Capítulo 17
Explorando la academia me encontré con Shichi que parecía ir con prisas.
"¿Shuichi?" Lo llamé.
El chico se paró girándose hacia todos lados para buscar al propietario de esa voz, pronto me localizó y se acercó a mí.
"¡(T/N)!" Exclamó exhausto.
"¿A dónde vas con tanta prisa?" Fue entonces cuando vi que llevaba un parasol en sus manos. "¿Vas a la piscina?"
"Tenko me pidió que les llevara un parasol, al parecer están haciendo una fiesta en la piscina." Dijo entre jadeos.
"¿Quieres que se los lleve yo?" Me ofrecí. "No me importa, voy a pasar por la piscina de todas formas."
Quería investigar bien todas las áreas, sobre todo sabiendo que pronto nos darían nuevo motivo para matar, los videos, por los cuales Kirumi mataría a Ryoma, ¿Debería evitar esa muerte? Por mí la evitaría, pero......¿Serviría de algo? Seguro que Monokuma se las arreglarían para que otros matasen. La impotencia me irrita, siento que no tengo el control. No puedo evitar la tragedia.
"N-no tienes por qué." Me respondió el chico, sacándome de mis pensamientos "No quiero encasquetarte nada."
"No me importa, Shuichi." Dije mientras cogía el parasol de sus manos. "Así puedes hacer tu trabajo de detective tranquilo, confío en ti para sacarnos de aquí."
"No se si podré."
"¡Claro que puedes Shuichi, no dudes de ti mismo!" Le animé, me sentía interpretando el papel de Kaede, pero Suichi necesita apoyo.
"¡Gracias!, tú y Kaito me animáis a seguir a delante, a acabar con todo esto algún día y a cumplir el sueño de Kaede." Se le notaba en la voz melancolía pero a la vez firmeza.
Dicho esto, le sonreí en respuesta y partí hacia la piscina mientras el detective desaparecía por el pasillo.
Una vez llegué, la escena que me encontré era digna de comedia. Tenko, Angie y Himiko estaban tumbadas en varias hamacas, mientas Kirumi masajeaba la espalda de Tenko, Angie se bebía un cóctel y Keebo miraba desde la lejanía.
Espera, ¿Qué hace Keebo aquí?
"¡(T/N)!, ¿Vienes a unirte a la fiesta en la piscina?" Preguntó Angie mientras daba un sorbo a su cóctel.
"¿(T/N)?" Tenko, la cual estaba boca abajo, levantó la cabeza para mirarme. "¡Traes el parasol!, le dije a Shuichi que lo trajera y te lo ha encasquetado a ti, sabía que no podía confiar en hombres degenerados."
"N-no, yo me ofrecí a llevarlo." Dije con una sonrisa forzada.
"Oh, en ese caso aprovecha y únete a la fiesta." Me ofreció Tenko.
"N-no gracias, no tengo bikini." Respondí mientras colocaba el parasol con la ayuda de Keebo. "¿Qué haces aquí Keebo? Creía que el agua y la tecnología no eran buenos amigos."
"Mi cuerpo es resistente al agua, el profesor pensó en todo." Dijo orgulloso.
"Tenko, ¿No dijiste que no querías hombres cerca de ti?" Pregunté entre risitas.
"No sabemos el sexo de Keebo, es un robot después de todo." Me respondió.
"E-eso es robofobia, soy un chico." Pero nadie le estaba haciendo caso a Keebo.
"¡(T/N) ven!" Angie se había levantado de la hamaca y me estaba tirando del brazo para meterme en los vestuarios.
"¡E-espera!" Pero Angie no me hizo caso y me metió en los vestuarios.
"Dijiste que no tenias bikini, pero Monokuma nos ha provisto de bikinis de todas las tallas." Dijo mientras se acercaba a mí con una cara muy creepy. "Dime (T/N), ¿Qué talla llevas?" Preguntó pervertidamente, levantando sus manos hacia mis pechos.
Di un paso hacia detrás aterrada. "A-Angie, solo dime dónde están los bikinis y yo ya me lo pongo."
"Nyhahahah, te unirás a la fiesta entonces." Gritó entusiasmada mientras me señalaba la taquilla donde estaban guardados. "Si necesitas ayuda llámame, en mi isla nos ayudamos a quitarnos la ropa."
¿En qué clase de isla vive?
"No creo que la necesite pero gracias." Respondí mientras escogía el bikini de mi talla.
Una vez me lo puse, titubeé antes de salir, me daba vergüenza salir tan expuesta, pero si lo han hecho Angie, Himiko y Tenko, ¿por qué no yo?
Cuando salí, las cuatro chicas y Keebo se me quedaron mirando. No pude evitar sonrojarme.
"¿Q-Qué pasa?" Pregunté tartamudeando.
"Wow (T/N), bonito cuerpo." Me halagó Angie.
"N-no puedo estar más de acuerdo." Dijo Tenko sonrojándose y juraría que hasta babeando.
"Permíteme traerte una hamaca." Se ofreció Kirumi.
Una vez Kirumi me trajo la hamaca, me acomodé y Angie me ofreció un cóctel, el cual acepté. No me vendrá mal relajarme un poco después de todo. Aunque en el fondo sabia que debía seguir investigando como acabar con Tsumugi, mi cuerpo pedía un descanso.
Los rayos de sol acariciaban mi piel, la frescura del cóctel aliviaba mi garganta, me sentía tan agusto como esos días de verano con mis amigas en la playa. Me acosté en la hamaca y cerré los ojos dejando que la poca brisa que había me acariciara la cara y que los rayos de sol calentaran cada parte de mi cuerpo.
La conversación entre nosotras fluyó de manera normal, todas estábamos disfrutando de ese momento. Sabía que esta felicidad duraría poco pero mientras dure la disfrutaría.
"Kirumi haces los mejores masajes." Le halagó Tenko mientras Kirumi le masajeaba la espalda. "¿No serás la Ultimate masajista?"
"Como maid debo estar preparada para cualquier ocasión." Informó Kirumi.
"¿Cualquier ocasión? ¿Incluso ante una situación de peligro?" Pregunté curiosa.
"En efecto, mis entrenamientos también han sido destinados a reforzar mi fuerza física en caso de que se requiera." Explicó Kirumi.
"Nyeh, eso suena como mucho trabajo." Se quejó Himiko mientras se acomodaba en la hamaca.
"Atua se pregunta si has estado en alguna situación peligrosa." Preguntó Angie a su manera.
"Una vez, fui ordenada a perseguir un ladrón que había robado a mi amo." Contó Kirumi.
"Woow, Kirumi eres genial." Le halagó Tenko.
"¿Lo conseguiste atrapar?" Pregunté curiosa.
"Si, logré completar mi tarea gracias a mi entrenamiento."
"Eres impresionante Kirumi, esa determinación por completar las peticiones, la envidio en cierto modo." Dije mientras contemplaba la clara piscina delante de mí.
"Yo solo soy una simple maid, ustedes tenéis mucho más potencial." Respondió con ternura.
"Eres como una madre, Kirumi" Dijo Angie mientras daba su último sorbo al cóctel.
"Si me permite quejarme, no me gusta que me comparen con una madre, tenemos la misma edad." Se quejó amablemente.
"¡Eso Angie no seas tan insensible con las mujeres!" Le reprochó Tenko causando una risita en todas nosotras.
Me fijé que Keebo se había escabullido mientras nosotras estábamos despistadas hablando, pobrecito se habría sentido fuera de lugar.
Di mi último sorbo al cóctel y me senté en la hamaca abrazando mis rodillas. Seguimos charlando durante un rato como una charla normal de amigas que no están encerradas en un Killing Game.
"Kirumi, ¿Tú no te pones el bikini?" Pregunté curiosa. "Hace bastante calor."
"Para poder serviros, necesito mi uniforme."
"Kirumi, relájate con nosotras, Atua dice que debes tomarte un descanso." Le sugirió Angie.
"Me temo que eso no es posible, no puedo ni quiero tomarme descansos." Respondió ella.
"Pero descansar es esencial para una mujer." Añadió Tenko. "Cuando me tomo días de descanso en aikido, vuelvo con más fuerza."
"Nyeh.. podría dejarme dormir aquí." Dijo Himiko bostezando.
"Yo también." Dije entre bostezos.
"¡Himiko!, puedo llevarte a tu habitación si quieres." Se ofreció Tenko nerviosa.
"Qué molestia...." Se quejó la maga, al parecer aún no se llevan bien.
"Himiko, permíteme ponerte algo de crema, te estás quemando." Le pidió Kirumi sacando la crema solar.
"¡Yo se la pongo!" Exclamó Tenko levantándose rápidamente de la hamaca. "¡Soy experta en extender cremas solares!"
"¡No!, no quiero crema..." Se quejó.
"Es por tu propio bien Himiko." Insistió Kirumi.
"Vale...., pero me la pondré yo solita." Aceptó al fin.
"P-pero..." Tenko parecía decepcionada.
Si no me equivoco Himiko no aceptó a Tenko hasta que murió, ojalá pudiera cambiar eso.
"Chicas, este momento ha sido muy relajante, gracias por dejarme unirme, pero voy a seguir explorando un poco la academia." Me despedí de las chicas mientras me ponía mi ropa.
"¡Gracias a ti por unirte, tenemos que repetirlo, pero solo chicas!" Exclamó Tenko ilusionada.
"Atua siempre está dispuesto a relajarse." Añadió Angie.
"Nyeh....bajad la voz, intento dormir." Todas reímos ante la pereza de Himiko.
"Hasta después (T/N), avísame si requieres mis servicios." Se despidió Kirumi haciendo una reverencia.
Dicho esto, continúe con mi exploración después de unas horas de relajación.
Debo decir que me sentaron bastante bien, me siento como nueva y con mucha energía.
De repente me golpeé con alguien que vino corriendo hacia mí, perdiendo el equilibrio y dándome de bruces contra el suelo.
"¡Auch!" Exclamé dolorida.
"¡(T/N)! ¡Mira por dónde vas!" Se quejó el chico.
Levanté mi mirada para toparme con la expresión de falso enfado de Kokichi.
"¡Fuiste tú el que vino directamente hacia mí, idiota!" Le acusé mientras me levantaba.
"Oh, es verdad, es mi culpa." Dijo con una enorme sonrisa y las manos detrás de la nuca.
En ese momento se oyeron gritos provenientes posiblemente de Kaito.
"Mierda, ¡me va a pillar, corre!" Kokichi agarró mi muñeca y comenzó a arrastrarme por todo el pasillo, tuve que acelerar mi paso para no caerme otra vez al suelo.
"¡E-Espera!" Le grité entre jadeos. "¿Por qué corremos?"
"Kaito me quiere pegar por mi actuación antes en el gimnasio." Respondió entre risitas. "¡No podemos dejar que nos atrape!"
"Será que no puedes dejar que te atrape, yo no debería estar corriendo." Dije mientras llegábamos al exterior del edificio y nos escondíamos tras una esquina.
"¡Pero es divertido!" Exclamó sonriendo de manera traviesa. "Aunque si llego a saber que corres tan lento te dejo detrás."
"¡No corro lento!" Me quejé molesta. "Es solo que estoy algo mareada y......"
Kokichi no me dejo terminar la frase, colocó rápidamente una mano en mi boca para hacerme callar.
"Shh, está aquí."
Cuando me giré, vi que Kaito seguía buscando a Kokichi muy cerca de donde estábamos. Por suerte no nos vio y se fue alejando poco a poco.
"Phew, esa estuvo cerca." Dijo Kokichi quitando por fin su mano de mi boca. "¡Hacemos un buen dúo de escape, deberías unirte a mi organización!"
"¿Te refieres a esa que te has inventado?" Dije tratando de molestarlo.
"Que mienta mucho no significa que mienta todo el rato, (T/N)" Dijo extendiendo sus brazos. "Mi organización es muy real, tiene más de 10000 miembros."
"Si, ya dijiste eso."
"Pero no te he dicho que trabajo con mafias."
"Mafias...." Dije en tono burlón, pues no me creía ni una palabra.
"Todas las mafias del mundo están bajo mi poder, una llamada y cambio el planeta." Explicó el chico. "¡Si te unes a mí organización serás como la jefa del mundo!"
"Tentador, pero debo rechazarlo." Dije burlona.
"¿Te atreves a burlarte de tu líder?" Dijo con tono amenazador mientras se acercaba a mi. "Serás castigada con la muerte."
"¿L-la muerte?" Sabía que era un farol, pero aún así la expresión de Kokichi daba miedo.
"¡Era broma!" Exclamó entre risas. "O no...."
"¡Aclárate!"
"Hacemos una cosa...." Propuso con una expresión de malicia. ".....te perdonaré la vida si consigues convencerme de no matarte."
"¿Qué? ¿Cómo se supone que tengo que convencerte?" Pregunte contrariada.
"Eso lo tienes que averiguar tú, tienes cuatro días para convencerme, de lo contrario te tendré que matar." Dijo con un tono malicioso.
Está claro que Kokichi no va enserio, entonces ¿Por qué me pide que lo convenza? ¿Acaso quiere que pase más tiempo con él? Nah, es Kokichi, él no quiere gastar tiempo con nadie.
"¿Huh?" Kokichi de repente puso expresión de extrañado y alzó una de sus manos para tocarme un cachete. "¡Wow, (T/N), estás ardiendo!"
Su acción hizo que me sonrojara un poco. "S-si, desde nuestra reunión en el gimnasio me he sentido algo mareada."
"Ya veo..." Dijo mientras quitaba su mano de mi cachete, lo cual me disgustó, pues su mano fría aliviaba mi cachete hirviendo. "Te has calentado al estar ante un líder como yo, ¿no?"
"¿Q-Qué? Eso no...." Antes de poder quejarme Kokichi me cortó.
"Es por el flashback, ¿verdad?"
"¿Huh? ¿C-Cómo lo sabes?" Pregunté tocándome la cara. Si que la tenia ardiendo, pero puede ser que me haya quemado en la piscina.
"Fuiste la única que se desmayó, me pregunto por qué...." Dijo como si supiera que yo escondía algo. "En fin, deberías decirle a Kirumi que te prepare paños con agua fría, de lo contrario morirás abrasada."
"Acaso....¿Estás preocupado?" Dije con tono burlón, obviamente no lo estaba pero quería molestarle, seguramente lo que quiere es deshacerse de mi.
"Que va, es solo que sería una pena encontrar un cadaver que ha muerto por causas naturales, sería aburrido." Respondió con una sonrisa perversa. "Nos vemos (T/N), no te olvides de convencerme."
"Aja...."
Dicho esto desapareció de mi vista. Debería ir al comedor y tomarte un té o manzanilla, quizá eso me alivie el mareo, o a lo mejor debería seguir el consejo de Kokichi.
Finalmente terminé en el comedor, estaba vacío, así que me dispuse a prepararme la manzanilla. No sabía mucho de cocina pero una simple manzanilla era capaz de hacerme. Mientras la hacía, recordé como mi madre solía mimarme cuando me ponía mala, siempre me preparaba una manzanilla y me acostaba en su cama. Me pregunto cómo estarán sin mí o si siquiera se han dado cuenta de mi desaparición.
Una vez terminé de hacer la manzanilla me dispuse a sentarme en una de las sillas del comedor. En ese momento Ryoma entró por la puerta.
"Hey, Ryoma" Lo saludé.
"¿Qué tal?" Me saludó mientras me veía inmersa en mi pensamientos mientras tomaba la manzanilla. "Veo que estás a lo tuyo, mejor me voy y no te molesto."
"O-oh, no te preocupes, quería hablar contigo." Dije amablemente.
Ryoma no es muy hablador y se ha dado por vencido en la vida, en parte eso causó su muerte, pero quiero ver si puede revertir la situación. Se que no ha perdido la pasión por el tenis quizá pueda empezar por ahí.
"¿Hablar?, no creo que haya nada de lo que podamos hablar." Dijo aún en la puerta, dudando si quedarse o no.
"B-bueno, yo...."
"¿Qué pasa?" Preguntó con curiosidad.
"Bueno, me gustaría oír más historias sobre el tenis." Respondí algo nerviosa, no sabía como se lo tomaría. "Son bastante interesantes."
"Interesantes, eh." Dijo mirándome fijamente. "Eres una tipa rara."
En ese momento Ryoma se alejó de la puerta y se encaminó hacia una de las sillas que se encontraban delante de la mía.
"Hablamos de mis amigos del tenis la otra vez." Recordó. "¿Qué más quieres saber?"
Aunque Ryoma lo preguntara en un tono vago, se notaba que detrás había escondida ilusión.
"¿Qué me dices de tus rivales?" Se me ocurrió preguntar.
"Hmph, mis rivales." Ryoma comenzó a mirar a un punto fijo pensativo. "No se si se les puede llamar rivales, pero habían unos tipos...."
Hizo una pausa antes de continuar para mirarme y preguntarme. "¿Te acuerdas del capitán del que te hablé?"
"Sí, el que usaba la táctica de la zona."
"Hubo un tipo que lo venció." Dijo finalmente.
"¿Rompió su zona?" Pregunté sorprendida, si Ryoma decía que su capitán era mejor que él, romper su zona sería muy complicado.
"Sí..." Respondió apretando el puño. "Utilizaba una técnica llamada visión con la que podía ver la debilidad de su oponente, fue temido como el Rey de las cortes."
"¿Rey?" Dije sorprendida.
"Eso no es nada, habían algunos con apodos como el Dios de los niños, el emperador...."
"Vaya creatividad..." Contesté dejando escapar una risita.
En ese momento Ryoma pareció convertirse en otra persona distinta, cuando habla de tenis se le ve muy emocionado aunque intente ocultarlo. Comenzó a hablarme de las técnicas especiales de los jugadores más temidos y cómo venció y fue derrotado por alguno de ellos.
"Ya veo así que hasta el Ultimate tenis pro fue vencido algunas veces." Dije pensativa.
"Ser derrotado solo te hace más fuerte." Respondió firmemente.
"¡Wow, el tenis tenía que ser bastante entretenido!" Exclamé con una sonrisa.
"¿Por qué piensas eso?"
"Se te ve animado contando las historias."
"Hmph, tienes razón, no puedo decir que fuera aburrido." Admitió desviando la mirada. "Bueno, ya es suficiente, si sigo hablando puede que empiece a recordar cosas que debería olvidar."
Ryoma se despidió de mí y se fue por donde había venido. Yo por mi parte estaba feliz de que al menos se hubiera abierto algo más conmigo, no puedo mentir, tengo curiosidad por saber qué es lo que le atormenta tanto y por supuesto ayudarle. Terminé mi manzanilla y me dirigí a los dormitorios, ya se estaba haciendo tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro