Capitulo II
Perdon por la tardanza ;A;
Erza había organizado tres equipos para ir en busca de Jellal, arrastró a Natsu, Gajeel y Wendy cuales perros en busca del chico, cada uno de los dragon slayer partió junto a su pequeño equipo por el continente, el chico tendría que aparecer tarde o temprano. Lucy se quedó en el gremio cuidando de su hija y Levy, Juvia y algunos más también prefirieron quedarse.
—Parecía que retaras a Erza ¿Te llevas mal con ella? —Preguntó Lucy observando a la muchacha.
—No, Erza me cae bastante bien —Respondió sin animo alguno en su voz.
Ya que Lucy la obligaba continuaba comiendo todo lo que le servían, su madre miró la hora y vio que ya era tarde, iba siendo hora de volver a casa. Se acercó a las chicas que aún quedaban en el gremio y les propuso que se quedaran ambas a dormir en su casa.
—Yo...lo siento Lu-chan... —Levy se levantó sin mirarla, su tono triste dejó claro el estado de animo de la muchacha, paso una mano por sus ojos y se marchó del gremio sin mirar atrás.
—¿Qué...? ¿Qué le pasa? ¿Está enfadada conmigo? —Preguntó la rubia extremadamente preocupada por la reacción de su amiga.
Juvia simplemente apartó su mirada ante la pregunta. Layla observaba la conversación sin decir nada, no quería hablar demás, a parte se sentía demasiado vigilada por Igneel quien no le quitaba la vista de encima como para preocuparse por las tonterías del amor.
—Tu olor me resulta familiar —Le dijo este, ella se limitó a ignorar el comentario y continuar observando a su madre quien parecía encontrarse bastante deprimida. Aun así el dragón continuaba esforzándose por sacarle un poco de conversación.
—Creo recordar que dijiste que apesto a oscuridad —Comentó ella observándole de reojo.
Ambos se miraron fijamente, había algo en la mirada de la chica que a Igneel no le gustaba en absoluto, alzó su mano para intentar apartar el flequillo que tapaba uno de los ojos de Layla, pero esta agarró su mano y le detuvo.
—No se te ocurra tocarme —Le advirtió, el Dragón simplemente sonreía, ahora estaba seguro de que escondía algo.
Lucy intervino entre ellos, no iban a pelearse ni mucho menos pero la discusión podría acabar mal, decidió marcharse y con el permiso del maestro se llevó la chica a su casa, ¿Dónde estaría más cómoda que con su madre? La muchacha fue junto a su madre, la seguía a su lado y observaba el lugar como si fuese desconocido.
—¿Las calles cambiaran en el futuro? —Le preguntó con una falsa sonrisa.
Su hija negó con la cabeza dando respuesta a su pregunta, se detuvieron frente a su casa. Dentro Lucy preparo un baño y le dijo que se bañaran juntas, no sería la primera vez que se bañaba en su casa con alguien más.
—No...de verdad, yo esperare aquí, lo prometo —Lucy entró en el baño mientras que la chica aguardó en su habitación.
La observó de arriba abajo, se levantó y comenzó a investigar, encontró las cartas a su abuela, pero no abrió ninguna, sobre su escritorio encontró alguno de los álbumes de fotos de Lucy, se sentó frente a su escritorio y empezó a ver las fotos, todas y cada una de ellas eran de su tiempo en Fairy Tail, no había ninguna de cuando su madre era pequeña, al ver la última foto consiguió ubicarse en el tiempo, ya sabía a qué época había viajado.
—Ya puedes darte un baño —Escuchó la voz de su madre tras ella, Lucy puso su mano sobre las fotos, una donde salían Gray, Natsu, Gajeel, Juvia, Erza y ella.
—¿Te gusta? —Preguntó la chica mirando a su madre fijamente.
—V-ve a bañarte —Tartamudeo con su cara completamente roja.
Layla se levantó y cogió uno de los pijamas de manga larga de su madre.
Cuando la chica entró en el baño Lucy volvió a ver el álbum que ella dejó abierto, lo contemplaba sonriente, se detenía a ver todas las fotos que salía con él, no eran muchas pero aun así acabó perdiendo la noción del tiempo, cuando escuchó a la chica salir del baño cerró el álbum y lo guardó en su sitio.
—¿Por qué usas el pijama largo? Estamos en pleno verano ponte algo mas cómodo, espera que...—La chica la interrumpió cuando se sentó en su cama para secar su pelo con una toalla.
—Prefiero la ropa larga, es más cómoda para mi —Respondió, la mirada sorprendida de su madre se clavó en sus ojos, al notarla rápidamente dejó caer su pelo sobre su ojo derecho un acto inútil puesto que la mano de Lucy apartó velozmente el pelo de su cara.
—¿Por qué...? —Preguntó muy preocupada— ¿Por qué tus ojos son de colores diferentes? —Se fijó en su ojo derecho el cual era completamente negro y el izquierdo que era marrón, igual que los suyos— ¿Qué te pasó en el ojo derecho? Este marrón es idéntico al mío, nos parecemos bastante ¿No crees? —Lucy esperaba impaciente la respuesta de la chica que apretaba con fuerza las sabanas ya que no sabía que responder a su madre.
—Es una enfermedad...no te preocupes solo perdí el color del ojo nada más, te agradecería que no le contases a nadie sobre eso, prefiero evitar preguntas —Respondió seria e incapaz de mirarla.
Lucy no creyó ni una palabra de lo que dijo, pero aun así decidió no hacer mucho hincapié en ello, preparó otra cama para la chica mientras recordaba lo que había pasado en el gremio con Levy.
—¿Quieres hablar? —Preguntó su hija sorprendiéndola.
¿Se estaba preocupando por ella?
—No entiendo lo que le ha pasado a Levy, bueno si, claro que lo entiendo pero no tenía que enfadarse conmigo, yo no he hecho nada, al menos aún no...
—¿Por qué se ha enfadado?
—Uno de los candidatos a ser tu padre es Gajeel...y a Levy le gusta... —Sentada sobre su cama rodeó ambas piernas con sus brazos, y escondió su cabeza entre ellas.
—¿Gajeel? —Lucy alzó su cabeza rápidamente al escuchar tono de desconcierto que la chica había utilizado.
—¿No es Gajeel? —Le preguntó sonriendo, esperanzada de que él no fuese el padre, Gajeel era un buen chico, en un futuro probablentente también un buen padre, pero no quería que fuese el padre de su hija, él no.
—Yo no he dicho que no sea él, pero quiero saber como habéis llegado a esa conclusión —Al escuchar la respuesta de la chica la ilusión de Lucy desapareció por completo.
—Cuando apareciste dijiste que tu padre te cantaba canciones estúpidas además esta tu color de pelo...todo apuntaba a Gajeel o...Gray —Comentaba suspirando, el tema del padre la estaba superando, la desesperaba intentaba disimularlo pero no podía, ella también quería conocer la identidad de su padre.
—Vamos a dormir —Dijo tumbándose en la cama que Lucy había preparado para ella.
—¿Te puedo hacer una última pregunta? —Su hija se giró para tenerla frente a frente, ella decidiría si responder o no.
—En el futuro...¿Sere buena madre? —La maga celestial la miraba curiosa, su hija volvió a tumbarse y le dio la espalda.
—Si, lo seras.
Lucy imitó a la chica y se tumbó mirando a su ventana.
—¿Y por que tengo la sensación de que no es verdad? —Murmuró.
Pasaron unos días desde que los tres equipos salieron, desde que se marcharon Igneel y Layla discutieron en varias ocasiones y Lucy intentó hablar con Levy pero esta le pidió que se distanciasen durante un tiempo. Por la mañana los equipos comenzaron a llegar empezando por el de Gajeel, Jet, Droy, Lily, Bickslow. Entraron quejándose sobre lo duro que había sido el viaje, mas tarde llegó el equipo de Wendy, Erza, Kana y Lisanna las cuales tampoco habían tenido éxito, Erza cruzó miradas con Layla quien se encontraba comiendo como siempre.
—No cantes victoria aún queda el equipo de Natsu.
—¡ESTAMOS EN CASA! —Se escuchó la voz del mencionado, quien entró corriendo junto a Gray, Elfman y Freed.
—¿No ha habido suerte? —Le preguntó Erza a Gray y este señaló hacia la puerta.
—Vamos ¡No seais timidos!
Por la puerta dos personas encapuchadas entraron al gremio. Layla miraba a Natsu anonadada, no esperó en ningun momento que lo consiguiese. Erza por otro lado sonreía de oreja a oreja, no solo podía ver a Jellal si no que también le había ganado el reto a la chica. Meredy fue corriendo a abrazar a Juvia cuando la vio.
—Gray nos dijo que Fairy Tail necesitaba nuestra ayuda —Habló Jellal quitándose la capucha en el interior del gremio— Nos a contado lo que a sucedido.
—¿Podras ayudarnos? —Le preguntó Makarov que estaba sentando sobre la barra.
—Unos días antes de que Natsu nos encontrara fui a buscar los libros de Ultear, creo que podre ayudaros o al menos voy a intentarlo —Respondió sacando el libro con el que Ultear aprendió su magia.
—¡Genial! Te dejaremos trabajar en el gremio hasta que lo consigas...ah y esta es la chica —Señaló a la morena.
Jellal puso su mano sobre la cabeza de la chica y removio su cabello. Igneel los miraba extrañado muchos de los presentes habían intentado tocarla y nadie lo había conseguido a excepción de Lucy.
—¡Ya! Para, sabes que no me gusta que me toquen el pelo pap...—Puso su mano en su boca antes de terminar la frase.
—¿Papa...? —La pregunta de Erza fue lo único que se escuchó, el gremio se había quedado completamente en silencio y nadie articulaba palabra alguna.
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