Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27










Pov Magnus.



















-Es hermoso esto –musité totalmente relajado con Alec acostado en mis piernas mientras hablábamos sentados en el sofá de mi casa–. No durará mucho.

-Magnus no seas pesimista –refunfuñó Alexander disfrutando de mis caricias en su cabello.

Yo resoplé mientras negaba. En los últimos días, Alec y yo no habíamos tenido tiempo a solas, siempre estaban revoloteando a nuestro alrededor, alguno de nuestros amigos, Ragnor y Raphael o Jace, Imasu o Isabelle, Catarina o Simon.

-Solo dale unos segundos –señalé resignado.

-Magnus no seas pesimista.

-Diez, nueve, ocho, siete...

-Magnus en serio –Alec plantó un suave beso en mis labios.

-Seis, chico, cuatro...

- ¿Es en serio? ¡Basta ya!

-Tres, dos, uno...

La puerta de mi casa se abrió de golpe, alguien entró por ella y se escuchó un equipaje caer pesadamente al suelo.

-Te lo dije –musité frunciendo el ceño.

Me giré furioso a enfrentarme con aquella persona que se atrevió a interrumpir mi tiempo con Alexander... mi sorpresa fue gigantesca al verlo allí... alto, imponente, con su acostumbrado traje negro de negociante experto, su cabello largo a falta de un corte de cabello urgente, su tez oscura combinando perfectamente con sus ojos verdes amarillentos, como los míos... y sus brazos, abiertos esperando a que le diera la bienvenida.

-Mi pequeño –musitó una vez me tuvo contra su pecho–. Te he extrañado tanto mi niño –señaló besándome la cabeza.

-Papi – susurré aferrándome a él–. También te he extrañado muchísimo.

-Qué lindo estás, mi niño hermoso.

-Papá... –mis mejillas se sonrojaron levemente–. Quiero presentarte...

-Primero quiero decirte algo.

-Pero papá...

-Seguro que puede esperar.

-Papá...

- ¡Basta Magnus! –Habló mi padre con firmeza pero sin ser rudo–. Esto es importante, ¿puedes escucharme? –Yo sentí y mi padre me miró con orgullo–. Gracias, ¿recuerdas a Edmund Herondale?

-El dueño de la empresa que es competencia tuya, sí, ¿qué pasa con él?

-Bueno era competencia mía –mi padre sonrió abiertamente–. Y me imagino que recuerdas a su hijo, estabas muy enamorado de él.

Yo quise terminar inmediatamente la conversación con mi padre, siendo muy consciente de que Alexander estaba acostado en el sofá detrás de él sin que éste lo notara.

-Yo no diría enamorado –musité atemorizado al ver la fulminante mirada que mi novio me lanzaba.

- ¿Bromeas? ¡Morías por ese chico! –Se burló mi padre sin saber que estaba cavando mi tumba –. Por favor Magnus, siempre has tenido una gran debilidad por los chicos de ojos azules, tez clara y cabello negro, Will Herondale, su padre Edmund, Axel von Fersen...

-Alexander Lightwood –contó mi novio.

Mi padre se sobresaltó al escucharlo y dio la vuelta para verlo por primera vez, lo recorrió de arriba para abajo antes de girarse nuevamente hacia mí.

- ¿Magnus quién es?

-La persona que quería presentarte –indiqué–. Alexander Lightwood, mi novio –presenté con orgullo mientras tomaba al chico de la mano y entrelazaba mis dedos con los de él–. Alexander, él es Asmodeus Bane, mi padre.

-Un gusto conocerlo por fin –saludó mi novio tan encantador como siempre.

Mi sorpresa fue grande cuando vi a mi padre allí, callado y pálido, como si estuviera en shock, aquello me preocupó en demasía.

- ¿Estás bien padre? -Inquirí mirándolo atentamente.

-Él... él... tú... tú... ¿novio? –Preguntó aun grogui, yo asentí con fervor y mi padre maldijo por lo bajo.

- ¿Qué demonios te pasa? –Pregunté confundido.

- ¿Por qué? –Mi padre me tomó en los hombros para empezar a sacudirme–. ¿Por qué nunca me dijiste que tenías novio?

-Pues...

- ¿Tienes idea en lo que nos has metido?

-Yo... no entiendo –musité sorprendido.

-Magnus yo...

-Ya me cansé de esperar en el auto –dijo un chico entrando a la casa.

Y estaba allí, con sus ojos casi tan azules como los de Alec, un rostro bastante más duro pero igual de albino, cabello largo compuesto para rizos de color azabache y aquella mirada, petulante y feroz que siempre cargaba.

Allí estaba él.

Will Herondale.






















Pov Alec.

























¡Demonios!

Aquello era demasiado extraño, primero el padre de Magnus se comportaba de una manera bastante rara y ahora tenía a Will frente a mí.

¿Qué si lo conocía?

¡Claro que lo conocía!

Era primo de Jace...

Y aquel que se había encargado de convertirse en mi primer corazón roto.

- ¿Alexander? –Preguntó éste tan pronto como me vio.

-William –saludé con sequedad.

- ¿Ustedes se conocen? –Preguntaron los dos morenos al unísono.

-Tenemos algo de historia –indiqué yo con voz tensa–. En cambio yo... –añadí rápidamente mirando a Will con irritación–. No tenía ni idea de que conocías a Magnus.

- ¿Bromeas? –Inquirió el chico caminando hacia mi novio–. ¡Pero si es que estamos comprometidos!

- ¿Qué? –Preguntamos Magnus y yo en coro.

- ¿Cómo es que no me la habías dicho anteriormente? –Le exigí saber al moreno, que negó con fervor.

-Te lo juro mi amor, yo no lo sabía, yo te amo sólo a ti.

- ¿Mi amor? –Preguntó Will serio.

- ¿Cómo que lo amas? –Indagó Asmodeus.

-Tú –Magnus miró fulminante su padre–. ¿Asmodeus Bane que has hecho ahora?

-Yo... yo... yo...

- ¡Habla ya!

-Hijo –Asmodeus habló casi con voz sumisa–. Hijito, no sabía que tenías novio, mucho menos que estabas enamorado y... ¡Fue tu culpa! –El hombre pateó el suelo haciendo un puchero mientras se cruzaba de brazos–. No me dijiste nada de Alexander.

- ¿¡Y por eso comprometiste con este idiota!? –Preguntó Magnus evidentemente furioso.

- ¡Ey sigo aquí! –Gruñó Will molesto–. Además estuviste enamorado de mí.

-Pero por supuesto que no –mi chico miró al londinense con burla.

- ¡Claro que sí! –Will tenía aquella mirada petulante–. Es fácil enamorarse de mí, ¿cierto Alexander? –Preguntó divertido; Magnus me miró arqueando una ceja.

- ¿De qué está hablando?

- ¿De qué estás hablando tú? –Preguntó su padre–. ¿Cómo es que no estabas enamorado de Will?

-No, sólo he estado enamorado de Alexander.

-Eso no es verdad –señaló Will.

-Sí es verdad... porque –Magnus endureció su rostro y miró a su padre con seriedad–. Yo no soy gay.






















Pov Magnus.



















Tan pronto como terminé de contarle aquella historia a mi padre, éste me miró como si no me conociera y negó; podía ver la decepción brillando sus ojos. Prefería que estuviera enojado conmigo, que me gritara, que me reclamará, pero esa mirada que me dio... aquello me rompió el corazón. Mi padre era una de las personas más importantes de mi vida y lo había decepcionado, había utilizado a Alexander. Nuevamente la culpa llenó mi corazón, quise echarme a llorar. Al parecer Alexander lo notó y me abrazó contra su pecho mientras me acunaba en sus brazos.

-Ya no importa Magnus –musitó suavemente–. Todos cometemos errores.

-Pero qué errores –dijo Will con molestia–. Fingir ser gay para ser popular, eso es asqueroso, eso es caer bajo, eso es...

-Exactamente lo que tú hiciste –espetó mi novio mirando furioso a Will; yo fruncí el ceño.

- ¿A qué te refieres?

-Creo que debería decirte la verdad.

-Alexander –Will interrumpió y lo fulminó con la mirada antes de negar–. Por favor, no.

-No es mi culpa que hayas sido un cretino –espetó Alexander con ira, con molestia, con... rencor, algo que jamás había escuchado en su voz–. Magnus, él es el chico del que te hablé, el idiota de Londres.

- ¿El que te lastimó? –Pregunté incrédulo, Alexander asintió y Will palideció aún más de lo natural antes de bajar la cabeza.

-Yo me equivoqué...

-Entonces no juzgues a Magnus cuando tú hiciste exactamente lo mismo, pero no entiendo por qué quieres casarte con él cuando ni siquiera eres gay.

-Estaba confundido Alexander –la voz de Will sonaba torturada–. Es verdad cuando te dije que no me gustabas y sé que fui cruel al decirte aquello, creí que era hetero, estaba enamorado de una chica...

-Tessa Gray, sí, fue tu novia.

-Sí, pero la verdad es que siempre he estado enamorado de Magnus, es el amor de mi vida...

-Yo no soy nada tuyo –gruñí y furioso–. Alexander es mi novio, es la única persona de la cual me he enamorado, es la única persona que amo y amaré por siempre, no pienso casarme contigo.

- ¿Magnus no crees que podamos hablar de esto?

- ¿Qué? ¿Me vas a convencer de que me case con Will? Déjame adivinar, a eso ibas con el cuento de Edmund Herondale, ¿qué? ¿Se aliarán si Will y yo nos casamos? ¿Dejarán de ser competencia? Pues lo siento padre, no soy una ficha de ajedrez y no me vas utilizar para hacer crecer tu empresa.

-Hay mucho dinero en juego, Magnus, no seas egoísta.

- ¿Yo soy egoísta? –Pregunté molesto tomándole la mano a Alexander mientras me ponía en pie y él me acompañaba–. Tú eres el egoísta, sólo piensas en dinero, ¿y qué pasa conmigo? –Exigí saber furioso, fulminándolo con la mirada–. Alexander es mi felicidad, ¿por qué no puedes entenderlo?

-Magnus no... –dijo mi padre y yo negué

– ¿Sabes qué? Me preocupaba haberte decepcionado por lo que hice, pero tú ahora me decepcionas más padre –sentí un dejo de culpa pinchar mi corazón al notar la miraba entristecida de mi padre, bueno, quizás me haya pasado un poco, pero aun así proseguí–. No soy algo con lo que puedas negociar –señalé mirando entristecido a mi padre–. Creí que me querías como tu hijo, no como tu peón –murmuré con ganas de llorar antes de arrastrar a Alec fuera de fuera de mi casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro