Capítulo 19
No me sentía con ánimos de levantarme de la cama por la mañana. Apenas había dormido y sentía todo mi cuerpo pesado, pero lo peor era cuando pensaba en el veneno recorriendo mi sangre, lentamente, e invadiendo y envenenando cada parte de mí. Esos pensamientos me hacían querer vomitar.
Sabía que si decidía quedarme allí por la mañana en vez de ir a las clases me hundiría en mi miseria y eso era lo que menos necesitaba, así que reuniendo toda mi fuerza y valor, me vestí el uniforme escolar y bajé hasta la sala común, llevando conmigo los libros.
No me crucé con nadie en los pasillos, ya que la mayoría de los alumnos se encontraban o en el Gran Comedor desayunando o en sus camas remoloneando todavía, pero mi buena suerte se esfumó cuando choqué en una esquina con alguien y debido a mi cansancio y aturdimiento caí.
Me costó abrir los ojos unos segundos más de los normal, pero cuando lo hice me encontré cara a cara con la pequeña de los Weasley, mirándome con una sonrisa triunfante y con un deje de superioridad.
-No te cruces en mi camino, asquerosa serpiente- dijo borrando su sonrisa y entornando los ojos para darle más énfasis a su palabras. Dicho esto se incorporó y se fue en dirección contraria por donde había venido. Solo pude suspirar. Ya bastante tenía con mis problemas como para sumarle una niñita despechada.
Me levanté ayudándome de la pared y cogí mis libros y libretas que estaban esparcidos por el suelo. Una vez hecho, caminé de nuevo hacia mi objetivo; la enfermería. No sabía que efectos podría tener, pero pensaba pedirle a Madame Pomfey alguna poción capaz de calmar aquella molestia de la cabeza.
Como siempre, la enfermera se mostró muy servicial y no dudó en proporcionarme lo que deseaba, indicándome cómo debía tomarla y cuándo. Le agradecí por todo y tras tomármela me encaminé al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, la cual me tocaba con Griffyndor.
Cuando llegué ya había algunos alumnos esparcidos por el aula, hablando en grupos o sentados en sus mesas esperando la llegada del profesor. A lo lejos creí distinguir a Potter junto a sus amigos, pero no miré en su dirección y me dirigí junto a Draco, a mi primo y a Theodore, aún sintiendo su penetrante mirada sobre mí.
-¡Tessa! ¿Cómo te encuentras? Ya me ha dicho Draco que te habías levantado con dolor de cabeza- dijo mi primo en cuanto notó mi presencia. Yo solo abrí los ojos asustada y lance una mirada rápida al rubio, quién disimuladamente negó con la cabeza haciéndome saber que no le había dicho nada de la marca. Suspiré aliviada.
Sabía que en algún momento a lo largo del día tendríamos que contarle a Blaise la verdad, pero con solo pensarlo me sentía peor. Mi primo iba a pasarlo mal, y yo no quería eso.
-Así es. De hecho acabo de ir a la enfermería para ver si Madame Pomfey podría darme una poción y espero recuperarme a lo largo del día- dije intentando aparentar seguridad. Ambos chico asintieron, dejándome más tranquila.
En ese momento, Theo le dio un codazo amistoso a mi primo y con una sonrisa burlona le habló.
-Hey, Blaise, ¿por qué no le cuentas a tu prima los planes que tienes esta tarde?- se le notaba divertido, al igual que a Draco, quién levantó levemente las comisuras de los labios mostrando que también sabía la respuesta a aquella pregunta. Pero a mi primo se le habían subido todos los colores a la cara.
-Theo...- murmuró él avergonzado. No pude evitar divertirme yo también. Era muy extraño ver a Blaise de esa forma.
-Dime Blaise, ¿qué pretendes hacer esta tarde?- pregunté sonriendo mientras dejaba los libros sobre mi pupitre y me colocaba al lado de Draco.
-Yo... he quedado... con... una chica- logró decir tras mucho tartamudear. Nott y Malfoy comenzaron a carcajearse a costa de la vergüenza que sentía mi primo y yo solo abrí los ojos sorprendida.
Blaise siempre había sido un joven muy atractivo, y muchas chicas lo habían seguido siempre, pero él, al contrario de sus amigos, nunca había sentido un gran interés en las mujeres. Había tenido alguna que otra novia, pero nada más. Escuchar aquello logró sorprenderme.
-Nuestro pequeño Zabini va a tener una cita esta tarde, y nada más y nada menos que con una Griffyndor- canturreaba Nott alegre. Abrí la boca sorprendiéndome cada vez más.
-¿De verdad Blaise?- le pregunté. Él asintió mirando al suelo. No pude evitar enternecerme ante aquella imagen. -Y ¿sé quién es?- volví a preguntar curiosa. Él asintió de nuevo, levantando esta vez la vista del suelo pero volviendo a bajarla rápidamente.
-Es Julia White, la amiga de Hermione, la que conocimos en la biblioteca- murmuró. Hice memoria y recordé a la chica que Hermione nos había presentado aquella tarde en la biblioteca. En su momento me reí ante el poco descarado flirteo de mi primo, pero no caí en que la joven era completamente el tipo de Blaise. Sonreí divertida ante mi despiste.
-Es una chica muy guapa- dije intentando que Blaise levantara la mirada del suelo.
-Y divertida, e inteligente, y...- por fin conseguí mi objetivo y él calló de golpe al ver cómo estaba hablando.
-Seguro que es una chica increíble- lo miré fijamente, estableciendo aquella conexión con Blaise que manteníamos desde que tenemos uso de razón. Él también me miraba fijamente.
-Lo es- aseguró en un tono de voz desgarradoramente convencido.
-Me alegro mucho por ti primo- le dije alegre abrazándole con fuerza. Él también me devolvió el abrazo.
Yo sabía que aquello que parecía tan simple como tener una cita para Blaise era un paso enorme. Él ya se había enamorado una vez, ya se permitió bajar la guardia y dejar entrar a una mujer en su vida, y sabía que nunca se arrepentiría de ello, pero cuando estalló la guerra los mortífagos la utilizaron para controlar a Blaise, al igual que a mí con Daniel y a Draco con su madre.
Ella acabó muriendo, y eso mató una parte de Blaise que yo no creía volver a ver, pero ver a mi primo dar aquel paso me llenó de un orgullo inimaginable. Antes de separarnos susurré en su oído.
-Sé feliz, primo. Te lo mereces más que nadie en este mundo. Enamora a esa chica-.
Hey...
Lo sé, lo sé, os prometí capítulos nuevos y voy con... varias semanas de retraso. Pero en mi defensa debo decir que estas las he tenido plagadas de exámenes y recuperaciones y no he podido subir ni escribir nada hasta ahora.
Os ruego que no me matéis y espero que este capítulo os haya gustado.
¿Esperabais al pequeño Blaise enamorado?
¿Conoceremos en algún momento a la "increíble" (como ha descrito Blaise) Julia White?
¿Que opináis?
Un enorme y cariñoso saludo de
~Claudia_mp~
PD: no olvidéis dar like, vuestro apoyo es fundamental :)
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