Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 48


Sin saber que hacer, decidí acercarme al laboratorio de Miu para comprobar si aquella máquina, en la cual dejamos la tarjeta, seguía funcionando correctamente.

El laboratorio de la chica estaba tal cual lo dejamos la última vez y la máquina seguía tapada por la manta que Shuichi aconsejó colocar para evitar que otros estudiantes husmearan a su alrededor.

Cuidadosamente levanté la manta y pude ver en la pantalla que el porcentaje había subido, ahora estaba al 36% y solo faltaban tres días para finalizar el procesado de memorias.

Aliviada de que nadie hubiera manipulado la máquina, volví a colocar la manta y salí del laboratorio, cruzando los dedos para que al tercer día terminara su procesado sin ningún inconveniente. Si por algún casual se desata un fallo tecnológico, no creo que ninguno de nosotros sea capaz de arreglarlo.

De nuevo me quedé deambulando por la academia, pero esta vez había algo extraño, no encontraba a nadie por ningún lado....

Normalmente habría gente en el comedor, en la biblioteca o en el gimnasio, pero no se podía ver ni a un alma, la academia estaba desierta.

No me digas que están todos en el laboratorio de Tsumugi para esa maldita sesión de fotos. No me queda otra que ir a echar un vistazo....

Sin ningún tipo de ganas me encaminé al laboratorio de la susodicha. Una vez delante de su puerta y con la mano algo temblorosa me dispuse a girar el pomo, pero en cuanto abrí la puerta deseé nunca haberlo hecho.

En el fondo de su laboratorio se encontraba el escenario donde se realizaría la sesión de fotos y algunos estudiantes ya estaban vestidos con la indumentaria que Tsumugi les proporcionó. Lo que causó una expresión de terror en mi rostro fue la vestimenta que llevaba cada uno de ellos.

"Será mejor que huyas ahora que puedes." Advirtió Shuichi, el cual parecía bastante incómodo pues Tsumugi le había obligado a ponerse ropa propia de una estudiante chica de preparatoria.

"¡No aguantaré llevar este esmoquin un segundo más!" Exclamó aterrada Tenko, la cual iba vestida como un señor bastante elegante. "¡Parezco un hombre degenerado!"

"Tsumugi, ¿Cuánto tiempo tenemos que estar así?" Preguntó Rantaro con una sonrisa demasiado forzada.

Abrí mi boca de par en par cuando me fijé que Rantaro iba disfrazado de árbol, dejando entrever solo su cabeza. El chico parecía muy incómodo dentro de aquel caluroso disfraz.

"Quiero ir a echarme una siesta." Se quejó Himiko, que era la que menos incómoda parecía verse, pues iba disfrazada de bruja malvada y su indumentaria no se alejaba mucho de la que normalmente llevaba.

"Ha cruzado la línea entre el cosplay y la tortura." Enunció Kiyo, el cual iba vestido de la mismísima parca.

"Gonta ser la mejor abeja." Luego se encontraba Gonta disfrazado de abeja, siendo el único que se lo estaba pasando realmente bien en esa tortuosa sesión de fotos.

Todos me miraban con ojos de socorro mientras Tsumugi, apasionada, les indicaba donde se tenían que colocar.

Sin titubeos me dispuse a salir corriendo como si mi vida dependiera de ello, pero antes de que siquiera pudiera pensarlo, Tsumugi me detuvo y cerró la puerta rompiendo todas mis esperanzas por escapar de aquella tortura. ¿En qué momento decidí venir a echar un vistazo?

"¿A dónde te crees que vas?" Preguntó con gran entusiasmo en sus palabras y a la vez algo de maldad. "Hice un vestido a tu medida también."

Tragué saliva nerviosa e intenté deshacerme de su agarre suplicándole que me dejara ir. "Tsumugi, necesito hacer algo muy importante."

"Exacto, debes quitarte esa ropa y ponerte esto." Dijo mientras me enseñaba una especie de traje de maid que recordaba bastante al que llevaba Kirumi.

"C-Creo que paso." Espeté tratando de escapar de ese lugar.

Sin embargo, todas mis fuerzas por intentar zafarme de Tsumugi fueron en vano, la chica consiguió meterme en el pequeño vestuario y cambiarme de ropa a la velocidad de la luz. Finalmente me dio un empujón para que saliera fuera mientras yo intentaba oponer resistencia inútilmente.

En ese momento se abrió la puerta de par en par y la voz de Kaito hizo eco en la sala.

"Tsumugi, he traído la cámara que me habías pedido del almacén." Anunció orgulloso.

"Justo a tiempo." La chica se acercó rápidamente a Kaito y tomó la cámara entre sus manos. "Ahora podemos comenzar esta emocionante y nada forzada sesión de fotos."

"¿Huh?" Kaito se dio cuenta de mi presencia a pocos metros de él. "¡(T/N), no te había reconocido con ese vestido!"

Yo lo miré con una expresión que pedía ayuda a gritos, pero el astronauta no pareció darse cuenta y me mostró los dos dedos pulgares mientras sonreía.

En ese momento Tsumugi me sacó varias fotos imprevistas, sin que yo pudiera rechistar. La ira se estaba apoderando de mí, me sentía humillada.

"¿Qué te parece la vestimenta que he creado, Kaito?" Preguntó ilusionada la chica. "He trabajo especialmente duro para el que lleva (T/N)."

"¡Son geniales Tsumugi!" Exclamó con inocencia mientras giraba su mirada hacia mí. "¡Te favorece mucho esa ropa, (T/N)!"

Kaito no parecía darse cuenta de que ninguno de los que estábamos allí, exceptuando a Gonta, se lo estaba pasando bien.

"Esto es estúpid-." Pero antes de que pudiera quejarme Tsumugi habló aún más alto para pisar mi voz.

"Seguro que quieres unirte a nosotros, ¿verdad Kaito?" Dijo Tsumugi acercándose animada al astronauta.

"¿D-Disfrazarme?" El chico no se veía muy convencido. "Quizá un traje espacial...."

"Oh no, yo no hago disfraces, yo hago vestimenta." Recriminó la chica.

"Eh, ¿qué diferencia hay?" Preguntó confundido el astronauta.

Ahora que Tsumugi estaba distraída explicándole a Kaito la importancia del cosplay, puedo escabullirme de nuevo al vestuario para recuperar mi ropa y quitarme este humillante vestido. Y así lo hice, sin que la chica lo notara me volví a cambiar de ropa rápidamente y preparé mi plan de escape.

Sin perder un segundo más, salí del vestuario y corrí hacia la puerta con un único objetivo, salir de esa cámara de tortura. Sin embargo, Tsumugi me atrapó antes de que mi sueño pudiese hacerse realidad. Mierda, estaba a pocos metros de la puerta.

"No escaparás de mí." Susurró en mi oído mientras me arrastraba de nuevo al lado de Kaito. "Nadie saldrá de aquí hasta que la sesión haya terminado."

Un sudor frío empezó a recorrerme la espalda, no había escapatoria posible.

"Por cierto Kaito, hay una cosa de ti que siempre me ha dado curiosidad." Dijo Tsumugi de repente.

"¿Huh?" El astronauta la miró en confusión.

"Nunca llevas la manga derecha de la chaqueta puesta, así que me pregunto, ¿cómo es nunca se te cae?" Cuestionó Tsumugi cambiando su expresión a una de angustia. "N-Necesito investigarlo, si puedo encontrar la explicación a ello, podré usarlo en múltiples cosplays mejorando completamente la calidad."

La chica empezó a retorcerse de desesperación mientras daba vueltas en círculos intentando buscar una explicación a su pregunta.

".....(T/N), ¿no crees que a Tsumugi se le ha ido un poco la pinza?" Preguntó Kaito rascándose la nuca.

"¿Te acabas de dar cuenta?" Dije mirando la cara de sufrimiento de los otros estudiantes, que se encontraban al fondo de la sala.

En ese momento vi mi oportunidad para escapar, Tsumugi estaba tan enfocada en encontrar una absurda explicación para la chaqueta de Kaito que no estaba prestándonos atención.

