Capítulo 37
Comenzamos a buscar a Ryoma por toda la casa del terror, recorrimos las habitaciones, los baños, los pasillos y el gimnasio, pero el chico no estaba por ninguna parte. Alguno de nosotros se esperaban lo peor, pero yo podía ver un rayo de esperanza brillar en los ojos de Rantaro rezando para que Ryoma estuviera bien.
El único sitio que quedaba por mirar era la habitación maldita. Con el corazón en la mano y la respiración entrecortada nos acercamos a la puerta, la tensión se podía cortar con un cuchillo.
Nadie parecía tener intensiones de abrirla, así que di un paso adelante y me dispuse a girar el pomo de la puerta. Con la mano temblorosa y aguantando la respiración, Shuichi se acercó y me ayudó a abrirla.
La escena que presenciamos fue devastadora y macabra.
La primera vez que entramos a esta habitación pudimos ver las partes mutiladas de un falso muñeco, pero esta vez.....
En cada uno de los cinco altares, que se encontraban en los vértices del pentagrama invertido, había un miembro amputado de un cuerpo humano real.
El cuerpo desmembrado de Ryoma.....
Su cabeza estaba en el altar más cercano a nosotros provocando a la mayoría gritos y náuseas, en los otros altares se podía observar su torso, piernas, brazos, manos y pies, en total 10 partes mutiladas del cuerpo de Ryoma o lo que quedaba de él.
La expresión que mostraba la cabeza amputada de Ryoma me provocó un escalofrío que recorrió toda mi columna vertebral y una sensación nauseabunda subió por mi esófago.
Hubo un silencio profundo entre nosotros antes que alguien pudiera articular palabra, aún estabamos asimilando la vista que teníamos delante.
Esto tenía que ser una broma, ¿verdad? Esto es obra de Rantaro y Tsumugi que han logrado imitar muy bien el cuerpo del pobre Ryoma, ¿cierto?
Pero por más que quisiera que eso fuese así, la verdad era que Ryoma no estaba ya con nosotros, había sido asesinado y mutilado por uno de los aquí presentes.
"Ding, Dong, Bing, Bong."
"Un cadáver ha sido descubierto." La voz de Monokuma sonaba más irritante que nunca, ni siquiera hice caso al anuncio, estaba en shock. ¿Cómo ha pasado esto?
"¿C-Cadáver?" Tenko comenzaba a alarmarse.
"¿¿¿E-Está muerto de verdad???" Himiko comenzó a temblar tanto que si no fuera por Tenko se hubiera caído al suelo.
"Muy gracioso chicos, hasta habéis imitado el anuncio de Monokuma." Espetó Kaito nervioso. "Ya podéis para la broma, no ha colado."
"..." Pero nadie respondió, todos sabíamos por la cara de Rantaro que esto no era parte del show.
Me acerqué a él para intentar darle apoyo, se veía roto por dentro, pero se dio la vuelta y se alejó de mí con la mirada perdida.
"Chicos, ¿Por qué no respondéis?" Kaito estaba entrando en pánico. "E-Es b-broma, ¿no?"
"Me temo que no, esto no era parte del show." Aclaró Kiyo.
"¡Qué asco!" Bufó Miu." ¿Ese es Ryoma? Pensé que era una pila de ratas."
"Tenía un mal presentimiento..., debí haber evitado que se hiciera esta casa del terror." Se arrepintió Shuichi dolorido.
"No te culpes, ninguno sabía que esto iba a pasar." Le consoló Tsumugi.
"Parece que uno de nosotros se ha tomado enserio la leyenda de Jaldabaoth." Enunció Kiyo misterioso. "Se ha producido un sacrificio, ahora se abrirá el portal al inframundo."
"¿PUERTA AL INFRAMUNDO?" A Kaito le estaba dando un ataque al corazón.
"¡No tenemos tiempo para tu mierda de antropología!" Bramó Miu.
"Según mi lógica básica esto no es posible, no existe tal portal al inframundo." Añadió Keebo. "Es imposible que alguien creyera que tal leyenda era cierta."
"O-Obvio, ¿Q-Quién se creería e-esa estupidez?" Dijo Kaito nervioso.
"Wow, han mutilado de verdad cada una de sus partes." Anunció divertido Kokichi, luego miró a Rantaro con una sonrisa traviesa. "Pensaba que te encargarías de que no hubieran armas reales Rantaro."
"..." Éste no contesto, tenía la mirada fija en el cuerpo de Ryoma con una expresión imposible de leer.
"Creo que voy a vomitar." Dijo Himiko mientras le daban arcadas.
"¡Himiko aguanta!" Exclamó Tenko acercándose a la chica.
"Gonta lo siente, Gonta no poder proteger a Ryoma, Gonta inútil." Se lamentó el gigante.
"Sí Gonta, eres inútil, nunca puedes proteger a nadie." Soltó Kokichi mientras miraba el cuerpo de Ryoma. "Mejor preocupate por ti mismo, de lo contrario eres carne viva para un asesinato."
"No trates así al pobre Gonta." Le reprendió Tsumugi.
"¿P-Por qué él?" Fue lo único que salió de mi boca antes de caer sobre mis rodillas. "S-Se estaba poniendo mejor..."
Suichi apoyó una mano en mi hombro en señal de apoyo. "Encontraremos al culpable de esto."
"T-Tienes razón, d-debemos comenzar la investigación." Dije levantándome con las pocas fuerzas que me quedaban.
"No creo que haga falta investigar, ya sabemos quién es el culpable." Anunció Kokichi.
"¿Sabes quién es?" Preguntó Tenko confundida.
"¿No es obvio?" Respondió el chico mirándose la palma de la mano.
"¿¡Quién es el culpable maldita sea!?" Gritó Miu mientras sudaba.
"¡El culpable es quien ha organizado toda esta casa del terror!" Exclamó con picardía. "¿Y quién es esa persona....?"
"¡Rantaro!" Exclamó Tenko. "Esta atrocidad solo podía ser obra de un hombre."
"Tenko llevas diciendo eso todos los juicios y han sido chicas las asesinas." Puntuó Tsumugi.
"¡Esta vez es un hombre degenerado, lo presiento!" Exclamó lanzándole una mirada amenazante a Rantaro.
"..." Rantaro seguía sin mover un músculo, estaba claro que no estaba bien pero no quería que yo me acercase a él.
De repente el chico habló. "Voy a investigar."
"No puedes investigar solo, podrías ocultar pruebas." Le molestó Kokichi.
Pero Rantaro ya había desparecido de nuestra vista sin decir una palabra más.
Yo por mi parte tenía ganas de irme de ese lugar, de correr lejos y no volver, pero debía ser fuerte si quería sobrevivir el juicio.
Dicho esto comencé mi investigación, primero que todo y como siempre debía consultar el monopad.
MONOKUMA FILE
Víctima: Ryoma Hoshi.
Hora estimada de la muerte: ????
Causa de la muerte: Pérdida de sangre debido a dos heridas en la parte inferior de su torso.
Información adicional: El cuerpo fue encontrado mutilado en la habitación maldita. En total su cuerpo se amputó en 10 partes y fueron repartidas en los 5 altares.
Cuando terminé de leer, eché un vistazo a la habitación, el olor de la sangre era insoportable pero supongo que todos estábamos igual.
Me acerqué a los altares teniendo que pisar el gran charco de sangre que cubría la mayor parte del suelo. Aún estaba líquida, eso quiere decir que es reciente. Me dispuse a examinar cada una de las partes de Ryoma haciendo un esfuerzo por no vomitar, lo único relevante que encontramos fue en su torso.
Tal y como ponía en el archivo de Monokuma, habían dos finas y profundas heridas en la parte inferior del abdomen, una al lado de la otra.
"Estas heridas fueron hechas con algun objeto afilado." Dijo Shuichi analizándolas con la mirada. "Probablemente un cuchillo o incluso unas tijeras."
"Fueron la causa de la muerte." Recordé. "Eso quiere decir que lo dejaron desangrarse y luego lo mutilaron."
"¿Oses que lo mutilaron cuando ya estaba muerto?" Kaito aún estaba pálido.
"¡El asesino tiene que ser muy macabro!" Exclamó Kokichi acercándose a Shuichi y a mí. "Se ha tomado la molestia de amputar a Ryoma y colocar sus partes en el altar."
"Parece ser obra de un demonio." Agregó Kiyo.
"¿¿D-Demonio??" Kaito tragó saliva mientras sus ojos se quedaban blancos.
"No, esto ha sido ejecutado por un humano." Replicó Keebo. "Esas criaturas solo existen en la ficción."
"También pudo haber sido cometido por un robot." Rió Kokichi traviesamente.
"Las leyes de la robótica me impiden hacer daño a los humanos." Se defendió el robot. "Además yo también soy un humano como vosotros..."
"Sigue soñando." Dijo sonriente el líder.
"Centrándonos de nuevo en el caso, me estuve fijando que la hora de la muerte vuelve a aparecer en interrogantes." Informó Suichi.
"Tendremos que averiguarla por nuestra cuenta." Agregó Kokichi.
"Al menos sabemos que estaba vivo cuando entramos por primera vez a esta habitación, mientras Tsumugi nos contaba la historia." Deducí pensativa.
"Tiene razón cuando vinimos por primera vez no estaba el cuerpo de Ryoma aquí." Afirmó Kaito.
"Eso solo si damos por hecho que esta es la escena del crimen." Replicó Shuichi.
"Obviamente lo es, mira toda esta sangre." Señaló Kaito temblando.
"Que lo hayan mutilado aquí no significa que lo hayan matado aquí también." Advirtió el detective. "No podemos dar las cosas por hecho."
"Tienes razón, hay que buscar más pistas." Dije decidida.
"Por cierto puede que no sea relevante, pero cuando pasé solo por el gimnasio, ya acabando el recorrido, vi como se cerraba rápidamente la puerta de esta habitación." Explicó el chico con inseguridad. "Pero pensé que era parte del show y estaba muy asustad-, quiero decir quería llegar al final del trayecto cuanto antes."
"¿Alguien entró a la habitación maldita mientras nosotros pasábamos de uno en uno hasta llegar al punto de partida?" Pregunté pensativa.
"Probablemente fuera el asesino, bien hecho Kaito." Le halagó el detective.
Seguí investigando la habitación y me encontré con siete bolsas de basura abiertas. Cuando las examiné mejor me di cuenta que dentro de ellas habían bastantes manchas de sangre seca.
"¿A ti también te han llamado la atención las bolsas, (T/N)?" Preguntó Kokichi detrás de mí.
"Hay manchas de sangre dentro de todas." Informé.
"Eso quiere decir que son relevantes, deberíamos tenerlas en cuenta a la hora del juicio." Anunció el detective.
Dimos otro vistazo rápido a la sala pero no había nada más que se pudiera considerar relevante, así que decidimos explorar otras áreas.
Aún no me puedo creer que Ryoma esté muerto, ¿quién habrá hecho esto?
El primer lugar que exploramos fue la habitación número 2, aquella donde Ryoma debía estar la mayor parte del recorrido según los participantes de la casa del terror.
Cuando entramos el fuerte olor metálico de la sangre volvió a azotarme la cara. Como habíamos visto la segunda vez que pasamos por esa habitación, había un enorme charco de sangre prácticamente seca en el centro. La decoración de la sala estaba tal cual la vimos la segunda vez, nada había cambiado.
"¿Este charco de sangre es parte de la decoración original?" Pregunté pensativa.
"Puede que sí, puede que no." Respondió Kokichi divertido. "Cada uno le daba el toque que quisiera a sus habitaciones."
"Osea que pudo ser colocado por Ryoma como parte de la decoración." Reflexionó el detective.
"¡Nunca lo sabremos!" Exclamó Kokichi con una amplia sonrisa.
"¡Pero la sangre se ve real!" Replicó Kaito.
"Incluso el olor es el mismo." Añadí.
"¡Eso es porque para toda la decoración y vestimenta utilizamos sangre real!" Exclamó el líder con un tono malicioso.
"¿¡¿REAL?!?" El alma de Kaito comenzó a separarse de su cuerpo.
"Le sacamos un litro de sangre a cada participante." Dijo con un tono espeluznante.
"¿¡¿QUÉ?!?" Kaito estaba al borde del infarto.
"Kaito, te está mintiendo." Dije entre risitas.
"(T/N), no me quites la diversión." Me reprendió el líder.
"Kokichi, ¿a qué te refieres con sangre real?" Preguntó Shuichi pensativo.
"Ya lo descubriréis." Dijo sonriente. "Si os lo digo todo ahora no sería divertido, tú eres el detective, descúbrelo."
Shuichi se llevó una mano a la barbilla y le echó otro vistazo a la habitación.
"¡Maldito!" Exclamó Kaito mirando enfadado a Kokichi. "¡Qué te cuesta decirnos-!"
Kokichi cortó a Kaito antes de que pudiera terminar la frase. "Ya no hay nada más interesante aquí."
"Deberíamos explorar más áreas, puede que encontremos nuevas pistas." Sugirió Shuichi.
"¡Oye enano, no me cortes las fras-!" Kaito intentó quejarse pero el chico no le dejó.
"¡Me parece bien!" Exclamó Kokichi acercándose a mí y cogiéndome de la muñeca. "Será mejor separarnos para explorar más rápido."
Los otros dos chicos me miraron como para esperar mi aprobación y yo asentí para que no se preocuparan. Kokichi tenía razón, no teníamos mucho tiempo y lo mejor era separarse.
"Kokichi, ¿esto qué es?" Pregunté cuando me arrastró hasta una pequeña habitación.
"¡Es el almacén!" Exclamó emocionado. "Aquí están los carritos que contienen la decoración de Ryoma, Kiyo y Keebo."
"¿La decoración?" Pregunté acercándome a esos carritos que señalaba. Éstos eran de cuatro ruedas, es decir que tenían capacidad de movimiento y no eran transparentes por lo que por fuera no podías ver lo que había en su interior.
"Tanto Ryoma como Keebo y Kiyo tenían la decoración de sus habitaciones guardadas en los carritos." Explicó. "¿Te acuerdas que las habitaciones de ellos tres habían cambiado la segunda vez qué pasasteis por ellas?"
"Sí, estaban decoradas de distinta manera." Afirmé.
"Bien, eso es porque mientras Tsumugi hacía su numerito del teatro de sombras, ellos tenían que cambiar la decoración y el vestuario de sus habitaciones."
"Si no me equivoco, Kiyo estaba en la primera habitación, Ryoma en la segunda y Keebo en la tercera, ¿verdad?" Pregunté para confirmar lo que recordaba mientras dibujaba un esquema de la posición inicial de los participantes en mi monopad.
"¡Correcto!" Exclamó feliz.
De repente Kokichi empezó a abrir cada carrito para observar bien el contenido de los tres. En el de Kiyo y en el de Keebo no encontramos nada raro , solo decoración espeluznante, pero en el de Ryoma habían algunas manchas de sangre.
"Más manchas de sangre." Anuncié.
"Me pregunto que significará eso." Dijo él como si ya supiera que significaba.
"No lo sé aún, pero está claro que es relevante." Puntué.
Observamos el resto de la habitación y vimos el lugar de carga para los muñecos guía en una esquina de la habitación. Había solo siete enchufes, me supongo que para cada uno de ellos.
"Me imagino que es aquí donde venían los muñecos guía a cargarse." Deducí pensativa.
"Si te refieres a los feos e inútiles que hizo Miu, sí, aquí debían venir a cargarse." Contestó él observando el resto de la sala. "Mira ese Kit médico de allá."
Kokichi señaló la pared contraria a la que estábamos y colgado de ésta había un kit de primeros auxilios. El chico se acercó y lo cogió, pero cuando trató de abrirlo le fue casi imposible.
"Estás demasiado flojo." Dije burlona.
Él me miró con una expresión de falso enfado. "¿Te burlas de mí?, inténtalo tú si estás tan segura de que puedes abrirlo."
Entre risas me acerqué a él e intente abrir el maldito Kit, pero era imposible estaba demasiado sellado.
"¿Quién es la floja ahora?" Rió divertido.
"¡Esto no se ha abierto en años!" Exclamé haciendo un último esfuerzo por intentar abrirlo. "¿Estuvo siempre aquí dentro?"
"Rantaro lo encontró por ahí cuando estábamos preparando la casa del terror y le dijo a Gonta que lo guardara en el almacén por si había alguna emergencia." Explicó el chico con las manos detrás de la cabeza. "Pero nadie intentó abrirlo hasta ahora, así que no sabíamos que estaba tan sellado."
"Me rindo." Dije finalmente dejando en su sitio el kit. "Esto es imposible."
Apunté todo lo relevante que encontramos en el almacén y nos dirigimos fuera de la habitación.
Cuando salimos nos encontramos a Kaito y Shuichi que ya habían explorado las otras habitaciones.
"¿Algo relevante chicos?" Pregunté curiosa.
"La habitación donde estaba Kiyo y Keebo no tienen ninguna pista relevante, todas están decoradas con normalidad." Explicó el detective. "O al menos eso creemos, cuesta distinguir las pistas de la decoración."
"El asesino ha usado eso a su favor." Dijo Kokichi con un tono travieso.
"¿Alguna novedad vosotros?" Preguntó el detective.
Después de que Kokichi y yo, más bien yo, le contáramos nuestros descubrimientos a los dos chicos, nos dispusimos a interrogar a los estudiantes para ver si podíamos aclarar algunas cosas.
El primero que nos encontramos fue a Kiyo con su aura misteriosa de siempre.
"Kiyo, ¿cuándo fue la última vez que viste a Ryoma?" Pregunté mientras sacaba el monopad para apuntar cada detalle.
"La última vez que lo vi fue poco antes de que ustedes empezarais a entrar." Explicó él. "Keebo, Ryoma y yo estábamos juntos hasta que Rantaro nos avisó de que vendríais, entonces nos fuimos a nuestros respectivas posiciones."
"Poco antes de que entrara Tenko y Himiko entonces..." Reflexioné.
"Sí, pero debía seguir vivo cuando Tsumugi estaba contándoos la leyenda, puesto que cuando fui a coger mi carrito donde tenía mi decoración, el de Ryoma y el de Keebo ya no estaban." Nos contó el chico. "Así que me supongo que lo habría cogido para re-decorar su habitación."
"Si no me equivoco a la misma vez que Tsumugi contaba la leyenda y hacía su teatro de sombras, ustedes debíais cambiar la decoración de la habitación, ¿cierto?" Dije para confirmar las palabras de Kokichi.
"Así es, la habitación de Ryoma fue re-decorada, lo que quiere decir que seguía vivo por ese entonces." Concluyó con su tono misterioso.
"Supongo..." Respondí analizando sus palabras.
"Kiyo, a ti te gusta el terror, ¿no?" Dijo Kokichi con una astuta sonrisa. "No habrás matado a Ryoma para poder conectarte con los espíritus del más allá, ¿verdad?"
"No necesito conectarme con los espíritus de esa manera, yo tengo una conexión más fuerte con el mundo de los muertos." Respondió excitado. "Hay un espíritu que vive en mí."
"..." Kokichi y yo nos quedamos atónitos ante la pasión de Kiyo por algo tan macabro.
"¡Wow, eres muy creepy!" Exclamó sonriente Kokichi.
"¿Viste algo raro o a alguien fuera de su lugar durante el pasaje?" Interrogué escribiéndolo todo en mi monopad.
"No, todo salió como Rantaro había previsto, excepto el susto final." Contestó con su tono misterioso.
"Dijiste que Ryoma y tú debíais preparar el susto final." Puntué. "Pero él nunca apareció, ¿cierto?"
"Exacto, Ryoma y yo debíamos estar detrás de la puerta del gimnasio para asustaros a cada uno de vosotros cuándo pasarais, pero él nunca se presentó." Explicó Kiyo. "Seguramente estaría muerto en ese entonces."
"Está bien, eso es todo." Espeté mientras Kokichi y yo buscábamos al siguiente estudiante para interrogarlo.
Este crimen es demasiado macabro, no puedo evitar sospechar de Kiyo, aunque él solo mataba chicas, ¿verdad?
Los siguientes que encontramos fueron Miu y Keebo, al igual que la última vez, estaban investigando juntos.
"Chicos necesito haceros unas preguntas." Anuncié captando su atención.
"Adelante." Asintió Keebo.
"¿Cuándo fue la última vez qué visteis a Ryoma?"
"Cuando la ruta del terror estaba a punto de empezar, Kiyo se fue a su habitación y Ryoma cogió el kit médico y también se metió en la suya." Explicó el robot.
"¿Ryoma cogió el kit médico?" Pregunté confundida. "¿Para qué?"
"Quién sabe..." Respondió Kokcihi divertido. "Puede que simplemente lo quisiera colocar entre la decoración."
"¿Un kit médico de decoración?" Le miré con los ojos achinados. "¿Qué clase de terror da un kit?"
"O puede que supiera que habría un asesinato y quería tomar precauciones..." Dijo con una sonrisa de medio lado.
Escuchar las teorías de Kokichi es una perdida de tiempo solo consigue liarme más.
"¿No viste a Ryoma cuando fue a re-decorar su habitación?" Le interrogué.
"Negativo, cuando fui a buscar mi decoración al almacén, el carrito de Ryoma y Kiyo aún estaban ahí." Explicó. "No me topé con ninguno de los dos."
"¿Y tú Miu?" Le pregunté a la chica. "¿Última vez que viste a Ryoma?"
"Durante el primer recorrido de mierda." Respondió irritada Miu. "¡Antes de que Keebo viniera a atacarme!"
"Ya dije que lo sentía..." Se disculpó el robot nervioso. "No pretendía hacerte daño."
La chica solo desvió la mirada enfadada.
"¿De qué habláis?" Pregunté confundida.
"Cuando Rantaro y yo entramos a la tercera habitación, Keebo me arañó medio brazo adrede." Explicó la chica.
"¡No tenía intenciones de eso!" Se defendió el robot.
"¡Qué torpe Keebo!" Exclamó Kokichi burlón. "Realmente no sirves para nada."
"¡Cállate uva podrida, soy la única que se puede meter con él!" Bufó Miu.
"¿Por eso llevabas el brazo vendado?" Pregunté curiosa ignorando la pelea.
"Sí, Rantaro salió al almacén para buscar el kit y vendarme el brazo, pero no lo encontró y tuve que usar la nueva función que le instalé a Keebo." Explicó la chica.
"No lo encontró porque Ryoma se lo había llevado." Informó Kokichi sonriente.
"¿Y cómo te vendaste el brazo al final?" Pregunté confundida.
"¡Ya lo he dicho, con la nueva función de Keebo!" Exclamó sonrojándose. "E-Es una función de reserva de gasas y papel higiénico."
"¿Qué clase de función es esa?" Dije alarmada.
"Es casi tan estúpida como tú, Miu." Se burló Kokichi.
"¡Es una función ideal para el día a día!" Se defendió.
"En fin, entonces te vendaste el brazo con esa función de Keebo, ¿no?" Intenté confirmar.
"Afirmativo." Contestó Keebo.
Cuando terminamos de hablar con los dos chicos, nos dirigimos al gimnasio donde estaba Tsumugi con una expresión preocupada.
"Tsumugi, ¿qué ocurre?" Pregunté acercándome a ella.
"Faltan bolsas de transfusión sanguínea." Respondió señalando la pequeña nevera que había dentro de uno de los armarios.
"¿Bolsas de sangre?" Pregunté atónita.
"Explorando bien este lugar, encontramos esta nevera con bolsas de transfusión sanguínea y las utilizamos para darle realismo a los escenarios y vestimentas." Explicó la chica.
Por eso sentía todo el tiempo ese olor metálico de la sangre pegado a mis fosas nasales....
"¿A eso te referías con sangre real, Kokichi?" Giré mi mirada hacia el chico.
"Oh, lo has descubierto, qué mal...." Dijo con falsa decepción.
"Eso fue muy beneficioso para el asesino, pues pudo encubrir el crimen fácilmente." Reflexioné.
"No solo eso (T/N)." Dijo Kokichi de repente. "Dices que faltan bolsas, ¿no Tsumugi?"
"Originalmente habían diez bolsas, pero yo usé dos para la vestimenta, Kokichi usó otra para su broma, y otras tres fueron dadas a Keebo, Kiyo y Ryoma para decorar sus habitaciones." Explicó la cosplayer. "En total utilizamos seis bolsas, deberían quedar cuatro pero no están por ninguna parte."
"Osea que tenemos cuatro bolsas de transfusión sanguínea perdidas." Apunté en mi monopad mientras lo decía en voz alta.
"Otra cosa bastante rara son los muñecos guía." Espetó Tsumugi. "No deberían haberse parado todos en el gimnasio, tendrían que haberos acompañado hasta la salida."
"¿Tienes alguna idea de por qué fallaron los muñecos al guiarnos?" Pregunté curiosa.
"No lo sé, Rantaro fue el que les ordenó la ruta a seguir." Explicó la chica. "Miu los programó de tal manera que podíamos elegir la ruta que seguirán y eso lo hizo Rantaro."
"Qué raro...., Rantaro es muuuy sospechoso." Dijo divertido.
Yo fruncí el ceño en respuesta, de ninguna manera Rantaro es el culpable, es imposible....
Antes de que pudiéramos interrogar a alguien más el anuncio de Monokuma avisó sobre el comienzo del juicio. Tenía algo de miedo, ya era nuestro tercer juicio y algo me dice que este caso no va a ser nada fácil. Otra cosa que me extraña es.....¿por qué no han habido dos muertes?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro