Academia Fabre (Parte 3)
*En la Academia Seton*
Estaba sentado, con los brazos cruzados en el salón del club. Con dos sensei frente a mí. Podría decirse que ese era el sueño de cualquier estudiante pero no el mío.
—... Entonces Terano-kun me acusa de que fui un poco intensa con él. Lo cual no era cierto porque solamente lo detuve en algunas ocasiones para que por fin se me confesara. Intento explicarle que ya lo había estado esperando mucho tiempo, pero Terano-kun como buen necio que es solo me dijo que sí ya lo sabía para que tenía que decírmelo, para después tratar de escapar nuevamente. Y fue ahí cuando supe que tenía que hacer algo...
—¿Sameno-san, y por qué no simplemente se lo dice usted? —preguntó Mizuhara-sensei.
—Tosako-sensei, ya le dije que renuncie al club ¿Ya puedo irme de aquí? —pregunté cansado.
—¡Jamás! —respondió ella con un poco de mal humor—. Y eso va para ambos.
Fue entonces cuando la puerta del club se abrió y Leyi entró.
—¡Sabía que estarías aquí Cal! —dijo aliviado—. Necesitamos tu ayuda. Las cosas en Fabre se complicaron un poco más de lo que pensamos. Así que en conmigo.
—Leyi, dije que renunciaba no quiero meterme en problemas que no son míos. Odio al club, te dije que debí renunciar hace mucho.
—¡Bien! —dijo Leyi enojado— No tengo tiempo para tratar de convencerte Mis amigos están en problemas y buscaré la solución con o sin ti. Por cierto sensei, ya no hay manera de ocultarlo. Digamos que el club de biología fue secuestrado por unos insectos de la Academia Fabre y nosotros fuimos a rescatarlos, pero quizá necesitemos que nos rescaten también.
Leyi salió rápidamente gritando que necesitaba el Plan B, Las dos sensei me vieron.
—Latris-kun —dijo Mizuhara-sensei—. Si en verdad odiases el club, entonces ¿qué hacías aquí? Solitario y acostado a la mitad del salón.
—Así es —completó Tosako-sensei—. Dijiste que debiste renunciar hace mucho, pero no lo hiciste. Realmente nadie te obligó a estar aquí, creo que muy en el fondo querías estar con ellos.
Las palabras de las sensei me hicieron pensar. Me levanté y caminé hacia la puerta.
—Como sea —dije antes de salir. Aún así pude escuchar la última conversación de ambas.
—Somos las supervisoras del club, ¿deberíamos hacer algo no lo cree?
—En definitiva. Necesito que Latris-kun vuelva para terminar de contarle mi historia, e incluso necesito que los chicos la escuchen para que hagan entrar en razón a Terano-kun ¡Está decidido! ¡Vamos a salvarlos!
*De vuelta en Fabre*
Tsuki-san eran sin lugar a dudas el insecto más grande de todos los que había visto. Era quizá tan solo un par de centímetros más alta que Aby, pero con unas alas bastante grandes a sus espaldas. Y justo ahora se encontraba caminando hacia nosotros, diciendo que el club de cocina se había escapado.
—¡Por un demonio, lo que faltaba! —dije—. Solamente vinimos por ellos y ahora se escaparon.
—¿Significa que ya podemos irnos? —preguntó Lena.
Miramos a los dos insectos que seguían hablando. Y la mariposa se dirigió a mí.
—Yo no tengo problema —me dijo—, Pero Fera-chan y Kade-kun podrían molestarse si se enteran que nosotros lo dejamos escapar. Qué problema.
—Mike, Mike, vamos piensa en algo —decía Romina.
Pero yo estaba con la mente en blanco y un poco confundido. Se supone que Tsuki-san era una de las villanas y ahora estaba ahí, diciendo que no le importaba si nos íbamos y Otto-san se había disculpado con nosotros... Empezaba a creer que esta misión de rescate me decepcionaría y no sería tan genial como lo pensaba.
—Suponiendo que Fera-chan ya se enteró de todo mandara a todas su arañas a buscarlos —seguía la mariposa—. Pero no se preocupen síganme, su onee-san se encargara de esto.
Dijo esto mientras hacía una posee de Idol, visto de esa manera Tuski-san era como Meimei pero sin lo masoquista, mucho más madura y su voz era algo sexy. Lo que contrastaba con su apariencia de gyaru, que según el estereotipo en los animes debería ser arrogante y presumido.
—Tsuki-senpai... En verdad eres un ángel —lloraban Otto-san y Nanafushi.
—Ara, Nanafushi veo que te hiciste amigo de los mamíferos, me alegra saber que te has vuelto más sociable.
El insecto palo cayó de la cabeza de Aby y comenzó a girar en el piso.
—¡Ah! Tsuki-senpai conoce mi nombre —decía feliz.
Dejando esa situación, comenzamos a caminar por los pasillos de la academia nuevamente. Y eso nos dio tiempo de conocer a la mariposa cosa que me decepcionó al conocer su razón de hacer todo esto.
—Como su senpai, es mi deber apoyar a mis kohais —decía ella—. Fera-chan, Kade-kun y Otto-kun parecían tan determinados que me conmovieron. Además parecía divertido.
—¿Solo porque te parecía divertido? —pregunté incrédulo.
—También porque era una oportunidad para demostrarle a las demás mariposas que no porque solamente sean más hermosas que yo tienen derecho a menospreciar a los demás insectos. Siendo una de las "jefes" sería la oportunidad perfecta para que todos seamos amigos. Claro, también quería hacernos notar ante los mamíferos pero no estaba de acuerdo con lastimarlos.
—Mike, Mike —me susurró Romina.
—¿Qué?
—Siento que al final todo esto va a terminar siendo bastante decepcionante.
—Lo sé —respondí—. Ya me siento estafado.
Seguimos caminando hasta chocamos con Jin y Hitomi al girar en un pasillo.
—¿Mike-san? ¿Qué hacen aquí? —preguntó Jin.
—Vinimos a salvarlos obviamente. No puedo creer que se dejaran atrapar tan fácil, para nosotros venir aquí ha sido como un paseo en el parque.
Sentía las miradas de absolutamente todos que sabían que estaba mintiendo.
—¿Y por qué pareces todo lastimado Mike-kun? —preguntó Hitomi.
—Eso no es lo importante, ¿donde están las demás?
—Siguen atrapadas. Hitomi-chan, el perro estúpido y yo logramos escapar. Pero la necia corrió en dirección opuesta, gritando que ella arreglaría todo este malentendido.
—Típico de Ranka —dije—. Y apuesto que tampoco pensaste en ayudarla, típico Jin... En fin, las ayudaremos.
Levanté mi pulgar mientras les sonreía. Y fue después de toda una escena que Jin se dio cuenta que los insectos estaban detrás de nosotros.
—¡¿Qué hacen aquí el escarabajo mierdoso y la mariposa mierdosa aquí?
Jin estaba molesto, pero tuve que explicar todo lo que había sucedido, claro agregando quizás unas cuantas cosas para que sonara épico y hacerme quedar como un héroe. Fue algo difícil hacer que Jin perdonase a los insectos, que ellos se disculparan por haberlos lastimado y que Tsuki-san dejara de hacer un drama por haber sido llamada "Mariposa mierdosa".
Pero una vez que todo se resolvió, JIn nos guió devuelta al lugar donde los habían retenido todo este tiempo, parecía ser el gimnasio de la Academia, y dentro estaban todas las demás chicas envueltas en telarañas, justo como a nosotros nos había retenido solo que colgando de una telaraña mucho más grande casi por el techo del gimnasio.
Todas quisieron hablar, pero al tener la boca cubierta tan solo dejaban salir murmullos irreconocibles y se agitaban muy rápidamente.
—¡Cállense de una vez! —dijo Jin—. Vinimos a rescatarlas.
Otto-san fue de mucha ayuda al lanzarnos hacia arriba para que pudiéramos desatarlas. Pero seguían agitadas, quizá muy asustadas. Le quité a Yukai su telaraña de la boca.
—¡Detrás de ustedes! —dijo rápidamente.
No tuve tiempo a reaccionar cuando varias arañas saltaron sobre nosotros y volvieron a envolvernos y tirarnos al suelo.
—¡Kukuku! —escuché una risa— ¿Pensaban ustedes simples mamíferos que podrían escapar de mi ojo que todo lo ve? Pues es una lástima. Yo, la señora de esta región, soy la máxima autoridad y estuvo profetizado que nuestro encuentro sería hoy.
Era un diálogo tan sobreactuado que me daba algo de pena ajena escucharlo.
—Fera-chan, estas yendo demasiado lejos. —escuché la voz de Tsuki-san a mis espaldas.
—Así es —habló Otto-san—. Fera-san creo que los mamíferos no son tan malos después de todo.
Los pasos se hacían más fuertes, la tal Fera se acercaba a nosotros pero no podía verla porque seguía boca abajo, aplastado por varias arañas. Pero podía ver sus pies.
—Otto-san, Tsuki-senpai ¿De qué están hablando? —preguntó. Por un momento su voz parecía de alguna forma más "normal"
—Que no es necesario que los vuelvan atar, no los lastimaran ¿cierto? —Nos preguntó Tsuki-san.
—¡De ninguna manera! —volvió a sonar esa voz sobre actuada—. Mi poder oculto siente malicia y hostilidad de aquel individuo.
No necesitaba ser un genio para saber que se refería a Jin, por cierto ¿Poder oculto? ¿De qué hablaba? Aby poco a poco se arrastró hasta quedar a mi lado.
—Mike —me susurró—. Ella está actuando como si fuera alguna especie de personaje ¡Que genial!
—Maldición Aby, este no es el momento.
Fera dio la orden de que nos levantaran y por fin la pudimos ver. Era una chica algo pequeña, en uno de sus ojos portaba un parche además de un par de vendajes en sus brazos.
—¿Impactados por verme? —dijo mientras posaba—. Kukuku, es lo más normal del mundo. Puedo ver claramente que mi poder los ha impresionado y... Por eso... deben temerme
Fera dejó de hablar al ver que todos la veíamos en silencio, y por la forma en la que se sonrojó parecía que incluso le daba vergüenza. Detrás de mi pude escuchar como Anne trataba de controlar la risa, aunque el silencio no duró mucho cuando cierta hembra habló.
—¡Increíble! ¡¿Qué clase de poder oculto es el que tienes?! ¡Déjame adivinar ese parche y esas vendas en tus brazos son para contenerlo! ¿Verdad?
Las palabras de Aby habían hecho que Fera volviera a reír de forma muy fuerte. Como si la vergüenza que pasaba se había esfumado porque alguien por fin le siguió el juego.
—¿Es una chuuni? —me susurró Anne.
—Creo que sí.
Fera seguía actuando para la maravilla y diversión de Aby y la situación no avanzaba para nada y comenzaba a cansarme.
—Ey, mátame o libérame pero no me hagas perder el tiempo con charlas —se quejó Jin.
—Rélajate —le dije—. Yo no haría enojar a la araña más venenosa del mundo.
—¡Hay mucha charla! —gritó Fera mientras caminaba hacia Jin—. Yo hablaré y ustedes escucharán ¡La gran Fera-sama, será reconocida como el insecto más poderoso que jamás haya existido!
Por alguna razón sentía que su meta también era algo tonta y con delirios de grandeza chuuni.
—Ey, para tu información las arañas no son insectos.
—¡¿Na-Nani?! —Fera se había callado luego de que dije eso.
—Sí, los insectos por lo general tienen seis patas mientras que los arácnidos ocho. Los arácnidos no tienen antenas ni alas, los arácnidos tiene el cuerpo dividido e dos segmentes y los insectos en tres además que los arácnidos no tienen metamorfosis y varios insectos sí... Puedo seguir con las diferencias si quieres.
—Masaka! —Fera se había arrodillado.
—Creo que le destruiste su mundo Mike.
—Lo sé, estoy bien cabrón —me reí—. Pero bueno. Está por demás de sir que ese tal Kade-san, si es una escolopendra pues tampoco clasifica como insecto ¡Pero ey, anímate Fera! Puedes seguir siendo la araña más reconocida.
Mientras tanto veía como Fera tan solo tenía una expresión muerta. Al cabo de un par de segundo se volvió a poner de pie y con ojos llorosos me vio mientras hacía un puchero. No iba a mentir, uno de sus colmillos sobresalía de su boca y le daba un toque algo tierno.
Aun así estaba consciente de lo venenosa que era, esperaba que no decidiera morder a nadie.
—Oi, ¿Cómo se atreven a hacerle eso a Fera-sama? —decían molestas las demás arañas—. Acabaremos con ustedes.
Pero antes de que pudieran hacer algo, las puertas del gimnasio se abrieron y varios lobos entraron. Era la manada de Ferril.
—¡Llegó la caballería! —gritaba Leyi.
—¡¿Dónde está mi hermanita?! —gritaba Ferril molesta.
Las arañas comenzaron a luchar con los lobos y lo que nos dio tiempo a deshacernos de las telarañas que nos rodeaban. Mientras tanto Tuski-san y Otto-san trataban de consolar a Fera, le decían que aúnque no fuera un insecto aún seguía siendo su amiga.
También le dije a Leyi y a los demás lobos que no le hicieran nada a ella, sino que solo se defendieran si los atacaban.
—¡Aún tenemos que ir por Ranka! —dijo Hitomi.
—¡Es cierto, tenemos que buscarla. Puede que esté en problemas! —dijo Meimei—. Puede que esté siendo lastimada y humillada en este momento ¡Ah! ¡No puedo permitir que se quede con toda la diversión!
Algunos de los lobos se quedaron distrayendo a las arañas. Mientras que otros nos seguían y nos protegían de los demás insectos que nos querían atacar como abejas, otros escarabajos y muchas más cosas. Guiados por Leyi y Ferril llegamos hasta el patio, Ranka yacía en el suelo lastimada y frente a ella estaba una escolopendra. Aquel último jefe, al que llamaban Kade-sama.
*****
Hasta aquí la tercera parte. Gracias por leer ^^
Ya saben que si les gustó o no pueden hacérmelo saber por medio se los comentarios.
Sé que no les importa pero ya he escrito más borradores yay :D hace mucho que no ponía anuncios pero meh, eso es porque no ha habido nada de interés referente a esta historia.
Quizá lo único para anunciar es que cambié la portada xd
Sin más por decir: Nos vemos en otro capítulo :)
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