Era una madrugada fría, me levante, me dolía la garganta, no podía pasar saliva, atreves de mi ventana se veía la vieja avenida junto a las calles que me vieron crecer, con la luz de la luna se veían hermosas, desde mi cuarto se podía ver que la pintura de la banqueta estaba degradada, la parada de camión en la que todos los días la gente tomaba el bus para el trabajo estaba mugrosa, la calle sola, ni un alma se asomaba en la penumbra, las casas se veían viejas y sin vida y los arboles de alrededor se veían deformes y secos. -¿yo?- me pregunté -Que estoy haciendo despierto a las casi 4 de la madrugada- pensé Vi sangre en mis manos y por un momento pensé que de alguna manera estaba herido, era mucha sangre, después, me di cuenta que no estaba en pijama como recuerdo haberme dormido, estaba vestido, con un pantalón morado, una playera verde y mis tenis favoritos. -¿Habré estado en algún tipo de sonambulismo? - se me cruzo tal pensamiento, corrí al baño para determinar de dónde provenía la sangre, toda mi ropa estaba manchada de ella, me desnudé frente al espejo, pero no había rastro de heridas en mí, así que pensé *será posible que yo...no, tenía que haber una razón... Yo no podría...* Tomé la primer opción que estaba a mi alcance, corrí escaleras abajo, con el corazón agitado, la cabeza me daba vueltas, corrí por el pasillo directo al teléfono para llamar al 911, marqué el número, no estaba seguro de que fuera el correcto ya que ni siquiera encendí la luz, mientras la llamada sonaba, me dirigí al apagador, lo encendí y... -Hola, usted está llamando al 911, ¿cuál es su emergencia?- No podía responder, la voz de la mujer del teléfono se escuchaba cada vez más lejos, creo que estaba a punto de perder la conciencia, tan sólo colgué. Corrí horrorizado al baño para vomitar, no podía creer el ensayo tan horroroso e impactante que había en mi sala, un cuerpo, de una chica, ni siquiera la conozco, no sé si aún tenga pulso...habrá sido posible que yo.... ¿la maté?.