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Capítulo 17

Tessa

Las ramas de los árboles me dejaban pequeños cortes en la cara, brazos y piernas. Corría por un bosque, creo que era el bosque prohibido, pero estaba demasiado ocupada huyendo para fijarme detenidamente. 

Sentía la humedad del ambiente calarse en mis huesos, el vaho que salía de mis labios a cada jadeo y respiración era notable, señalando el frío que hacía y la oscuridad a mi alrededor me hacía creer que era de noche. Todavía no sabía porqué corría, pero algo dentro de mí, mi instinto de supervivencia supongo, obligaba a mis piernas a correr todo lo que pudiesen.

De repente, un dolor me recorrió por la espalda y caí al suelo. En principio había sido un pinchazo en un pequeño punto de esta, pero poco a poco este dolor fue extendiéndose por todo mi cuerpo, haciendo que me retorciera. Arrastrándome conseguí llegar hasta la orilla de un lago, pero el sonido de pisadas desvió mi atención, haciendo que me centrara en la aparición de mi perseguidor.

Cual fue mi sorpresa al ver que la persona que me había perseguido, atacado, y que ahora se encontraba frente a mi era yo misma. No comprendía que ocurría, hasta que junto a mi yo perseguidor aparecieron varios de los mortifagos que eran fieles seguidores de Voldemort, entre ellos la odiosa Bellatrix Lestrange.

-Vamos querida, mátalo- susurró la mujer con su asquerosa voz melosa.

¿Mátalo?

Inconscientemente miré mi reflejo en el lago y abrí los ojos horrorizada al ver que no era yo la que estaba tirada en aquel suelo retorciéndose de dolor, sino mi hermano.

-Mátalo querida ¡Mátalo!-

La supuesta yo se acercó más a mí y levantó el brazo, apuntándome con su varita. No comprendía que estaba pasando, pero mi cuerpo pareció reaccionar por si solo. 

-Tess, no, por favor- me sorprendí al comprobar que mi voz era grave, como la de mi hermano. 

El corazón se me rompió al escuchar aquellas palabras. Yo no comprendía aquello, quería gritar que bajara la varita, gritarme que cómo podía intentar matar a Daniel, pero nada salió de mis labios, y en un completo silencio, un rayo verde impactó contra mí sumiéndome en la más profunda oscuridad.

Desperté de un salto. Me sentía extraña, ya que nunca había tenido una pesadilla como aquella. Miré a mi alrededor y cual fue mi sorpresa cuando vi que me encontraba en una cama, que no era la mía, en una habitación donde los colores que abundaban era el rojo y el amarillo. Griffyndor.

Junto a la cama se encontraba Potter dormitando en una silla. Miré el reloj que había en la pared y comprobé que eran las dos de la mañana. Mi cabeza daba demasiadas vueltas y no sabía cómo había acabado allí. Lo último que recordaba era... nada.

Saqué las piernas de la cama y me llevé las manos a la cara. Me sentía mareada y con unas intensas ganas de vomitar. Como pude, me levanté y caminé hasta el baño, donde una vez allí devolví todo lo que había en mi estomago.

No me di cuenta en qué momento, pero para cuando acabé Harry se encontraba a mi lado y me estaba sujetando el pelo. Mis arcadas debieron de despertarlo.

Limpié mi boca y cansada me apoyé en la pared del baño.

-¿Te encuentras bien?- preguntó el moreno. No era capaz de articular palabra. Solo negué.

-Deberíamos ir a la enfermería, puede que madama Pomfey sepa que hacer- dijo él mientras se incorporaba. Le agarré del brazo.

-Cómo he llegado aquí- logré decir a duras penas.

-¿No lo recuerdas?-

Negué.

-Fuimos a hacer la ronda con Filch, nos separamos y a las horas te encontré tirada en la Torre de Astronomía-

Me preocupé cada vez más al ver que no recordaba haber ido a la ronda de vigilancia, ni acabar en la torre.

-Iba a llevarte a la enfermería pero entre quejidos me suplicaste que no te llevara allí, que solo necesitabas descansar. Te traje a mi cuarto para no despertar a Draco y preocuparle- acabó relatando.

-Yo... yo...- no sabía que decir. Nunca me había pasado algo como esto. Él pareció comprender mi estado y me ayudó a levantarme. Me di cuenta que llevaba puesto el uniforme, pero estaba entero arrugado y un poco sucio. En un leve movimiento mi muñeca quedó a la vista y me congelé al ver algo que no debía estar ahí.

Tenía un extraño dibujo tatuado a rojo. Me paré en seco y Harry me observó curioso.

-¿Ocurre algo? -

Levanté la vista y clavé mis ojos en los suyos. Sabía lo que contenía mi mirada, era lo que estaba sintiendo yo en ese momento; terror, puro terror.

-Mi muñeca, estoy.... marcada- susurré.

Él no comprendió lo que yo decía. Claro que no, solo los mortifagos que habíamos presenciado los experimentos que se llevaron a cabo para crear aquella horrible maldición lo sabíamos.

Sin importarme los gritos de Potter corrí y abrí su puerta para salir de allí. No me fijé si él me siguió o no, pero en pocos segundos crucé la separación entre el ala de Griffyndor y la de Slytherin para, desesperada, aporrear la puerta de mi mejor amigo.

Tardó varios segundos en abrirme, y cuando lo hizo se notaba que se había levantado de la cama ya que simplemente portaba unos pantalones de dormir y un rostro muy somnoliento, pero este se le borró de inmediato cuando me observó.

No debía estar muy bien. El terror y la desesperación teñían mis ojos, el uniforme estaba arrugado y sucio, mi cabello debía ser semejante al de una loca y respiraba entrecortadamente. Me colocó las manos en los hombros.

-¿Que ocurre Tessa?- preguntó preocupado.

En ese momento apareció Potter en una situación igual a la mía, y Draco no pudo más que levantar una ceja mientras en su mente se hilaban más de mil formas de cómo nos podíamos encontrar ambos es ese estado.

-Draco...- murmuré. Él dejó de observar a Harry y volvió a centrarse en mí. Con las manos y el cuerpo temblorosos levanté mi brazo derecho y lentamente bajé la manga de la camisa, mostrando así la marca que tenía en la muñeca.

Su respiración se cortó y comprendió lo que yo. No me quedaba mucho tiempo.

¿Qué tal queridos lectores?

Lo sé, ha tardado mucho (en realidad muchísimo) en actualizar de nuevo. Soy horrible, un monstruo, pero como ya os informé en el anterior capítulo, me encuentro en una especie de bloqueo, como nos ocurre a los escritores de vez en cuando.

Pero vengo a deciros que no os preocupéis, que ya vengo con nuevas ideas que espero que os gusten cuando las veáis más adelante.

No sé cuando será la próxima actualización, ya que estoy muy muy muy cerca de los globales y debo estudiar, pero prometo volver pronto.

¿Qué os parece este nuevo giro de los acontecimientos?

¿Comprendéis algo? Supongo que no, ahí estaba la gracia, pero en el próximo capítulo todo quedará resuelto.

Ahora me despido de vosotros, besoooos.

~Claudia_mp~

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