"Bueno Kaito, sacrifícate por mí, ¿vale?" Dije rápidamente antes de echar a correr hacia la puerta.

Esta vez Tsumugi no pudo agarrarme y conseguí escapar de ese laboratorio que, por algún motivo, se había vuelto la peor cámara de tortura existente.

Cuando puse un pie fuera de aquella sala, me di cuenta de que Kaito me había seguido y corría agitadamente al lado mío.

"CORREEE." Gritó el astronauta mientras nos girábamos un segundo para ver que Tsumugi estaba pisándonos los talones.

"~Esperaaaaaad~" Tsumugi parecía haber sido poseída por el diablo.

"¡¡¡Está justo detrás!!!" Exclamé aterrorizada al astronauta mientras avanzábamos por el pasillo lo más rápido que podíamos.

"¡¡¡Maldita sea, se ha convertido en un monstruo con ansias de sangre!!!" Bufó el chico con pavor.

Cuando llegamos a las escaleras las bajamos rápidamente de dos en dos, con miedo de darnos la vuelta para comprobar si Tsumugi aún seguía detrás. El sofoco y los sudores empezaron a hacerse presentes poco a poco.

"¿¡¿Qué le pasa a Tsumugi?!?" Grité entre jadeos.

"¡¡¡Yo la entretendré, (T/N)!!!" Bramó el astronauta con falsa valentía, quedándose sin respiración. "¡¡¡Probaré ahora mismo mis años de entrenamiento!!!"

"No te preocupes, estoy en perfectas condiciones para huir de-." De repente Kaito ya no estaba corriendo a mi lado.

"D-Después de t-todo soy K-Kaito M-Momota, l-luminari-." Su voz sonaba ahogada y con dificultad para respirar.

Cuando dejé de correr para darme la vuelta y ver qué le había pasado al astronauta, vi que estaba tumbado en el suelo boca abajo intentando arrastrarse con las pocas fuerzas que le quedaban. Fue ahí cuando recordé el virus que estaba matándolo por dentro. El chico comenzó a toser descontroladamente soltando un poco de sangre en el proceso.

"¡¡¡Kaito!!!" Lo llamé desesperada mientras me agachaba para intentar levantarlo. "¡¡No debiste haberte presionado tanto, ya sabes lo de tu estado!!"

Miré con preocupación al chico mientras se conseguía levantar del suelo gracias a mi ayuda. A todo esto me había dado cuenta de que Tsumugi ya no nos perseguía.

"N-No es la enfermedad, es todo este rollo del cosplay que ha abierto mi estómago." Respondió entre jadeos.

"Ya claro." Dije aún preocupada mientras colocaba un brazo del astronauta alrededor de mi cuello para ayudarlo a caminar.

Finalmente, dando tumbos conseguimos llegar al exterior de la academia. Con cuidado dejé que Kaito se sentara en uno de los bancos, para acto seguido tirarme al lado de él y así recuperar el aliento.

"C-Creo q-que la hemos d-despistado." Anunció el astronauta carraspeando ligeramente.

"Eso parece." Contesté entre jadeos.

"P-Pensaba que moriríamos." Espetó el chico con algo de miedo en sus palabras.

"No exageres." Dije soltando una risita, aunque debo admitir que pensé lo mismo.

"Menos mal que conseguimos perderla gracias a mis habilidad-" Antes de que pudiera terminar la frase, el chico comenzó a toser terriblemente mientras se apretaba el pecho con una de sus manos.

"¡¡Kaito!!" Exclamé mirándolo con preocupación.

"N-No te preocupes, estoy bien." El chico me intentó tranquilizar cuando dejó de toser. "Hace falta algo más para acabar con Kaito Momota."

"¿Estás seguro de que estás bien?" Pregunté mirando como el chico aún tenía cierta dificultad para respirar.

"Mhm." Él asintió mientras sacaba algo de su bolsillo. "Al final me he llevado esto."

El astronauta me mostró la cámara que previamente le había ido a llevar a Tsumugi, antes de que todo se volviera demasiado espeluznante.

De repente sonrió y me mostró una de las fotos. "En ésta no sales nada mal."

"¿¡¿Qué?!?" Abrí los ojos como platos al verme a mi misma con aquel vestido de maid.

En ese momento recordé que Tsumugi fue capaz de sacarme varias fotos, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Aterrorizada, traté de quitarle al astronauta la cámara de sus manos, pero alguien se me adelantó.

"¿Qué es lo que observáis con tanto entusiasmo?" Kokichi había aparecido de la nada y había logrado quitarle al astronauta la cámara sin que éste si quiera se diera cuenta.

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora y mis mejillas se ruborizaron terriblemente, de ninguna manera puedo dejar que Kokichi vea esas fotos.

"¡¡¡Devuélveme eso!!!" Exclamé desesperada acercándome rápidamente al chico para quitarle la cámara de las manos.

Sin embargo éste fue más rápido que yo y apartó su mano de mi trayectoria, de manera que mi intento de recuperar la cámara falló miserablemente.

"¿Por qué tanta desesperación en recuperarla?" Preguntó con una sonrisa juguetona. "¿Qué es lo que escondéis?"

Kokichi hizo el ademán de mirar el contenido de la cámara provocando que yo intentara de nuevo quitársela mientras gritaba desesperada.

"¡¡Kokichi dámela por favor!!" Supliqué inútilmente.

El chico se divertía esquivando cada uno de mis intentos por recuperarla. Acabé tan exhausta que me rendí viendo como se alejaba unos metros y se disponía a mirar las humillantes fotos.

"¡¡No las mires!!" Grité sonrojándome más de lo que ya lo estaba.

Cuando el chico empezó a observarlas estaba esperando alguno de sus típicos comentarios burlones que suele hacer en estas circunstancias, pero para mi sorpresa se quedó mirándolas en silencio mientras un ligero rosa palo coloreaba sus mejillas.

Yo me acerqué a él sin establecer contacto visual, debido a  la vergüenza que me daba que viera esas vergonzosas fotos. Una vez lo suficientemente cerca, logré quitarle la cámara de las manos, pues el chico había entrado en una especie de trance.

"(T/N), no te alarmes tanto, solo son unas fotos." Espetó Kaito con una expresión alegre que se convirtió en una de terror cuando lo miré con cara de pocos amigos.

En ese momento Kokichi pareció salir del trance y se quedó observándome con una sonrisa maliciosa. Cuando el chico estaba apunto de abrir la boca para hablar lo corté rápidamente avergonzada.

"No digas ni una palabra."

"Solo iba a decir que si fueras realmente una maid yo te contrataría." Dijo con una tono divertido y colocando sus manos detrás de la cabeza.

"Estoy de acuerdo yo también lo haría." Le apoyó inocentemente Kaito.

Yo me llevé una mano a la frente aún mas avergonzada. Al mismo tiempo, Kokichi cambió su expresión a una muy perversa mientras se acercaba a mí. "Pero yo te contrataría para que fueras mi esclava personal."

"Gracias a dios que no soy una maid." Dije rodando los ojos.

"Déjame ver otra vez esas fotos." Suplicó Kokichi con emoción.

"¡Ni muerta!" Exclamé nerviosa mientras el chico se acercaba aún más haciendo que yo retrocediese.

"Eh, chicos..." Kaito trató de avisarnos de algo, pero Kokichi no lo estaba escuchando.

"Solo quiero grabarlas en mi memoria una vez más." Insistió el líder con entusiasmo.

"He dicho que n-" El grito de Kaito me cortó en seco.

"T-TSUMUGI." El astronauta se levantó de un salto del banco y se colocó detrás de mí y de Kokichi usándonos como una especie de escudo.

"~Os encontré~" Musitó la chica con tono fantasmal.

"K-Kaito, ¿no dijiste que la ibas a entretener?" Pregunté aterrada mirando como la chica se acercaba a nosotros.

"Y-Yo nunca d-dije eso." Se excusó el astronauta con los pelos de punta.

Kokichi, en cambio, tenía una expresión de confusión. "Ey Tsumugi, estás más friki que de costumbre."

"N-No la enfades." Dijo Kaito temblando terriblemente.

"~Venid a hacer cosplay~" Tsumugi estaba a pocos metros de nosotros.

Solo me quedaba una cosa por hacer para acabar con todo esto y borrar del mapa mis vergonzosas fotos. Decidida, levanté la cámara en el aire y la estampé contra el suelo con todas mis fuerzas provocando que ésta se rompiera en mil pedazos.

"¡¡Noooooo!!" Tsumugi cambió su expresión terrorífica por una melancólica. "Ahora no podré terminar mi sesión de fotos."

Mientras la chica se lamentaba, Kaito y yo soltamos un suspiro de alivio y chocamos el puño como si hubiéramos conseguido el reto más difícil del mundo.

"Wow Tsumugi, sabía que eras una nerd, pero esta vez te has superado." Se burló Kokichi.

"Se le subió el cosplay a la cabeza." Espetó Kaito rascándose la nuca.

"M-Mis f-fotos." Se seguía lamentando la chica.

"Eso me recuerda..., ¿los demás siguen en su laboratorio con esos disfraces?" Pregunté mientras Kaito y yo nos lanzábamos una mirada de terror.

"¿Disfraces?" Preguntó Kokichi confuso.

"Tsumugi los ha vestido a todos con una indumentaria bastante humillante." Expliqué entre escalofríos.

"Sí, de hecho Shuichi iba vestido de chica y Rantaro de árbol." Añadió Kaito con terror.

"Oh, ¿me he perdido eso?" Kokichi bajó la mirada entristecido. "Hubiera pagado por verlo."

"Puede que aún estés a tiempo." Dije entre risitas y más calmada ahora que Tsumugi no parecía poseída por satanás.

Finalmente nos encaminamos al laboratorio de la chica para ver que ya todos los estudiantes habían vuelto a su vestimenta habitual. El cansancio podía leerse en sus rostros, habían pasado toda la tarde encarcelados en el laboratorio de Tsumugi sin escapatoria posible.

"Si crees que la tortura de la Inquisición es peor que esto, estáis muy equivocados." Enunció Kiyo desapareciendo a lo lejos del pasillo.

"Necesito recuperar mi mana." Se quejó Himiko.

"¡Convertirme en un hombre degenerado ha sido la peor experiencia de mi vida!" Bufó Tenko.

De repente Rantaro se acercó a mí. "Lo siento, ayudar a Tsumugi me llevó más tiempo del que tenía pensado."

"No pasa nada, ninuno de nosotros sabía que Tsumugi se volvería tan obsesiva." Dije con voz temblorosa.

"Y que lo digas, se le ha ido la pinza completamente." Me apoyó Kaito.

"Oh, me he perdido a Shuichi vestido de chica." Se lamentó Kokichi.

El detective escondió tímidamente la cabeza avergonzado. "N-No me lo recuerdes."

Después de varios minutos de conversación decidimos dispersarnos, pues ya se estaba haciendo tarde. Sin embargo, Shuichi y yo fuimos obligados por Kaito a salir al exterior de la academia para entrenar como lo solíamos hacer siempre.

"Kaito, ¿no podemos hacer una excepción?" Suplicó Shuichi agotado.

"¡Uno nunca puede descansar si quiere convertirse en el mejor de su especie!" Exclamó con emoción el astronauta. "Un cuerpo saludable conlleva una mente sana."

"Qué le den a eso, estoy demasiado cansada." Me quejé intentando huir de la situación.

"Kaito, tú lo dices porque solo te quedas mirando y no haces los ejercicios...." Espetó Shuichi con cansancio.

"¡Vamos chicos, hagámoslo al menos por tradición!" Suplicó el astronauta.

Shuichi y yo nos lanzamos una mirada exhausta y terminamos cediendo ante las suplicas de Kaito. A pesar de todo, en lugar de hacer ejercicio acabamos sentados en la fresca hierba hablando de temas triviales.

De repente Shuichi dirigió su mirada hacia mí algo más serio y analizador que de costumbre. "Oye (T/N)."

"¿Huh?" Lo miré confusa y con algo de miedo, parecía estar analizando bien todos mis movimientos.

"¿Estás segura de que esa llave no es de tu laboratorio?" Preguntó seriamente señalando el collar que colgaba de mi cuello.

"Eh, pues." Empecé a sudar delatándome completamente. "Estoy segura, ¿por qué?"

Shuichi frunció el ceño pensativo. "Hoy visité tu laboratorio y la cerradura es muy distinta a todas las demás, es como si hubiera sido colocada mucho más tarde que la de las otras habitaciones."

"¿De qué hablas Shuichi?" Preguntó Kaito sin entender una palabra.

"Es como si hace unas semanas alguien hubiera cambiado la cerradura original por la que tienes actualmente en tu laboratorio." Concluyó el detective.

¿Alguien cambió la cerradura hace unas semanas? Pero nadie podía acceder a esa planta hace unas semanas. ¿De qué está hablando Shuichi?

"¿Enserio?" Dije haciéndome la loca. "Ni me había fijado, no he ido mucho ya que no hay nada allí."

Mierda, ¿por qué tiene que investigarlo todo? A estas alturas sabrá que miento y que esta llave realmente abre mi laboratorio.

"Eso es otra cosa que me llama la atención, no hay nada pero puedes hacer de todo ahí dentro." Explicó el chico. "Es una habitación completamente insonorizada, aunque colocaras un altavoz a todo volumen no se oiría nada desde fuera."

"Es muy curioso, me pregunto cuál será tu talento (T/N)" Espetó Kaito sonriendo.

"He estado pensando y puede que tenga que ver con tu pasado." Dijo Shuichi mirándome fijamente. "Parece una celda de aislamiento."

Me quedé en silencio ante las palabras de Shuichi, ¿celda de aislamiento?, yo nunca he estado en un sitio así.

"Oh perdona, supongo que no quieres hablar de ello." Se disculpó Shuichi pensando que me había golpeado en algún punto débil.

"Bueno, dejemos de hablar de esta academia horrible y disfrutemos del cielo estrellado." Anunció Kaito echándose para observar el cielo. "Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algun día, cada uno pueda encontrar la suya."

"¿Crees que los estudiantes fallecidos han encontrado una con la que brillar?" Dije admirando el hermoso cielo que se abría ante nosotros.

"Ojalá Kaede haya encontrado la suya." Musitó Shuichi sonriendo nostálgico.

El detective terminó por echarse al lado de Kaito y comenzó a observar todas las constelaciones, las cuales, sorprendentemente, se sabía el astronauta.

De repente dos pequeñas figuras, una más alta que la otra, se posicionaron en frente de mí. Se trataba de Himiko y Tenko, las cuales pedían que fuera con ellas a la habitación para repetir aquella fiesta de pijamas que hicimos cuando aún Angie seguía viva. A pesar de todo, las convencí para pasar la noche en el exterior en lugar de en los dormitorios.

"¿Disfrutar de una noche de chicas bajo el cielo estrellado?" Dijo Tenko animada. "¡Me apunto!"

"No voy a poder descansar nunca...." Se quejó Himiko.

Yo les sonreí levemente y les hice un gesto para que se sentaran con nosotros de manera que formásemos una especie de círculo.

"Espera, ¿¿esos hombres degenerados también van a estar??" Espetó Tenko frunciendo el ceño.

"Vamos Tenko, dales una oportunidad." Le pedí con ojos de súplica.

La chica se quejó por lo bajo, pero igualmente aceptó y se sentó a mi lado. Himiko hizo lo mismo, solo que con algo más de pereza.

Al principio Tenko no parecía congeniar mucho con Kaito y Suichi, pero desde que la maga se acostó en su regazo no pareció importarle la presencia de ambos chicos. La chica jugaba delicadamente con el pelo de Himiko mientras ésta se dejaba dormir profundamente en su regazo.

Acabamos charlando durante varios minutos más y de vez en cuando se oía alguna que otra carcajada, se estaba realmente cómodo aquí fuera bajo la noche estrellada.

Me dejé caer en la hierba y cerré por unos segundos los ojos mientras oía las conversaciones que mantenían los otros estudiantes por encima de la ligera brisa. La paz y tranquilidad que transmitía la noche hacía que me sintiera volando en una nube. Es increíble como incluso en las peores situaciones encontramos resquicios de esperanza.

"Ojalá tener más momentos así." Pensé en voz alta causando en todos una tierna sonrisa.

"No podría estar más de acuerdo contigo, (T/N)" Añadió Kaito nostálgico. "Ojalá tener todo el tiempo del mundo."

"Ojalá no estar atrapados en este Killing Game." Agregó Himiko entre bostezos.

"Ojalá no hubiera muerto ninguno de nosotros." Declaró Shuichi con un tono de voz frágil.

"Ojalá no muera ninguno más." Espetó Tenko entristecida jugando con el pelo de Himiko.

Aunque deseáramos todo eso con fuerza, sabíamos que nuestros sueños eran prácticamente inalcanzables. A Kaito se le acababa el tiempo, seguíamos atrapados en este Killing Game, los estudiantes fallecidos nunca volverán y probablemente no podamos detener una próxima muerte. Pronto lo que empezó siendo una charla divertida, se convirtió en un silencio doloroso.

En ese momento recordé las palabras de Tenko.

"¡No debemos dejar que estos pensamientos nos depriman!" Exclamé decidida. "¡Debemos disfrutar al máximo los buenos momentos!"

Tenko me miró perpleja al ver que yo recordaba perfectamente las palabras que ella había usado para animarme ayer. Seguidamente me mostró una dulce sonrisa y exclamó con energía.

"¡Tienes razón, de nada sirven los pensamientos negativos en momentos como este!"

"¡Ese es el espíritu!" Se unió Kaito. "¡Debemos apoyarnos entre nosotros!"

"Sois muy ruidosos, pero a veces agradezco ese ruido." Agregó Himiko con una leve sonrisa.

"Nunca perderemos la esperanza." Añadió Shuichi.

De nuevo la atmósfera volvió a ser la animada de siempre, cada uno de nosotros reía y hablaba agitadamente mientras disfrutábamos del aire fresco de la noche.

Finalmente nos despedimos y cada uno se dirigió a sus respectivos dormitorios. Una vez dentro, algo llamó mi atención, había un pequeño paquete en la mesa que estaba delante del sillón. Qué extraño, no recuerdo haber puesto eso ahí.....

De repente empecé a sudar pensando que podía ser una trampa de Monokuma, o peor aún, un intento de aseinato de Tsumugi, quizá cuando abra el paquete una bomba estallará partiéndome en mil pedazos.

Sin embargo, la forma en la que estaba empaquetado  indicaba que se había puesto bastante empeño en ello. Si fuera un intento de asesinato no se habrían molestado en tantos detalles, ¿no?

Con los nervios a flor de piel me acerqué al pequeño paquete y lo fui abriendo cuidadosamente. Para mi sorpresa, en el interior había una pequeña caja, la cual tenía dibujada a mano la cabeza de una especie de conejito. Cuando me fijé mejor vi que tenía una nota adjuntada en la que se podía leer "No te olvides de mí".

¿Quién ha dejado esto en mi habitación?

Pero en el fondo, sabía la respuesta. Después de todo solo había una persona capaz de entrar a cualquier dormitorio gracias a sus habilidades. Mis cachetes comenzaron a ruborizarse..., no te olvides de mí, ¿por qué me escribiría eso?

~~ • ~~

Monotaro: Padre parece que se están divirtiendo demasiado.

Monophanie: Su amistad es más fuerte que nunca.

Monokuma: No por mucho tiempo, pronto será hora del nuevo motivo.

Monotaro: ¿Qué será esta vez, padre?

Monokuma: Ya lo veréis, no adelantemos acontecimientos.

Monophanie: Oh no, justo cuando parecía que todo iba bien.

Monotaro: ¡Queremos ver la desesperación!

Monokuma: A partir de ahora habrá una desesperación tras otra, así que preparaos espectadores, pronto llegará lo que todos esperáis con ansias.

~~ • ~~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro