Capítulo 29
"(T/N), despierta." Una voz me despertó del trance.
Estaba aún fuera del edificio, el cielo estrellado se abría ante mí. Cuando me giré descubrí una figura acercándose al lugar donde yo estaba.
"¿A-Angie?" Me quedé inmóvil cuando me di cuenta de quien se trataba.
"¿Qué haces aquí?" Preguntó la chica.
Con la sangre helada en las venas respondí. "N-No sé, ¿q-qué haces t-tú aquí?"
"¿Yo?" Preguntó Angie extrañada. "Es normal que yo esté aquí, la que no debería estar eres tú."
Las palabras de Angie me produjeron un pinchazo que recorrió toda mi columna vertebral. ¿A qué se refería?
"Me arrepiento de haber servido a alguien como tú." Detrás de Angie apareció otra figura que reconocí al instante.
"¿K-Kirumi?"
"Sabías que ocurriría un asesinato y ni si quiera fuiste capaz de intentar prevenirlo." Dijo Kirumi con una expresión de asco.
"Y-Yo...."
"¿Qué pasa (T/N)?" Una tercera voz habló. "¿Aún no tienes agallas para terminar esto?"
Kaede se unió a las dos chicas, haciéndome tragar saliva y dar un paso hacia atrás.
"Nunca tuvo ni tendrá agallas para terminar esto." Maki apareció detrás de Kaede. "Es su culpa que estemos así."
"¿Querías deshacerte de nosotras?" Preguntó Angie.
"Se cree especial." Dijo Maki irritada.
"¿No sabes que eres como nosotras?" Preguntó Kirumi con una sonrisa muy creepy. "Pronto morirás."
"La culpable de nuestra muerte eres solo tú." Bufó Kaede.
Intenté correr, huir, salir de ese lugar pero mis piernas no respondían, era como si no pertenecieran a mi cuerpo. Inmovilizada intenté pedir ayudar pero ni un suspiro logró salir se mi boca.
En ese momento la garganta de Kaede se rajó y un chorro de sangre salió de ella, mientras que un agujero crecía en la cabeza de Maki chorreando sangre al igual que la otra chica. Al mismo tiempo Kirumi se quedaba cada vez más pálida sin poder respirar y Angie se despedazaba en trocitos aplastados.
Me horroricé ante el escenario que tenía delante, no podía creer que esto estuviera pasando, necesito salir de aquí.
En ese instante mis ojos se abrieron de par en par encontrándose con la misma habitación de siempre, había tenido otra pesadilla al igual que la última vez. Mi respiración aún estaba acelerada y mi corazón latía con fuerza, intenté calmarme para volver a dormirme, aún era por la noche.
Al día siguiente el desayuno fue bastante apesadumbrado y funesto, acostumbrados a los manjares de Kirumi la comida que preparaba Monokuma sabía peor que la basura.
No todos asistieron al desayuno, la mayoría optó por quedarse en su habitación o deambular a sus anchas por la academia.
"Todo se ve más solitario desde que hay menos de nosotros en pie." Comentó Rantaro.
"Mhm." Yo solo asentí con la cabeza, aún recordaba el sueño de anoche y me entraban náuseas.
"Extraño la comida de Kirumi..." Dijo con un tono entristecido Himiko.
"¡Y que lo digas!" Exclamó Kaito. "¡No hay quién se coma esta porquería!"
"Si la comida de Kirumi me hacía querer cortarme la lengua del placer, esta me hace querer cortarmela para no volver a saborear un bocado." Se quejó Kiyo.
"Ey, ey, ey, ¿criticando mis habilidades culinarias?" Monokuma apareció de la nada. "¡Debería daros vergüenza, la he preparado con todo mi amor!"
"¡Nadie pidió tu nauseabundo amor!" Gritó Tenko. "¡Oso degenerado!"
"Jooo..." Monokuma mostro una expresión depresiva. "Me esfuerzo muchísimo y así me tratáis..."
"Me estoy empezando a sentir mal por él." Dijo Tsumugi con una expresión preocupada.
"¡No te sientas mal!" Exclamó Tenko. "¡Es peor que un hombre degenerado!"
"Qué molestia de oso...." Se quejó Himiko.
Ambas chicas se veían más cercanas después de la charla que yo y Kokichi escuchamos a escondidas. Hablando del rey de Roma, no había ni rastro de él ni de Gonta, tampoco se veía por ningún lado a Miu y a Keebo. Por supuesto Ryoma tampoco había asistido y Rantaro estaba preocupado, se lo podía notar.
"¿Para qué estás aquí Monokuma?" Pregunté irritada.
"Oh, ¿ya quieres que me vaya?" Preguntó con tono melancólico. "Si estaba apunto de daros los nuevos premios."
"¿Premios?" Preguntó Kaito atónito.
"¿Te refieres a los artilugios para abrir nuevas áreas?" Reflexionó Shuichi.
"¡Ding, ding, ding, correcto!" Exclamó el oso.
En ese momento aparecieron los Monokubs, o al menos lo que quedaba de ellos, con los nuevos premios.
"¡Os presentamos los nuevos regalos!" Exclamaron al unísono. "¡Un martillo de oro, una llave mágica y un pergamino ninja!"
"Ya sabéis lo que tenéis que hacer..." Dijo Monokuma entristecido. "Este oso se va a llorar..."
Dicho esto, no quedó ni rastro de su presencia al igual que la de los Monokubs.
"Creo que esta vez deberíamos separarnos en grupos, cada uno con un artilugio." Propuso Rantaro. "Luego podemos reunirnos aquí para contar nuestros descubrimientos."
"Estoy de acuerdo, así disminuiremos el tiempo de búsqueda." Afirmó Kiyo. "Permitidme coger el pergamino."
"Yo te acompaño Kiyo, ese pergamino parece bastante interesante." Añadió Tsumugi.
"¡Entonces Himiko y yo cogeremos la llave mágica!" Exclamó Tenko mientras agarraba de la muñeca a Himiko.
"Nyeh...., esa llave no es mágica, no puedo sentir su mana."
"Entonces Rantaro, Shuichi y yo cogeremos el martillo de oro." Anuncié cogiendo el objeto.
"¿Y yo?" Kaito me miró esperando que lo incluyera.
"Oh, perdona Kaito." Me disculpé avergonzada. "Tú también vienes con nosotros."
Dicho esto comenzamos a investigar qué nueva área podría abrir este martillo.
"¿Qué creéis que tenemos que hacer con el martillo?" Preguntó Kaito mientras andábamos por el pasillo.
"Quizá romper alguna figura o cristal." Reflexionó Shuichi.
"O tal vez la cabeza de Kaito." Bromeé acercandome al chico mientras este daba unos pasos hacia detrás.
"¡De ninguna manera!" Exclamó horrorizado causando unas risitas entre los presentes.
"Seguramente abrirá algún pasadizo." Añadió Rantaro.
Con el mapa de Rantaro podríamos deducir fácilmente dónde utilizar el martillo, pero no podíamos sacarlo delante de Shuichi y Kaito.
"Para ser de oro no pesa mucho." Dije mientras lo elevaba en el aire.
"No creo que sea oro de verdad, probablemente lo han pintado de dorado." Razonó Rantaro.
Cuando estábamos pasando cerca del laboratorio de Miu, aún buscando donde colocar el martillo, escuchamos gritos que venían del interior. Decidimos echar un vistazo para asegurarnos de que todo iba bien, después de todo Miu no vino al desayuno.
Tan pronto como lo hicimos deseamos no haberlo hecho. Cuando abrimos lentamente la puerta del laboratorio, encontramos una escena bastante comprometida. Miu estaba acostada encima de Keebo, el cual parecía bastante avergonzado y la conversación que estaban teniendo no ayudaba a no pensar mal.
"~Keebo.....~" Gimió Miu. "Déjame tocarte ese punto."
"No creo que sea correcto manipular esa parte de mi cuerp-" Keebo no pudo terminar la frase, Miu ya estaba tocando ese punto. "WHOAAAA."
"Mmm, así que eso es lo que pasa cuando toco ese punto." Río Miu con una voz sensual.
"N-No sigas, por favor." Le suplicó Keebo.
"Solo quiero tocar un poco más." Pidió la chica. "Necesito saber cómo funciona cada parte mecánica de tu cuerpo."
Nosotros nos quedamos ahí pasmados hasta que Shuichi susurró. "¿Q-Qué se supone que están haciendo?"
"Algo que se puede malinterpretar, eso seguro." Dije entre risitas.
"¡No mires (T/N)!" Exclamó Kaito tapándome los ojos. "Se están sobrepasando."
"Oye, no soy una niña." Me quejé apartando su mano de mi cara.
"Creo que será mejor escabullirnos antes de que nos pillen." Sugirió Rantaro.
"Estoy de acuerdo, olvidemos que esto ha pasado." Añadió Shuichi llevándose una mano a la frente.
Seguimos nuestro camino buscando dónde podíamos utilizar la herramienta, hasta que por fin llegamos al sótano, justo delante de una pared más pálida que las demás.
"Esta pared se ve diferente a las demás." Reflexionó Shuichi.
"Tienes razón, ¿crees que debamos romperla con el martillo?" Sugerí acercándome a la pared.
"¿De verdad ese martillo va a ser capaz de romper la pared?" Dijo Kaito dubitativo mientras se rascaba la nuca.
"Quizá no debamos precipitarnos." Advirtió Rantaro con su voz calmada de siempre.
"Pupupu, ¿he oído bien?" Monokuma apareció de la nada. "¿Tenéis el martillo de oro?"
"Así es." Dije enseñándoselo.
"Bien, pues tenéis la suerte de poder destruir esa pared de ahí." Anunció Monokuma mientras señalaba la pared ligeramente distinta a las demás.
"¿No será peligroso?" Preguntó Rantaro.
"No tengáis miedo, no es que vayáis a morir aplastados por la pared." Rió el oso.
"Debemos tener cuidado." Advirtió Shuichi. "Aunque parece una pared hecha con materiales blandos, no sabemos que hay detrás."
"¡Voy a romperla!" Exclamé ilusionada.
"A lo mejor no debemos precipitarn-" Rantaro no pudo terminar su frase, yo ya había golpeado la pared con el martillo, de manera que quedó hecha pedazos mostrando tras ella una puerta gigante.
"¿Qué acaba de pasar?" Preguntó Kaito confundido.
"¡Acabáis de abrir el pasadizo que lleva a la casa del terror!" Enunció Monokuma.
"¿¡C-Casa del terror!?" La cara de Kaito se tornó pálida.
"Esa habitación se usó para que los antiguos estudiantes de esta academia celebraran halloween." Explicó Monokuma. "La llenaron de disfraces terroríficos y decoración espeluznante."
"¿E-Espeluznante?" Kaito tragó saliva.
"¿Está llena de material de Halloween?" Preguntó curioso Shuichi.
"Sí, pero no os preocupéis toda la decoración es de mentira, bueno la mayoría." Respondió Monokuma con una sonrisita antes de desaparecer.
"¿¡Cómo que la mayoría!?" Preguntó Kaito alarmado.
"Vaya, vaya, así que un nuevo escenario posible para un crimen." Kokichi apareció de la nada con su típica sonrisa traviesa. "Deberíamos investigarlo."
"¿De dónde has salido?" Pregunté atónita.
"Soy un líder, tengo que estar en todo." Dijo sonriente. "¡Vamos!"
"¡Hay que estar loco para meterse ahí dentro!" Exclamó Kaito. "Yo no entró ni aunque me paguen."
"Vale, entonces te quedarás aquí fuera, S-O-L-O." Dijo de manera astuta Kokichi.
"¿¿¿Qué???" Kaito abrió los ojos como platos y empezó a sudar. "¡Los demás tampoco entrarán ahí!"
"Kaito deberíamos investigarlo, pueden haber pistas." Sugirió Shuichi.
"S-Shuichi...." Kaito se sintió traicionado.
"Estoy de acuerdo." Dije feliz. "Venga Kaito, será divertido."
"¿Divertido?" Kaito se volvía cada vez más pálido.
"¿O es que tienes miedo?" Intenté molestarlo.
"¿Miedo? ¿Yo?" Dijo haciéndose el valiente. "No hay nada que Kaito Momota tema."
"¡BUH!" Gritó Kokichi por detrás de Kaito.
"¡AAAAAAAAAHH!" Kaito dio un enorme salto antes de darse cuenta de que solo era Kokichi molestándole. "¡Maldito enano te vas a enterar!"
"¿Vamos entrando?" Preguntó Rantaro soltando una risa.
"¡Vamos!" Exclamé abriendo la puerta.
Detrás de la puerta nos esperaba una completa oscuridad, nos encontrábamos en una habitación sin ventanas y no podíamos ver mas allá de nuestras narices. Shuichi sacó su monopad y activó una especie de linterna, los demás imitamos sus movimientos de manera que podíamos observar mejor la habitación.
Tanto las paredes como el suelo eran de madera, este ultimo chirriaba a nuestro paso dándole a la habitación un aire más espeluznante. La decoración no se quedaba atrás, las paredes estaban rajadas y había telas de araña falsas colocadas por toda la habitación. En el centro de esta se podia observar una pequeña mesa también de madera con varios zafus alrededor. Además repartidas por todo el cuarto habían calaveras con una vela apagada en su interior. La mayor parte de la decoración estaba manchada de sangre, probablemente falsa. A pesar de todo se notaba que hacía mucho tiempo que nadie entraba aquí, ya que la decoración estaba vieja y descuidada.
"WOOOW, esta decoración es horripilante." Dijo Kokichi emocionado. "Es perfecta para un líder malvado como yo."
"La decoración es bastante vieja, parece que hace años desde que alguien puso un pie en este sitio." Agregó Rantaro.
"¿Años? Parece que haya sido hace siglos." Espeté observando cada esquina de la habitación.
"Kaito, ¿estás bien?" Preguntó Shuichi observando al astronauta.
Kaito estaba temblando y juraría que tan blanco que podría mimetizarse con la decoración como un fantasma.
"C-Claro que s-sí, ¿p-por qué l-lo p-preguntas?" Contestó mientras tragaba saliva.
"Kaito, ¿no estarás asustado?" Le molestó Kokichi con una sonrisa pícara.
"Ya he dicho que Kaito Momota no se asusta tan fácil."
"Entonces, pasa tu primero por esa puerta." Dijo con una gran sonrisa el líder.
La puerta que señalaba Kokichi estaba entreabierta en el fondo de la habitación, parecía que llevaba a un pasillo. Monokuma se refirió a esto como a una casa, así que me supongo que habrán más habitaciones.
"N-No tengo n-ningún problema con ello." tartamudeó Kaito mientras se aproximaba a la puerta temblando.
Todos lo observamos cautelosos, hasta que el astronauta desapareció de nuestra vista. Segundos después oímos un grito proveniente del chico así que corrimos a través de la puerta encontrandonos con un pasillo en el que habían varias habitaciones. Entramos a la primera de ellas y nos encontramos con un Kaito asustadizo y un cuarto lleno de tumbas falsas y decoración espeluznante.
"Kaito te noto muy pálido." Dije entre risitas.
"Oh, así que ese era Kaito, pensaba que era parte de la decoración." Se burló Kokichi.
"Al parecer hay bastantes habitaciones aquí abajo." Informó Rantaro. "Quizá podamos aprovechar toda esta decoración."
"¿Aprovechar?" Preguntó Shuichi.
"¿Te refieres a usarla en un asesinato?" Preguntó Kokichi con estusiasmo.
"Me refiero a hacer una especie de ruta del terror para animar un poco el ambiente." Respondió Rantaro.
"¿Como una atracción?" Pregunté ilusionada.
"Algo así." Respondió Rantaro. "Aunque la decoración sea vieja se puede utilizar y lo podemos redecorar."
"Yo me apunto, será divertido." Exclamó entusiasmado Kokichi. "Y un posible escenario para un asesinato."
"Me aseguraré de que no haya ningún arma." Afirmó Rantaro.
"Es una buena forma de unirnos más." Agregó Shuichi. "Podemos comentarlo en el comedor luego, para ver que opinan los demás."
Terminamos por explorar toda la casa del terror y acabamos en un gimnasio, el cual presentaba una horripilante puerta al final de este. Por fuera de la puerta había un cartel de peligro espíritus, Kaito casi se desmaya al leerlo.
Cuando entramos nos topamos con una habitación muy satánica, era bastante pequeña y en el suelo había dibujado un pentagrama invertido, en cada vertice del pentagrama había un pequeño taburete rojo lleno de sangre. Las paredes estaban llenas de mensajes escritos en sangre falsa, fui capaz de leer "Sáquenme de aquí" "No te des la vuelta" "Ofrenda al señor de infierno". El aire de la habitación era terrorífico y el olor no se quedaba atrás.
"¿Qué es esto?" Pregunté sorprendida.
"Parece una habitación hecha para un culto satánico." Respondió Rantaro observando cada parte de la habitación.
"Hay un monton de velas y escritos en el suelo." Puntuó Shuichi cogiendo uno de ellos. "Los escritos cuentan una vieja leyenda acerca de este lugar."
"¿¿L-Leyenda??" Kaito estaba aterrorizado pero hacía sus mayores esfuerzos para que no se le notara. "Si es una leyenda es que no es real, ¿no?"
"Las leyendas siempre parten de un hecho real Kaito." Dijo Kokichi con voz fantasmal.
"¿¿¿¿Q-Qué????" Profirió el astronauta.
"Tranquilo Kaito, solo lo dice para asustarte." Le tranquilicé.
"(T/N), no me quites la diversión." Se quejó Kokichi haciendo pucheritos.
"Esto me acaba de dar una idea." Anunció Rantaro leyendo parte de la leyenda.
"¿Qué pone en los escritos?" Pregunté curiosa acercándome a Rantaro para leer.
"No lo leas ahora." Dijo mientras apartaba los escritos de mi vista.
"¡Ey! ¿Por qué no?" Me quejé agarrando parte de su camisa, a la misma vez noté una mirada clavada en mi nuca pero no pude ver de quién.
"Tengo una idea, pero la contaré en el comedor cuando nos reunamos todos." Anunció el chico.
"Vamonos ya de aquí." Bufo Kaito. "No hay necesidad de hacerle pasar más miedo a (T/N)."
"Kaito creo que eres tú el que está aterrorizado." Dije entre risitas mientras nos encaminabamos fuera de la casa del terror.
"(T/N) no necesitas excusarte, entiendo que tengas miedo."
"¡KAITO CUIDADO CON EL MONSTRUO!" Gritó Kokichi para asustarlo
"¿¿¿¿DÓNDE????" Bufó Kaito mientras se quedaba pálido.
"Oh, me equivoqué, era Rantaro." Dijo el líder con una sonrisa de oreja a oreja.
Todos dejamos soltar unas risas, sin duda el chico estaba atemorrizado y no podía ocultarlo, pero su orgullo no le permitía admitirlo.
Una vez salimos de esa casa del terror nos dirigimos al comedor para compartir nuestros descubrimientos. Cuando llegamos, Tenko, Himiko, Tsumugi y Kiyo ya estaban allí.
Comentando sobre nuestros hallazgos averiguamos que las chicas con la llave mágica abrieron el laboratorio de Tenko y por la cara de Himiko pude deducir que ya habían probado algunas técnicas de Neo-Aikido. Por otro lado el pergamino ninja de Tsumugi y Kiyo permitió la entrada a una nueva zona en la que se encontraban el laboratorio de Maki, el cual estaba cerrado debido al fallecimiento de esta, y el de Kiyo, que a jurar por su excitación, su laboratorio encajaba perfectamente con su Ultimate.
Cuando nos tocó el turno a nosotros contamos con todo detalle lo que nos encontramos en la casa del terror y ellos escucharon expectantes, especialmente Kiyo, al cual pareció entusiasmarle la parte de la habitación satánica.
Le pedí a Rantaro que contara su idea de convertir la casa del terror en una atracción para pasar un día unidos, pero se negó alegando que no lo contaría hasta que nos reuniéramos todos.
Luego de compartir los descubrimientos cada uno se fue por su lado. Antes de despedirme de Rantaro le propuse preparar nosotros dos la cena de esta noche en honor a Kirumi y de paso reunirlos a todos, incluido Ryoma, el cual iba a ser difícil de convencer. Rantaro aceptó sonriente mientras se despedía revolviendo ligeramente mi pelo.
Decidí investigar un poco las otras áreas que se habían abierto así que me dirigí al laboratorio de Kiyo, me supongo que será igual que el del juego pero nunca se sabe, será mejor que lo investigue. Sobretodo sabiendo que ahora se viene el doble asesinato de Kiyo, aunque en este punto la historia ha cambiado tanto que no se sabe quien será la próxima víctima o asesino.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro