Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 44


"M-Muriendo...." Repetí estupefacta, oír esas palabras directamente del astronauta me hizo sentir un terrible dolor en el pecho.

"No sé exactamente qué es lo que me pasa, no tengo memorias de ello, pero sé que me queda poco tiempo." Dijo angustiado limpiándose la sangre que la barbilla.

"E-Eso no lo sabes." Musité bajando la mirada.

"Lo noto, cada día que pasa tengo menos fuerzas, tengo miedo de irme a dormir un día y no despertar." Dijo con tono vulnerable.

"Kaito eso...., eso no puede ser." Espeté negando la cruel realidad. "Tenemos que hacer algo, buscar una solución, alguna cura, yo-"

"¿Buscar una cura en un juego mortal para una enfermedad desconocida?" Dijo mientras carraspeaba levemente. "Es imposible."

"¿No eras tú el que decía que lo imposible se puede hacer posible?" Le encaré consternada. "Solo tienes que creer."

"Sí, por eso mismo no me daré por vencido, hace falta más que una enfermedad para derrotar a este luminario de las estrellas." Contestó forzando una sonrisa.

"Kaito....., debemos hablarlo con Shuichi, quizá se le ocurra algo, quizá hayan medicinas en algun lugar de la academia." Propuse hablando nerviosa y sin pausa.

"¡No!" Exclamó él de repente. "Te pido que pase lo que pase no le cuentes esto a nadie."

"Pero...."

"Y mucho menos a Shuichi." Recalcó emblandeciendo la mirada. "Necesita concentrarse en destapar a la mente maestra, no lo puedo estar preocupando con asuntos sin importancia."

"¿¡¿Asuntos sin importancia?!?" Dije enojada. "¡Kaito esto es serio!"

"Ya te he dicho que no moriré tan fácilmente." Afirmó con seguridad mientras me enseñaba su dedo pulgar. "Ahora debemos centrarnos en salir de aquí."

"Pero puede que...." No me atreví a terminar la frase."

"Puede que no lo logre, lo sé." Dijo terminando de completar mi oración. "Aún así lucharé hasta el final y estaré todo el tiempo que pueda al lado de Suichi, apoyándolo y dándole esa seguridad que necesita para llegar al fondo de este juego."

"Kaito...." El astronauta se estaba muriendo pero a pesar de ello seguía pensando en los demás.

"Conseguiremos salir de aquí, estoy seguro." Afirmó con ilusión. "Una vez que salga, iré al espacio."

"Al espacio...." De alguna manera Kaito me contagió la ilusión y esperanza que emanaba de él. "Sí, saldremos de aquí, iras al espacio y buscaremos un tratamiento."

"¡Esa es la actitud!" Exclamó el chico con una amplia sonrisa. "Me gusta cuando piensas así, pero si por algún motivo todo acaba mal, apoya a Shuichi por mí."

"N-No acabará mal...." Musité endureciendo la mirada.

"Necesita a alguien a su lado que le dé ánimos y confianza en sí mismo." Insistió el astronauta. "Mientras esté vivo me encargaré de ser el mejor compañero que pueda tener, pero si no puedo cumplir esa promesa hazlo tú por mí."

"E-Está bien, pero eso no va a pasar, tú serás su fiel compañero hasta el final." Dije con un tono de voz inseguro.

"¡Así se habla!" Exclamó sonriente. "Creo que debo limpiarme bien esta sangre."

Yo asentí abatida y le dejé algo de privacidad. "E-Está bien, nos vemos mañana."

De camino a mi dormitorio no pude evitar pensar en algo que pudiera hacer por salvar a Kaito, por evitar que el virus lo consumiera. Todos esos entrenos, charlas y momentos que hemos pasado, sin duda había terminado por cogerle cariño al igual que a muchos otros. La idea de perder a alguno de ellos se me hacía insoportable. Kaito es un gran pilar de apoyo para Shuichi, y no solo para él sino para todos.

Entré a mi habitación agotada, me metí en la cama haciéndome bola con la manta y me dejé dormir con aquellos pensamientos melancólicos aún rondando por mi cabeza.

A la mañana siguiente todos acudimos al comedor en cuanto sonó el anuncio de Monokuma. Se notaba como el número de estudiantes se había reducido debido a lo sosegada que estaba la sala.

"¿Chicos a qué vienen estas caras?" Preguntó Kaito intentando levantar el ánimo. "Hoy es un nuevo día, lo que significa una nueva oportunidad para destapar al mastermind."

A pesar de nuestro encuentro ayer por la noche, el astronauta parecía encontrarse mejor, su dificultad respiratoria se hizo menos notoria y la sangre de sus manos y boca había desaparecido.

"Aunque estuviéramos conmovidos por las palabras de Keebo en el último juicio, creo que la mayoría de nosotros ya se ha dado por vencido." Anunció Kiyo con su tono misterioso.

"Es imposible parar este juego." Espetó Himiko con una expresión depresiva.

"¡Himiko sube el ánimo!" Exclamó Tenko mirando preocupada a la chica. "¡No me gusta verte con esa cara deprimente!"

"Himiko siempre tiene esa cara Tenko." Advirtió Tsumugi.

Mientras escuchaba la conversación de las chicas me fijé que Suichi tenía la mirada perdida, como si estuviera reflexionando sobre algo importante.

"¿En qué piensas, Shuichi?" Pregunté curiosa.

"Ayer Keebo habló de que su voz interior lo guiaba hacia el punto correcto, me pregunto qué es esa voz de la que hablaba." Contestó pensativo.

"Probablemente eran los delirios de un robot que sabía que iba a ser ejecutado." Dijo Kokichi burlón.

"¡Ey hombre degenerado, no hables así de los fallecidos!" Le reprochó Tenko.

"¡Kokichi no pienso dejarte decir esas cosas!" Bramó Kaito frunciendo en ceño.

"Lo siento por dar mi opinión." Replicó el líder con un tono apático.

"El ambiente ha vuelto a ser el ruidoso de siempre, no hemos durado ni cinco minutos." Enunció Kiyo con un tono calmado.

"Supongo que eso es mejor que una atmósfera lúgubre." Admitió Rantaro encogiéndose de hombros.

"¡Chicos, Gonta recordar cosa importante!" Gritó Gonta de repente.

"¿De qué se trata Gonta?" Preguntó Tsumugi con un tono de amabilidad que me chirriaba en los oídos.

"¿Has encontrado algo relevante?" Cuestionó Shuichi.

"Gonta quizo volver a ver pintada en roca, pero cuando Gonta verla darse cuenta de que letras han cambiado." Explicó estupefacto.

"¿Te refieres a ese grafiti sin importancia que encontraste fuera de la academia?" Preguntó Kokichi menospreciando la información.

"¿Cambiaron las letras?" Preguntó Rantaro con curiosidad.

"Gonta primera vez leer ~horse A~, pero esta vez leer ~th-s wor-d -s -ine -o-ic— -ma~" Informó como pudo el gigante.

"¿¡¿Qué clase de retorcido acertijo es ese?!?" Espetó Kaito alarmado.

"¿Monokuma ha escrito eso?" Preguntó Himiko confundida.

"Puede que lo hiciera el mastermind." Dijo Kokichi con una sonrisa pícara.

"O puede que sea un mensaje de los recientes fallecidos intentando comunicarse con nosotros." Enunció Kiyo con un tono perturbador.

"¡¡¡Imposible!!!" Exclamó Kaito aterrorizado. "¡¡E-Eso no se puede hacer!!"

"Quizá Angie se está comunicando con nosotros a través de Atua." Sugirió Tsumugi pensativa.

"Angie..." Himiko bajó la mirada entristecida.

"No creo que sea un mensaje de lo muertos, eso lo ha escrito alguien que está vivito y coleando." Declaró Rantaro con seguridad.

"Concuerdo con Rantaro, parece una especie de mensaje incompleto." Agregó Shuichi.

"Gonta no tener ni idea de qué significar." Enunció el gigante.

"Th-s puede significar This, ¿no?" Sugirió Tenko.

"Y wor-d puede referirse a world." Añadió Tsumugi.

"¿Este mundo?" Dijo Kaito pasmado. "¿Qué se supone que significa eso?"

"Quizá haya alguna historia perturbadora alrededor de ese mensaje." Especuló Kiyo con una mirada apasionada.

La única que sabía exactamente qué significaba ese mensaje era yo. No era nada más que una broma de Kokichi con la intención de hacerse pasar por el mastermind.

"Seguramente sea una broma pesada." Anuncié quitándole importancia.

Kokichi me miró sorprendido por unos segundos para luego cambiar su expresión a una de falsa molestia. Seguidamente se acercó a mí y dio varios toques en mi mejilla con su dedo índice.

"¿Quién haría una broma así?" Preguntó frunciendo el ceño.

"Tú." Dije casi sin pensar y arrepintiéndome de ello.

Kokichi se quedó en silencio por unos segundos como atónito por haber sido descubierto, pero pronto volvió a fruncir el ceño.

"Yo nunca haría una broma así." Mintió con un tono de falsa tristeza. "Las mías las hago a lo grande, no hay nada peor que hacer una broma que solo sea notada por una persona."

"Sea lo que sea no parece que podamos descifrarlo por ahora." Advirtió Rantaro.

"Igualmente debemos echarle un vistazo de vez en cuando, puede ser una pista importante." Informó Shuichi.

"Estoy de acuerdo, pero no os comáis mucho la cabeza." Dije minimizando la situación.

En cuanto terminé de hablar una presencia que ya conocíamos bastante bien apareció de la nada en el centro del comedor, junto con los dos únicos hijos que le quedaban.

"¡Buenos mortíferos días a todos!" Anunció el oso con un tono irritante. "¿Disfrutando de la desesperación de ver caer a más de vuestros compañeros?"

"¿¡A qué has venido esta vez!?" Le encaró Tenko.

"Qué oso tan molesto." Musitó Himiko por lo bajo.

"Quizá debamos escuchar lo que tiene que decir." Aconsejó Tsumugi.

"¡¡Nadie quiere oír su chirriante voz!!" Bufó Kaito.

"¡Qué desagradecidos sois!" Exclamó el oso enfadado. "Ahora mismo os iba a dar los nuevos premios por haber sobrevivido el juicio."

"Si no me equivoco, esos premios abrirán nuevas áreas de la academia." Dijo Shuichi con una mano en la barbilla.

"¿Qué atávicos objetos tienes esta vez para nosotros?" Cuestionó Korekiyo.

"¿Qué más da?" Bramó Kaito. "Son una pérdida de tiempo."

"Si tan inútiles crees que son, entonces no os los daré." Amenazó Monokuma con una maquiavélica sonrisa.

"No escuches a Kaito, no tiene capacidad de raciocinio." Se mofó el líder.

"Admito que no vendría mal coger los premios para abrir nuevas intrigantes áreas." Agregó Kiyo.

"¡Y nuevos laboratorios!" Exclamó Tenko.

"Veo que estáis emocionados, en ese caso los Monokubs se encargaran de presentaros los artilugios." Anunció Monokuma más animado.

"¡Así es, hemos vuelto para daros estos magníficos premios!" Exclamó Monotaro mientras sacaba varios artilugios de vete tu a saber dónde.

"Con cuidado Monotaro, no queremos que pase como la última vez." Dijo delicadamente Monophanie.

"¿Qué pasó la ultima vez?" Preguntó Kaito confuso.

"Monotaro rompió uno de los premios y tuvimos que reconstruirlo para que padre no se diera cuenta." Explicó la osa.

"¡Monophanie no cuentes esas cosas delante de padre!" Le reclamó el hermano.

"¿¡Habíais roto un premio!?" Monokuma estaba realmente enfadado pero trataba de no hacerlo ver.

Ambos Monokubs comenzaron a temblar. "Prometemos que no volverá a pasar."

"Os lo paso porque sois demasiado lindos." Dijo el oso soltando un suspiro y excitándose de manera muy perturbadora.

"Oye, ¿vais a darnos los premios o no?" Preguntó Tenko impaciente.

Dicho esto Monotaro puso sobre la mesa tres objetos bastante peculiares, uno de ellos era una especie de piedra preciosa, otro una ficha de ajedrez, en concreto un peón y por último una rosa de plástico.

"¡Ahí están, los artilugios como recompensa por seguir vivos!" Exclamaron al unísono. "Les toca a ustedes averiguar donde van colocados, nosotros hemos terminado aquí."

En ese instante tanto los Monokubs como Monokuma desaparecieron de la misma manera en la que aparecieron.

"¡Es hora de ponerse en marcha!" Anunció Tenko animada.

"Lo mejor será separarnos como la última vez, así cubriremos más territorio." Sugirió Rantaro.

"¡Esto es trabajo en equipo!" Exclamó Kaito con decisión.

"¿Aún seguís con la estupidez de ser amigos y trabajar juntos?" Espetó Kokichi con un tomo apático. "¿No habéis aprendido de Keebo?"

"¡Keebo dijo que no perdiéramos la esperanza!" Exclamó Tenko.

"También dijo que estábamos cerca de la verdad." Agregó Tsumugi.

"Justo por lo que pasó con Keebo es por lo que debemos estar unidos." Añadió Shuichi con seguridad.

"Sí, lo mismo dijo Kaede y todos sabemos cómo acabó." Dijo Kokichi con un tono impasible. "Intentó matar a uno de nosotros en tu cara y terminó convirtiéndose en la miserable víctima."

Un silencio abrumador se creó en la sala, Kokichi había golpeado a Shuichi en su punto más débil.

"Aunque menos mal que ya no está con nosotros." Espetó con maldad. "Solo causaría problem-"

Kokichi no pudo terminar su frase, como si de un flash se tratase Kaito corrió hacia el pequeño líder y levantó el puño golpeándole la mejilla derecha. Del impacto Kokichi dio varios pasos hacia detrás y bajó la mirada sin articular palabra.

Todos abrimos los ojos de par en par, sorprendidos por el golpe que el astronauta le proporcionó al chico sin ningún tipo de escrúpulos.

"¡Kaito la violencia no es una opción!" Exclamé mirando al líder con preocupación, pero el astronauta no me estaba escuchando, la furia lo había consumido.

"¡Kokichi has cruzado la línea!" Bufó el chico con rabia y aún con el puño cerrado. "¡Ayer rompiendo los martillos y hoy diciendo estas barbaridades!, ¿qué es lo que pasa contigo?"

"..." Kokichi permaneció en silencio con la cabeza agachada.

"¿Martillos?" Preguntó Tenko confusa.

"¿De qué está hablando Kaito?" Himiko parecía pérdida.

"Antes de morir, Miu había creado unos martillos capaces de derrotar cualquier maquinaria de Monokuma." Explicó Shuichi. "(T/N) los vio en su laboratorio ayer."

"De todas formas ya no importa, Kokichi los hizo pedazos." Concluyó Rantaro.

"Acabar con una posible escapatoria de este lugar, es muy sospechoso." Advirtió Kiyo con tono acusatorio. "Propio de la mente maestra."

"¿Por qué hiciste eso Kokichi?" Preguntó Tsumugi contrariada.

"Gonta no entender por qué Kokichi hacer eso, pero Gonta creer que no podemos culpar a Kokichi." Dijo preocupado Gonta.

"¡Claro que debemos culparlo!" Exclamó Tenko. "Si no los hubiera roto quizá hubiéramos derrotado a Monokuma."

"..." Kokichi seguía en silencio, no movía ni un músculo.

"¡Como sea!" Bufó Kaito. "¡No vuelvas a comportarte así o te pegaré un puñetazo!"

"Kaito ya le has pegado el puñetazo..." Le corrigió Tsumugi.

"Pues....., ¡te pegaré otro!" Bramó el chico.

"¡Kaito para!, la violencia no soluciona nada." Dije intentándome acercar al líder que aún mantenía la mirada baja.

"(T/N) tiene razón, Kaito." Afirmó Shuichi. "Sus palabras han sido crueles, pero la violencia puede acabar en actos peores."

"Así es, todos los asesinos comienzan con pequeñas agresiones hasta que la sed de sangre los consume." Añadió Kiyo.

Cuando estaba a dos pasos de alcanzar a Kokichi éste retrocedió y salió del comedor sin decir ni una sola palabra.

"Bueno, creo que debemos empezar a buscar el lugar dónde colocar estos artilugios." Anunció Rantaro rompiendo la tensión del momento.

"Estoy de acuerdo, no perdamos más tiempo." Le apoyó Shuichi.

"¡Himiko y yo cogeremos la rosa de plástico!" Dijo Tenko rápidamente.

"¿Por qué siempre me toca ir contigo?" Preguntó con molestia la maga.

"Porque las amigas tienes que estar juntas." Dijo con una sonrisa sincera que provocó un mini sonrisa casi inapreciable en la maga.

"Gonta ir con Himiko y Tenko también." Se unió el gigante.

"No está permitido la compañia de hombres degenerados." Le rechazó Tenko.

"Yo quiero que venga Gonta, así me puede llevar a la pela y no tengo que caminar...." Dijo Himiko acercándose al chico.

"Bueno, si Himiko quiere, haré una excepción, pero que sepas que yo también te puedo llevar a la pela." Espetó Tenko sonrojada.

"Gonta poder hacer eso Gonta ser fuerte." Se ofreció el chico.

"¡Yo tambien soy igual de fuerte!" Dijo Tenko con molestia y no muy convencida de sus palabras.

"Sí, Tenko ser fuerte también." Dijo el gigante con una amplia sonrisa que alegró a la muchacha.

"Rantaro y yo cogeremos el peón." Dije mientras me acercaba a la mesa para agarrarlo.

Rantaro asintió de acuerdo conmigo, pero lo que no me esperaba es que una persona muy peculiar también quería unirse a nosotros.

"Yo iré con vosotros." Anunció Tsumugi con una sonrisa amable, aunque juraría que detrás había escondida una muy retorcida.

"Eso nos deja a Kaito, Kiyo y a mí con la piedra preciosa." Informó Shuichi. "Una vez hayamos investigado las nuevas áreas volveremos al punto de encuentro para intercambiar la información."

Todos asentimos de acuerdo con Shuichi y nos dispersamos en los grupos que habíamos decidido previamente.

En nuestro camino en búsqueda del lugar donde colocar el peón sentí como la presencia de Tsumugi me incomodaba por varias razones. Una de ellas es obvia, es la mastermind, y la otra es porque se había interpuesto entre Rantaro y yo de manera muy molesta quedando justo en el medio.

"Qué emoción, esto es como cuando los protagonistas de una historia se embarcan en una aventura para descubrir los secretos más ocultos de cada uno de ellos." Dijo emocionada aunque con un tono perverso casi imperceptible.

"¿Secretos más ocultos?" Pregunté entre dientes. "¿De qué estás hablando?"

"Oh, lo siento estaba absorta en mis pensamientos y no sé ni lo que dije." Se excusó con una sonrisa forzada. "Me suele pasar a menudo."

"Siempre estás en tu mundo ¿eh Tsumugi?" Dijo Rantaro con una ligera sonrisa.

"Supongo que me gusta más enfrascarme en la ficción que quedarme en la realidad." Respondió mirándome de soslayo.

"..." Yo mantuve mi mirada hacia el frente evitando hacer contacto visual con ella. ¿Sabía que vengo del mundo real? ¿Realmente me está mandando indirectas o estoy paranoica?

"Todos necesitamos a veces desconectar de la realidad." Espetó Rantaro.

"Totalmente de acuerdo, es muy aburrida." Dijo Tsumugi con su tono de voz calmado. "En cambio en el mundo de la ficción puedes hacer cualquier cosa."

"¿De qué estamos hablando exactamente?" Pregunté algo molesta mirando fijamente a Tsumugi.

"De las distracciones que nos ofrece el mundo para alejarnos de la realidad." Respondió Rantaro restándole importancia.

"Exacto, yo por ejemplo suelo hacerme maratones de anime o leer mangas con bastante regularidad." Explicó la chica. "Quedo absorta de la realidad, es una pena que en esta academia no haya nada parecido."

"Puede que cuando se abra tu laboratorio aparezcan ese tipo de cosas." Especuló Rantaro mientras miraba extrañado una zona específica del pasillo. "Chicas, mirad esas rejas."

Rantaro señaló unas rejas de metal que dejaban entrever unas escaleras que permitían el acceso a un piso superior.

Cuando examinamos mejor el lugar nos dimos cuenta de que había una especie de hueco en una de las rejas con la forma de un peón de ajedrez, ya habíamos descubierto el lugar donde iba colocado nuestro objeto.

"¿Haces los honores?" Me preguntó Rantaro con una sonrisa y haciendo un gesto con la mano para que colocara la figura.

Yo asentí y me acerqué al diminuto hueco, coloqué el peón y un ruido ensordecedor lleno nuestros oídos. Seguidamente las rejas comenzaron a ceder hasta desparecer por completo dándonos total acceso a la planta superior.

Una vez llegamos al piso de arriba, nos encontramos con un ancho pasillo que daba acceso a tres habitaciones. Cada una con una puerta bastante peculiar, se trataba de tres laboratorios de Ultimates.

"Este piso está lleno de laboratorios." Anunció Tsumugi sorprendida.

"Deberíamos investigarlos por orden." Sugirió Rantaro en caminadose a la puerta más cercana. "Tsumugi este tiene pinta de ser tu laboratorio."

La chica se acercó ilusionada. "En efecto, es mi laboratorio."

Yo me acerqué a ellos mientras Tsumugi abría la puerta y entraba a toda prisa en la habitación. Rantaro y yo dudamos por un momento si entrar o esperar a que la chica nos invitara, pero finalmente Tsumugi se giró y nos miró extrañada.

"¿Qué hacéis aún fuera? Entrad."

Yo miré a Rantaro en desacuerdo pero éste no pareció entender bien que era lo que le intentaba comunicar, así que me sonrió e hizo un gesto para que entrara primero. Definitivamente no me sentía cómoda alrededor de Tsumugi.

Su laboratorio era propio de su título, todo estaba lleno de telas, maniquíes y ropa variada. Al fondo de la sala se podía observar un gran escenario con diferentes fondos.

"Es tal y como me lo imaginaba." Anunció la chica con un tono impasible.

"Sin duda encaja muy bien con tu talento." Añadió Rantaro.

"Aquí hay un monton de material para hacer cosplays." Espetó con una calmada felicidad. "(T/N) tienes que pasarte un día por mi laboratorio para hacerte un cosplay a tu medida."

"E-Em, sí l-lo haré." Respondí nerviosa y desviando la mirada.

Después de que Tsumugi admirara cada pieza de su laboratorio nos encaminamos a la siguiente puerta, la cual destacaba sobre las demás. Cuando nos paramos en frente de ella sentí un escalofrío recorriendo cada parte de mi piel. La puerta tenía los mismos colores que la ropa que yo llevaba, lo que quiere decir....

"Parece que éste es tu laboratorio, (T/N)." Enunció Tsumugi levantando el dedo índice.

"¿M-Mi l-laboratorio?" Me quedé atonita sin poder levantar la mano para girar el pomo.

"¿Entramos?" Propuso Tsumugi con una sonrisa.

"(T/N), ¿quieres entrar tú primero?" Preguntó Rantaro.

Yo estaba aún pasamada, no me esperaba encontrame con mi propio laboratorio y mucho menos tener uno. ¿Qué habría dentro?

"Quizá encontremos pistas acerca de tu talento aquí dentro." Anunció Rantaro para animarme a abrir la puerta.

"¿Mi talento?" Musité atontada, ¿realmente tengo un talento?

"(T/N) ¿estás bien?" Preguntó Tsumugi no muy preocupada. "Pareces sorprendida de tener un laboratorio, pero es normal, después de todo eres como nosotros, ¿no?"

"..."No pude responder a eso, no sabía si Tsumugi lo estaba haciendo adrede pero ya eran demasiadas indirectas como para que fuera casualidad.

"Si quieres investigamos primero el otro laboratorio." Propuso Rantaro al ver que yo no movía un músculo.

"N-No, está bien." Dije finalmente. "Entraré, puede que así resuelva varias dudas acerca de mí."

En ese momento respiré hondo y giré el pomo de la puerta con decisión, haya lo que haya detrás de esa puerta seguro que me dará alguna pista acerca de como he acabado aquí y qué le está pasando a mi yo de la vida real.

A pesar de todas las esperanzas que tenía, me equivocaba. Cuando entramos a la habitación lo único que pudimos ver fue.......nada, toda la sala estaba......vacía. La decepcionante realidad me azotó la cara, pues claro que no tengo un laboratorio en condiciones, no tengo ningún talento después de todo.

Las paredes de la habitación estaban pintadas de blanco al igual que el suelo, era en cierto modo incómodo y perturbador. Pero lo que más llamaba la atención es que encima del blanco de la pared habían colocados cientos de paneles de espuma acústica, transformando la sala en una habitación completamente insonora.

"Bueno, esto no es lo que esperaba." Dije decepcionada.

"Supongo que Monokuma no iba a ponernos tan fácil el descubrir nuestros talentos." Agregó Rantaro igual de decepcionado que yo.

"¿Y qué se supone que son esos paneles colgados de la pared?" Preguntó Tsumugi.

"Son paneles acústicos." Dije entristecida.

"Eso convierte tu laboratorio en una sala insonorizada." Concluyó Rantaro pensativo.

"Qué extraño." Murmuró Tsumugi aunque no muy sorprendida.

"¿P-Por qué mi laboratorio está insonorizado y por qué no hay nada en él?" Pregunté desesperada por obtener una respuesta lógica.

"Seguramente sea para que no descubras tu talento, no te agobies demasiado." Dijo Rantaro colocando un mano en mi cabeza y revolviendo ligeramente mi pelo.

"E-Estoy un poco decepcionada." Musité por lo bajo.

"No te preocupes, yo ni si quiera he visto mi laboratorio." Respondió intentando animarme.

"Puede que también esté vacío." Sugirió Tsumugi no ayudando nada a levantarnos el ánimo.

"Sera mejor que salgamos, no hay nada que ver aquí." Anuncié entristecida.

Sin embargo justo cuando estabamos apunto de salir, un brillo de luz que provenía del suelo alcanzó mi campo de visión causando que me girara hacia él. Me acerqué lentamente al lugar donde se encontraba el brillo y para mi sorpresa había una llave plateada que se mimetizaba con el suelo. Ésta venía atada a una cuerda de manera que parecía una especie de collar.

La cogí por la cuerda para examinarla mejor y me di cuenta de que en el borde de la llave habían letras escritas. Rantaro se dio cuenta de que algo había captado mi atención y se acercó a mí.

"¿Una llave?" Dijo sorprendido.

"Está atada a una cuerda en forma de collar." Informé enseñándosela.

"¿Será la llave de esta habitación?" Sugirió Rantaro.

"Pero ninguno de los otros laboratorios tiene llave para poder cerrarse." Tsumugi apareció detrás de Rantaro.

"Hay algo escrito en el borde." Comuniqué mientras lo leía mentalmente. "Pone ~en caso de que lo necesites~."

"¿En caso de que lo necesites?" Preguntó Tsumugi falsamente extrañada. "¿Qué significa eso?"

"Puede que sea algo escrito por Monokuma para confundirte." Espetó Rantaro.

Sin embargo yo estaba segura de que había visto esa llave en algun otro lugar, pero no lograba recordar donde, solo se siente familiar.

"Comprobemos si es la llave de mi laboratorio." Dije mientras me dirigia a la puerta para probarlo.

Acerqué la llave a la cerradura y encajó perfectamente. A continuación la giré y sonó un click haciendo que la puerta quedara totalmente cerrada. Intenté con fuerza abrirla pero fue imposible, la cerradura era bastante potente.

"En efecto es la llave de mi laboratorio." Confirmé sorprendida.

"¿Pero por qué es el único con llave?" Cuestionó Tsumugi.

"N-No lo se." Tartamudeé nerviosa.

"Esto es un poco extraño, una habitación insonorizada, una llave con una cerradura bastante potente, es casí un lugar perfecto para...." Rantaro no pudo terminar la frase, Tsumugi se adelantó.

"Un asesinato."

"..." Yo miré la llave con confusión. "Es verdad es como si me estuvieran pidiendo a gritos que matase a alguien."

"Deben ser trucos de Monokuma, no nos rompamos tanto la cabeza." Dijo Rantaro intentando calmar la situación.

"Tienes razón, seguramente quiera darnos facilidades para cometer un crimen." Espeté endureciendo la mirada.

"Debemos tener cuidado." Rantaro de repente se colocó enfrente de mí mirándome fijamente, nuestros cuerpos a penas estaban separados cinco centímetros. Levanté tímidamente la cabeza para hacer contacto visual con él y éste me mostró una dulce sonrisa mientras agarraba mi mano con delicadeza y tomaba la llave sujetándola por la cuerda. Seguidamente la levantó por encima de mi cabeza y la colocó con suavidad en mi cuello a modo de collar. "Tienes que custodiarla bien para que nadie planee entrar aquí y cometer un crimen."

Me quedé un rato en silencio sin responder, solo estaba admirando las facciones de su rostro, nunca me había fijado en lo perfectas que eran. El chico se dio cuenta de los pasmada que estaba y soltó varias risitas a la vez que se sonrojaba, esto hizo que la sangre subiera a mis mejillas también.

"Empieza a hacer mucho calor aquí, ¿no?" Dijo Tsumugi de repente causando que ambos nos separasemos y nos giraramos hacia ella. "Si queréis os dejo solos."

Ese comentario provocó que me sonrojase aún más de lo que ya lo estaba, era la viva imagen de un tomate.

"Sigamos investigando." Dijo Rantaro con una sonrisa divertida.

"S-Sí." Respondí nerviosa causando otra risita en el chico.

Cuando salimos y me tranquilicé, varias dudas azotaron mi mente. Era cierto que mi laboratorio era perfecto para un asesinato silencioso, ¿pero por qué haría eso Monokuma?

Tsumugi ya sabía que mi laboratorio se abriría, aunque intentase falsear la reacción estaba claro que se unió a nosotros desde un principio porque sabía que esto pasaría.

Por otro lado, esta llave me recuerda a algo muy familiar pero por más que hago memoria no le pongo lugar. Quizá solo esté divagando...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro