
¿Una humana?
*Al día siguiente*
—¿En dónde estuviste Mike? —me preguntó Romina mientras acariciaba mi cabeza.
Yo estaba recostado sobre sus piernas temblando y mirando hacía la nada.
—¿Te hicieron el Kimochi? —preguntó Aby.
—¡No! —quise negar.
—Tienes cara de que te lo hicieron —dijo ella.
—¡Que nadie me hizo el Kimochi!
De tan sólo recordarlo me dan escalofríos.
—Dime que todo estará bien Romi —le dije.
—Ya, ya —seguía acariciando mi cabeza—. Todo estará bien Mike —dijo con voz calmada.
—¿Me das un besito? —le pedí.
Sentí como ella me daba un beso en la frente mientras seguía reconfortándome.
Los teporingos suelen tener un comportamiento tranquilo y hogareño, cuidando siempre de su madriguera y por tanto a sus compañeros.
*Mini-flashback*
—¡Miki, basta! —gritaba una y otra vez—, me vas a matar.
Pero ella no me hacía caso, en sus ojos podía notar que sus instintos y sus hormonas podían más que su razón.
—C-cariño, sólo otra ronda más —dijo con la respiración agitada.
Sin decir nada más ella volvió a saltar encima de mí, mi Mini-Mike ya no aguantaba una séptima ronda tan fácil.
—¡Ayuda! —gritaba.
—¡Que te resistas solo me hace desearte más cariño!
*Fin del flashback*
—¡Mike! ¿Por qué lloras? —preguntó Romina alarmada.
El Mike tipo así:
—Ustedes no lo entenderían, la vida no es tan maravillosa después de todo —dije con una mirada muerta y un tono neutro.
—¿Eh? —dijeron ambas.
La puerta del club se abrió y los dos perros entraron como si nada.
—¿Y ustedes? —les preguntó Aby— ¿Cómo les fue?
Ambos bajaron la mirada un poco avergonzados.
—Yo... —dijo Cal.
—"Aunque quería a varías de las hembras no me permití aceptarlas porque mi especie es solitaria y vieja y fea y no sé como tratar a las hembras. En realidad mi actitud agresiva es sólo una forma de externar mi frustración pero en realidad solo ¡Necesito amor, comprensión y ternura! —dijo Aby intentando imitar la voz de Cal.
—¡¿Acaso quieres perder tus recién adquiridos brazos?! —le preguntó molesto.
—Ya, ya —le dijo ella y lo metió a su piscina para abrazarlo—, no necesitas hacerte el fuerte.
¿¡Aby acababa de domar a Cal!?
—Y déjame adivinar —se dirigió a Leyi—, conociéndote fue algo así como "Oh, lo siento amiguitas pero parece que necesito un ambiente ideal y de amor para poder".
—Carajo —exclamó Leyi—, ¿No has pensado en dar cursos de inteligencia emocional?
De hecho me sorprendía, Aby últimamente daba la sensación de ser inteligente. Y eso me daba escalofríos.
Nuevamente la puerta del club se abrió y Ranka entró lanzándose encima de mí.
—¡Mike! —gritó feliz.
—¿Qué pasa? —pregunté.
—¡Arreglé mi problema con Jin! —dijo ella.
No entendía a qué se refería con ese problema y cuando estaba por preguntarle ella siguió hablando.
—¡Pero hay alguien que quiero que conozcas! —como siempre, lo decía con energía y su cola se movía de lado a lado.
—¡Suficiente perro tonto!
Jin entraba al club y levantaba a Ranka, ella no dudó en lamerle la cara. Luego entró Hitomi, quien veía con su típica sonrisa nerviosa la escena.
—Mike-kun —dijo ella— ¿Podrían acompañarnos?
Mis furros y yo subimos un piso hasta dónde se encontraba el club de cocina. Al entrar las demás miembros estaban hablando con otra chica pelirroja, cuyo uniforme era diferente al de nuestra escuela.
—Chicos —dijo Ranka— ¡Ella es Anne! Es una humana como tú Mike.
—¡¿Una humana?! —pregunté.
Meimei, quien estaba ahí le movió el cabello dejando su rostro un poco más visible.
—¡Miren! ¡Miren! —dijo—. Tiene orejas de humano.
Aby corrió hacia ella y levantó la falda. Dejando ver unas panties con un estampado de carne.
—¡Y no tiene cola!
—¡Ey panda estúpido y ajolote estúpido! —le gritó Jin— ¡No molesten a Anetani-san! ¡Dejen de ser un estorbo!
¿Recuerdan los rasgos de inteligencia que mencioné de Aby? Bueno, creo que mi hipótesis se iba a la basura luego de ese momento. Y ya se imaginarán la reacción de Meimei ante esas palabras.
—Nada mal chimpan... Jin —le dijo Cal—, cualquiera que atormente a este peluche y este alevín tiene mis respetos.
Meimei se sonrojó un poco más, quizá porque "peluche" era una especie de cumplido/insulto que ella no se esperaba. Pero Jin y Cal sólo le sonreían maliciosamente.
—¡Que no soy una cría! —le gritó Aby.
Ambas hembras se encimaron en los machos y empezaron a discutir. Sentí un breve tirón de la manga de mi camisa. Era Miyubi quien llamaba mi atención.
—¿Mike-san, qué es un alevín? —preguntó *Aumentando su velocidad a x8*
—Es como se le conoce comúnmente a las crías recién nacidas de peces —le respondí—. De hecho tengo que admitir que fue un insulto bastante elaborado. Aby es un ajolote que si bien es un anfibio, le dice pescado para insultarla. Es como cuando Jin le dice a Ranka, perro. Y como Aby, parece bastante joven y tiene un complejo por eso... Sí, yo le daría un 10/10 en originalidad.
—¡En fin! —dijo Hitomi—. Anne-chan, él es Mike-kun. El presidente del club de biología.
—Si es que realmente se le puede llamar club —susurré— ¡Digo, digo. Mucho gusto Anne.
—Mucho gusto —dijo ella.
Su voz era bastante clara, pero muy fría e inexpresiva.
—Quise que la conocieras porque también eres un humano —dijo Hitomi con una sonrisa— ¡Es agradable conocer a más!
Pasamos las siguientes horas conversando. Hasta que llegó el unto en que ella se tenía que ir.
—Jin-san, Mike-san —dijo ella—, supongo que volveré ponto. He tomado cierto interés en ustedes.
No dijo más y comenzó a caminar.
—¡Ey! —me susurró Jin— ¿A qué crees que se refiera con "interés en nosotros"? —me preguntó.
—No lo sé —me encogí de hombros—, por su forma de actuar parece que somos los primeros humanos que ve. Posiblemente los primeros hombres.
Jin me miró como si todas las piezas de su rompecabezas mental se hubieran armado. Él me tomó del hombro y me arrastró para alcanzar a Anne.
—Ey —la llamó.
Anne parecía sorprendida. Su mirada decía que estaba preocupada porque descubrimos algo que quizá no debimos.
—Bueno, nos estuviste mirando bastante todo este rato —continuó Jin—. Y al menos puedo decir que yo estoy bastante conmovido por tus sentimientos. Pero quien me gusta es Hino-san, así que no puedo corresponderte.
Jin se inclinó ante ella a modo de disculpa.
Anne y yo lo miramos petrificados. ¡Pero tenía razón! ¿Cómo pude ser tan tonto de no notarlo hasta que él lo dijo? También debía hacer algo al respecto así que me incliné como él.
—Yo, tampoco puedo hacerlo —dije—. Tengo una especie de relación forzada pero no significa que sea un infiel.
—¿De qué rayos están...
—¡No, no! —le dije—. Está bien Anne, lo que Jin y yo queremos decir es que las probabilidades de conocer a otros humanos son muy bajas y más aquí en Japón.
—Pero aún así escuchaste rumores de dos humanos en la academia y aun así viniste a vernos —continuó Jin—. Pero como dijimos, por nuestros motivos personales no podemos aceptarte, si continuas así solo te lastimarás. Por favor ríndete.
Anne se sonrojó. Pero se vía molesta.
—Entenderemos si nos guardas algún resentimiento. Entonces adiós —dijo Jin.
Anne se dio media vuelta y se fue.
¡No mames! Es la primera vez que rechazo y no que me rechazan ¡¿Qué clase de poder es este?! Me siento como si pudiera tener un harem. ¡Oh! ¡Quizá pueda acostumbrarme a esto!
—¿Mike-san? —preguntó Jin.
—Lo siento —meaclaré la garganta y me calmé—, no fue nada. Volvamos con los demás.
*Perspectiva de Anne*
— ...Pero como dijimos, por nuestros motivos personales no podemos aceptarte, si continuas así solo te lastimarás. Por favor ríndete —dijo Jin-san.
¡¿Por qué suenan como si me hubieran rechazado los dos a la vez?!
¿Los humanos pueden ser tan engreídos y estúpidos? De ninguna manera me enamoraría de dos humanos como ellos. No podía evitar verlos molesta.
—Entenderemos si nos guardas algún resentimiento. Entonces adiós —dijo otra vez Jin-san.
¡Saben qué! Esto no me importa, de hecho me alegra que ninguno de los dos descubriera mis verdaderas razones para venir aquí. Si ellos querían creer que estaba enamorada era su problema.
Ya verán humanos... Su orgullo será su perdición.
—¡Ahhh! —grité por el enojo— ¡Serán los primeros que atraviese con mi lanza!
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