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Capítulo 31


"Hablando del terror, esta noche es perfecta para contar historias de miedo." Propuso Kiyo.

"Parece que el tema del terror te interesa mucho Kiyo." Puntuó Tsumugi.

"En efecto, el sentimiento del temor en los seres humanos es el más excitante." Explicó. "Sentir como tu respiración se acelera y tu corazón late con fuerza es apasionante."

"¿Sabes de alguna historia de terror buena?" Preguntó Rantaro.

"Veo que estáis inquietos, de acuerdo contaré una sobre-"

"Cállate hombre degenerado, no permitiré que arruines los sueños de Himiko con pesadillas." Gritó Tenko interrumpiendo a Kiyo.

"Estoy bien, no me asustan unas historias de terror." Respondió la maga con cierta pereza.

"Tenko me parece que tú estás más asustada que Himiko." Dije entre risitas.

"Si vas a soltar tu mierda de antropología mejor metetelo por el-" Miu no pudo terminar su frase.

"De hecho yo quiero oir tus historias de terror, seguro que Kaito tambien quiere, ¿verdad?" Dijo Kokichi lanzándole una mirada picara a Kaito.

Kokichi había estado toda la cena lanzándome miradas serias, pero yo evitaba mantener contacto visual con él a toda costa y este se percató de ello.

Kaito tragó saliva. "P-Por mí está bien, pero creo que las chicas están un poco asustadas no debemos-"

"No te preocupes por nosotras estamos bien, cuéntanos Kiyo." Dije ignorando la mirada de traición que me lanzó Kaito.

"Si vamos a hacer esto, hagámoslos bien." Dijo Ryoma mientras se levantaba a apagar la luz del comedor dejando solo la luz de la vela que estaba en medio de la mesa, la cual habíamos colocado previamente Rantaro y yo para darle una mejor presentación a la comida.

"Eeeeek" Gritó Miu en cuanto se apagaron las luces mientras preguntaba con un tono sensual."¿Qué pretendéis hacer con las luces apagadas?"

"¿E-Es necesario apagar la luz?" Preguntó Kaito alarmado.

"Es para mimetizarnos con el ambiente Kaito." Dije con un tono fantasmagórico para asustarlo, en respuesta Kaito se quedó en blanco.

"Si quieres puedo usar mi magia e iluminar la sala." Sugirió Himiko con un dedo en sus labios.

"Kaito tranquilo, estamos todos aqui, no va a pasar nada." Le tranquilizó Shuichi.

"Tranquilo Kaito, Gonta poder proteger."

"¡¡He dicho que no es por mí, Tenko se ve muy asustada!!" Exclamó el chico excusándose.

"Si Himiko puede escucharlas sin asustarse yo tambien." Aseguró la Master del Neo-Aikido.

"Yo estoy dispuesto a aprender más sobre el terror." Agregó Keebo.

"Para eso solo tienes que mirar la cara de Miu, es puro terror." Se mofó Kokichi.

"Oye pedazo de-" Se intentó quejar Miu.

"Creo que deberíamos dejar hablar a Kiyo." Dijo Tsumugi de repente.

"Gracias Tsumugi." Dijo Kiyo poniéndose cómodo. "¿Habéis oido hablar de Kuchisake-onna?"

"¿Kuchi- qué?" Preguntó Kaito mareado.

"Kuchisake-onna, también conocida como la mujer de la boca cortada." Aclaró Kiyo." Es una antigua leyenda oriental."

"Yo puedo cortar bocas con mi magia." Añadió Himiko.

"¡Qué guay Himiko, eres genial!" Le halagó Tenko.

"Cortas bocas no es precisamente genial." Corrigió Tsumugi.

"¿De qué trata esa leyenda Kiyo?" Preguntó Shuichi interesado en el tema.

"¿A quién le importa?" Río nervioso Kaito. "No hace falta que la cuentes."

"¡Cuéntala, queremos oírla!" Exclamé emocionada, siempre me había gustado el terror, aunque muchas veces me diera demasiado miedo. Además también disfrutaba fastidiando a Kaito.

"Estad bien atentos." Kiyo se aclaró la garganta antes de comenzar a contar. " Una noche como cualquier otra en Japón, las gemelas Sakura y Keiko volvían a casa después de un ajetreado día de trabajo."

Mi atención estaba puesta en la historia de Kiyo, pero pude sentir como Kaito se revolvía en su asiento.

"Girando la esquina de un callejón oscuro, apareció una mujer de larga cabellera negra, un abrigo oscuro y la mitad inferior de su rostro estaba cubierta por una mascarilla, algo que no percibieron como extraño pues en Japón es normal llevarlas." Kiyo hizo una pausa y prosiguió la historia con un tono espeluznante. "La mujer se detuvo ante ellas con una mirada penetrante y les preguntó con la voz rota si pensaban que era hermosa."

"¡Alguien que es hermosa no lo pregunta, ya lo da por hecho!" Exclamó burlona Miu. "¡Como yo!"

"No interrumpas la historia con tu chirriante voz de cigüeña. "Le reprendió Kokichi.

"¿¿V-Voz de cigüeña??" Miu comenzó a sudar.

Antes de continuar Korekiyo le lanzó una mirada amenazante a Miu. "Ante la pregunta, Saiko no se lo pensó dos veces y contestó que sí. En ese momento la desconocida se quitó la mascarilla dejando a la vista horribles heridas que partían de la comisura de su boca y que la transformaban en una macabra sonrisa de oreja a oreja."

Todos estábamos en tensión, podría jurar que nadie estaba respirando ni moviendo un músculo en ese momento.

"Sakura gritó horrorizada y su hermana se quedó inmóvil, rápidamente la extraña sacó unas tijeras de su abrigo y le cortó la garganta a Sakura. Su hermana en ese instante reaccionó y manchada con la sangre de su hermana corrió lo más rápido que pudo, pero cada vez que intentaba escapar la mujer la acorralaba." La expresión de Kiyo bajo la luz de la vela era horripilante. "La desconocida le volvió a preguntar a Keiko si le parecía hermosa, a lo que asustada contestó que sí, incluso sin la mascarilla. Finalmente la mujer le dedicó una espeluznante sonrisa y acercó las tijeras a su cara cortándole la boca, tal y como le hizo a ella su marido por ser infiel."

Con ese final todos sentimos la necesidad de observar la oscura habitación en busca de cualquier signo de peligro.

"¡Ahora entiendo por qué Kiyo lleva mascarilla!" Exclamó Miu jocosa. "¡Él en realidad es la mujer de la boca cortada!"

"N-No digas tonterías." Le reprochó Kaito temblando.

"Vaya, no me esperaba que las matara a las dos." Puntuó Tsumugi.

"No ha estado mal, pero las vivencias en la cárcel era peor que eso." Espetó Ryoma.

"No me quiero imaginar que clase de cosas pasaban ahí." Dijo Rantaro con una mano detrás de la cabeza.

"Ha sido bastante intensa." Dije mirando a Kaito, el cual estaba más pálido que el mantel blanco que cubría la mesa.

"¡Esa perra las mató por envidia!" Exclamó Miu. "Seguro que es más fea que un ogro."

"Tú no eres quién para hablar...." Añadió Himiko.

"Esa mujer debería estar entre rejas." Dijo Keebo alarmado. "La justicia se ocupará de ella."

"K-boy, ¿no entiendes que es una leyenda?" Se burló Kokichi. "Para ser un robot eres demasiado estúpido."

"Se dice que aún la mujer vaga por las calles preguntando si es hermosa." Añadió Kiyo con un tono espeluznante. "Respondas lo que respondas acabará con tu vida en menos de un segundo."

"Realmente el criminal de la historia es el marido, ¿no?" Sugirió Suichi. "Él fue el que le corto la boca en primer lugar."

"Buen punto." Le halagué.

"¡Solo un hombre degenerado haría eso!" Exclamó Tenko temblando, parecía que tenía miedo a este tipo de historias.

"Y-Yo lo p-pararía con m-mi magia." Himiko temblaba incluso más que Tenko.

"¡Cuidado con Himiko, está apunto de explotar!" Exclamó jocoso Kokichi.

"Yo tengo otra historia que debéis escuchar." Anuncié de repente causando que todos me miraran. "La leyenda de la llorona."

"Adelante." Rantaro me sonrió mientras me daba el turno de palabra.

"D-Deberíamos volver a los dormitorios se está haciendo t-tarde." Dijo Kaito desesperado.

Ignorando a Kaito comencé mi historia imitando un tono fantasmagórico. " Esta leyenda trata de una mujer casada con el hombre con el que tuvo tres hijos. Un día esa mujer se enteró de que su marido le era infiel, enloquecida arrastró a sus tres hijos hacia el río que estaba al lado de su casa. Una vez allí, los fue ahogando uno por uno, metiéndoles la cabeza en el agua y sujetándoselas hasta la muerte mientras mostraba una expresión de pura locura."

Hice una pausa dramática. Noté todas las miradas en mí, expectantes para que continuara con la historia, Kaito en cambio no paraba de tener un escalofrío tras otro.

"Al darse cuenta de la atrocidad que había cometido, comenzó a sollozar por la pérdida de sus pobre hijos, siendo a la misma vez maldecida para quedarse vagando por el mundo terrenal para siempre. Desde entonces, vaga por los ríos llorando y expresando todo su dolor."

"¡Pues no haber matado a sus hijos, le pasa por estúpida!" Exclamó Miu rompiendo la atmósfera.

"¿Alguien puede cocerle la boca?" Preguntó Kiyo molesto.

"¡Me presento voluntario!" Exclamó entusiasmado Kokichi.

"¡Eeeeek!" La chica comenzó a sudar.

"Si tienes el infortunio de cruzarte con la llorona, será mejor corras lo más lejos que puedas, o sufrirás el mismo destino que sus hijos." Concluí ignorando a Miu.

"Gonta querer ayudar a la llorona, Gonta es un verdadero caballero." Agregó Gonta con una sonrisa inocente.

"Gonta, créeme que no quieres ayudarla." Le aconsejó Ryoma.

"Yo también me quiero unir a las historias de miedo." Alzó la voz Tsumugi captando nuestra atención. "Los animes de terror son los que más disfruto."

"Enserio chic-" Kaito intentó quejarse pero al igual que la otra vez nadie le hizo caso.

"Esta historia trata de una familia con dos hijos, un niño de 10 y una niña de 6, que se mudan a una nueva casa en el campo. Una vez llegaron, los niños se instalaron en dormitorios distintos. Cuando cayó la noche la niña salió adormitada de su cama, se detuvo en una de las esquinas de la habitación y comenzó a arañar la pared de madera mientras susurraba repetidamente........, ayúdame."

Todos aguantamos la respiración mientras esperábamos ansiosos el final de la historia.

"La niña solía sufrir de sonambulismo, así que los padres no se preocuparon mucho y pusieron a dormir juntos a los hermanos. Sin embargo la niña cada noche se levantaba, se dirigía a su dormitorio y arañaba la misma pared mientras repetía la palabra ayúdame una y otra vez."

"Ante el comportamiento de la niña, los padres preguntaron a los vecinos si había pasado algo en esa casa antes de que ellos se instalaran. Los vecinos les dijeron que ahí antes vivia una niña con su padre. Un día la niña se perdió en el bosque y el padre se suicidó apenado."

"Atemorizados, los padres retiraron los paneles que cubrían la pared que su hija arañaba, detrás de ellos encontraron un pequeño esqueleto con las manos atadas....." Tsumugi sonrió de forma muy creepy al terminar la historia.

"He de decir que no me lo esperaba." Espetó Rantaro.

"¿El esqueleto era de la niña?" Preguntó Himiko temblorosa.

"El esqueleto era del mismo tamaño que tú, Himiko." Se burló Miu.

La maga tragó saliva y tembló aún más.

"¡Himiko si quieres que te abrace solo tienes que pedírmelo!" Exclamó Tenko babeando.

"¡Atentos!" Exclamó Kokichi con entusiasmo. "Voy a contar la historia más terrorífica de todas."

El líder cogió la vela y se la colocó de manera que su sonrisa se tornaba aún más maquiavélica.

"En esta historia el protagonista es un robot que fue creado por un científico loco para reemplazar la raza humana." Comenzó lanzándole miradas divertidas a Keebo. " Este robot tenía ansias de sangre y seguía la orden de matar a todos los humanos que se les cruzara en su camino."

"¿¡Qué clase de historia de mierda es esa!?" Interrumpió Miu.

"Concuerdo, los robots no somos máquinas de matar." Agregó Keebo contrariado.

"Al menos dejad que continúe." Replicó Kiyo.

Kokichi frunció el ceño antes de seguir. "El robot fue parado por los agentes de la ley ya que era muy inútil, y terminaron por convertirlo en una tostadora parlante."

"¿Se supone que eso es una historia de terror?" Preguntó Tsumugi confusa.

"Ups, supongo que solo era de terror para K-boy." Dijo entre risitas. "Me aburrí así que la terminé rápido."

"¿¡Tostadora!?" Preguntó Keebo alarmado.

"No es tan malo, al menos servirías para calentar pan." Se burló Kokichi.

"Pues a mí me ha gustado, no ha dado nada de miedo." Dijo Kaito orgulloso.

"¿Shuichi, tú sabes alguna historia?" Pregunté expectante. "Apuesto a que sabes de alguna horripilante."

"¿Y-Yo?" Preguntó sorprendido. "Bueno, sé de una bastante corta pero espeluznante."

"Te escuchamos." Anuncio Ryoma.

"Un chico joven de nuestras edad se despertó en mitad de la noche adormitado, se dispuso a volver a dormir pero escuchó unos ruidos provenientes del armario. Cuando miró mejor se fijó que había una criatura horripilante y macabra dentro. El chico aturdido miró el reloj y eran las 1:07, en ese momento la criatura se acercó y le atravesó con sus garras todo el estomago."

"Cuando se despertó se alegró de que solo hubiese sido un sueño, en ese momento escuchó un ruido en el armario, miró la hora y eran las 1:06."

Todos tragamos saliva ante la historia de Shuichi.

"Corta pero te deja mal sabor de boca." Habló Rantaro acomodándose en la silla.

"¿Kaito estás bien?" Preguntó burlón Kokichi. "Parece que hayas visto un fantasma."

"..." Kaito estaba pálido.

"¡Seguro que vio la cara de Himiko, cualquiera se asustaría!" Rió Miu jocosa.

"¿Miu estás segura de que eres una chica?" Preguntó Tenko exaltada. "¡Porque eres igual que un hombre degenerado!"

"Gonta no entender la historia de Shuichi, Gonta suponer que Shuichi demasiado listo."

"Tranquilo Gonta, es mejor que no la entiendas." Le tranquilizó Tsumugi.

"¡Es mi puto turno!" Gritó Miu levantándose de la silla para contar su historia. " Una chica joven, guapa y buenorra como yo, obtuvo un trabajo de canguro para poder ganar algo de pasta. Su trabajo era fácil, solo tenía que cuidar a un mocoso y una mocosa de 9 y 12 años."

"Cuando llegó la noche los acostó en su dormitorio, al rato sonó el teléfono fijo, dudó antes de cogerlo pero en cuánto lo hizo se arrepintió, solo se oía una respiración al otro lado de la línea. Estaba a punto de colgar pero los niños empezaron a gritar frenéticamente, pensó en llamar a la pasma pero se fue la puta luz, así que cogió un cuchillo de la cocina y subió al cuarto de los niños con el corazón a mil por hora."

"Una vez allí, unas manos agarraron sus perfectos tobillos y sintió como unos colmillos desgarraban su piel, lo último que vio fueron los colmillos de la niña acercándose a su cuello y a los padres en la puerta diciendo, disfrutad la cena, no dejéis ni una gota." Miu soltó unas carcajadas al terminar.

"¡Qué horror!" Exclamó Tsumugi asqueada.

"¡Menuda historias más horrible!" Criticó Tenko.

"El canibalismo nunca es visto con buenos ojos, pues desata la cólera de millones de espíritus." Expresó Kiyo con pasión.

"¿¿Canibalismo??" Kaito estaba tan pálido que un poco más y desaparecía. "¿¡¿Q-Qué clase de padres son esos?!?"

"Era de esperar en la historia de Miu." Espeté divertida.

"Al menos ya hemos terminado de comer." Dijo Ryoma soltando una risa.

"Creo que se me han quitado las ganas de comer por un año." Agregó Rantaro. "Yo sé de una historia corta pero que te deja los pelos de punta."

Rantaro se aclaró la garganta y comenzó a contar. "Una noche oscura y tenebrosa, un niño se despertó de sus sueños debido a los gritos de su madre, la cual lo llamaban. El niño aturdidamente se dirigió al cuarto de la madre, pero antes de llegar unas manos lo agarraron y lo metieron en una de las habitaciones. Cuando se giró se topó con la aterrorizada expresión de su madre que le susurraba, no hagas ruido yo también la he oído."

La historia de Rantaro me heló la sangre en las venas, sobre todo porque su voz calmada le daba un toque muy creepy a la trama.

Seguimos charlando durante un rato hasta que decidimos que era hora de volver a nuestras habitaciones, había sido una velada entretenida y fantasmagórica.

Himiko estaba media dormida y Tenko la llevó hacía su habitación en su espalda con mucho cuidado y ternura.

Cundo llegamos a la sala de los dormitorios juraría haber escuchado a Kaito pedirle a Shuichi dormir con él con la excusa de protegerlo durante la noche. Creo que Kaito ha acabado aterrorizado después de todas las historias, le espera una noche larga. Con una sonrisa me despedí de Rantaro que me dio varias palmaditas en la espalda.

Entré a mi habitación y cuando me dispuse a cerrar la puerta algo me lo impidió, más bien alguien. Kokichi había interpuesto su pie entre la puerta para evitar que ésta se cerrara. Mi expresión se trono a una de confusión y de sorpresa.

"Kokichi..." Miré al chico confundida mientras éste desviaba la mirada.

"Lo siento...." Susurró bajando la mirada.

"¿Huh?" Su disculpa me pilló por sorpresa.

"Por cómo me comporté en el laboratorio de Maki..." Juraría que se sonrojó al decir esas palabras.

"Kokichi....,¿estás fingiendo?" Pregunté aún atónita de que se estuviera disculpando.

De repente el joven levantó la mirada y me mostró una sonrisa de oreja a oreja. "¡Pues claro que es fingido, yo nunca me disculparía por nada!"

Ahora eso si que parecía fingido.....

"¿Estás seguro de que-?" Kokichi me cortó antes de terminar la pregunta.

"¡Sí, qué descanses!" Exclamó mientras se daba la vuelta.

"¡Espera!" Grite instintivamente, causando que el chico se girara con expresión confusa. "Te perdono." Dije finalmente con una sonrisa.

"Ya te he dicho que estaba fingien-" Esta vez no le dejé terminar yo.

"No, esas disculpas eran sinceras, solo que no me las esperaba." Dije aún sonriendo. "Por más que lo niegues pude sentir la honestidad en tus palabras."

Kokichi se quedó petrificado mirándome con sus ojos abiertos como platos, hasta que soltó una risita tierna y se despidió. "Buenas noches."

Estoy segura de que esas palabras eran sinceras, Kokichi se había arrepentido y había venido a disculparse.

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Nota de autora: Feliz Halloween a todos, espero que disfrutéis de este capítulo extra. ^^

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