El Club de Biología
Abrí la puerta para entrar a un salón vacío que sería el que usaríamos para el club que habíamos acordado para encontrarme con mis compas.
—¡Hola Mike! —gritaba Aby tan enérgica como siempre.
Romina solo soltó un "Hola" tímido. Leyi aún no había llegado pero Cal se aproximó a mí.
—¡Qué bueno que llegaste! —dijo.
—¿Tú, alegrándote? —fingí sorpresa y traté de fingir que lloraba—. nunca pensé que llegaría a ver el día en que nos aceptaras como tus amigos.
—Ya wey —me dio un golpe en la cabeza—. En primera: Llevamos cuatro días de conocernos y en segundo: quiero que cuides mi lugar. Leyi puede llegar y tomarlo y como necesito ir al baño porque las hembras aquí no me dejan hacerlo en el lugar.
—¡Es que simplemente no puedes! Es repugnante —dijo Romina.
—Yo dije que no me importaba —agregó Aby—. Yo lo hago cuando estoy en el estanque y nadie lo nota.
—Una vez más: Es repugnante.
—... Sólo finjo que me quedo inmóvil y... —ella continuaba.
—¡Ya entendimos— dijimos todos.
—¡Ay qué puros! Es solo biología básica.
Cal salió corriendo a toda velocidad y a los pocos segundo llegó Leyi, nos saludó y se acercó al lugar de Cal.
—¿Está ocupado? —preguntó.
—Cal dijo que no pe podías acercar a él —le informé.
—¿Lo marcó?
—Creo que no.
—¿Lo marcaste tú?
—¡Desde luego que no!
Hubo un silencio incómodo y simplemente orinó un poco el lugar.
—¡Marcado! —gritó en forma victoriosa.
—¡No tú también! —gritamos Romina y yo a la vez.
—¿Qué? ¿qué? ¿qué? —preguntó sorprendido.
—No puedes ir por ahí marcando tu territorio.
—¡Perro malo! —le reprochó Romina.
—¡Diablos! Quisiera poder marcar mis cosas —comentó Aby.
La puerta se abrió y entró Cal, quien cruzó miradas con Leyi y nuevamente hubo un silencio incómodo Pero de un momento a otro Cal se echó a correr y estuvo a punto de marcar el lugar. Aunque se detuvo en el último momento.
—¿Lo hiciste verdad? —preguntó Cal.
—¡Oh! —Leyi rió nervioso—. Desde luego.
—¡Me lleva la v*rga Mike— gritó Cal— ¿Por qué nunca puedo dejarte custodiando algo?
—¡Oye! —me defendí— ¿Y yo por qué tengo la culpa?
—Todo el mundo conoce el Protocolo Internacional de Marcaje de Pertenencias (PIMP).
—¿Lo ves Mike? Este lugar ahora es de cierto Canis Lupus —dijo Leyi.
—¿Canis... Lupus? —indagó Aby—, Canis... Lupus ¿Es mio?
—¿Qué? No. Con Canis Lupus me refiero a mí. —dijo Leyi.
—¡Boooo! —se quejó Aby—. De todas formas a nadie le gustaría estar en un lugar todo orinado y sin agua fresca.
—Machos y hembras —llamé la atención de todos—. Creo que estamos perdiendo el punto de esto. Acordamos decidir de qué será nuestro club, así que ¿Alguna idea?
Todos se sentaron y pensaban.
—¡Lo tengo! —gritó Cal— ¿Por qué no hacemos un club de caza en manada?
—¿Bromeas? —pregunté— ¿Y tú, diciendo "manada"?
Los coyotes no hacen grupos como los lobos y suelen cazar en solitario. Puede haber excepciones y cazar en pares o pequeños grupos familiares.
—¡Vamos sólo imagínenlo!
*En la mente de Cal. en los alrededores de la escuela*
—¿Escuchan? —pregunté— ¡Una presa! ¡Ataquen!
Todos salieron de nuestro escondite gritando.
—¡Aguanten! —gritó Mike— ¡Es Leyi!
Solo él se detuvo, Leyi comenzó a correr en cuanto nos vio. Romina no lo pudo alcanzar y Aby era demasiado tonta para entender que esto no era un juego. Sólo dependía de mí...
*Volviendo a la realidad*
—¿Por qué yo era la presa? —preguntó Leyi asustado.
—Tengo hambre.
Los coyotes se alimentan de aves, conejos, ratones, lobos mexicanos y mascotas como perros y gatos.
—Básicamente todos somos tus presas aquí —dije.
—Menos Aby no me gusta el pescado —dijo Cal.
—¡Y a mí no me gustas tú! —Aby le sacó la lengua— ¿Acaso eres demasiado bueno para comerme? ¿No soy suficiente para ti? ¿No eres tú soy yo?
Aby siguió hablando cosas sin sentido.
—¿Y si hacemos un club de escalada? —preguntó Romina.
*En la mente de la conejo*
—¡Vamos! —dije con entusiasmo.
—Espera Romina —decían todos—. No estamos tan acostumbrados como tú.
Los teporingos viven en las laderas de los volcanes y zonas montañosas del centro de México.
—¡Aby ya se murió! —gritó Leyi—. Este clima no es como los estanque en los que vive.
—¡Y yo ya me cansé! —dijo Mike.
—¡Mike! Solo hemos escalado 3,000 metros, no te rindas. Si llegamos a la cima dejaré que me abraces como recompensa.
*En la realidad*
—¿Por qué te abrazaría? —pregunté..
Romina solo se sonrojó.
—¿Y por qué me muero? —preguntó Aby.
—Es bastante obvio, Aby... Básicamente cualquier cosa te puede matar. Me pregunto si habrá algún estudiante que se muera con todo.
*En el club de cocina. Miyubi estornudó de la nada y ¡Se murió!
—¿Y si hacemos un... club de... caza? —preguntó Leyi.
*En la mente de Leyi*
—¡No! —interrumpí—. Es ya lo vimos.
—Mi presa iba a ser algo más pequeña y nuestra organización sería más efectiva que...
—¡No! —dijeron todos los demás.
—¿Y tú Aby? —pregunté.
—¿Yo? Eh...
*En la mente de Aby*
Todos imitaban mis movimientos en el fondo del estanque. Estar así requería una gran concentración.
—... Y ahora ¡Respiren! —di la orden.
Todos sacamos nuestras cabezas e inhalamos aire. Para volver a sumergirnos.
Los ajolotes pasan la mayor parte del día inactivos en el lecho del lago y sale esporádicamente para respirar.
—Siento que esto no va a ir a ningún lado —dije.
Las semanas estaban pasando y Miki no dejaba de insistrme que nuestro "club" debía ser oficial y que debíamos presentar una forma de inscripción y...
—Ñas actividades que van a desarrollar —ella continuaba hablando—. Especificar quien será el presidente de dicho club. Asumo que serás tú García-kun —dijo un poco tímida—. Si es así nos veremos más seguido y... ¿García-kun? ¿Me estás escuchando?
Sinceramente había dejado de escuchar del todo desde que enlistó todo lo que nos faltaba, su voz era más bien distante. Sus ratas asistentes me abofetearon para que despertara de una buena vez.
—¡Eh! ¿Qué? ¡Estoy despierto! —dije mientras me limpiaba la baba de la boca— ¿Ya terminaste, Miki? ¿Me puedo ir?
Ella solo rodó los ojos y asintió. Corrí directo a la puerta.
—¡García-kun, espera! —gritó.
—¿'Ora qué? —pregunté.
—Olvidaste tu formato para hacer oficial el club.
—Jeje, cierto —me rasqué la nuca.
La recogí y me despedí dándole un beso, en la mejilla puercos. Es un saludo muy tradicional en occidente. A decir verdad Miki se había vuelto una buena amiga y se me hacía gracioso cuando la saludaba o me despedía de ella de esa manera. Porque simplemente se desplomaba toda sonrojada y decía...
—Yamete Kudasai. Las relaciones interespecies de este grado aún no las acepto. Aunque... no me molesta si ere tú —decía con las manos sobre su rostro.
Sí, justo eso era lo que decía siempre. Luego las ratas decían su clásico ¡Kaichou! y me retiraba. Era como nuestra rutina. En fin, salí de ahí y subí a la superficie, que la sala del consejo estudiantil estuviera bajo tierra era algo molesto a decir verdad.
Llegué al club y encontré la misma escena. Aunque había unas cuantas remodelaciones. Conseguimos una piscina para Aby e hicimos un hubo para que Romina hiciera una madriguera y Cal y Leyi marcaron sus propios lugares.
—¿Alguna idea Don Jefe? —preguntó Cal con sarcasmo.
—¡Debes respetarlo Cal —habló Leyi—. Como presidente del club tiene la jerarquía má alta.
—¡Sólo la ganó por esa pelea! —reclamó Cal.
Esa "pelea" de la que hablaban solo fue un desafío. Yo no quería pelear ni con Leyi ni con Cal, así que solo los ignoré. Sorprendentemente así gané, y como soy más alto que ellos tampoco quisieron pelear al final. Entonces yo era el alfa, Cal el beta y Leyi el omega.
Los lobos se baten en peleas psicológicas primero. Su técnica. consiste en intimidar a su oponente, de esta forma ganan.
—Como sea —me recosté en el suelo—. No quiero que sea un club muy activo tampoco. Todos aquí somos especies inactivas, en general o en un momento específico del día.
Los sistemas nerviosos de los seres humanos son muy hábiles para cambiar la forma en que se mueven con el din de gastar la menor cantidad de energía posible. Estamos programados para la pereza.
—¿Sabes mucho de nosotros? —preguntó Romina.
—Me gusta mantenerme informado, leyendo enciclopedias y todo eso.
—¡Yo tenía una! —dijo Aby—. Pero la tiré, no tenía muchos dibujos pero sí muchas palabras.
—¿Es por eso que sabes tanto de biología? —Cal había ignorado a Aby.
—¡Eso es! ¿Por qué no hacemos un club de biología? Podríamos simplemente estudiar y aprender de las especies.
—¡Aburrido! —gritó Aby.
—Podríamos usar esos datos para gastarles bromas a los demás —dijo Cal.
—¡Menos aburrido! —gritó Aby.
—Podríamos hacerlo de vez en cuando... —dije—. Podríamos usar este club como excusa simplemente para venir a descansar y hacer alguna que otra pendejada.
—¡Perfecto! —gritó Aby.
—¿Qué opinas Romina?
—Mientras no salgamos mucho de aquí, por mí no hay problema.
Los teporingos pasan mucho de su tiempo en una actitud "hogareña" y cuidando su madrigurea.
—Está decidido, seremos el club de biología.
Todos pusimos nuestras manos al centro y las levantamos.
—¡Por el futuro club!
—En serio Aby —dijo Cal—. o te pones tu traje o vuelves a tu piscina. Porque neta hueles muy cabrón a pescado.
—Al menos no huelo a... —pensó un momento—. ¡Perro viejo!
—Soy un coyote.
—Lo siento —dijo avergonzada— ¡Al menos no huelo a Coyote Viejo!
Era un grupo bastante extraño pero me gustaba estar ahí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro