Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

















Éste capítulo está dedicado a aquellos cuyo corazón fue detenido por el letal cáncer, también está dedicado a aquellos que perdieron a seres queridos por culpa de esta mortal enfermedad, para aquellos que luchan día a día para sobrevivir a ella, pero sobretodo está dedicado a mi madre, quien fue víctima del cáncer hace ya dos años. Gracias madre, gracias a ti por apoyarme siempre, incluso en estos momentos en que no estás conmigo, cuando siento tu presencia constante apoyándome en los momentos más difíciles. Está dedicado a los que pasarán estas fiestas decembrinas con sus seres queridos cuidándolos desde el más allá.

Feliz navidad a todos y vivan, vivan como nunca, porque jamás sabremos cuando dejaremos de hacerlo.






















Pov Magnus























Nunca creí que volver a mi casa sería tan duro, tenía pánico, tenía pánico de saber que mi padre se estaba muriendo. Tenía pánico de que mi padre estuviera en bancarrota y no pudiera pagar un tratamiento médico, si es que en verdad estaba enfermo. Tenía pánico de tener que casarme con Will para salvar la vida de mi padre. Tenía pánico de dejar a Alexander por siempre. Tenía pánico de que el amor de mi vida se quedara atrás mientras que yo me desposada con alguien que jamás amaría, por mi padre lo haría, pero aun así me mataría, al menos sentimentalmente.

Cuando crucé el umbral de la puerta, me aseguré de cerrar la puerta silenciosamente para que mi padre no supiera que estaba allí, me dirigí hacia la habitación de mi padre y mi corazón se rompió cuando lo vi allí, tirado en la cama; tenía grandes ojeras bajo sus ojos y se veía muy delgado... quizás estaba a dieta...

¿Era posible que la vida mi padre se escapara como el agua entre mis dedos, rápido e inevitable?

-Padre –musité suavemente para no asustarlo; el abrió los ojos lentamente y una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.

-Hola Magnus.

- ¿Padre es verdad? –Inquirí directo, quería saberlo–. ¿Estás enfermo?

-Lo siento Magnus, debí decírtelo antes...

- ¿Y la empresa...?

-No pude sostenerla más, lo siento mi niño, tuve que vender todas las acciones para pagar nuestras deudas y dejarte algo cuando yo no esté...

-No digas eso papi...

-No quería que quedaras en la calle –prosiguió mirándome con melancolía–. Pude quedarme con la casa y tu auto, pero perdimos todo lo demás, lo siento...

-Padre no importa eso, tu salud, ¿cómo la pagaremos? –Mis ojos se cerraron y asentí–. Ya sé cómo...

-No. Te lo prohíbo Magnus.

-Pero padre, es tu vida de la que estamos hablando...

-Lo sé y aprecio que quieras hacer aquello por mí, pero el cáncer me tiene completamente invadido y tarde que temprano logrará arrebatarme la vida.

-Pero el tratamiento...

-Magnus, el tratamiento sólo logrará retrasar lo inevitable.

-Pero si tenemos fe...

-Magnus estoy muriendo –soltó mi padre con sequedad; sentí mi corazón romperse en mil pedazos y las lágrimas cayeron como cascadas por mis mejillas. Mi padre negó, se estiró con esfuerzo para tomarme la mano y me hizo sentarme a su lado–. Mi amor, no te lo estoy diciendo para que llores, sólo lo digo para que te prepares.

-Padre yo quiero ayudarte.

-Entonces déjame ir en paz, sé feliz con Alexander, vive tu vida, la mía ya termina y la tuya apenas está empezando, vívela con todo, disfrútalo, ama por favor, Magnus vive.

-Yo quiero que tú lo hagas.

-Mi tiempo se ha acabado, quizás los dos esperábamos que fuera más, pero no lo es y es una alegría para mí poder tener la oportunidad de pasar mis últimos días junto a la persona que más amo en el mundo –mi padre me besó el dorso de la mano–. Junto a ti, mi niño.

-Eres lo único que tengo.

-Quizás sea tú padre, pero tienes mucho más, tienes a Catarina y a Imasu, ellos me han dicho que tienes dos amigos más en el instituto que te adoran y que te cuidan, que te quieren como si fueras un hermano, tienes a Alexander y a su familia, Catarina me dice que ellos te adoran, nunca vas a estar solo, Magnus, te prometo que volveré así sea en forma de viento para acariciar tus mejillas, yo siempre estaré junto a ti, quizás no físicamente, pero te prometo que siempre estaré mirándote y cuidándote, mi niño.

-Papi no me dejes –musité destrozado mientras sollozaba con fuerza.

-Es hora de partir Magnus, por favor no te cases con Will, el tratamiento será inútil y siendo sincero ya no quiero vivir más con dolor, deja que la muerte me lleve con ella, déjame descansar, deja que mi sufrimiento se acabe.

-Pero te necesito papi...

-Estarás bien sin mí, yo permanecía trabajando y fuiste un gran hombre del cual estoy completamente orgulloso, Magnus tú puedes hacerlo sin mí, te amo mi niño hermoso, vive con Alexander y amalo si quieres, sé feliz, vive la vida que yo ya no podré vivir.

Yo lo abracé con fuerza, mi padre soltó un quejido pero me correspondió el abrazo, no quería que se fuera pero él tenía razón, no podía ser tan egoísta, él estaba sufriendo y era hora de dejarlo marchar, por más que eso doliera.





























Una semana después Asmodeus fue enterrado en el cementerio central donde cientos de personas acudieron a despedir a aquel hombre que había sido tan benévolo y amado por muchos. El llanto invadió el lugar mientras que Magnus Bane despedía al último miembro de su familia que le quedaba, al tiempo que era consolado por aquellos seres que siempre estaban a su lado en su peor momento. Decenas de personas ofrecieron bellas palabras de despedidas para el hombre. En aquel mismo tiempo, Robert y Maryse tomaron la custodia del joven chico hasta que éste cumpliera dieciocho años y terminara sus estudios.





























Pov Alec























Habían pasado ya dos semanas desde que el padre de Magnus había sido sepultado, pero mi chico seguía con el mismo ánimo taciturno, no podía culparlo, había perdido a su último familiar, al hombre que le había dado la vida, a su mejor amigo. No era nada fácil.

Mis padres se habían encargado de cuidarlo y yo había permanecido a su lado todo el tiempo, intentando animarlo.

En aquel momento se encontraba leyendo un libro tirado en mi cama, yo me senté a su lado para acariciar suavemente su cabello y Magnus apartó inmediatamente los ojos del libro para mirarme enternecido. Como si fuera un gato, cerró el libro y recostó su cabeza en mis piernas para seguir disfrutando de mis caricias, yo solté una risita y me incliné para besar su frente. No había nada que decir, el silencio era cómodo y ver aquella sonrisa de Magnus en sus labios era mi mayor placer. Después de un rato, el moreno por fin habló.

-Lo siento –musitó en un hilito de voz, yo arqueé una ceja.

- ¿Por qué te disculpas?

-Sé que no he sido la mejor compañía últimamente.

-Magnus –yo chasquee mi lengua–. Mi amor, no estás pasando por tu mejor momento, no tienes porqué disculparte.

-Aun así tus padres, tus hermanos y tú se han comportado tan bien conmigo y yo no se los he agradecido debidamente.

-Mi amor te entendemos –musité tomando un rizo de su cabello y haciéndolo girar en mi dedo–. No tienes que preocuparte, todo estará bien, ¿lo sabes?

Magnus me miró con adoración y sonrió abiertamente.

-Alexander, ¿crees que puedes acompañarme a visitar a papá?

Yo sonreí abiertamente y asentí.

-Por supuesto que sí mi amor, te acompañaré siempre.

Magnus me abrazó con fuerza y besó mi mejilla.

-Eres el mejor –el moreno se incorporó y me besó la frente.

-Gracias.

- ¿Por qué? –Inquirí confundido; Magnus se encogió de hombros.

-Por todo.
























Pov Magnus


























Aún dolía bastante, me estaba matando y las lágrimas caían siempre que veía la tumba de mi padre. "Un gran hombre y el mejor padre", estaba inscrito bajo su nombre pero sentía que esas palabras no eran suficientes. Mi padre había sido una persona muy maravillosa, nada de lo que fuera escrito allí le haría justicia a su grandeza, aunque supongo que todos pensaban lo mismo. Me arrodillé junto a su tumba, sentí a Alexander acariciar suavemente mis hombros antes de plantarme un beso sobre la coronilla de mi cabeza.

-Él está descansando –musitó Alexander; yo suspiré pesadamente.

Había escuchado esas palabras tanto tiempo, sabía que eran verdad, mi padre estaba sufriendo en vida, sabía que sí estaba descansando, pero eso no era consuelo, hubiera preferido que no se enfermara, hubiera preferido que estuviera a mi lado con vida y alegre, tan gentil como siempre, pero bueno, la vida está llena de buenos deseos. Con el paso del tiempo había aprendido que querer algo y tenerlo, eran dos cosas completamente diferentes.

Estuve allí un largo rato, en silencio pensando en él, recordando cada uno de los momentos felices que habíamos tenido juntos, cuando me incorporé y estuve a punto de marcharme, sentí una fresca brisa rozar mis mejillas y recordé sus palabras. Sonreí abiertamente a tiempo que cerraba mis ojos, sintiendo por primera vez paz después de tanto tiempo de sufrimiento.

Alexander acarició suavemente mis brazos y me miraba preocupado.

- ¿Estás bien?

Yo suspiré abriendo lentamente mis ojos y asentí.

-Mejor que nunca.


















BUENO AMORES, ÉSTE ES EL ÚLTIMO CAPITULO DE ÉSTA NOVELA, PROMETO SUBIR EL EPÍLOGO LO MÁS PRONTO POSIBLE!!!

Nos leemos después.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro