Capítulo 13
Mi mirada era capaz de intimidar a cualquiera que me propusiese, por eso en estos momentos una pequeña parte de mí se apiadó de Potter.
-¿Puedo preguntar por qué me sigues?- pregunté mientras me acercaba a él. Levanté un poco el tono de voz por si acaso la persona que me había mandado la carta, supiese que yo había seguido sus instrucciones.
-Yo no te estaba siguiendo, ¿Qué te hace pensar eso?- no tuve ni que contestar, simplemente alcé una ceja. Él suspiró -Está bien, sí te estaba siguiendo.- sonreí satisfecha.
-¿Y por qué?- me coloqué de cuclillas de modo que su rostro y el mio estaban a la par.
-Porque quería asegurarme de que no te ocurriera nada -susurró, pero aun así pude escucharle. Abrí los ojos sorprendida.
-¿Pasarme algo? ¿Por qué piensas eso?-
-He leído el periódico de hoy- eso fue suficiente para tensarme -Los dos sabemos que a ti y a mí nos quieren muertos. Pensé que.... a lo mejor.... podría pasarte algo- Todas aquellas aclaraciones hicieron un "clic" en mi cabeza.
¿Y sí Potter tenía razón y habían sido ellos? ¿Y sí no? No lo sabía pero mejor prevenir que curar. Le agarré del brazo y me levanté, arrastrándolo conmigo.
-Bien visto Potter, mejor salgamos de aquí-
En silencio, recorrí los pasillos agarrada al brazo de Potter y arrastrándolo. Solo faltaban unos pocos giros para llegar a la Torre cuando la luz de un pequeño candelabro y la silueta de un hombre y un gato apareció frente a nosotros. A modo de reflejo me metí en la primera puerta que vi, junto con Harry.
La oscuridad invadía el lugar, pero debía ser un cuarto de almacenaje porque el espacio era tan reducido que sentía la respiración de Potter mover mi pelo. Le tapé la boca.
-¿Ves algo señora Noris?- la tosca voz de Flich se acercaba a nosotros. -Estos alumnos, siempre dejando abiertas todas las puertas- y fue en ese momento en el que la puerta se cerró y el clic de una cerradura dejó claro que estábamos encerrados.
Seguimos en silencio hasta que los pasos del conserje se dejaron de escuchar. Quité mi mano de la boca de Potter.
-Mierda- susurré intentando moverme, cosa que no conseguí ya que solo logré pegarme más al cuerpo de Potter. -Dime que has traído la varita- digo en tono suplicante.
-La verdad es que está en mi habitación- sonó nervioso. No pude evitar poner los ojos en blanco.
-¿Venías a protegerme y no se te ocurrió coger la varita?- el sarcasmo era muy notable.
-Mmm sí. Básicamente- dijo.
-Bien, estupendo. Pues parece que vamos a pasar una noche muy interesante Potter, muy interesante-
Dos horas más tarde nos encontrábamos sentados en el suelo del cuarto intentando encontrar una posición cómoda para pasar la noche. Lo único que parecía evitar que acabásemos los dos con tortícolis y dolor de espalda era que yo colocara mis piernas sobre las suyas.
-Y dime Potter ¿Qué es de tu vida? Parece que tenemos mucho tiempo por delante y el silencio es muy aburrido- dije apartando lo que parecía un cubo que estaba a mi derecha.
-¿De veras quieres saber algo sobre mí? Soy bastante aburrido debo confesar-.
-Bueno pues hagamos una cosa. Te propongo un juego. Tú me preguntas una cosa y yo te contesto, y viceversa- propongo.
-Está bien-.
-Pues empieza- hubo un momento de silencio antes de que él hablara.
-¿Por qué nos ayudaste en la guerra?- preguntó.
No pude evitar sorprenderme. Sabía que en algún momento me preguntaría algo como aquello, pero no me esperaba que fuera la primera pregunta.
-Que directo Potter- susurré.
-Es uno de mis defectos.-
Me tomé unos segundos antes de contestar.
-Supongo que porque yo no apoyaba la causa de Voldemort- me encogí de hombros aunque él no me viera.
-¿Supones?-
-No la apoyaba- zanjé.
-Pero...- le interrumpí.
-Solo una pregunta por turno-.
-Está bien, es tu turno. Pregunta-.
Me pensé muy bien lo que iba a preguntar.
-¿Snape murió sufriendo?- mis palabras estaban envueltas en dolor y desesperación por conocer la respuesta. -Sé que tú presenciaste su muerte. Él siempre ha sido como un padre para mí, y solo quiero saber si no sufrió-.
Un corto silencio inundó el ambiente. Harry no contestaba y yo cada vez estaba más tensa.
-Sí, si sufrió- un nudo se formó en mi garganta y una lagrima descendió por mi mejilla. -Pero en esos momentos antes de morir, fue capaz de darme respuesta a una pregunta que llevaba tiempo haciéndome, y que gracias a ello, fui capaz de vencer a Voldemort. Si no fuera por él, en estos momentos estaríamos todos muertos o bajo la esclavitud- no pude evitar cerrar los ojos.
-Típico de él- sonreí triste. -Te toca- sentencié el tema.
-¿Qué le ocurrió a tu hermano?- abrí los ojos de golpe y eché todo el aire que había estado conteniendo desde no sé cuando.
-Mi hermano... tuvo la desgracia de tener como padres a los míos. Cuando llegó la guerra a mí me obligaron al igual que a Blaise y a Draco a convertirnos en mortifagos. Pero como Daniel era Griffyndor lo encerraron en la mansión Malfoy, junto con el resto de rehenes. Yo luché por que estuviera en mejores condiciones pero con mi obediencia lo mantenía vivo día tras día. Todo fue bien hasta que cinco meses después interceptaron una de mis cartas dirigidas a la orden- me interrumpió.
-Y como castigo le mataron- dijo. Negué con la cabeza.
-No. Me encerraron en un cuarto, me castigaron a base de cruciatus y cuando terminaron le trajeron a rastras. Le colocaron delante mio y le mataron. De forma limpia, con un Avada Kedavra. Yo no sabía por qué habían hecho eso, pero todo quedó resuelto cuando me dijeron que eso era lo que les pasaba a los traidores. Les esperaba la muerte.- Hubo un silencio. -Se pensaron que él era el que os pasaba información. Él murió por mi culpa- un pequeño sollozo salió de mis labios mientras las lágrimas se deslizaban una tras otra por mis mejillas.
En un movimiento costoso Potter se encontraba a mi lado, abrazándome. Hundí la cabeza en su pecho y lloré, lloré como no lo había hecho en mucho tiempo. No sé cuanto tiempo pasó pero entre las caricias en el pelo, y el latido de su corazón me quedé dormida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro