos cuantos metros de las piedras, no sabía si era buena idea ver con mis ojos lo sucedido.

-¡No puedo hacerlo! -Susurre en voz baja-. ¡No!

Gonzalo se acerca a mí, toma mi hombro y volteo a verlo.

Me hice a un lado y el pasa, el sería el que verá a Pedro.

-¡No lo logro! -Gonzalo se acercaba a nosotros.

Marisol comenzó a llorar, me dio un fuerte abrazo, unas cuantas lágrimas resbalaron por mis mejillas.

Karen se acercaba a nosotros -¡Lo siento tanto!, se lo que sienten.

Respire profundamente y tome asiento en el suelo.

-¡He perdido las esperanzas de salir con vida de aquí! -Susurre.

-No digas eso, saldremos vivos de aquí, no importa lo que pase, no importa lo que Juan quiera hacernos, viviremos -Pablo coloco su mano, sobre mi hombro.

Volteo a verlo algunos segundos y luego agrego-: ¡Ve!, Pedro murió, primero Manuel, ahora Pedro, dime, ¿Quién sigue? -Grite enojado.

-Nadie más morirá, nosotros lucharemos por vivir aquí hasta que alguien venga por nosotros.

Yulma se acercó a mí, me ayudo a levantarme y me dio un leve abrazo.

-Ahora, busquemos un lugar seguro dónde quedarnos -Lizuly se disponía a irse.

-Sólo esperen un momento, no he terminado de analizar todo lo que paso -Marisol comenzó a caminar hacía las piedras.

Trate de detenerla, ella quito mi mano de su hombro.

-¡Déjame sola! -Gritó enojada.

-¡Marisol estaremos bien!, sólo tenemos que mantenernos juntos.

Caminaba lentamente hacia ella, no se detenía, segundos tan sólo después, mire con mis propios ojos a Pedro.

Junto a él se encontraba el animal causante de su muerte, al menos el también murió.

-¿Por qué el? -Marisol me miro de reojo.

No sabía que decirle, antes de que le contestará cayó al piso inconsciente.

-¡Ayuda! -Grite, un poco asustado.

Gonzalo se acerca a mí y me ayuda a llevar a Marisol con los demás.

La recuesto en el piso, no tengo ni la menor idea de ¿Qué hacer?

-¡Yo tengo alcohol! -Ángel abría su mochila-. Toma.

Lo agarre, levante su cabeza un poco y coloque la botella en su nariz.

Ella despertó enseguida, se miraba confundida.

-¡Estoy bien! -Susurró.

***

La noche había llegado, aún seguíamos en el mismo lugar, no tuvimos oportunidad de irnos lejos.

Gonzalo prendió una fogata y nos colocamos todos alrededor.

Yo recordaba algunos de los tantos momentos que vivimos Pedro, Marisol y yo.

-¡Yo los protegeré!

Gonzalo acerco sus manos al fuego, ahora que recuerdo no he preguntado nada.

-¿Dónde estabas? -Pregunte confundido.

-Juan, sí así se llama, me secuestro en el aeropuerto, me amarro de pies, manos y boca -Suspiro hondo-. Logré quitarme la cinta de la boca y grite pidiendo ayuda, hasta que ustedes aparecieron.

-Ortega al igual que tu desapareció, tememos que este muerto -Pablo comento serio.

-¡Ya verán que lo encontraremos!

Gonzalo colocaba más madera en la fogata.

¿Dónde estará Ortega?, ¿Estará muerto?, esas y muchas preguntas más nos invaden con cada día que pasamos aquí.

Ver esas piedras y pensar, hoy me han quitado un amigo.

............

Hola mis queridos lectores. Lamento haberme tardado demasiado en actualizar pero lo importante es que ya lo hice.

Espero hayan disfrutado el capítulo, hasta la próxima!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro