Aclarando los sentimientos de este Coyote
Era un fin de semana por lo que no teníamos clases y significaba que podía relajarme todo el día, quedarme en mi habitación y rascarme las bolas todo el santo día sin sentirme culpable o que alguien me dijera que me pusiera a hacer algo de provecho.
O al menos ese era el plan, sin embargo justo ahora ame encontraba en un parque. Con Akari ya que ella quiso salir a dar una vuelta, y juraba que había estado rara estos últimos días. Tampoco era tan estúpido para no saber que esto era la situación cliché perfecta para que la relación se terminase y en dado caso de que llegara a suceder al menos no intentaría suicidarme como lo hizo el jefe cuando la presi lo dejó.
El ambiente no lo describiría como tenso o triste, sino normal. Habíamos paseado todo el día y estaba algo cansado eso sí. Por su parte Akari tan solo me había estado escuchando en silencio todo este tiempo que estuvimos hablando.
—... Y es por eso que no puedo deshacerme de la enana aunque sea lo que más quiera en este mundo —terminaba de contar.
—Cal-senpai —dijo ella—... Hablas mucho de Lena-senpai. En ocasiones siento algo de envidia.
—Exageras, no hablo tanto de esa enana.
Pero Akari negó y puso sus manos sobre las mías... Mi sentido arácnido, digo canino se activó en ese momento.
—Senpai —dijo ella con algo de dificultad—. La primera vez que te vi pensé que eras alguien cool, un buen luchador y atractivo, con aquel que podría llegar a formar una manada en el futuro... Y lo sigo pensando.
Frases muy melodramáticas, si algo aprendí de escuchar a Aby hablar de manga shoujos todo este tiempo es que eso es una mala señal, aquí es donde viene el "Pero". Así que no dije nada y la dejé continuar.
—Pero...
Jejeje lo sabía.
—Pero —siguió Akari—. Sé que aunque tú llenes mis expectativas, no sucede lo mismo conmigo. Muchas veces oí de los demás senpais que tú eres un macho solitario por naturaleza, ahora sé que no es así... Que hay alguien a quien si quieres en tu vida... Y esa es Lena-senpai.
¿Querer a Lena en mi vida? Creo que aquí había un error.
—Yo creo que estás equivocada —le dije.
—No senpai —dijo con una sonrisa falsa—. Cuando hablas sobre Lena-senpai tus gestos son distintos y aunque trates de ocultarlo con ese tono monótono y quieras engañarte a ti mismo, muy en el fondo sientes algo por ella.
Akari se puso de pie y dejo te tomarme las manos, pero siguió hablando.
—Aún así te agradezco que me hayas dado la oportunidad —se inclinó—. Pero luego de todo este tiempo sé que no hay lugar para mí y solo conseguiría lastimarme a mí, a ti y a Lena-senpai. Así que será mejor que me vaya. No te odiaré, pero... será mejor que nos dejemos de hablar un tiempo.
Akari dio media vuelta y se fue del lugar, dejándome solo y abandonando. No me sentía triste de que esta relación se terminase, pero sí que tenía cierto desconcierto, Akari habló con seguridad y actuó de una forma madura, pero sus palabras me hicieron pensar... ¿La enana era importante para mí? También dijo que ella saldría lastimada y me hizo recordar lo del Día de San Valentín, al verla correr luego de que Akari me diera esos "dulces".
Y estuve pensando...
—¿Oigan qué le pasa a Cal?
—No lo sé, pero desde que está en esa especie de dilema mental dice que sí a cualquier cosa. Miren: Cal, he visto que tu pelaje ha estado muy descuidado últimamente ¿Quieres que te lo cepille? Después de eso podrías ayudarme a decir que con que ropa me veo fabuloso para dirigir a mi nueva manada ¡Oh será divertido!
—Sí.
Y seguí pensando...
—Cal, el Equipo B y yo pedimos permiso al Director Amano para un viaje al bosque, necesitamos de ti para que nos protejas. Así que te vemos mañana a las 5 de la mañana aquí. Por cierto, tu también me ayudarás a explicarles cosas que no sepan ¡Tenemos que actuar como buenos senpais!
—Claro...
Y pensé aún más...
—Cal, Yena te estaba buscando para pelear con los leones pero primero le dije que me ayudarías a preparar mi "Alimento especial" con Yukari ¿Vienes? Tu sentido del olfato puede sernos de mucha utilidad.
—Ajá...
Hasta que finalmente.
—Oye Cal, Lena aunque ya no te hablé porque quien sabe que chignadera le hiciste, me pidió que te preguntara qué tanto piensas.
—¿Qué? —dije volviendo a la realidad.
Espera ¿Cuántos días han pasado?
—Que Lena me dijo que...
—¿La enana se preocupa por mí? —pregunté—. Pensé que me odiaba, porque desde el Dia de San Valentín que evita hablarme.
Mike estaba frente a mí, pero volteé un momento en dirección al lugar de la enana y cuando nuestras miradas se cruzado rápidamente las desviamos ¿Por qué me daba vergüenza verla? ¿Y desde cuando ella se preocupaba por mí? Creo que esas preguntas rondaban en mi cabeza hasta el final de clases, e incluso después del tiempo del club.
Con la cabeza llena de cosas por procesar decidí regresar a mi dormitorio, o bueno no específicamente al mío, sino al de Mike. Allí se encontraba él haciéndose pendejo como siempre y cuando me vio recostarse en su cama por fin decidió hablar.
—¿Ahora qué traes perro? —preguntó.
—Me acabo de quedar sin novia —dije mirando al techo.
—¿Qué we? ¿Te dejaron como a mí esa vez? —se rió un momento—. Bueno ya ¿Estás bien? ¿Es por eso que toda la semana actuaste tan raro? Te mamaste wey, de sábado a sábado estuviste como un zombie.
—Sí, supongo. No es como que me quiera echar a llorar ahora.
Mike dejó de hacer lo que hacía y se recargó en la ventana de su dormitorio.
—A decir verdad duraste más de lo que esperaba —dijo—, tú relación fue un poco más forzada que la mía con Miki al principio, pero nunca llegué a ver qué quisieras a Akio tanto como para continuar sin problemas.
—En primera, se llama Akari —le dije— ¿En segunda a qué te refieres?
Mike soltó una ligera risa.
—Ella no te atraía eso era obvio —dijo él—. Siempre me pregunté si saliste con ella para no quedar como el villano de la historia o porque no tenías nada mejor que hacer. Pero llegados a este punto, sé lo que te hará sentir mejor.
—¿Te refieres a...?
—No, no es la colección ilustrada de literatura japonesa. Tan solo espera aquí.
Mike salió de su habitación y aproveche el tiempo para revisar que nuevas revistas tenía. Pero no encontré ninguna, desde que Romina y él comenzaron a salir, Mike dejo de tener cosas pervertidas en su habitación. Varios minutos después escuché gritos detrás de la puerta.
—¡Mike! Ya te dije que me sueltes ¿Para qué coño quieres que vaya a tu habitación? ¡No te veo de esa manera!
Esa voz...
—Oh que la v*rga que no es lo que tú crees.
Y cuando se volvió a abrir la puerta vi que Mike traía a la enana arrastrando.
—¿Qué? —pregunté.
—Ah... —Lena desvió la mirada—. H-hola.
—Hola.
Ahora sí que el ambiente se sentía algo incómodo. Era la primera vez que nos dirigíamos la palabra desde el Día de San Valentín.
—Mike —le susurré— ¿Qué carajo crees que haces?
—Tú confía en mí —me respondió—. Bien, los demás llegarán aquí pronto. Tan solo los esperaremos para salir a algún lado.
Podía jurar que fueron los cinco minutos más largos de mi vida, y los más incómodos porque mientras Mike seguía revisando su celular. Sentía que Lena me miraba de reojo y justo ahora estaba mucho más consciente de su presencia que otras veces. Pero finalmente llegaron esos weyes... Y como era de esperarse Mike fue de perro chismoso a contar como me habían mandado alv.
—¡No te preocupes amigo! —dijo Leyi—. El lobo del amor sabe lo que es bueno para un corazón conflictuado.
—No eres el lobo del amor. Mi corazón no está conflictuado y deja de acariciar mi cabeza si no quieres que te arranque la mano como he hecho con Aby otras veces.
Y entre discusiones y demás cosas terminamos saliendo a varios lugares, como a comer a jugar y todas esas pendejadas que un grupo de estudiantes de preparatoria normalmente haría. Pero no podía negar que me había servido para distraerme, y también por los obvios intentos de los demás para hacer que la enana y yo siempre termináramos juntos haciendo cosas tenía que admitir que se sentía como volver a la normalidad en cierta forma. Pero aún así tenía curiosidad sobre porque ella había corrido esa vez.
—Bueno ya es tarde —dijo Mike—. Regresemos a los dormitorios.
Y por "mera coincidencia" La enana y yo fuimos los últimos en entrar al edificio ya que los otros cuatro caminaban muy por delante de nosotros, pero ahora que estábamos solos quería aclarar las cosas.
—¿Qué sucede? —preguntó ella—. Normalmente no me ves tanto.
—Lo siento —dije.
—¿De qué hablas?
Ella me miraba con una expresión confundida.
—Aquel día por alguna razón corriste —dije—. Antes cuando Akari y yo estábamos juntos, te pegabas como chicle a nosotros pero esa vez te alejaste y no soy tan idiota como para no darme cuenta que fue por mi culpa, así que lo siento.
Ella se recargó en la pared, al lado de mí y evitó mirarme.
—No puedo culparte después de todo —dijo ella—. Pero ese día creo que fue porque tenía algo de envidia... se supone que ambos somos especies solitarias y verte con Akari creo que me hizo sentir que por primera vez yo sí estaba sola.
—Bueno. Ahora que terminamos, podemos volver a nuestra soledad
Mire hacia el cielo.
—No...
—¿No?
—No seas idiota, no tiene que ser así —dijo por fin—. Mike y Romina se tienen el uno al otro, Leyi tiene por fin a Ranka y Aby tiene demasiados amigos como para siquiera preocuparse en conseguir pareja. Así que...
Hizo una pausa, pero gritó después.
—¡Así que no tenemos más opción que seguir siendo amigos y estar juntos para siempre!
Y dicho esto se fue se fue corriendo, dejándome confuso y haciendo que mi corazón por alguna razón se acelerará a velocidades impensables.
*Días después*
Caminaba en dirección a los dormitorios. No tenía ganas de estar hoy en el club y luego de la broma en el Onsen que Lena me jugó, quería descansar aunque debía decir que también gracias a ello nuestra relación había vuelto a la normalidad.
Nuestras peleas y discusiones se daban casualmente y me sentía a gusto con ella... Aunque también eso me hacía pensar ¿Realmente quería únicamente esa relación de amistad con ella? O por el contrario, quería otra cosa.
Estaba sumido en aquel dilema cuando Lena apareció delante de mí.
—¡Ah, enana! —dije.
—H-hola —dijo ella con vergüenza.
¿Y ahora esta qué estaba planeando? De un momento a otro ella se sonrojó lo cual contrastaba bastante con la expresión molesta que tenía. La enana tan solo puso una mano en su cintura y con la otra me señaló desafiante. ¡Era la pose más tsudenre que jamás había visto en ella!
—¡No...!
—¿No? —por algún motivo tenía una sensación de Déjà Vu.
Sin embargo Lena esta vez dijo algo diferente.
—¡No pienses que estarás solo Caly! —decía ella luchando contra la vergüenza que sentía— ¡Porque yo me quedaré a tu lado! ¡Así que me vale v*rga si no quieres! ¡Acostúmbrate a mi presencia! ¡Porque haré que me quieras como yo te quiero a ti!
Rápidamente bajó la mirada sumamente sonrojada. Y sus palabras me habían hecho acelerar el corazón. Quedé un momento en silencio y ella estuvo por correr pero la detuve. Por alguna razón me sentía en una tonta comedia romántica, puse mi mano sobre su hombro y la acerqué a mí, sentía vergüenza así que no me quedó de otra más que desviar la mirada.
—C-cal...
—Dijiste que ibas a estar a mi lado ¿No? —dije—. Entonces cumple tu promesa.
Mientras caminábamos ella sacó una caja que me entregó.
—No son los mismos que ese día. Le pedí a Hitomi que me ayudara a preparar unos "dulces" mejores así que toma.
Sí,pensándolo bien fuese una relación de amistad o no... Me sentía a gusto con esaenana tsundere que tenía por mejor amiga de la infancia
*****
Bueno hasta aquí otro capítulo más. Como siempre muchas gracias por leer y seguir apoyando esta historia xD
Hoy salió más temprano el capítulo de lo que tenía planeado yay :D
Ya saben que si les gustó o no pueden dejarme su opinión en los comentarios.
Y en cuanto a anuncios semanales hoy no tengo ninguno de momento.
Sin más por decir: Nos vemos en otro capítulo :)
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